SERIE ROJA
La denominada Serie Roja, está conformada por una cantidad de artículos referidos a los diversos imperios del siglo XX, pero en este caso, situados en un inmenso territorio entre Europa y Asia, como el imperio ruso zarista, el imperio soviético (URSS) y el imperio ruso actual. En la segunda década del siglo XX sucedió el fin del imperio ruso zarista y el surgimiento de un nuevo imperio, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Pero en el mismo siglo XX la Unión Soviética colapsará dando lugar a un nuevo imperio, esta vez, bajo la forma de Comunidad de Estados Independientes (CEI).
En este trabajo nos enfrentaremos a algunas ideas importantísimas, como la de Imperio y de Revolución, que iremos desentrañando a medida que nos adentremos en ella, y también dejando expuestas muchas mentiras vertidas sobre el final del zarismo, que se atribuye gratuitamente a la Revolución de Octubre de 1917, y no a la Revolución de Febrero. En Octubre de 1917 se produciría el acceso al poder de los bolcheviques mediante un golpe de Estado que daría lugar a una guerra civil, luego, de acabada la guerra civil y una vez en el poder los bolcheviques, producirían estrictamente hablando, una verdadera revolución política, al provocar cambios en la capa conjuntiva, cortical y basal, de la Rusia zarista.
También, discrepamos con la opinión de la mayoría de las conclusiones vertidas sobre la Guerra Fría, la dialéctica de Imperios entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, y el papel de la ideología y la influencia del marxismo en los distintos movimientos revolucionarios en el mundo, especialmente en iberoamérica. Existe una opinión equivocada sobre el fin de la Unión Soviética y el rol de los Estados Unidos. Una vez desclasificada una gran cantidad de información, el abundante trabajo de investigación, etc., no se puede seguir sosteniendo teorías conspirativas o hablar de traición de Mijail Gorbachov, o de Boris Yeltsin.
Todos los imperios caen, no por una sola causa o razón histórica, sino por muchas. En el caso del imperio soviético, asentado fuertemente en su ideología marxista, el germen de su destrucción estará en ella misma. Esa contradicción entre teoría y práctica, entre la ideología y la realidad concreta se irá haciendo palpable de manera inexorable. Un imperio basado en la ideología de la lucha de clases como motor de la historia y su modo de producción, lo llevaría al fracaso al intentar medirse en el plano económico con su enemigo el capitalismo.
Mas allá de la propaganda ideológica y de los índices y las estadísticas dibujadas, la Unión Soviética en tiempos de Gorbachov no tenía dinero ni para mantener los organismos burocráticos, solo basta ver los pedidos constantes de dinero a los Estados Unidos y su súplica la Fondo Monetario Internacional.
El 23 de diciembre de 1991, mientras los presidentes de las repúblicas se reunían en el Palacio de la Amistad de Almaty para comenzar la Cumbre, Gorbachov citó a su despacho a los últimos aliados que le quedaban, Aleksandr Yákovlev y Eduard Schevardnaze, y a su asistente Anatoli Cherniaev, y les pidió que corrigieran el discurso de dimisión. Sus aliados emplearon dos horas para cumplir con la tarea, ese sería el último discurso que le ayudarían a redactar. Cherniaev anotó en su diario:
«Nos enfrascamos en la corrección como si fuese un discurso más para para el Soviet Supremo o algo así. Discutiendo sobre tal o cual palabra, parecíamos haber olvidado que estábamos redactando un acta de defunción».
Gorbachov quiso salvar el imperio con parches, no se podía cambiar el sistema sin una total revolución, el reformismo o el maquillaje no alcanzaba. En realidad, Mijail Gorbachov lo único que hizo, muy a su pesar, fue firmar el acta de defunción de un cadáver. El comunismo, como sistema político estaba terminado, en sí misma llevaba la destrucción. Ni socialismo con rostro humano ni madres.
Sobre el final de la Unión Soviética, es decir, sobre ese periodo que es clave para entender las verdaderas causas de la implosión soviética, nos vamos a tener que detener en cada episodio que nos va mostrando, esta vez, como una especie de necesidad histórica de la caída del marxismo. Para llegar a eso, debemos empezar con los zares.
También nos ocuparemos de Iberoamérica, que fue un territorio muy particular en la lucha imperial. Por un lado, los llamados movimientos de liberación, los grupos guerrilleros, que jugaron el papel de peones del marxismo internacional. Por otro lado, los Estados nacionales, gobernados en su mayoría por gobiernos militares de signo antimarxistas, algunos o la mayoría espoleados por Estados Unidos, y otros, aun siendo enemigos del marxismo, enfrentados a su vez a los Estados Unidos.
Breve glosario:
REVOLUCIÓN RUSA
La llamada Revolución Rusa, en realidad es producto de dos sucesos revolucionarios distintos: el primero que comienza en febrero de 1917, que logra la abdicación del zar y crea un gobierno provisional, pero fracasa en la resolución de las necesidades urgentes del país, se podría decir, que es de signo menchevique con aliados. La segunda, es la de octubre, en la que los bolcheviques se hacen con el poder al derrocar al gobierno provisional.
CALENDARIO GREGORIANO
El calendario gregoriano es originario de Europa, y que en la actualidad es utilizado oficialmente en casi todo el mundo. Su nombre se debe que su principal promotor fue el papa Gregorio XIII, quien promulgó su uso por medio de la bula Inter Gravissimas. Desde 1582, fue sustituyendo de manera gradual al llamado calendario juliano. El calendario gregoriano se originó a partir de un primer estudio realizado en 1515 por científicos de la Universidad de Salamanca, y de un segundo en 1578. El mérito, también, se atribuye a diversos personajes.
Los primeros países en adoptar el calendario actual fueron los dependientes de la Monarquía hispánica del rey Felipe II, es decir, España y sus virreinatos en América, las islas Filipinas, los estados de la península itálica (actual Italia) y Portugal, en ese entonces también bajo la Corona española, y además los estados italianos dependientes de la Santa Sede en 1582. El Reino de Gran Bretaña y sus colonias americanas no lo hicieron hasta 1752.
CALENDARIO JULIANO
Utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 a.C., el calendario juliano, era básicamente, el calendario egipcio, el primer calendario solar conocido que estableció la duración del año en 365,25 días, y que fue reformado al calendario romano poco antes de la conquista romana de Egipto.
Era el calendario predominante en el mundo romano, y posteriormente en la mayor parte de Europa y en los asentamientos europeos de América y otros lugares, hasta que fue sustituido progresivamente por el gregoriano.
Si bien el cambio de calendario fue impuesto y aceptado en la mayor parte de los países, sin embargo, en las Iglesias ortodoxas de Jerusalén, Rusia, y todos sus territorios patriarcales en la antigua Unión Soviética, Serbia, Montenegro, Polonia (desde el 15 de junio de 2014), Macedonia del Norte, Georgia, Ucrania y los antiguos calendaristas griegos y otros grupos continuarían utilizando el calendario juliano hasta fechas muy recientes en el siglo XXI.
En estos lugares todavía celebraban la Navidad el 25 de diciembre del calendario juliano (cuando en el gregoriano corresponderá al 7 de enero lo que se seguirá haciendo hasta 2100). Mientras que la Iglesia ortodoxa rusa tiene algunas parroquias en Occidente que celebrarán la Navidad el 25 de diciembre gregoriana hasta el 2799. También las Iglesias orientales armenia, copta, etíope, eritrea, asiria y siro-jacobita mantienen el calendario juliano, con ciertas peculiaridades nacionales.
BOLCHEVIQUES
Término que significa en ruso «miembro de la mayoría», fueron la facción más radical del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR), fundado en 1898 por varios colectivos seguidores de las ideas de Marx. Cinco años más tarde, en 1903, tuvo lugar su segundo congreso, en el cual aparecieron dos sectores muy diferenciados: los bolcheviques y los mencheviques. Esta facción política, los bolcheviques, reunió a varios colectivos marxistas que pretendían acabar con el régimen zarista en Rusia a principios del siglo XX.
Los bolcheviques defendían que la única manera de avanzar hacia el socialismo era la revolución y, después, la implantación de la dictadura del proletariado. Para llevar a cabo ese propósito, según Lenin, era necesario que la clase obrera y los campesinos se unieran para expulsar al zar y frenar las traiciones de la burguesía. Entre sus propuestas concretas se encontraban la expropiación de tierras a los terratenientes y su entrega a los campesinos y el reconocimiento del derecho de autodeterminación a las naciones dominadas por Rusia.
Uno de los puntos que más fricción causó en el congreso fue el intento de los bolcheviques de limitar quién podía pertenecer al partido. Las votaciones en el congreso no fueron unánimes. En algunos temas, los vencedores fueron los bolcheviques, mientras que en otros favorecieron a los mencheviques. Finalmente, se aprobó un programa de mínimos contra el zarismo y uno de máximos hacia el socialismo que recogía casi por completo las tesis de Lenin. Sin embargo, en el aspecto organizativo los vencedores fueron los mencheviques, liderados por Yuli Mártov.
El resultado de la elección de miembros para el Comité Central y para el Comité de Redacción del periodo Iskra fueron favorables para los bolcheviques, aunque poco después del congreso la publicación quedó en manos de los mencheviques. Después de la fallida Revolución de 1905, los bolcheviques mantuvieron el mismo programa que habían anunciado en 1903. Sus diferencias con los mencheviques no pararon de aumentar, hasta que en 1912 el partido se dividió en dos. En octubre de 1917 tomaron el poder mediante el golpe de estado en Petrogrado y se convirtieron, desde entonces, en la facción dominante de la revolución.
MENCHEVIQUES
Los mencheviques, partidarios de una línea más socialdemócrata, tenían ideas más moderadas acerca de cómo derrocar al régimen zarista ruso e implantar el socialismo. Esta facción moderada y minoritaria del Partido Socialdemócrata ruso tras la escisión de 1903. Se enfrentó a los bolcheviques y acabó diluida en el contexto de la guerra civil. Anteriormente, un tercer bloque encabezado por Trotski (entonces menchevique) había intentado que bolcheviques y mencheviques dejaran de lado sus diferencias. Este intento se saldó con un fracaso, y León Trotski se convirtió en bolchevique.
BLANCOS
Con este nombre se engloba a los enemigos de los distintos procesos revolucionarios, comenzando con la Revolución francesa, y que en la rusa se enfocó en aquellos que combatieron la Revolución de Octubre, y son tachados de contrarrevolucionarios o de anticomunistas. Fueron estos quienes crearon los Ejércitos Blancos que fueron el enemigo de la revolución durante la guerra civil de 1918 a 1921.
BREST-LITOVSK
Nombre de la ciudad bielorrusa en la que se negoció y firmó el tratado de paz entre el Imperio alemán y el nuevo estado surgido de la revolución rusa. Se trata de un tratado en el que los alemanes impusieron condiciones durísimas a los vencidos que no tuvieron más remedio que aceptar ante la muy tangible amenaza de retomar las armas por parte alemana. Digamos, que fue una de las consecuencias del acuerdo entre Lenin y el imperio alemán, para poder llegar a Rusia desde su exilio en Suiza, en el famoso tren a Petrogrado.
CHEKA
La Cheka también conocida como «VCK» sus siglas rusas. Es un acrónimo de Comisión Extraordinaria Panrusa Primer organismo de seguridad creado en diciembre de 1917, debido a la revolución de Octubre, aunque, supuestamente de carácter temporal. Su misión principal estaba enfocada en la represión de los sabotajes y de los crímenes cometidos por los contrarrevolucionarios, así como la detención de los enemigos políticos. Su primer jefe fue Feliks Dzherzhinski. A lo largo del período soviético adoptó otros nombres, aunque no necesariamente otros métodos (más bien los perfeccionó): GPU, OGPU, NKVD, NKGB, MGB y KGB.
COMINTERN O TERCERA INTERNACIONAL
Esta fue una organización de inspiración bolchevique, creada en Moscú en marzo de 1919 y disuelta en 1943. Su misión original consistía en promover la revolución en el mundo siguiendo el modelo ruso y creando partidos comunistas de masas para el derrocamiento armado del capitalismo y el imperialismo, aunque el Comintern haya sido disuelto nunca se abandonó la meta de derrocar al capitalismo.
CONSEJO DE LOS COMISARIOS DEL PUEBLO (SOVNARKÓM)
Institución del nuevo régimen soviético surgido de la revolución que sustituyó al Gobierno provisional y sentó las bases para lo que sería, unos años después, la Unión Soviética (URSS). Era el órgano de gobierno para la administración del Estado.
COMUNISMO DE GUERRA
Así se llamó a la política económica adoptada por los bolcheviques en 1918 para hacer frente a la difícil situación del país en ese momento: derrota militar ante Alemania, desmoronamiento económico y guerra civil. Esta política consistió en la nacionalización de las grandes empresas, la militarización parcial de la fuerza de trabajo y la requisa de la producción agrícola, entre otras medidas. Más que de una política económica se trataba de una estrategia de supervivencia.
EJÉRCITO ROJO
Nombre del ejército en Rusia (y después en la Unión Soviética) entre 1918 y 1946. Instrumento del que se valió la revolución para llevar a cabo, inicialmente, la lucha durante la guerra civil. Su nombre oficial era de «Ejército Rojo de obreros y campesinos».
GUERRA CIVIL (1918-1921)
Con este nombre se conoce al período de lucha entre los monárquicos zaristas y los revolucionarios bolcheviques del nuevo régimen. Tuvo lugar entre 1918 y 1921 y se enfrentaron, por una parte, el régimen bolchevique en forma de «Ejército Rojo» y, por otra, los enemigos de la revolución, los «Blancos». La guerra favoreció al Ejército Rojo y consolidó el régimen comunista en el país.
INTELLIGENTSIA
Un término peyorativo a una élite intelectual pasiva pero radical que se guiaba por la razón de su supuesta superioridad de iluminación. En Rusia alcanzó una gran popularidad en la segunda mitad del siglo XIX. No se refiere tanto a la elite culta como a quienes hablaban y actuaban en representación de la mayoría silenciosa del país: periodistas, académicos, escritores y revolucionaros profesionales.
Estos comulgaban con ciertos supuestos filosóficos sobre el hombre y la sociedad derivados del materialismo, el utilitarismo y el positivismo. Entendían que la realidad concreta se trata de una perversión o una caricatura de la auténtica realidad. Esta actitud permitía a la intelligentsia aceptar como verdaderas proposiciones que divergían por completo de los hechos demostrables y del sentido común.
Para promover su ideal de cambio integral crean una abstracción llamada «pueblo» a la que atribuyen sus propios deseos y por tanto reducen a las personas de carne y hueso a una idea. El hermano de Lenin, Alexander fue uno de ellos y fue ahorcado por intentar matar al zar.
KADETE
Acrónimo a partir del término ruso para «Demócratas Constitucionales». Partido liberal que surgió en el contexto de la Revolución de 1905. También participó en el proceso revolucionario de 1917, pero fue ilegalizado en diciembre de 1917, por considerarlo «enemigo del pueblo».
KOLJÓS
Abreviatura en ruso de «granja colectiva». Fue la unidad económica básica en la agricultura soviética. En realidad, era la forma mediante la que el régimen quería encuadrar a los campesinos, y a la que estos se resistieron denodadamente.
KULAK
Término usado en la Rusia de antes de la revolución que se asociaba al usurero del pueblo, es decir campesinos que obtenían su riqueza en abusando de sus vecinos y no por su propio trabajo. Durante los inicios del régimen soviético este término acabó convirtiéndose en sinónimo de «enemigo de clase», ya sea como explotador del trabajo campesino o como principal enemigo del poder soviético en el campo. Es uno de los grandes ejemplos de abuso de un término hasta casi vaciarlo de contenido.
NEP
Es un acrónimo de Nueva Política Económica. Forma de organización económica de la Unión Soviética a partir de la abolición del Comunismo de guerra. Su objetivo era reactivar la decadente economía del país mediante la liberalización de la producción agrícola y de la creación de iniciativas económicas privadas. Funcionó de manera notable, dadas las circunstancias. Fue sustituida por la planificación económica que inauguró el Primer Plan Quinquenal (1928-1932).
SOVIET
Originalmente consejos de trabajadores que se establecieron durante la revolución de 1905 en Rusia. A partir de la revolución de 1917 resurgieron en las principales ciudades del país para encuadrar a campesinos, obreros y soldados, convirtiéndose en órganos de poder y en el fundamento de la administración del nuevo Estado.
POLITBURÓ
Es la Burocracia Política o Buro Político del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética. Fue el máximo órgano de gobierno y dirección del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Se podría decir que entre 1952 y 1966 fue conocido con el nombre de Presidium. Este organismo estaba integrado por los principales miembros del Comité Central, y funcionaba como la oficina política de ese organismo. Sus miembros eran elegidos para dirigir el partido entre las secciones del Comité Central. El Politburó era responsable ante el Comité Central y sus miembros estaban sujetos a las directrices y control del mismo.
En el VIII Congreso del PCUS en 1919, se decidió restablecer el organismo, y que posteriormente conformaría el núcleo y el centro político de la Unión Soviética. En esta Oficina Política se tomaba decisiones sobre materias que necesitaban su atención urgente y rápida y que no podían esperar por el Comité Central. Este organismo, inicialmente, estaba integrado por Lenin, Trotski, Stalin, Kámenev y Krestinski, como miembros plenos.
GLÁSNOST Y PERESTROIKA
Glásnost significa «apertura», «transparencia» o «franqueza», y se refiere a la política que se llevó de manera paralela a la perestroika en la Unión Soviética, desde 1985 a 1991, abanderada por Mijail Gorbachov, quien consideraba la necesidad de una profunda reforma ante el Comité Central del Partido. La perestroika (reestructuración) junto a la glásnost fueron las piedras angulares durante su mandato. La perestroika estaba destinada a la reestructuración económica, a la democratización parcial del sistema político, con el partido comunista a la cabeza y la reforma de la economía de la Unión Soviética.
Mientras la glásnost se centraba en liberalizar el sistema político, buscaba abrir el régimen posibilitando libertades de expresión y de información, para que los medios de comunicación tuvieran mayor confianza para criticar al Gobierno. El objetivo último era reformular el totalitarismo soviético y transformarlo en un socialismo con rostro humano, de acuerdo a esa popular expresión.
No buscaban acabar con el sistema sino hacerlo mas eficiente para lograr su eutaxia, un vano intento, ya que reformular su economía era liquidar la esencia del comunismo. Las medidas no pudieron ser aplicadas en tiempo y forma, fueron boicoteadas por los reformistas, que la consideraban insuficiente y por los comunistas radicales que corrían el peligro de perder sus privilegios.
El objetivo más importante de la glásnost era crear un debate interno entre los ciudadanos soviéticos y alentar una actitud positiva hacia las reformas que se encaraban. Sin embargo, esta política de apertura se volvió en contra de Gorbachov al incrementarse los problemas económicos y sociales por efecto de las mismas reformas y al aumentar la crítica de la población soviética contra la dirección política del PCUS. Durante la glásnost se dieron a conocer, entre otras cosas, detalles sobre la violenta represión política de la época estalinista que hasta entonces permanecían reservados por cuestiones de Estado.
Gorbachov también autorizó la liberación de presos políticos que ejercían una oposición interna, y la persecución de los disidentes en el exterior. Gorbachov con la glásnost pretendía en cierta medida ejercer presión sobre los conservadores del Partido Comunista que se oponían a la perestroika. En agosto de 1991 la línea dura del partido realizó un fallido golpe de Estado contra Mijail Gorbachov, intentando revertir su plan de reformas, ya que consideraban que se trataba de una maniobra para regresar al capitalismo y acabar con el Estado socialista.
Como resultado de las reformas descentralizadoras de Mijaíl Gorbachov, la capacidad del gobierno central de imponer su voluntad sobre las repúblicas se encontraba muy disminuida. Durante la década de 1980 crecieron los reclamos para aumentar la independencia respecto al poder ejercido por Moscú, lo que fue especialmente notorio en el caso de las repúblicas bálticas. El sentimiento nacionalista también tomó fuerza en Ucrania, Georgia, Azerbaiyán, entre otras.
TRATADOS INF Y START
Son acuerdos alcanzados con Estados Unidos para el control de armas de destrucción masiva. El Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (Tratado INF, por sus siglas en inglés), rubricado en diciembre de 1987, eliminó los misiles balísticos y de crucero convencionales que portasen ojivas nucleares y cuyo rango de acción estuviera comprendido entre los 500 y los 5.500 kilómetros. Si bien solo afectó a los proyectiles que estuvieran en tierra, y no a aquellos en submarinos, por ejemplo, para mayo de 1991, Washington y Moscú ya se habían deshecho de 2.700 cohetes.
También es vital su contribución al Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START I), suscrito en julio de 1991, y que establecía limitaciones en la cantidad de misiles y cabezas nucleares que ambas potencias podían poseer. La implementación del START I condujo a la eliminación gradual del 80% de las armas nucleares estratégicas que han existido. Sin embargo, el 90% de las bombas atómicas que aún quedan actualmente están en posesión de Rusia y Estados Unidos.
MURO DE BERLÍN
La política exterior de Gorbachov condujo a la reunificación alemana. Tras la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en dos. La parte occidental era una democracia capitalista, y la oriental, una dictadura comunista. La separación fue a más cuando se materializó físicamente con la construcción del Muro de Berlín en los años 60. El muro acabó por convertirse en el símbolo manifiesto del choque entre ideologías que representaba la Guerra Fría.
El fin llegó con su caída en noviembre de 1989 y tras la famosa proclama del presidente estadounidense en aquel entonces, Ronald Reagan, «¡Señor Gorbachov, derribe este muro!», pronunciada junto a la puerta de Brandeburgo durante una visita al Berlín Occidental. Gorbachov no se opuso a la unión de ambas Alemanias ni a la incorporación del nuevo país resultante a la OTAN.
PACTO MOLOTOV-RIBBENTROP
Fue un acuerdo firmado el 23 de agosto de 1939, entre los ministros de Asuntos Exteriores Viacheslav Molotov de Rusia y Joachim von Ribbentrop, de Alemania, fue un pacto de no agresión y el reparto secreto de una parte de Europa entre la Alemania de Hitler y la Unión Soviética de Stalin. Un mes después firmaron el Tratado de Amistad entre la Unión Soviética y Alemania, 28 de septiembre de 1939.
El acercamiento entre ambos países, Rusia y Alemania, venía de lejos, tras el dolor de la Primera Guerra Mundial en la que Berlín intentó animar la sublevación soviética para desactivar su frente en el Este. Fue también el encuentro entre dos revoluciones, pese al odio que se profesaban. Karl Rádek, delegado del partido comunista, cumplió un papel importante en el acercamiento tras la Primera Guerra Mundial y la revolución soviética. El emisario de la Komintern, Rádek llegó a Alemania para apoyar la creación del Partido Comunista alemán, y el levantamiento espartaquista en 1919.
Fue detenido junto a Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, no sería ejecutado, sino que desde la cárcel recibiría a todo tipo de personas, entre ellos, algunos que después fundarían el partido nazi y a parte del Estado Mayor alemán. Ya en 1922, por el Tratado de Rapallo, la república de Weimar fue el primer país capitalista en reconocer formalmente al gobierno soviético. Los marginados del sistema internacional de la época comenzaron a entenderse. Con el Convenio de Locarno, tres años después, Alemania pareció aceptar un frente común contra la Rusia soviética, pero el de Berlín de 1926 volvería a acercar a ambos países, con una colaboración tanto en el campo económico como en el militar, burlando así las disposiciones del Tratado de Versalles.
Cuando Hitler llega a la cancillería, ya existían relaciones entre Berlín y Moscú. A pesar del anticomunismo visceral –y al pacto anti Komintern de 1936–, el sentimiento revanchista llevó a una parte del nazismo, como la que representaban Goebbels y Strasser, a valorar a Rusia y la revolución bolchevique. En 1934, el propio Hitler había confiado a algún allegado que «podía ser inevitable una alianza con Rusia». En 1938, con Ribbentrop en Exteriores, se produjo la crisis de los Sudetes y la famosa conferencia de Münich en la que no participaron los soviéticos y que entregó Checoslovaquia a los alemanes.
Stalin, en plenas purgas, quería evitar a toda costa una nueva guerra con Alemania. Con el tiempo, los discursos públicos de «los dos astros gemelos: Hitler-Stalin», como los llamaría León Trotsky, se complementaron. El 10 de marzo de 1939, el dictador soviético llegaría a señalar que la Unión Soviética no debía verse envuelta en un conflicto «por culpa de los belicistas, que están acostumbrados a que otros les saquen las castañas del fuego». Fue Stalin el que propuso un acuerdo económico, con el que Berlín pudo burlar parte de su bloqueo. En tanto Hitler quería un acuerdo político de no agresión. En la noche del 23 al 24 de agosto de 1939, Alemania y la Unión Soviética firmaron un tratado de no agresión, que se conoce como el Pacto Molotov-Ribbentrop, con unas cláusulas secretas sobre ocupaciones y «esferas de intereses» de ambas potencias, que los soviéticos negaron, aunque acabaron saliendo a la luz, además de ponerse en práctica.
Los países están de acuerdo en que no se atacarán mutuamente y se dividen, en secreto, a los países que se encuentran ubicados entre ellos. Alemania se apropia de una parte del oeste de Polonia y de Lituania. La Unión Soviética ocuparía a Polonia Oriental, los Países Bálticos y parte de Finlandia. Nueve días después, Alemania invade Polonia, y dos semanas después, la Unión Soviética hace lo mismo con la parte de Polonia Oriental. El acuerdo con los soviéticos fue la bandera blanca para el avance nazi y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
El pacto era una manera de evitar que la Unión Soviética se uniera a la alianza franco-británica. Y para los soviéticos, una combinación de disuasión y acomodo, pese a su crítica al apaciguamiento británico. «Tengo el mundo en mi bolsillo», exclamaría Hitler tras el pacto. El acuerdo fue un golpe muy duro para Gran Bretaña, Francia y otros países, y apara los comunistas que se encontraban en Occidente, pero pese a su desagrado seguían siendo obedientes al partido.
Cuando Boris Yeltsin se estaba preparando para ocupar el poder, se encontró entre los papeles reservados en el despacho de Mijail Gorbachov, con los documentos del pacto nazi-soviético, horrorizado le gritó a Gorbachov que se deshiciera de esos papeles y que no lo comprometiera. Hay que decir, que Gorbachov había negado siempre su existencia.