

LOS ARANCELES DE DONALD TRUMP
El presidente Donald Trump firmando ordenes ejecutivas
En estas semanas leí un artículo de opinión en un periódico muy importante de Europa, el columnista terminaba su columna sosteniendo que «los aranceles son un atentado contra el libre comercio. ¡Para que sirven los aranceles!». Para empezar, podría responder, para poner en su lugar a idiotas como Gustavo Petro, para que la señora de la narco-Morena Claudia Sheinbaum envíe tropas a la frontera norte y cierre la frontera sur. Para que el gobernador del Estado 51, Justin Trudeau mueva el trasero y nombre un Zar de la frontera en Canadá.
Ni hablar de lo que dice la prensa europea. ¿Pero que hace Europa, o que es Europa? Que es, ya no se sabe, desde hace unas cinco décadas ha dejado de ser la Europa de antes y ahora es una sucursal de África y Asia juntos. Europa no tiene cohesión política, económica ni de ningún tipo, en lo único que están unidos es en seguir recibiendo inmigrantes que han cambiado a Europa totalmente, una Europa semislamizada, con yihadistas que siguen matando impunemente, violando mujeres, imponiendo su sharia y sus malditas costumbres.
Encima pretenden dar lecciones morales, justamente ellos que han provocado las dos últimas Guerras Mundiales, el holocausto y que necesitaron que Estados Unidos enviara soldados a exponer sus vidas para arreglar sus problemas. Una Europa que se benefició del Plan Marshal y que pretenden que Estados Unidos siga manteniendo su protección, y no quieren aumentar sus miserables cuotas en la OTAN. La burocracia intervencionista de Bruselas acaba de recibir un mazazo de Donald Trump, al anunciar que pondrá los mismos aranceles que sufra, en cualquier ámbito, incluida esa trampa del IVA que es un arancel encubierto.
La cosa es muy clara, si quieres vender tus productos en Estados Unidos, fabrícalos en Estados Unidos, si quieres que te baje aranceles, bájamelos tú a mí, y si necesitas defenderte, paguen más o páguenselo ustedes. Lo patético de Europa se muestra en Ucrania y Gaza, acaban de quedar fuera de la foto, porque Europa no tiene un plan político y mucho menos un ortograma, guste o no, Donald Trump lo tiene, aunque en lo personal estoy en contra de su plan con Ucrania, al menos por lo que trasciende hasta ahora.
Pero tiene un plan, Estados Unidos y China tienen grandes programas respecto a la Inteligencia Artificial, la carrera espacial, la robótica y están moviendo piezas en un tablero político mundial, sobre todo en un tiempo de Translatio imperii, de transferencia de poder entre imperios. El problema de Europa es que no puede ser un imperio, Europa es debilidad pura ya que carece de energía propia, depende de los demás, ¿y cuantas divisiones tiene Europa? No tiene nada. El enemigo turco es el más poderoso, una vez Gran Bretaña está fuera de la Unión Europea, Ucrania demostró en el campo de batalla ser más fuerte que toda Europa. ¿Entonces? ¿Por qué debería participar en la mesa de negociación?
Una Europa que se ha cargado su propio campo, su ganadería y la pesca. Sin embargo, califican a Trump de bruto, ignorante, de prepotente, dicen que es intolerante, estos no se han enterado que en la vida política: «tolera quien puede, no quien quiere», la tolerancia es una virtud aristocrática no democrática. Y lo cierto es que el tío Donald tiene en su cabeza y en sus manos el futuro de la guerra de Ucrania y además, lograr una tregua hasta donde su real gana lo quiera en Gaza. Y con sus aranceles deja temblando a todo el mundo.
Liberales e intelectuales como Juan Ramón Rallo, se rasgan las vestiduras porque Trump es un abanderado de los aranceles. Es obvio, Juan Ramón Rallo, además de ser un intelectual es economista, pero no es político. Toda economía es política, pero no toda política es economía, la capa basal no está nunca por arriba de la capa conjuntiva y cortical, y el jefe de Gobierno de un Estado debe ser intervencionista, aislacionista, abanderado o enemigo del libre comercio, proteccionista, y establecer aranceles cuando su poder político lo permita y sea necesario para su eutaxia.
Por suerte, en este caso, para los españoles, Juan Ramón Rallo no llegará nunca a presidente. El mismo Javier Milei que se declara anarco capitalista, un minarquista, dijo que Donald Trump: «utiliza la política comercial de Estados Unidos como herramienta de negociación. Mire lo que hizo con México, lo que hizo con Canadá o con Colombia. Y lo que hace con China», y además recordó que: «ya lo había hecho en su gobierno anterior», con lo cual recomendó «entender lo que piensa Trump».
La gente que no entiende de política se llena la boca ponderando a países como Suecia, Noruega, Dinamarca, etc., pero una cosa es gobernar un país de cinco o diez millones de personas y otra, ser una potencia mundial. Pero la realidad se impone cuando un sátrapa como Vladimir Putin invade Ucrania y estos países modélicos se olvidan de su tradicional neutralidad y se unen a la OTAN. Esa es la Europa de Von der Leyen, que se metió directamente en la política estadounidense al pedir que no votaran por Donald Trump.
El alemán Scholz va de salida a cuarteles de invierno, y Macron, pobre Macron, yo le recomendaría que salga de una vez del closet y sea feliz. Y la España del socialista Pedro Gonzalez una verdadera porquería, los chanchullos de su familia están igual o peor que los chanchullos de los Biden. Hace unas semanas, llevaron a un yihadista condenado a 36 años de cárcel por los atentados de Cataluña, que provocaron 16 muertos y 300 heridos, a testificar al Congreso para apoyar la criminal teoría de Puigdemont de que las matanzas de Barcelona fueron una conspiración del Estado.
Dicen que el origen de los aranceles se debe a los funcionarios encargados de percibir dichos impuestos, es decir los «Inspectores» que es el significado de dicha palabra, y su origen es árabe, al igual que las voces «Arancel» que significa: relación de tipos o precios a percibir, y «Tarifa» o relación de derechos. Los árabes fueron quienes tenían el mejor sistema aduanero, a España llegó este sistema en tiempos de la dominación musulmana, y fue implantado en bajo el nombre de «Almojarifazgo».
Hay historiadores que señalan que el origen histórico del impuesto aduanero, nace en la India, donde existía una percepción a la entrada y salida de mercancías en ese territorio. Roma fue quien estableció un verdadero impuesto sobre el comercio exterior, con el fin de obtener fondos para el «erarium». El impuesto era cobrado en los puertos, debido a que el tráfico de mercancía se realizaba generalmente por mar.
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El presidente Donald Trump anunció desde el Despacho Oval el 13 de febrero, la imposición de aranceles recíprocos a todos los socios comerciales de Estados Unidos «en aras de la equidad». Confirmando que aplicará un arancel equivalente al que otros países impongan a Estados Unidos. «Funciona muy bien», dijo Trump a los periodistas. «Es un sistema bonito y sencillo, y no tenemos que preocuparnos por cobrar demasiado o muy poco». «Aranceles recíprocos son dos palabras, recíprocos hace que los aranceles sean justos».
«Sabes cuando anuncié esto en la campaña, iban a construir la planta de automóviles más grande del mundo en México, estaba casi en construcción, apenas comenzando y cuando me escucharon hacer esa declaración y pensaron que iba a ganar la elección, de hecho, fue unos meses antes de la elección misma, y China estaba construyendo la planta de automóviles, que iba a ser la más grande del mundo, inmediatamente detuvieron la construcción, puedes ver los cimientos allí, se detuvieron inmediatamente cuando escucharon que estaba haciendo esto. Eso habría destruido Detroit, habría destruido Michigan, esta planta habría ocupado más que todo el Estado construido, habría sido muy destructivo. Cuando me escucharon hablar y dijeron, si él entra vamos a perder la camisa, así que dejaron de construir, ese es el impacto que tienen los aranceles».
Los aranceles podrían entrar en vigor el 2 de abril, una vez finalizado un estudio en curso, explicó Howard Lutnick, nominado por Donald Trump para secretario del Departamento de Comercio, mientras hablaba junto al presidente en el Despacho Oval. Los aranceles recíprocos impactarán especialmente a las llamadas economías emergentes, como Brasil, India, Vietnam y varias naciones del sudeste asiático y África, ya que muchos de estos países mantienen brechas arancelarias más amplias.
Según datos del Banco Mundial de 2022, la tasa arancelaria media ponderada efectiva de India sobre los productos estadounidenses era de aproximadamente el 9.5%, mientras que la tasa arancelaria promedio de Estados Unidos sobre los productos indios era del 3%. «Tradicionalmente, India encabeza la lista», dijo Trump a los periodistas. Hizo estos comentarios antes de reunirse con el primer ministro indio, Narendra Modi, en el Despacho Oval el 13 de febrero. «Ellos imponen más aranceles que cualquier otro país», afirmó. «Hablaremos de eso».
«India tradicionalmente es el país con los aranceles más altos, casi los más altos, cobran más aranceles que cualquier otro país. Trump Harley-Davidson no podía vender sus motocicletas en la India debido a que el impuesto era tan alto. Finalmente, Harley-Davidson tuvo que construir una fábrica en la India para evitar pagar los aranceles, y eso es lo que la gente puede hacer con nosotros. Pueden construir una fábrica aquí, una planta o lo que sea aquí, y eso influye en lo médico, en coches, eso influye en chips y semiconductores. Y si construyes aquí no tienes aranceles y eso creo que va a suceder. Esto es algo que debería haberse hecho hace muchos años, China lo hizo, quiero decir China lo hizo a un nivel que probablemente nadie ha visto antes, si fabricabas un coche no podías enviarlo a China, el arancel era tan alto así que todos fueron y construyeron en China, no era ningún gran secreto».
Donald Trump también mencionó a Taiwán, asegurando que toda la producción de chips se había trasladado allí desde Estados Unidos y que quería traer la manufactura de regreso al país. En 2023, la tasa arancelaria nominal promedio de Taiwán para bienes importados fue del 6.34%, con un 4.13% para productos industriales y un 15.06% para productos agrícolas. «La industria estadounidense sigue pidiendo que Taiwán reduzca los aranceles sobre muchas importaciones», señaló la Administración de Comercio Internacional en un informe de enero de 2024.
El presidente Donald Trump anunció que tratará los sistemas de impuesto al valor agregado (IVA), ampliamente utilizados en Europa y otros países, como equivalentes a aranceles contra Estados Unidos al calcular los gravámenes comerciales. «Para los propósitos de esta política estadounidense, consideraremos que los países que utilizan el sistema del IVA, que es mucho más punitivo que un arancel, son equivalentes a un arancel», escribió Trump en Truth Social el 15 de febrero.
Según un informe del Gobierno destaca que los exportadores de Estados Unidos enfrentan aranceles más altos en más de dos tercios de los casos en 132 países y 600.000 líneas de productos. Y se refiere a «impuestos injustos, discriminatorios o extraterritoriales» que aumentan los costos para las empresas, trabajadores y consumidores estadounidenses.
El informe menciona específicamente a Canadá y Francia, que imponen impuestos sobre servicios digitales que cuestan a las empresas estadounidenses más de 2000 millones de dólares anuales. Los funcionarios de la Casa Blanca también citaron el IVA de la Unión Europea (UE), que se aplica tanto a productos nacionales como a los importados de Estados Unidos, con un promedio del 21.8% en todo el bloque.
A diferencia de un impuesto sobre las ventas, que se cobra solo en el punto de venta, el IVA se aplica en todas las etapas de producción y distribución, lo que aumenta los costos de los productos estadounidenses que ingresan a países que utilizan el IVA. La Casa Blanca afirma que el IVA triplica efectivamente la tasa arancelaria de la UE sobre las exportaciones estadounidenses, creando un «doble impacto» cuando se combina con subsidios que benefician a los exportadores de la UE.
Howard Lutnick calificó esta situación como una «subvención a la exportación», ya que la UE elimina el IVA cuando vende productos a Estados Unidos. «Vamos a abordar esto país por país, pero aquí está la clave: recibirán una invitación para comerciar con la mayor economía de consumo del mundo», dijo Lutnick a la prensa. «A cambio de ese acceso, deben tratarnos de la misma manera en que los trataremos a ellos». En la actualidad, los autos estadounidenses exportados a la UE enfrentan un arancel del 10%, mientras que los autos europeos que ingresan a Estados Unidos solo pagan un 2.5%. Si se tiene en cuenta el IVA, los países que verán un aumento en los aranceles estadounidenses incluyen a India, Argentina, Sudáfrica y los países europeos, según un análisis de Deutsche Bank.
El «Plan Justo y Recíproco» de la Administración podría impactar a una amplia gama de productos y la Casa Blanca mencionó algunos ejemplos de bienes que podrían enfrentar aranceles recíprocos. «La Unión Europea puede exportar todo el marisco que quiera a EE.UU.», señala un informe oficial. «Sin embargo, la UE prohíbe la importación de mariscos de 48 estados de EE.UU., a pesar de haber prometido en 2020 agilizar las aprobaciones. Como resultado, en 2023, EE.UU. importó 274 millones de dólares en mariscos de la UE, pero solo exportó 38 millones».
Las exportaciones de etanol de Brasil a Estados Unidos están gravadas con un arancel del 2.5%, pero Brasil impone un arancel del 18% sobre el etanol estadounidense. En 2023, Estados Unidos importó más de 200 millones de dólares en etanol de Brasil, mientras que solo exportó 52 millones de dólares a ese país. Brasil es el segundo mayor proveedor de acero y hierro para Estados Unidos. En 2024 Estados Unidos compro de Brasil ambos productos por un valor de 4.677 millones de dólares.
En 2024, Brasil alcanzó el 14,9% de la cuota de mercado y sólo fue superado por Canadá, que representó el 24,2%. Atrás de Brasil, se quedan México (10,1%), Corea del Sur (5,9%) y Alemania (4,6%). Estados Unidos fue el destino del 47,9% de las exportaciones del grupo siderúrgico en 2024. Ningún otro cliente es tan esencial para la industria brasileña como los estadounidenses. El segundo comprador de Brasil es China, pero su participación es mucho menor, el 10,7% de las exportaciones.
Brasil vuelve a buscar soluciones diplomáticas a la disputa comercial, en vista de que los nuevos impuestos podrían impactar alrededor de 6.000 millones de dólares en las ventas brasileñas. El Gobierno de Brasil aseguró que no tiene intención de entrar en una guerra comercial con Estados Unidos. El ministro de Economía Fernando Haddad calificó los aranceles impuestos por Donald Trump a las importaciones de acero como «medidas unilaterales» y «contraproducentes».
Por ahora, los ministerios de Exterior, Finanzas y Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios están preparando un plan común para enfrentar el estancamiento. Jorge Viana, presidente de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, dijo que es necesario mantener la calma.
«La diplomacia está marcando el tono de la reacción de Brasil a los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos al acero y al aluminio. Después de que el presidente Lula amenazara, en diciembre, con responder con reciprocidad aumentando los aranceles contra los productos estadounidenses, el Gobierno acabó optando por la vía de la cautela y la negociación aconsejada por los embajadores», escribió Míriam Leitão, comentarista del diario O Globo.
«Los veteranos de la diplomacia brasileña son unánimes al decir que ésta es la mejor reacción posible en este momento. El aumento de los aranceles brasileños en respuesta a la política proteccionista de Donald Trump termina siendo un tiro en el pie, porque, como sabemos, sólo aumenta la inflación interna. Lo que busca el Gobierno es una salida negociada, como ocurrió en 2018, cuando se acordaron cupos arancelarios que permiten que parte del volumen exportado se mantenga a un ritmo menor», agregó Leitão.
La opinión de Miriam Leitão, es realista y que muchos gobiernos tratan de ignorar, se mantienen en sostener lo que le pasaría a Estados Unidos y no en lo que les sucedería a ellos. Esa es la postura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva que ha vuelto a prometer esta semana una respuesta contundente, si el presidente Trump insiste en la idea de aplicar aranceles al acero brasileño. «Escuché que van a tasar el acero brasileño. Si lo hacen, vamos a reaccionar comercialmente: o lo vamos a denunciar ante la OMC, o vamos a gravar los productos que importamos de ellos».
Lo de Lula es el clásico discurso nacionalista para su mercado interno, bien, espero que lo hagan o mejor, que no le vendan nada a Estados Unidos. «Queremos paz y tranquilidad, no queremos guerra. Si Trump adopta alguna actitud hacia Brasil, habrá reciprocidad», volvió a decir, reafirmando la postura expresada a finales de enero. Se le olvida a Lula que Joe Biden ya no gobierna en Estados Unidos.
La Confederación Nacional de la Industria (CNI) llamó a establecer un diálogo entre el Gobierno brasileño y la Casa Blanca, en busca de «alternativas consensuadas» para revertir el recargo de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio. Para la patronal del sector, la vía de las represalias comerciales es desaconsejable porque aumentaría los costos de la propia industria brasileña, al encarecer los insumos suministrados por empresas estadounidenses.
«El CNI rechaza la posibilidad de aumentar los aranceles brasileños a las importaciones de productos procedentes de Estados Unidos, en represalia por las acciones de Trump». A todos los efectos, gran parte de lo que Brasil importa de Estados Unidos está exento de impuestos, como aviones y repuestos, petróleo crudo y gas natural, entre otros productos.
Es posible que los aranceles estadounidenses a la compra de acero y aluminio obliguen a Brasil a diversificar su mercado exportador, especialmente con la caída de la demanda de China, según varios expertos. Las exportaciones chinas de artículos clasificados como «hierro fundido, hierro y acero» se han ido desacelerando desde 2020, cuando alcanzaron los 2.120 millones de dólares, según datos del Ministerio de Fomento, Industria, Comercio y Servicios.
Al mismo tiempo, las empresas brasileñas están adoptando estrategias para reducir el impacto de la nueva política comercial de Trump. Gerdau, la mayor compañía productora de acero de Brasil, invirtió en operaciones en Estados Unidos para protegerse del proteccionismo. El director financiero de la compañía, Rafael Japur, explicó a la prensa brasileña que las medidas de Trump podrían aumentar la demanda de acero en el mercado estadounidense, beneficiando a sus acerías en ese país.
Para empeorar la situación de Brasil, el presidente Trump anunció nuevas tasas sobre el etanol y habló de tarifas recíprocas. «El arancel estadounidense sobre el etanol es de apenas el 2,5%. Brasil cobra a Estados Unidos aranceles de exportación del 18%. Como resultado, en 2024, Estados Unidos importó más de 200 millones de dólares en etanol de Brasil, mientras que Estados Unidos exportó solo 52 millones de dólares en etanol a Brasil», dice el documento.
«En aras de la justicia, cobraré un arancel recíproco, lo que significa que cualquier cosa que los países cobren a Estados Unidos, se la devolveremos, ni más ni menos. Es muy simple», dijo Trump. Hay que decir que los aranceles no se impondrán de manera inmediata. La Casa Blanca llevará a cabo estudios que deberían estar terminados en abril y las tarifas se fijarán país por país, según el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.
Las dos principales entidades del sector en Brasil, dijeron: «La medida pretende poner en el mismo nivel el etanol producido en Brasil y Estados Unidos, aunque tienen diferentes atributos ambientales y potencial de descarbonización. No tiene sentido hablar de reciprocidad». Esta es una nota oficial la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar y de la Bioenergía (Unica) y Bioenergía Brasil, una entidad que representa al sector energético de la caña de azúcar en Brasil.
Para estas entidades, la acción de los Estados americanos y de la industria local del etanol es fundamental para evitar lo que denominaron un «retroceso» en la relación a la agenda de transición energética y la lucha contra el cambio climático. ¡Ah, claro el cambio climático! Bueno, una vez más, no les vendan su etanol a los desgraciados yankis, no se lo merecen.
El presidente Donald Trump también mencionó que los productos farmacéuticos y los semiconductores podrían verse afectados. Dijo que Taiwán se apropió de la industria estadounidense de chips, mientras que China hizo lo mismo con la manufactura farmacéutica.
«Queremos que vuelva a Estados Unidos», afirmó Trump. «Si no lo traen de vuelta, no estaremos muy contentos». Los productos farmacéuticos han sido la principal importación de Estados Unidos desde la UE en los últimos años, con un total de más de 90.000 millones de dólares en 2022. Como resultado, estos aranceles podrían afectar significativamente al sector de medicamentos e instrumental médico, incluidos los fármacos para bajar de peso y los equipos quirúrgicos.
Numerosos economistas advierten que los planes arancelarios podrían generar presiones inflacionarias. Sin embargo, el presidente rechaza esa idea y asegura que sus gravámenes tendrán un impacto mínimo en la inflación. «Los precios podrían subir un poco a corto plazo, pero luego bajarán», dijo. «Así que los estadounidenses deben prepararse para un pequeño ajuste temporal». «En última instancia, los precios se mantendrán o bajarán». Trump admitió que podría suceder una cierta «perturbación a corto plazo», pero dijo que Estados Unidos se beneficiará a largo plazo. En realidad, la preocupación la deberían tener los otros países.
Cuando se le preguntó a Donald Trump sobre los ingresos generados por los aranceles de la administración, dijo que sería «una cantidad asombrosa». Según el Comité para un Presupuesto Federal Responsable, una organización política que es independiente, dijo que los aranceles de Trump del 25% a Canadá y México y el gravamen del 10% a China podrían generar aproximadamente 1.3 billones de dólares en ingresos en los próximos 10 años.
El día 2 de febrero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó establecer aranceles generales del 25% a México y Canadá y del 10% a China a través de una orden ejecutiva. Un arancel universal, es decir, a todos los productos de un país, es considerado por los expertos en comercio internacional como una medida muy dura, especialmente cuando está dirigida a sus mayores socios comerciales. Los únicos que quedaron sujetos a un arancel reducido del 10% fueron las importaciones energéticas provenientes de Canadá.
En un comunicado, informó la Casa Blanca: «Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país». Horas después, Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, dijo que implementaría medidas arancelarias y no arancelarias, en defensa de los intereses de su país, sin entregar los detalles.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, informó que impondrá aranceles del 25% sobre productos estadounidenses por un valor de 155.000 millones de dólares canadienses (unos 100.000 millones de dólares), en represalia a los introducidos por Donald Trump. En los días previos al anuncio, en México había cierto escepticismo sobre la aplicación de un arancel del 25% sobre todos los productos.
El gobierno de México, creía que el gobierno de Estados Unidos iba a escoger algunos productos específicos, en vez de imponer un arancel universal. La narco-Morena, Claudia Sheinbaum, dijo: «Suena absurdo, suena como una locura», agregó, refiriéndose a que el mandatario estaría dispuesto a quitar los aranceles solo cuando se resuelvan los problemas de migración y drogas. Pero ya sabemos que luego de un dialogo telefónico se comprometieron a acceder a los pedidos de Trump, y la medida quedó en suspenso por un mes.
México, es el principal socio comercial de Estados Unidos, y envía más del 80% de sus exportaciones al mercado estadounidense. Es por eso que un 25% de aranceles será un golpe muy duro para una economía que le vende a su vecino desde autos y semiconductores, hasta petróleo y aguacates. La entrada en vigencia de un arancel universal no solo afectará las exportaciones, sino también, el crecimiento económico, el empleo, las inversiones, las remesas y el peso mexicano.
¿Cómo funcionan los aranceles? Los aranceles no son otra cosa más que un impuesto a los productos importados. Los paga el importador del país que aplica el arancel, en este caso, el importador estadounidense, cuando llega el producto extranjero a la aduana. Como el importador tiene que pagar un precio más alto, habitualmente traspasa una parte de ese costo extra, o todo el costo adicional, a los consumidores estadounidenses. Muchos sostienen que esa medida afectará a Estados Unidos.
Donald Trump sostiene lo contrario, cuando dice que los aranceles van a «enriquecer a los estadounidenses» porque van a generar ingresos adicionales para el gobierno y van a aumentar la capacidad manufacturera del país, creando nuevos empleos y crecimiento económico. Lo que pasa es que no entienden lo que dice Donald Trump en realidad. En una guerra de aranceles, gana el que aguanta más en la guerra arancelaria ¿Cuánto puede aguantar México?
El presidente y director ejecutivo de Nissan, Makoto Uchida, advirtió que la firma podría reubicar su producción si se aplican aranceles altos. «De México a Estados Unidos», estamos exportando una cantidad importante de automóviles este año fiscal, unas 320 mil unidades, y si se imponen los altos aranceles, debemos estar preparados para esto, y tal vez podamos transferir la producción de estos modelos a otro lugar si esta fuera la decisión», aseguró el CEO Makoto Uchida.
Las exportaciones con mayor valor comercial que hizo México a Estados Unidos en el año 2023, según cifras de la Secretaría de Economía de México (SE), fueron la manufactura automotriz y la electrónica ocupan los primeros lugares. La industria automotriz y la electrónica ocupan gran parte de las exportaciones. El monto de esas exportaciones llega a unos 200.000 millones de dólares. Eso es casi la mitad (46%) del valor de todo lo que vendió México a Estados Unidos.
Partes de vehículos, autos, camiones, pantallas, equipos médicos, computadores, refrigeradores, y una infinidad de bienes manufacturados que viajan constantemente hacia el país vecino, se verán profundamente afectados. También recibirán un duro golpe el sector energético, el acero y el aluminio, los semiconductores y los productos farmacéuticos, así como las frutas y verduras, los muebles, los productos de la industria panificadora o la cerveza y el tequila.
Un análisis de la consultora internacional Standard and Poor’s no observa un panorama muy optimista. La aplicación de aranceles del 25%, «empujaría a la economía mexicana a una recesión», señaló esta semana en un informe. Los aranceles no ponen en juego un sistema de libre comercio de 30 años, lo que hace es poner fin al abuso que hacen sus socios norteamericanos. México compra manufactura china y lo único que hace es ponerle «Made in México» en las maquiladoras. Se acabó la estafa. La suspensión de inversiones en México por temor a la incertidumbre, podría dejar una herida bastante dolorosa.
En realidad, a todo el mundo le atrae el mercado estadounidense, ya sea China, México, Canadá, la Unión Europea, la India, los países del Caribe y de otros lugares del mundo. En el caso de México, ese país es usado de trampolín para ingresar sus productos en Estados Unidos, sin esa posibilidad, tendrán que radicarse en Estados Unidos. Así que el Plan México de Claudia Sheinbaum, debe ser escrita de nuevo, pero esta vez teniendo en cuenta esta nueva realidad.
El 1 de febrero, el jefe de Gobierno de la provincia de Ontario, la más industrial de Canadá, Doug Ford, insistió en que México tiene que igualar los aranceles que Estados Unidos imponga, y que Canadá impongan aranceles a productos chinos y que deben implementar un proceso para bloquear las inversiones con las que China quiere «socavar» las economías norteamericanas. En un discurso en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Washington, Doug Ford señaló que el enemigo es China que está «estafando a los trabajadores estadounidenses, inundando los mercados y apropiándose de las cadenas de suministro globales».
El jefe de Gobierno de Ontario, añadió que hay que poner «punto final al tránsito a través de México de productos chinos hacia los mercados de Estados Unidos y Canadá». Y dijo, que «todos los integrantes del T-MEC necesitan igualar o superar los aranceles de Estados Unidos a los productos chinos», por lo que consideró que es necesario que los tres países tengan «un contundente y robusto proceso de revisión de las inversiones diseñado para bloquear las inversiones chinas que apuntan a socavar» las economías norteamericanas.
Cuando a finales de 2024, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que aplicaría aranceles del 25% a Canadá y México, sus dos socios en el T-MEC, por el flujo de migrantes y fentanilo, Doug Ford solicitó a Ottawa que negociase un tratado comercial bilateral con Washington que excluyese la economía mexicana. Doug Ford acusó entonces a México de impactar de forma negativa en la economía canadiense.
«Si México quiere un acuerdo de comercio bilateral con Canadá, que Dios les bendiga. Pero no voy a dejar que me hundan con estas importaciones baratas que se llevan empleos de hombres y mujeres de Ontario», declaró en noviembre de 2024. El año pasado, el Gobierno canadiense anunció aranceles del 100% a la importación de vehículos eléctricos chinos, así como otro del 25% al acero y el aluminio procedentes del gigante asiático, igualando las tarifas anunciadas por Estados Unidos.
Ontario es el corazón de la industria del automóvil y siderúrgica de Canadá. Ford ha indicado que los aranceles del 25% con los que Trump amenaza a Canadá destruirán hasta 500.000 empleos en Ontario. Mas allá de lo que digan los economistas, «esta es la verdad de la milanesa». No aguanta quien quiere sino quien puede.
Donald Trump, dijo sobre Canadá, «no necesitamos su producto, sin embargo, sobreviven gracias al hecho de que nosotros, ya sabes, hacemos el 95% de lo que ellos hacen, y Canadá es absolutamente… y lo digo, y a veces la gente sonríe y a veces dicen que gran idea, pero los impuestos de Canadá bajarían enormemente, su seguridad aumentaría enormemente, cosas asombrosas le suceden a Canadá, y realmente Canadá en ese particular… ¿Por qué pagaríamos 200 mil millones de dólares al año en subsidios a Canadá? Cuando no son un Estado, haces eso por un Estado, pero no lo haces por el país de otra persona, así que creo que Canadá va a ser un contendiente muy serio para ser nuestro Estado # 51». Y luego agregó: «Hablé con el gobernador Trudeau en numerosas ocasiones y veremos que sucede».
Donald Trump dijo de la Unión Europea: «lo que tienen ahora es un valor agregado del 20%, que estamos considerando similar o igual a un arancel, además que cobran muchas tarifas, la UE está siendo muy duro, demandaron a Apple, demandaron a Google, a Facebook, demandaron a muchas otras empresas estadounidenses y los tipos de cifras son asombrosas. La UE ha sido muy desagradable, no nos han tratado adecuadamente, mire fuimos geniales con ellos en la OTAN, esencialmente no es un grupo similar de países».
Los informes sobre los aranceles estarán revisados y listo para el 1 de abril, si ellos bajan sus aranceles los precios para los estadounidenses bajaran. Nuestra producción aumentará y nuestros costos disminuirán, recuerden que es una calle de doble sentido, por eso se llama reciproco, dijo el presidente de Estados Unidos. Veremos que pasa finalmente, Donald Trump ya lanzó el primer golpe, y a veces en la vida, el que pega primero pega dos veces.
Cuando era adolescente, en el mundo de la política estaba de moda hablar de «globos de ensayo», esos globos eran artefactos que se lanzaban al espacio para recoger información. Muchos anuncios que hacían los políticos no eran más que globos de ensayo, lo que buscaban eran las reacciones. Lo que hace Donald Trump, cuando habla de Groenlandia, del Canal de Panamá, de Canadá como estado 51, lanza sus globos de ensayo, pero no todo es mentira o engaño, tiene su fulcro de verdad. A veces se trata de preparar a la opinión pública para que se vaya acostumbrando o no lo tome de sorpresa cuando eso suceda.
Si los países que, supuestamente, se sienten perjudicados por las medidas político-económicas arancelarias de Trump, que no le compren a Estados Unidos y tampoco le vendan, nadie los obliga. Estados Unidos ha sido tomado de boludo y manoseado hasta el cansancio, es hora de revertir esa situación, si me pones aranceles yo te las pongo, si me las quitas yo la quitaré. El mercado estadounidense es horizonte de cientos de países, y hay otros como Canadá y México, que su economía está basada en lo que vende al país del norte.
Sin eso no hay país, porque vive de las remesas que envían sus connacionales que ganan lo que no pueden ganar en México, viven del narco crimen y por eso son un Narco-Estado. Pero de esto no se habla, en cambio se hacen discursos nacionalistas baratos para esconder sus falencias. La narco-Morena, presidente de México, Claudia Sheinbaum, dijo hace varias semanas, que los migrantes mexicanos en Estados Unidos han fortalecido la economía de ese país y son los responsables de generar el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Mientras decía esta soberana estupidez, mostrando una sonrisa de oreja a oreja, lo anunciaba como un logro del Estado mexicano, quienes lo festejaban, demostraban ser tan ignorantes y descolgados como la Sheinbaum. Que los mexicanos que viven en Estados Unidos logran esto, no es para ponerse felices, como dirigentes políticos de México deberían llorar, eso está diciendo que en otro país pueden generar esa riqueza y no en México.
Eso lo pueden hacer cualquier comunidad en un país normal, no en un país que es un Narco-Estado, donde la violencia criminal es el pan de cada día. Hay que derribar mitos en este tiempo de aranceles, porque sino se cae en creer que los mexicanos son un pueblo elegido y que son los que más riqueza generan, o los que más trabajan, quien conozca medianamente Estados Unidos (o cualquier país del mundo) podrán verificar que las demás comunidades y que demográficamente son menores, son tan o más ricas que la mexicana.
La cadena de 7-Eleven, prácticamente están en manos de hindúes o paquistaníes, lo mismo con Dunkin Donuts, en las fábricas o factorías donde trabajan las personas por salarios mínimos y no calificados, no se ve gente de estos países, tampoco chinos o japoneses. En los lugares donde hay población mexicana en abundancia, y que son inmigrantes desde la segunda mitad del siglo pasado, los restaurantes o grandes negocios, uno de cada cinco, su capital tiene origen en los negocios de la droga, en las fichas de la DEA y del FBI, figuran muchísimos de ellos.
La jefa del Narco-Estado, Claudia Sheinbaum, sostuvo durante esas incontinencias patrióticas, que en caso de regresar a México serán recibidos con los brazos abiertos y apoyos económicos en caso de requerirlo. Al menos no dijo «abrazos y no balazos» del innombrable AMLO. «Que sepan nuestros paisanos, nuestras paisanas que son unas héroes y heroínas de la patria, que, si los mexicanos no estuvieran en Estados Unidos trabajando, Estados Unidos no es lo que es, porque los mexicanos y mexicanas generan el 10% del PIB de los EEUU».
Bueno, ahórrele trabajo a ICE y se los lleva ya. En ese momento, aun Trump no se había tomado el trabajo de prestarle atención, y dijo en relación a las conversaciones que México mantiene con Estados Unidos acerca de la imposición de aranceles, migración, tráfico de drogas y armas, así como de la denominación de cárteles como grupos terroristas, Sheinbaum reafirmó que defenderá la soberanía. Pero como siempre, nunca define que entiende por soberanía. «México no está en venta, que la patria no se vende, que la soberanía no se negocia, que aquí estamos los mexicanos y las mexicanas para defender nuestra patria».
No se vende, pero se lo da en concesión a los cárteles. Podría haber añadido, así como lo defendimos en el pasado. ¡Ah, eso no! Si en el pasado no pudieron defender lo que les dejó en herencia la Monarquía Católica española, al cual atacan de manera ignorante, deberían recordar que también pueden perder más ahora.
Para seguir alimentando una audiencia ignorante, dijo algo que tiene que ver con el otro mito, el pueblo trabajador, el mejor del mundo. Sheinbaum destacó que los mexicanos siempre serán los mejores trabajadores del campo y de la construcción del mundo. Los mexicanos como cualquier trabajador del mundo, algunos son buenos y otros que no merecen ganarse ni para el taco, de ese tipo huevones he visto por miles.
«Que se sepa en todo el mundo, las y los mexicanos somos de los mejores trabajadores del mundo. Los mejores trabajadores del campo: los mexicanos, los mejores trabajadores de la construcción: los mexicanos, los mejores trabajadores de los servicios: los mexicanos. Que nadie nos vea de arriba abajo».
Según la narco-Morena, Estados Unidos era una ficción antes de que aparecieran los mexicanos, cuando uno camina por barrios que ahora están habitados por gente mexicana, y se observa las construcciones, las iglesias, los nombres, de inmediato se ve que estos fueron levantados por el trabajo de gente llegada de Europa del Este.
Hace algún tiempo estuve en una pequeña ciudad, no muy lejos de Chicago, en donde los hispanos brillaban por su ausencia, es posible que yo haya sido unos de los dos otres de ese origen, tampoco había afroamericanos. La mayor población eran lituanos, de hecho, allí funciona el Centro Mundial Lituano, uno de los pocos centros mundiales lituanos, también anglos y gente de origen asiática. El trabajo que en las grandes ciudades lo hacen los hispanos, allí lo hacen los «güeritos» como dicen los mexicanos a los estadounidenses de origen anglo.
Así que no me la cuente y pare con los mitos.
14 de febrero de 2025.