EL AÑO DE LOS CISNES NEGROS
O LOS VIEJOS IMPONDERABLES
Ricardo Veisaga
La frase el Cisne Negro surge de otra: «rara avis in terris nigroque simillima cygno», (un ave rara en la tierra, y muy parecida a un cisne negro). Nassim Nicholas Taleb, autor de la teoría del Cisne Negro. En su libro «The Black Swan», sostiene que el mundo está dominado por el impacto de eventos raros, imprevistos, azarosos, altamente improbables, ignorados por sus bajas probabilidades de concretarse.
Son cisnes negros que aparecen luego de ver millones de cisnes blancos, son eventos históricos, artísticos, científicos que nos cambian para siempre. Según esta teoría, la vida es el efecto acumulativo de un puñado de shocks, de la importancia de las bajas probabilidades de las cosas que se desarrollan sin que las podamos predecir con facilidad. Lo que Nassim llama un Cisne Negro no es un ave, sino un suceso con tres propiedades.
Es una rareza que habita fuera del reino de las expectativas normales, porque no hay ningún elemento en el pasado que apunte de forma convincente a su posibilidad. Produce un impacto extremo con consecuencias importantes para nuestras vidas. Está caracterizado por la predictibilidad retrospectiva. Es decir, no podemos predecirlo antes de que suceda, pero una vez que ocurre, pensamos que «lo habíamos visto venir».
Estos tres puntos que se pueden dar en cualquier ámbito, sea en la política, la economía, la ciencia, la naturaleza. Son eventos que rompen expectativas. A nivel epistemológico esta teoría no tiene validez, carece de seriedad, no es más que una repetición de tópicos. Se llama Cisne Negro a lo que, de pequeños ante un hecho raro, y de acuerdo a nuestra capacidad intelectual de ese entonces lo llamábamos «perro verde» por lo raro. Y que ahora alejados de la niñez podemos explicar reflexivamente y con lógica.
Quienes nos formamos en la vieja política clásica, a esos hechos, en mi adolescencia lo llamábamos «imponderables», mi viejo maestro don Carlos Horacio Pereira, lo llamaba e insistía en lo «imponderable». Un imponderable es, según la Real Academia Española, una circunstancia imprevisible o cuyas consecuencias no pueden estimarse.
Cientos de años antes que existieran los padres de Taleb, ya se hablaba de los imponderables, en especial en aquellos que cultivaban y estaban formados en la política. Un hombre político además de lo imponderable, debía conocer y practicar otra virtud política, no moral, la circunspección. Y esta palabra venía del latín circumspecto/tionis, que significa prudencia y atención a lo que nos rodea, mirar alrededor, observar el entorno con atención. El circunspecto, observa, reflexiona, sobre hechos que van sucediendo en su entorno y en otros países o continentes.
Un observador medianamente serio, sabía que la dureza del Tratado de Versalles desembocaría en una Guerra Mundial. Y esto, no en base a una videncia o profecía, la profecía sobre todo la religiosa es una aberración y un insulto a la inteligencia. Hay numerosos testimonios, estudios o escritos que así lo advertían. Sostener que el fenómeno Nazi fue un Cisne Negro, es una babosada. Cualquiera que hubiera leído el Mein Kampf en 1926, sabía de su posible consecuencia. Y lo mismo con el Holocausto debido a su ideología racista.
Decir que los ataques a «Las Torres Gemelas» fue un Cisne Negro, es otra estupidez. Había demasiados elementos para prever y evitar los atentados, existía antecedentes, información, hubo un atentado previo que no fue exitoso, con algunos terroristas detenidos, no hubo Cisnes Negros, hubo personal o agencias de inteligencia incapaces.
Nassim Taleb, pone como ejemplo más claro la Primera Guerra Mundial. Dice este gurú, después de la guerra, estudiamos que el conflicto estalló por la tensión existente entre Reino Unido, por un lado, y Austria y Alemania por otro. Es decir, que la tensión llevó a la guerra y que, por lo tanto, si hay tensión, podemos predecir el estallido de una guerra.
El electricista Taleb, que no sabe de historia, ni de política, cree que todo se resuelve bajando o subiendo la tensión. No entiende de la dialéctica de imperios, de los choques imperiales y su lucha permanente. Nassim Taleb presenta el problema de la inducción simplificada -obtener conclusiones generales a partir de datos particulares- utilizando el caso del «pavo de Russell», llamado así por su autor Bertrand Russell, y es lo siguiente:
«El pavo comprobó que todas las mañanas le daban de comer y, tras varios meses de observaciones, concluyó que existía una ley universal: “Estos humanos tan amables me deben de querer mucho, puesto que todos los días me dan de comer generosamente”. Cuando llegó el día de Acción de Gracias, resulta que los “amables humanos” afilaron el cuchillo y demostraron que la ley formulada por el pavo valía bien poco. Para el pavo, eso era un Cisne Negro; para el carnicero no, porque sabía lo que iba a pasar. Así que el cisne negro depende de nuestro conocimiento. Y debemos tener en cuenta que hay muchas cosas que no conocemos».
No existe ciencia del futuro, pero podemos predecir algunos hechos basándonos en datos racionales y objetivos. Por ejemplo, el descubrimiento de uno de los mayores yacimientos de petróleo y gas del mundo en Wolfcamp, Texas. Cuyas reservas se estima en 20 millones de barriles de petróleo y la entrada al mercado de estos nuevos volúmenes de crudo podría derrumbar los precios.
La nueva Administración garantizará la terminación del oleoducto Keystone para transportar más petróleo de Canadá y Alaska a las refinerías del sur. Esto abriría nuevas oportunidades para los exportadores estadounidenses de crudo a los mercados extranjeros. Las políticas que adopte la nueva Administración cambiarán el equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado mundial de la energía. A largo plazo, la oferta de petróleo será mucho mayor que ahora, las cotizaciones de petróleo pueden verse afectadas por las decisiones de la Reserva Federal —banco central de Estados Unidos—.
El petróleo, es un caso testigo de lo que se puede predecir, incluso en el caso de que esto no suceda, ya que se deben estudiar otras situaciones y otros escenarios. El oleoducto podría no construirse por razones ideológicas o porque el petróleo deja de ser un negocio. En definitiva, es una cuestión del uso correcto de la inteligencia. Podría suceder un imponderable, una guerra nuclear, y ya no nos importaría el petróleo sino salvar la vida. En el siglo pasado, hispanoamérica en general, estaba sujeto a golpes de Estado militar, eso era lo normal.
Un escritor analizó las fases o pasos para la toma del poder por medio de un golpe militar, y de manera irónica las dividió en: las vísperas, el día D y el día menos pensado. Las vísperas abarcaba el tiempo de preparación del golpe, reuniones, confabulaciones, la logística, tropas, materiales militares, apoyo de los medios de comunicación, grupos civiles de apoyo.
El día D, la toma del poder. Luego del éxito militar venía el día…menos pensado, no había planes ni proyectos serios para gobernar, con lo cual caían en manos de pequeños grupos poder que tenían planes, pero para ellos. Y todo terminaba en un nuevo golpe militar. ¿Cisnes negros? No, idiotas.
Francia aliado de Estados Unidos (frente a Rusia y al gobernante al-Assad). Tiene elecciones en 2017, los candidatos con mayores posibilidades de alcanzar la presidencia son Marine Le Pen y Francois Fillon, ambos coinciden en alcanzar acuerdos con Rusia. Sumados a estos, ya llegaron otros prorrusos a la presidencia de Bulgaria y de Moldavia. El conservador Fillon se diferencia de sus rivales por su liberalismo económico, su visión sobre la inmigración y sobre Rusia.
Cree que la única opción para derrotar a las huestes del Daesh pasa por acercarse a los rusos y al régimen sirio. Apoyó sistemáticamente a Rusia en Siria desde 2012. En 2013, Fillon invitado por el foro de Valdái (que Putin y su élite política utilizan para comunicar las opiniones de Rusia a los occidentales).
Marine Le Pen de la extrema derecha, y François Fillon candidatos a la presidencia.
Fillon defiende sin complejos las raíces cristianas de Francia, el retorno de la autoridad, el mérito y el respeto en las escuelas, un soberanismo dentro de Europa y no le asusta hablar claro sobre inmigración o islamismo político. François Fillon tiene una cercanía personal con el presidente Vladímir Putin. Considerado en su país como el más prorruso de los candidatos de la centroderecha.
Conoce bien a Putin desde que ambos ejercían el cargo de primer ministro. Ya sea en el Kremlin, en Sochi, en las reuniones del Club de Debates Valdái o en la dacha personal del dirigente ruso, ambos líderes han tenido ocasión de conocerse, tutearse y compartir confidencias, lo que no impide que cada uno mantenga opiniones diferentes.
Fillon se encontró con Vladimir Putin en más de 15 ocasiones, un récord para un político francés. Fillon es un político profesional -ocupó el cargo de primer ministro en el gobierno de Sarkozy- con una contrastada experiencia dentro y fuera del país. François Fillon ha manifestado que «querer hacer de Putin un monstruo sangriento es ridículo, si tenemos en cuenta la historia de Rusia». Y prosigue, Putin «puede ser un bulldog, pero también tiene su lado caluroso y sensible».
La prensa recuerda que cuando la madre de Fillon murió, Vladímir Putin le envió como regalo una botella de vino cosecha de 1931, la fecha de nacimiento de la fallecida. Visitó Moscú en 1986, como presidente de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional. Algunos de sus asesores son especialistas en Rusia, como Igor Mitrofanoff y Jean de Boishue. Partidario de negociar con Bashar Al-Assad para buscar un arreglo en Siria. «Hay que ayudar a Assad, por encima de todos sus defectos», decía en 2015.
«Estados Unidos y sus aliados optaron por una postura moral tan irreprochable como inoperante. Assad debe partir, dicen, pero ¿para dejar el sitio a quién?», se preguntaba Fillon. «A un régimen totalitario que combate en el corazón de nuestras ciudades y que quiere imponer una dictadura fanática al mundo», respondía. Afirmaba que sólo Rusia ha sido realista. «Mientras Obama y Hollande se ofuscaban con los objetivos de los bombardeos rusos, Putin daba aire a las fuerzas sirias para poder combatir a Daesh», aseguraba hace pocos meses.
También manifestó que Moscú obtuvo en medio año lo que Estados Unidos y sus aliados no consiguieron desde 2014. Crítico de las sanciones antirrusas aplicadas por la Unión Europea y seguidas por París, por el conflicto en Ucrania. Principal crítico por la cancelación de la venta de los portahelicópteros Mistral a Rusia. Otra coincidencia con Moscú es el apoyo a los cristianos de Oriente, ignorados por la mayoría de la prensa y los políticos franceses, cuando fueron perseguidos y masacrados por los islamistas de Daesh.
Por su parte, Marine Le Pen de la extrema derecha, se ha declarado admiradora de Vladimir Putin en varias ocasiones, por su autoridad y puño de hierro. Tras las negativas de los bancos franceses a prestar dinero al Frente Nacional, su líder, Marine Le Pen, recurrió a un pequeño banco con sede en Moscú: el Primer Banco Checo-Ruso. Recibió cerca de 11 millones de dólares del banco ruso para aliviar su situación financiera.
¿Se puede asegurar que uno de estos dos candidatos ganara la elección? Es posible que pueda suceder otra cosa, que aparezca un candidato, por ahora, en espera. Eso es previsible, y también que no sea pro-ruso, pero no serán cisnes negros. ¿Qué significa eso de América primero? ¿Es proteccionismo? Personalmente creo que es mucho más que eso, cualquier medida en la economía política va a provocar fricciones no sólo con China, señalado explícitamente por Donald Trump, sino también con Alemania, segundo país con mayor superávit comercial con Estados Unidos, y cabeza de la Unión Europea.
Declaraba Donald Trump que importar barato favorece el consumo o el aumento de los beneficios empresariales, pero también supone una pérdida de empleo en ciertos sectores expuestos a la competencia internacional. En un entorno en donde el empleo se convierte en un bien más escaso. China está devaluando su divisa (desde hace dos años) y todo indica que seguirá así. Los desequilibrios de China constituyen un potencial peligro.
Alemania pidió una normativa a nivel europeo para frenar las adquisiciones chinas. Según el Financial Times, el gobierno de Angela Merkel quiere evitar que empresas de sectores estratégicos pasen a manos foráneas, especialmente si estas son chinas (preocupa fundamentalmente la alta tecnología). Las intenciones han quedado claras en los últimos meses con el veto a contrapartes chinas de la compra de Aixtron, un fabricante de chips, o el «estudio pormenorizado» de la venta de Osram, el conocido fabricante de bombillas, por considerarlos «relevantes para la seguridad nacional».
Alemania respondió a la acusación china de proteccionismo diciendo, que nadie depende más que ellos de los mercados abiertos pero que ha de existir un trato «recíproco». Las adquisiciones de empresas alemanas de alta tecnología por inversores asiáticos aumentaron un 200% en los últimos meses. Empresas del gobierno chino que buscan determinadas tecnologías, están detrás de las transacciones relevantes en un 70% de los casos, Otros países tomaron medidas similares a Alemania.
Estados Unidos es el país más perjudicado del mundo por su balanza comercial (al menos en términos absolutos, ya que lo que de verdad importa es dónde queda el valor añadido de las transacciones, según estudiosos del tema), Trump señaló a China y quiere intercambios comerciales justos. Este mes venció el plazo de 15 años que la Organización Mundial del Comercio, tenía para declarar a China como «economía de mercado», una medida que suponía grandes ventajas económicas para China. Pero ni Washington ni Bruselas lo hicieron, lo que molestó a China.
China no puede alcanzar el estatus de economía de mercado según criterios aceptados, por la exagerada injerencia del Estado sobre la economía. El Partido Comunista maneja la bolsa de valores, los bancos son del Estado y para sacar del país más de 50 mil dólares por año, hay que pedir permiso a las autoridades. Las empresas son ayudadas por el Estado con energía, créditos baratos, terrenos, subvenciones, las empresas privadas la tienen difícil.
Las inversiones en materias primas o bienes declarados importantes son decididas por el gobierno central o provincial, de acuerdo a los intereses políticos, no necesariamente económicos. Las empresas extranjeras sufren desventajas, para fabricar en China deben tener a menudo un socio chino, con lo que están obligados a compartir conocimientos y tecnologías. Las empresas extranjeras no pueden invertir en áreas de seguros, comunicaciones, bolsas y en tecnologías de la información.
El sistema jurídico, a pesar de que China asumió mucha legislación civil de países con división de poderes, el gobierno influye enormemente sobre el sistema judicial. Uno de los grandes problemas de China es la sobrecapacidad, China produce más acero que Japón, Estados Unidos y Rusia juntos. Lo que no necesita China va para la exportación, pero si no puede exportar China debe eliminar millones de puestos de trabajo, lo que provocaría tensiones sociales. China debido a su superpoblación difícilmente podría aplicar el Estado de Bienestar para enfrentar las necesidades de tanta gente.
Las economías de Occidente no pueden competir a precio de dumping, por eso la lucha de China para ser admitido como economía de mercado. Estados Unidos es el país con mayores posibilidades de salir mejor en una Guerra Económica, más autosuficiente y con una economía sólida. Alemania tiene unas finanzas públicas envidiables, pero es muy dependiente del comercio internacional.
Un aumento del proteccionismo en una situación como la actual, de subida de tipos y apreciación del dólar, podría ser un golpe muy duro para la economía asiática. El nombramiento de Rex Tillerson como secretario de Estado, no es algo gratuito, es funcional a la Guerra Económica Mundial que ya se ha puesto en marcha. El enfrentamiento entre Estados Imperiales ya no se dará en términos ideológicos de comunismo contra capitalismo, del proletariado internacional contra la burguesía o el imperialismo.
Eso pertenece al pasado, los actuales Estados Imperiales son capitalistas, cada uno a su manera y todos ellos globalizadores (la nueva Ruta de la Seda China es una muestra). Como jefe de Exxon Mobil, Tillerson hizo negocios en todo el mundo y también en Rusia. La hipocresía de los demócratas por el posible entendimiento con Putin, se olvidan que bajo el mandato de Barack Obama cedieron siempre a Vladimir Putin y consintieron sus incursiones en Ucrania y Siria.
Decir que Rusia influyó en las elecciones, es demostrar una ignorancia histórica, ya que desde que tomara el poder Lenin siempre se trató de influir en las elecciones occidentales. Tillerson tiene un enorme acceso a los círculos más influyentes de los grandes países. En Rusia desarrolló su actividad durante mucho tiempo y es famoso por su oposición a las sanciones.
Los medios lo presentan como «amigo de Putin», conocido de políticos y empresarios rusos. La consejera de Donald Trump, Kellyanne Conway, dijo recientemente: «Vladímir Putin y Rex Tillerson no quedan para tomar unos vodkas en un bar local». Sin embargo, puede ser clave para introducir importantes cambios en las relaciones con Moscú. Tillerson recibió de manos de Putin, la Orden rusa de la Amistad, por establecer vínculos entre ambos países.
En 2011 la corporación firmó con Rosneft un acuerdo para la extracción conjunta en el Ártico y en Siberia, aunque el proyecto se frenó debido a las sanciones. Serguéi Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores, comentaba: «Creemos que este pragmatismo será una buena base para construir unas relaciones mutuamente beneficiosas desde el punto de vista de la cooperación ruso-estadounidense y desde el punto de vista de la resolución de los problemas internacionales», señalando al mismo tiempo que el pragmatismo es también una de las cualidades de Trump.
El Kremlin ha distinguido prudentemente que los negocios son una cosa y la diplomacia otra, y que entre ambos existe «una diferencia enorme». «Las afinidades, sin duda, siempre quedan en un segundo plano (cuando se ocupa el puesto de secretario de Estado) y lo único que queda es la disposición para mostrar una actitud constructiva y el debido profesionalismo», señalaba Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente Putin.
Moscú sabe con quién trata: «Tillerson, como todos los cargos nombrados por Trump en el ámbito de la política exterior y la seguridad, es, en primer lugar, una persona competente a diferencia de sus predecesores, y en segundo lugar, un hombre no ideologizado, también a diferencia de sus predecesores». «Vemos que Trump continúa con su política de drenar la ciénaga de Washington y ha nombrado a un hombre lejano a Washington», señala Rogulev.
Tillerson «ha pasado más tiempo interactuando con Vladímir Putin que ningún otro estadounidense, con la excepción de (el ex secretario de Estado) Henry Kissinger», dijo el presidente del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS), John Hamre, al diario «The Wall Street Journal». Y cuyos lazos con Rusia auguran un acercamiento a Moscú que cambiaría el panorama geopolítico mundial.
Trump confirma así su voluntad de acercarse a Moscú, al poner su política exterior en manos de dos consejeros que comparten esa visión: Tillerson y su asesor de seguridad nacional, el general retirado Michael Flynn. Espero que Rex Tillerson, por su experiencia internacional sea prudente y no mescle cuestiones relacionados con su cargo al frente de Exxon Mobil.
Algo común en la historia de Estados Unidos. Por ejemplo, el caso del empresario Robert McNamara (Secretario de Defensa bajo John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson), que había sido presidente deGerald Ford, y no hizo nada por Ford siendo secretario de Defensa en los tiempos de la guerra de Vietnam. Algo que deberían tener en cuenta los conspiranoicos.
Rex Tillerson puede usar sus contactos internacionales para trabajar a favor de los planes de Donald Trump y no como ex capitán de Exxon. Para Obama el giro a Asia, reorientar los intereses de Estados Unidos en el pacífico fue su mayor obra. Una región que económica y políticamente está llamada a definir el siglo XXI.
Rex Tillerson, nuevo secretario de Estado y Vladimir Putin.
¿Cuál era el plan, si lo había? Acuerdos económicos, que finalmente los seguiría pagando Estados Unidos, cercar militarmente a China y a su vez arrinconar con la OTAN a Rusia, un plan titánico, peligroso e imprudente. No se puede enfrentar a dos Superestados al mismo tiempo.
Cada gesto de Trump, no responde a la falta de experiencia internacional, sino a un plan perfectamente urdido, nada es al azar. Atender la llamada a la presidenta de Taiwán, no es un descuido. Trump en una entrevista con Fox News, aseguró que no veía motivos para continuar con la política que Estados Unidos ha mantenido con China y Taiwán en los últimos 40 años.
La llamada doctrina de una sola China, que establece que Taiwán es considerada de forma oficial parte de la misma nación que la China continental, un conflicto sin resolver en el que solo existe un asiento para la República de China en las Naciones Unidas, que hasta 1971 ocuparon los taiwaneses. Mientras Obama ordenó congelar la venta de armamento a la policía de Filipinas como respuesta a la «brutal guerra contra las drogas» del presidente Rodrigo Duterte, este asegura haber recibido una larga llamada de Trump, en la que le alababa por ella. Donald no lo ha desmentido.
La retirada del Acuerdo Trans-Pacifico (TPP) es el indicio de una nueva política de los Estados Unidos para Asia-Pacífico, a la que China se oponía férreamente. El levantamiento del acuerdo no significa olvidarse de China, sino cambiar la forma del enfrentamiento y a otro precio, los países integrantes del acuerdo veían en el (TPP) una oportunidad de ver eliminados los aranceles de algunos sectores exportadores clave, pero por sobre todo era el libre acceso al mercado estadounidense.
Es probable que China quiera mover ficha y ocupar el espacio de Estados Unidos. Un espacio muy difícil y complejo, no se puede ignorar que Filipinas que ha logrado un fuerte acercamiento a China, tiene una relación muy tensa a raíz de «la sentencia del Mar de China», cuyo fallo lo favoreció. La política de la nueva administración norteamericana es coherente con las promesas de campaña hecha por Donald Trump, que incluían un mayor proteccionismo comercial y la cancelación de todos los tratados de libre comercio o su sustitución por mejores acuerdos.
El acercamiento hacia Rusia, además de sacarlo de los brazos de China, a la que había arrojado la política de Obama, es un cambio radical en la política exterior, el nuevo gabinete muestra una posición nueva de Estados Unidos frente al mundo. Donald Trump eligió su gabinete, y dejó claro cuáles son sus planes, las personas que eligió, millonarios, militares y conservadores radicales, hacen evidente el cambio de rumbo de Estados Unidos y con el resto del mundo.
La formación de un equipo de gobierno o gabinete, es una señal distintiva de la capacidad del jefe, no hay lugar para describir en este artículo la elección que hacía Richelieu en su momento o Napoleón, para nombrar su gabinete. Trump ha demostrado que sabe elegir y rodearse de profesionales de valía para desempeñar su tarea de gobierno con practicidad y sensatez.
Gente de prestigio internacional, directivos y empresarios hechos a sí mismos, que saben crear empleos, generar riqueza y servir a sus clientes. En la mayoría de los casos ajenos al corrupto mundillo de la política, no ingresan a la política para ganar dinero, tienen riqueza para ser libres y autónomos y no mendigar un puesto político, incluyendo en esto a su nuevo jefe Trump.
Rex Tillerson, como ejecutivo negociaba día a día con gobernantes y empresarios poderosos de todo pelaje, sabía proteger los intereses de sus accionistas, el trato y conocimientos de las personas, grupos o gobiernos, lo hace un conocedor de la política. Gary Cohn, director del Consejo Económico Nacional: el ex presidente de Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo, será el encargado de coordinar la política económica global de la Casa Blanca.
Steven Mnuchin, secretario del Tesoro: trabajó en la banca, y luego en la industria cinematográfica, produjo películas como Avatar o El francotirador. Wilbur Ross, secretario de Comercio: con una larga trayectoria en Wall Street y una fortuna de 2.900 millones de dólares, un inversor de probado prestigio en el ámbito de la industria y las manufacturas.
Andy Puzder, secretario de Trabajo: responsable de la cadena de restaurantes CKE, es favorable a la automatización e implantación de nuevas tecnologías en la estructura productiva. Tom Price, secretario de Sanidad: de los pocos políticos de carrera que tiene su gabinete, este congresista por Georgia será el encargado de lidiar con el Obamacare, la polémica reforma sanitaria. Ryan Zinke, Secretario de Interior: político de Montana, ex Navy SEAL.
Betsy DeVos, secretaria de Educación: multimillonaria, firme defensora de la libertad educativa y del cheque escolar para que las familias puedan decidir la educación de sus hijos, ya sea pública o privada. En la actualidad dirige la American Federation for Children, que propugna la implantación del cheque escolar, y se declara una ferviente enemiga de los sindicatos de profesores (importante para acabar con la mafia sindical).
Linda McMahon, Administración de Pequeñas Empresas: cofundadora de la empresa de lucha libre World Wrestling Entertainment (WWE), se encargará de facilitar la creación y el desarrollo de las pequeñas empresas. Scott Pruitt, director de la Agencia de Protección Medioambiental: ocupó el cargo de fiscal general de Oklahoma, es un firme defensor de la industria petrolífera y del gas, un convencido crítico de la calentología, la teoría de que el cambio climático es culpa del hombre y será catastrófico para el futuro del planeta.
Rick Perry, secretario de Energía: ex gobernador de Texas, bajo su mandato, Texas se convirtió en un referente a la hora de generar riqueza y empleo mediante impuestos bajos y medidas liberalizadoras para atraer empresas, capital y talento.
Elaine Chao, secretaria de Transporte: fue secretaria de Trabajo con George W. Bush y, desde 2009, ha sido una de las investigadoras más destacadas de la Fundación Heritage, el búnker intelectual de la derecha americana. Ben Carson, secretario de Vivienda: este neurocirujano retirado será el encargado de desarrollar la política de vivienda y urbanismo. Carson pasó su infancia en una zona marginal de Detroit y se ha caracterizado por criticar los programas públicos de asistencia, ya que crean dependencia del Gobierno entre minorías de bajos ingresos.
«Me interesa librarme de la dependencia y quiero que encontremos una forma de permitir que la gente destaque en nuestra sociedad, y conforme cada vez más gente oiga ese mensaje, reconocerá quién está de verdad de su lado y quién intenta mantenerlos oprimidos y cosechar sus votos» dijo Carson. Los miembros del gabinete, en total suman aproximadamente unos 35.000 millones de dólares, superior al PIB de muchos países. La clave no es la riqueza sino la experiencia y el probado éxito en sus carreras.
Trump fue contra el establishment político y ganó, formó un gabinete de millonarios para redireccionar el país hacia sus propios intereses, personas con una experiencia distinta a esos políticos preocupados por su propia conveniencia y a la del establishment al que sirven y representan. Este nuevo cambio no necesitó de revoluciones cruentas, todo fue logrado con el voto de la gente que fue más perjudicada por las gestiones económicas.
Los partidos y su senil clase política deberían poner las barbas en remojo. Esta nueva política, para iberoamérica puede implicar una situación mucho más complicada en muchos aspectos. Pero que puede abrir oportunidades, cuyos países podrían estrechar lazos con otras potencias del mundo multipolar. Pero no así para México, debido a su cercanía y dependencia respecto a Estados Unidos.
Trump ya manifestó en su campaña que México es un tema muy especial para él y me temo que las relaciones bilaterales de los países vecinos van a ser muy difíciles. Las clases políticas de latinoamérica siempre vieron en Estados Unidos, un benefactor para las situaciones difíciles de la región, de eso tendrán que olvidarse. Sucedió la rebelión de los millonarios frente a los políticos del establishment, están copando los puestos más importantes de la administración, lugares que antes lo ocupaban los supuestos expertos
¿Expertos? ¿Experto en qué, es un analfabeto político como Kerry? El corre ve y dile de Obama, políticos que llegan a un puesto clave y toman decisiones disparatadas de casos importantes, o para conservar la popularidad del presidente siguen políticas equivocadas. Ciertamente que es peligroso creer que, por tener éxito en la vida, lo hace apto para el ejercicio político.
Pero estos no llegan a la política para hacer dinero, lo pueden hacer y acrecentar en la actividad privada (puede haber excepciones), pero son más prácticos y tampoco veo que gestionar lo privado sea incompatible con gestionar lo público. En cambio, los llamados políticos, han sido un verdadero fracaso.
No es gente que vivió medrando de la política como el matrimonio Clinton. Estos poco tienen que ver con la podredumbre de Washington. Desde que la política y los políticos han perdido autonomía, son simples apéndices del poder del dinero, hasta que no aparezcan políticos en el verdadero sentido de esa palabra, sobran y pueden ser reemplazados. Trump tiene un único interés: los Estados Unidos. Estamos ante un cambio del sistema internacional radical y eso va a implicar un manejo diferente del departamento de Estado.
En este sentido se nombró al empresario texano Rex Tillerson. Quien manejó Exxon, una de las empresas más importantes del mundo, como si fuera un Estado paralelo. No tiene experiencia diplomática, pero sí internacional debido a la empresa petrolera que tiene presencia en 50 países. A mediano plazo, Rusia y Estados Unidos podrían construir una relación muy distinta a la que estamos acostumbrados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, o no, esto es política.
El mundo de la post-guerra mundial II está agotado, un mundo construido en gran medida por los Estados Unidos que reconstruyeron Europa con el plan Marshall mediante, como freno al imperio comunista soviético y ayudaron a Japón. Pero ese mundo no da para más, en las últimas décadas emergieron nuevas potencias como India y China.
Tampoco Estados Unidos es la misma, es una nación bastante fracturada con grandes problemas internos, la campaña electoral es una muestra de ello. Estados Unidos está produciendo muy poco, ni alta tecnología, de ahí la pelea de Donald Trump con las empresas tecnológicas, los productos importantes de las empresas estadounidenses están hechos en China. Probablemente veamos una política centrada en los intereses del país sin importar demasiado lo que ocurra fuera de las fronteras nacionales.
Trump es alguien que no sigue a pie juntillas aquella prédica de que la globalización es lo bueno, y que el mercado por sí sólo puede definir en dónde producir y en dónde vender. Millones de estadounidenses perdieron sus puestos de trabajo en los últimos diez años. Trump ha decidido que esas empresas deben regresar y producir en Estados Unidos y el precio puede ser muy elevado.
También se verán afectadas las empresas que ocultan sus capitales en Panamá u otros paraísos fiscales. Su pensamiento en este sentido no es muy distinto al de Vladimir Putin. Peter Thiel es asesor de Donald Trump sobre la poderosa industria tecnológica, impulsor de lanzamientos empresariales como PayPal, LinkedIn, Palantir, Facebook, entre otros.
Semanas atrás se reunieron con directivos de este sector: Apple (Tim Cook), Microsoft (Satya Nadella), Google (Larry Page y Eric Schmidt), Intel (Brian Krzanich), IBM (G. Rometty), Amazon (J. Bezos), Tesla (Elon Musk) y Oracle (Safra Catz), Facebook (Sheryl Sandberg), Cisco Systems (Chuck Robbins). Se trata de directivos que gestionan cientos de miles de millones de dólares, y proporcionan cientos de miles de puestos de trabajo. Empresas que valen en bolsa cerca de 3 billones de dólares, el equivalente al PIB de Alemania.
Hablaron de empleo, regulaciones, personal extranjero contratado por este sector, seguridad cibernética y la posibilidad de que los impuestos que pagan estas firmas fuera del país regresen a Estados Unidos mediante una fiscalidad atractiva. Bezos se mostró «superentusiasmado» con la reunión, Donald Trump prometió facilitarles la tarea para desarrollar sus negocios en casa, incluyendo terminar con «barreras comerciales», Donald Trump dijo: «Cualquier cosa que podamos hacer para ayudarlos, vamos a estar aquí para ustedes», pero deben entender que primero es Estados Unidos.
Para ver los efectos de la nueva administración serán necesarios muchos años, pero tampoco es descabellado pensar que Trump sea a la globalización liberal, lo que fue Gorbachov a la URSS. Habrá globalización, pero con reglas y actores distintos. China en las últimas décadas se ha cargado impunemente con las industrias nacionales de cientos de países. Con la complacencia de gobiernos y empresas transnacionales, era hora de plantarles cara. Y el nuevo escenario será de una guerra económica mundial, en este sentido un conflicto bélico entre China y Estados Unidos es más probable de lo que era hace unos años.
Sin necesidad de Cisnes Negros o conocer el futuro, podemos predecir basados en datos objetivos que la suerte de Vladimir Putin y de Rusia va a cambiar, para bien o para mal, especialmente después de la asunción de Donald Trump, lo mismo tras las elecciones francesas y alemanas en 2017. La reconquista de Alepo y el fortalecimiento de Siria son muy importantes.
Todo apunta bien, pero en la política lo que valen son las cosas concretas, los hechos y no las palabras o discursos. «Res non verba» decían los antiguos romanos. El único aporte de los partidos a la política, es como robar a las empresas, a los trabajadores por medio de impuestos, llevarse el pastel para repartirlo entre empleados públicos, la burocracia, dependientes y subsidiados, con el único fin de ganar votos y mantenerse en el poder, salvo contadas y honrosas excepciones.
15 de diciembre de 2016.