ENCUENTRO EN ALABAMA
LOS AMIGOS DE «REVISTA EUTAXIA»
Alejandro Soler —La reunión realizada por los amigos y lectores de la Revista Eutaxia, en Birmingham, Alabama, resultó un gran acierto. Es más, superó todas las previsiones iniciales y tuvieron que conseguir un local mucho más grande para albergar a todos los concurrentes. Hay que recordar que la reunión fue organizada por seguidores del sur estadounidense y hubo presencia desde el sur de California hasta Florida, pasando por Nuevo México, Arizona, Texas, Mississippi, Tennessee, Louisiana. ¿Qué opinión tiene de este encuentro?
Ricardo Veisaga —Muy sorprendido, pero gratamente, según las comunicaciones previas que me hicieron llegar los anfitriones de Alabama, hablaban de un número que oscilaba entre 20 a 25 personas, finalmente se cuadruplicó. Lo más sorprendente es que las personas que concurrieron casi no se conocían previamente, lo único común era la lectura de la Revista y compartir artículos, ideas, vía Facebook, de este modo se fueron conociendo y conectando. La idea era reunirse para tener un trato más personal, directo y compartir el día. También, sorprende que compartan o estén tan familiarizados con un lenguaje y una concepción política particular.
Esa coincidencia es muy difícil de encontrar en estos tiempos y sobre todo en nuevos escenarios. Debo confesar que me resulta muy difícil encontrar ese nivel de compresión política, en los lugares donde cotidianamente o habitualmente me muevo. Entender lo que es la política, la comprensión de lo que es un Estado, cosa que la gran mayoría de las personas que intervienen en política ignoran, o tienen una visión distorsionada. Es muy común ver en los medios que personalidades políticas que nos simpatizan, confundan Estado con Gobierno y cosas de ese tipo. Entender cómo funciona el mundo, cual es el motor que mueve la historia, la situación política nacional e internacional actual, etc.
A.S. —Pero no solo de política, también se trataron cuestiones filosóficas, por ejemplo, los amigos de Tennessee hicieron una muy buena interpretación del artículo del filósofo español José Manuel Rodríguez Pardo (que generosamente escribió ese artículo para la Revista), sobre el sistema filosófico y la vida intelectual del maestro Gustavo Bueno Martínez, situándolo en el contexto actual. Que viene a señalar lo que está sucediendo en círculos que se denominan seguidores o herederos del sistema.
R.V —Muchas veces he dejado muy en claro sobre el Materialismo Filosófico, que es el sistema filosófico en la que nos apoyamos y que seguimos su filosofía política, pero, también dejamos claro que llegamos hasta cierto punto y ahí nos detenemos. Porque se han hecho algunas adiciones a la filosofía política de Gustavo Bueno que no compartimos, somos materialistas, pero no idealistas, no estamos de acuerdo con sujetos que se denominan materialistas políticos y sin embargo no son más que idealistas, que viven, no una realidad política, sino que están alimentados por sueños o deseos. Que actúan o creen que actúan en la vida política concreta, pero lo hacen con esquemas apriorísticos tratando de imponerlos en la realidad, en suma, no entienden que la realidad política no está en sus molleras sino en la sociedad que es cambiante.
A.S. —Luigi Giussani dijo que el realismo es la única actitud propia de un hombre razonable. Entonces, como dijeron en estas charlas, el realismo no es un sistema unívoco de ideas, sino más bien, una manera de enfrentar el conocimiento de las dificultades que tiene la polis, pero atendiendo a la totalidad de los componentes de la realidad.
R.V. —Bien, es uno de los graves defectos de los llamados intelectuales […]
A.S. —Debo interrumpir brevemente, pero cuando habla de intelectuales lo hace según una de las acepciones que utiliza ¿no?
R.V. —En muchos momentos, en charlas, artículos, me he referido a los intelectuales según una de las tantas acepciones que hay de esa denominación. Gustavo Bueno hablaba de los impostores de siempre, también, sostuve que los intelectuales así llamados, fueron y aún son, todos aquellos filósofos, historiadores, psicólogos, sociólogos, escritores, economistas y humanistas en general, que sienten preferencia ideológica o emocional y dan su adhesión a las izquierdas, tanto de cuarta, quinta y sexta generación. Pero que hoy, o en nuestro presente, volcaron esa preferencia hacia la séptima generación de izquierda, la cultural marcusiana.
Hace poco escuché a Sebastián Randle, quien citó a otra persona que habría dicho, en un tono bierciano típico de su Diccionario del Diablo, que un intelectual era una persona que cree que hay otras cosas, además del futbol y de las mujeres. Está buenísima la idea, pero bromas aparte, en el futbol se consume filosofía, vulgar, pero con una claridad impresionante. Es obvio que no se produce en cualquier escenario futbolístico, hay lugares donde el futbol es una cuestión cultural y se vive de otra manera como si fuera parte de su ADN. Recuerdo cuando era joven, era infaltable a los partidos, y en esos tiempos compartían el estadio ambas hinchadas, pero separadas unas de otras. La violencia extrema acabó con esa modalidad, pero el verdadero espectáculo estaba en las tribunas, la rapidez y capacidad de elaborar cánticos y reducir y simplificar el mensaje. Creo que a los intelectuales les falta un poco de futbol, no tienen calle. Pero también hay otra, y hay más, que se lo aplico casi exclusivamente a los filósofos, y a algunos historiadores que son excelentes en lo suyo, y creo que eso mismo los lleva a creer que pueden intervenir en la política práctica con autoridad, y lo único que hacen es cometer graves y gruesos errores. Es entendible que la consideración de los asuntos políticos durante la Antigüedad y el Medioevo corrió principalmente por cuenta de los filósofos y que terminara de manera prevalente o dominativa en juicios valorativos, como, por ejemplo, sobre el fin de la política, o sobre la mejor forma de gobierno.
Pero debemos a Nicolás Maquiavelo, que era un verdadero realista, que, en el siglo XVI, produjera una revolución copernicana al considerar a la política como arte o como una técnica. Eso también ha llevado a algunos delirios como los que se decía en mi país, con una postura de sabihondos, que la política era «el arte de lo posible». Bueno, romperse la pierna o pegarse un tiro, también es posible y no por eso es política. En todo caso será una mala política. Todo arte es arte de lo posible, ya que todo pintor, escultor, arquitecto o músico, su diseño se enfrenta a una materia, a un conjunto de fuerzas, propensiones, regularidades probabilísticas y límites. El objetivo del realismo político es poner atención a todo ese conjunto de resistencias. En cambio, vemos a un conocido reformista marxista que trata de conjugar la crítica de don Gustavo Bueno a Marx, en la vuelta del revés, con el marxismo político que es en la actualidad un verdadero «perro muerto». Eso no es realismo es un simple idealismo político.
A.S. —¿El recientemente fallecido Henry Kissinger era un realista político?
R.V. —Eso dicen los grandes medios y en especial los cultores de esa cosa llamada «geopolítica», digamos, de esa subdisciplina que hoy envuelve toda la política, ya no se puede hablar de política exterior eso ya es geopolítica, todo es geopolítica, impuesto de manera abusiva e invasiva. Kissinger fue sobrevalorado, por mi parte no creo que haya sido un realista y ya hice alguna crítica más argumentativa a esa cuestión en otro lado. Realistas políticos eran los cultores barrocos de la ya olvidada, «Razón de Estado», esa cuestión que fue estudiada por Friedrich Meinecke, fundador de la moderna historiografía intelectual, que dio a conocer a muchos autores como Giovanni Botero, pensador de la Razón de Estado. Y el uso de esas reflexiones para los príncipes entre los siglos XIX y XX, adquirió un tratamiento cuasi científico del objeto político. Ahora mismo me viene a la memoria Gaetano Mosca, Vilfredo Pareto, Robert Michels, el estudioso de los partidos políticos, Max Weber, Moisei Ostrogorski, entre otros que contribuyeron a la politología. Mas adelante tendremos a Raymond Aron, Julen Freund y Bertrand de Jouvenel, aunque para mi gusto, este último, demasiado pesado y difícil de digerir, no por la profundidad de sus reflexiones, claro está. En cambio, Julen Freund es el mejor de todos. A lo dicho por Luigi Giussani que bien señalaste, podemos agregar a Giovanni Sartori, para quien el realismo político es: «el presupuesto informativo de cualquier posición política». Es decir, que intenta considerar la viabilidad de ciertas ideas o filosofía política que puedan entroncarse entre los fines y los medios o instrumentos que disponemos o tenemos a nuestro alcance.
A.S. —Cosa que no hacen, según tu crítica, los intelectuales.
R.V. —No lo hacen, porque son cabezones y kantianos que parten de aprioris que pretender imponer en la realidad a como sea, ellos tienen el sombrero y las cabezas deben ajustarse al sombrero, es decir, a su reducido y anoréxico lecho de Procusto. Lo que no se entiende es que el ámbito político posee sus leyes propias, es decir, que no puede responderse a su problemática transponiendo a ella simple y linealmente los mandatos de la ética, de la historia, de la moral o de las religiones organizadas. Esas especificaciones son propios y distintivos de la política y por tanto las nombradas pertenecen a otras disciplinas, pero tampoco estamos negando esos quehaceres humanos. Esta especificidad de la coacción legítima que tiene un Estado, otorga a la política, en la vida real y concreta, una capacidad englobante respecto de tantas otras facetas de la vida de las personas, es decir, como decían mis viejos maestros, primero política.
Ahí lo tienen a Santiago Armesilla Conde, perplejo, tratando de encajar a Javier Milei según su esquema preestablecido o tablita de medición, si es de derecha socialista o primario, o de la madre María, porque fuera de su mundo delimitado por esquemas no hay nada. Creen que ciertas clasificaciones que pueden ser válidas en ciertos ámbitos y en momentos histórico distintos, son válidos de una vez y para siempre, y aplicable a cualquier contexto histórico. Y siguen escribiendo libros inútiles, tratando de comprender si PODEMOS es de tal o cual generación de izquierdas, porque siguen empeñados en no ver y viven en el pasado, y no pueden comprender que la izquierda actual no es la misma del siglo pasado, y que la derecha no tiene nada que ver con el Trono y el Altar, o con esquemas anacrónicos. Porque la derecha política del siglo XXI, que empezó como una respuesta a la izquierda cultural, dando una verdadera batalla cultural. Gustavo Bueno dijo en su momento que la derecha se había acojonado ante la izquierda. Entonces la derecha, no toda, dio una lucha frontal en la cual han salido vencedores, y esta batalla fue dada desde distintos sectores que, por el momento, solo coincidían en pocas cosas, pero ahora que ya se ha tomado el «cielo por asalto», es decir, el poder político, como sucedió en estos meses en Argentina. La derecha actual no solo sigue dando la batalla cultural sino también la política, porque también la derecha se ha definido políticamente.
A.S. —Sobre la derecha política en el siglo XXI, dio o explicó algunos rasgos distintivos de esa derecha y que seguramente los explicará detalladamente en el artículo que ha prometido.
R.V. —Así es, pero los amigos que concurrieron al encuentro, ya saben o intuyen por dónde vienen los tiros.
A.S. —También se habló de la política interna y exterior, pero hay una cuestión que quisiera recordar y se refiere a la entrevista concedida por Putin al periodista Tucker Carlson y lo expresado por Donald Trump, respecto a Rusia y los países integrantes de la OTAN.
R.V. —La entrevista otorgada a Tucker Carlson por Putin, responde a una estrategia política, cuando Vladimir Putin habla con Tucker Carlson en realidad se está dirigiendo al público estadounidense, lo mismo que Donald Trump que estaba hablando para los votantes o sectores de su partido que son aislacionistas, era necesario que tuviera que hablar para ellos. Pero entre uno y otro, hay un abismo insalvable. Muchas veces dije citando a otros, que para conocer a una persona no basta con lo que diga sino lo que hace. Y ya vimos lo que hizo Trump y lo que hace Putin. Vladimir Putin alegremente repitió su propaganda, no se puede esperar otra cosa de él, pero el problema no fue él sino Tucker Carlson que no replicó o no hizo las preguntas correctas. Ahora, nos dicen que la entrevista fue concedida bajo condiciones, que las preguntas estaban preparadas, pero que Vladimir Putin no permitió que se hicieran. Bien, yo en su lugar no hubiera aceptado esa imposición y me habría retirado. Putin habló sobre su condición cristiana, sobre Dios y la supuesta y metafísica alma rusa. Pero no dijo nada sobre la Unión Soviética, un Estado declarado formalmente ateo, y la KGB, de la que Putin era un miembro de menor categoría, pero era parte del KGB, y le declararon la guerra al cristianismo, demolieron iglesias, y sus restos las usaron para embellecer las estaciones del tren subterráneo, tanto en Moscú como en San Petersburgo. ¿Dónde estaba Vladimir Putin entonces? Ahora, tenemos que sucedió un milagro en la ex URSS, todos sufrieron una conversión masiva de un día para el otro. La Rusia actual es una nueva máscara de la KGB, y la iglesia ortodoxa rusa, es un instrumento o el uso político del eje angular. La iglesia rusa y el gobierno son cómplices. La iglesia ortodoxa no es más que un instrumento, que Vladimir Putin se muestre junto a la iglesia no solo significa un cierto retorno al zarismo sino un intento de mostrar una cara humana, el putinismo con rostro humano.
Vladimir Putin humilló a Tucker Carlson dando una clase de historia para principiantes, y se atrevió a decir que la Segunda Guerra Mundial empezó porque Polonia no se comprometió con Hitler. ¿Por qué Putin no habla del pacto Molotov-Ribbentrop? Cuando se repartieron Polonia y otros territorios y fue, no solo fue la firma del pacto y el célebre brindis por el Führer, sino el pistoletazo para empezar la invasión y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. También, Vladimir Putin, sostuvo que Ucrania era un Estado artificial. ¿No lo era la URSS, o el CEI actual? Justamente, la cuestión de someter por la fuerza a otros países, fue una de las causas de la implosión soviética. En la llamada Serie Roja que estamos desarrollando en esta revista, estamos mostrando como fue el derrumbe y el papel de las repúblicas que querían su independencia. Pero lo tonto y estúpido en Putin, es querer repetir esa historia al querer anexar por la fuerza a esas ex naciones de la ex URSS. El movimiento libertad comenzó en Estonia en 1988, cuando Estonia declaró que todas las leyes estaban sobre las leyes soviéticas. Pero claro, Estonia era un país distinto, entonces, era el país más informado de la URSS, tenían el acceso a la TV finlandesa, podían sintonizar la Voz de América y otros medios, sabían lo que pasaba en el mundo, y se mantenían fuera del espacio cultural soviético, pese a que los soviéticos destruyeron millones de libros estonios.
En el fondo, las pataletas de Vladimir Putin, es nostalgia por el imperio zarista o de la URSS, por la pérdida de los países ocupados y que se alejaron de su esfera de influencia, y Ucrania es parte de eso, si Ucrania sale con éxito de esta invasión se convertirá en uno de los países más influyentes de Europa. En estos momentos, en capacidad militar de combate puesto a prueba en el campo de batalla, no en teoría, es superior a casi todos los países europeos, además de su extensión territorial. Putin no quería la OTAN en su vecindad y lo único que consiguió en estos años luego de su geopolítica invasión, fue lograr que el círculo de la OTAN se cierre en sus fronteras. Pasan los años y el temible e inflado Ejército ruso no ha podido liquidar a Ucrania ¿No era un paseo de unos semanas o meses? Se derrumbó el mito. Voy a repetir una vez más, si en el momento de la invasión en el lugar de Ucrania hubiese estado Israel o Turquía, los rusos se hubiesen comido un vergonzoso repaso. Lo único que le queda a Putin es la amenaza del uso del armamento nuclear, y uno se pregunta: ¿Quiere acabar con el mundo? Bueno, hagámoslo ya, habrá que poner en práctica la mutua destrucción asegurada, ya no mutua, sino que será para todo el mundo, pero hay que parar con las amenazas y el matonismo orientalista. Sobre los errores cometidos por Vladimir Putin, hay un artículo publicado en la revista titulado: Los errores políticos de Putin (1), revistaeutaxia.com, 2023, cuya segunda parte está aún en deuda. Son los países europeos y los empresarios estadounidenses quienes hicieron negocios con Putin ¿Cuánto dinero recibieron los alemanes y otros, para comprar gas y petróleo ruso? Pero esto no solo sucedió o empezó en estos años, ya Rockefeller le había dado dinero a la URSS para construir la mayor fábrica de camiones del mundo, pueden consultar en el artículo: Rockefeller Backs Soviet Trade, The New York Times, Julio 18, 1973. Esto sucedió en pleno apogeo de la guerra de Vietnam, una fábrica que estuvo funcionando desde 1969 a 1975, y se fabricaron 175.000 camiones, que en la mayoría fueron comprados por los estadounidenses, mientras tanto en Vietnam morían sus soldados. Mucha gente en los países vecinos a Rusia, querían viajar sin visa a ese país, querían abolir el servicio militar y el ejército, en especial las fuerzas políticas con ideologías de izquierda. Pero sucedió la invasión rusa a Ucrania, los liberales y otras fuerzas políticas despertaron, mientras Vladimir Putin avanzaba sobre Ucrania, y se acabó la neutralidad ¿Y que ganó Putin con el ingreso de Finlandia en la OTAN? 1.000 millas de fronteras enemigas, falló en sus cálculos de guerra, no estaba en sus cálculos la guerra prolongada.
En cuanto a Donald Trump, lo que dijo no cae bien, pero hay que entender que una cosa es hablar a miembros de su partido, que creen, erróneamente, que dar dinero a Ucrania frena el desarrollo del país. Primero que no da dinero, envía armas que se hacen en los Estados Unidos, por tanto, reactiva el aparato armamentista, eso lo dejé claro en: Los idiotas o tontos útiles. Los amigos de Putin, revistaeutaxia.com, de septiembre de 2023. Donald Trump habla para ellos, eso mismo dijo el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, y agregó, que el comentario de Donald Trump era para los países miembros, y no sobre la validez de la OTAN.
Cuando Trump era presidente, dijo claramente «deben empezar a gastar, no pueden construir un ejército con este dinero y Estados Unidos no es el único país que debe pagar», el gasto era del 1% del PIB, por tanto, gracias al enojo de Donald Trump muchos países miembros de la OTAN empezaron a aumentar sus gastos y fue muy bueno. Luego vino la invasión del ruso Putin y todos se rearmaron, pusieron dinero, abandonaron la neutralidad y hoy es una verdadera máquina de guerra. Donald Trump durante su presidencia fortaleció seriamente las capacidades de la OTAN. Por ello, en Donald Trump las acciones son más importantes que las palabras. En estos momentos Estonia gasta el 3,2% de su PIB. Antes de Donald Trump, los políticos estadounidenses se encargaron de hundir este país. En los felices años 90, Estados Unidos transfirió tecnología que China usó para su fuerza militar. Cuando se construyó Nord Stream 1 y 2, el único político occidental que se opuso fue Trump (ver: Nord Stream 1 y 2. Nueva guerra fría entre oriente y occidente, febrero de 2023, revistaeutaxia.com). También creo que si llegara a acceder a la presidencia reactivará la producción de petróleo y hundirá los precios del petróleo, y una medida de este tipo será grave para Rusia. Lo hizo Ronald Reagan. Rusia en Afganistán perdió algo más de 12.000 hombres y en Ucrania ya perdieron cientos de miles, las cárceles ya están vacías y tienen que recurrir a mercenarios de Asia y cubanos. La venta del gas y el petróleo los mantiene aún en marcha, pero su industria está arruinada, en dos años gastaron la mitad de sus reservas, Rusia está gastando en economía militar, algo que tiene un efecto temporal y nada más. Putin quería de nuevo el imperio, pero logró todo lo contrario, está subordinado a China que lo tiene de vecino (ver: La subordinación rusa. Apoyo político, pero no económico, revistaeutaxia.com, marzo de 2023). El imperio ruso es solo una ilusión, la caída de un imperio lleva tiempo. A Gran Bretaña le llevó mucho tiempo su desintegración, desde las Trece Colonias hasta la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos le dio el golpe mortal al obligarlo a pagar las deudas de guerra. Rusia ha perdido sus zonas de influencia históricas, lo único que le queda es Bielorrusia que solo tiene 9.000.000 de habitantes, y Serbia está en proceso de ingresar a la Unión Europea, como paso disimulado de su ingreso a la OTAN. Ucrania es un Estado nación y Putin lo quiere destruir, pero ese sentimiento de nacionalidad a los ucranianos los mantiene unidos, quieren ser libres y soberanos. Mucho se habló sobre la corrupción en Ucrania, eso existía en el pasado, no hay que olvidarse de BURISMA donde estuvo metido el hijo bobo pero corrupto de Joe Biden, pero a partir de la invasión fue cambiando.
A.S —El artículo sobre la hispanidad y la izquierda, según los muchos comentarios que se compartieron en el encuentro, ha provocado muchas molestias.
R.V. —Que lo digan por escrito, tienen espacio en la revista. Que digan lo que quieran, la hispanidad fue un hecho histórico, por tanto, realizado en un determinado tiempo y lugar, y en contextos especiales. La hispanidad se inicia con el descubrimiento de América y materialmente se acaba, entre otras cosas y tal vez como principal causa por la traición de los militares y civiles españoles. Traidores, tanto de este lado como en la otra orilla. ¿Qué nos queda de esa gesta gloriosa? La lengua, la nostalgia y nosotros que somos el resultado de esa empresa, pero de ahí, a querer hacer política usando a la hispanidad es un enorme error y sumamente peligroso, porque a los únicos que benefician son a los izquierdistas. Como los izquierdistas fallaron de manera rotunda con el «proletarios del mundo uníos», ahora quieren decir «hispanos del mundo uníos, pero bajo el idealismo marxista». Se que molestó que los calificara de «hispanistas europeos», y lo mantengo. Y aún estoy pendiente de una respuesta de cualquiera de los hispanistas, de los historiadores serios: «¿Fueron Bolívar, San Martín y los demás libertadores, traidores?» Es muy simple la respuesta ¿por qué ese vergonzoso silencio? ¿Por qué no le levantan un recordatorio a Juan Agustín Agualongo Cisneros, o a don Antonio Navala Huachaca o a los Tlaxcaltecas que fueron aliados de los españoles? Sin embargo, se levantan monumentos a los traidores como San Martín o Bolívar. Roma no paga traidores, pero España sí. Los hispanistas viven en una eterna contradicción.
A.S. —Igual efecto tuvo el artículo sobre lo que sería el peronismo o su origen ¿algo para agregar?
R.V. —Es muy fácil entender el origen y lo que es el peronismo, pero hay muchos que «no la ven» como dice Javier Milei, o no la quieren ver. Si «no la ven», eso no es mi problema. Hace unos años en un reportaje el ex guerrillero Luis Labraña, que pasó por todos o casi todos los grupos guerrilleros, y, además, fue el inventor de la famosa cifra de los 30.000 desaparecidos durante el gobierno militar en Argentina, cuando le preguntaron sobre lo que era el peronismo, dijo: «si me preguntan sobre el peronismo, diría que es el partido de Perón, pero no es así, agrego, el peronismo lo construyó a Perón», Labraña repite la tesis de John William Cooke, es decir, la tesis de los izquierdistas. Para hacerla corta y dejando de lado respuestas académicas, hace muchos años califiqué al peronismo como una asociación ilícita cuyo fin es mantenerse en el poder, y si se encuentran en la oposición, poner todos los obstáculos posibles y desestabilizar al gobierno presente, no les importa la patria, lo que les importa es poder regresar al gobierno para seguir lucrando. Si fuese posible y en honor a la justicia habría que declarar al peronismo como un crimen de lesa humanidad.
A.S. —Se estuvo barajando la posibilidad de continuar con otras series en la Revista que abarquen otros temas.
R.V. —Como lo hablamos en el momento de poner en marcha la página, era necesario salir y dar la cara, hay muchos relatos que son grandes estafas y hay que decirlas, fuimos claros al sostener que no queríamos hacer nada académico, nos interesa la calle, nos importa la batalla cultural-política que se está dando. En estos tiempos lo único verdaderamente revolucionario es decir la verdad. Todos somos hombres de un tiempo y entonces debemos dar testimonio de lo que vivimos en nuestro tiempo, porque no fuimos ajenos a esos sucesos históricos. Estamos viviendo un tiempo de confusión y quienes tienen una formación intelectual «no la ven» y no se definen. Gustavo Bueno era muy insistente en que había que definirse. Pero no lo hacen y solapadamente siguen actuando en contra de lo que decía el maestro. Nuestros amigos de Tennessee fueron claros al remarcar la cita del filósofo José Manuel Rodríguez Pardo, en el mencionado artículo:
«No es casualidad que esta cuarta oleada se cerrase con el documental La vuelta a la caverna (2015), donde la principal preocupación del guión, pese a que Gustavo Bueno hacía tiempo que había finiquitado ese tema, era situar el sistema y al propio Bueno cerca de un marxismo y una Unión Soviética ya caducos varias décadas atrás, y que el propio Bueno despachó en 1991 en su Primer ensayo sobre las categorías de las «ciencias políticas», y para más inri en los más recientes El mito de la izquierda (2003) y El mito de la derecha (2008). También quedó dentro de dicho documental, para sorpresa de propios y extraños, totalmente suprimido el activismo de Bueno en defensa de la Nación Española frente a los separatismos que la amenazan con especial furia en los últimos años de su vida, plasmado en obras como España frente a Europa (1999) o España no es un mito (2005).»
—Gustavo Bueno, un filósofo «desconocido» en el centenario de su nacimiento—, José Manuel Rodríguez Pardo, filósofo, director de la Revista Metábasis, para revistaeutaxia.com, febrero de 2024.
(Alejandro Soler: La cita fue agregada a posteriori de la entrevista).
R.V. —Eso es innegable, cuantos marxistas o criptomarxistas conocemos o prochinos, y cuando salen a buscar aliados en hispanoamerica lo hacen con peronistas, es decir, con la izquierda mussoliniana, o con socialistas del continente. O se dejan llevar por supuestos lideres nacionalistas sin tener en cuenta que todos los nacionalismos durante la Guerra Fría fueron de izquierda, o salir a buscar nazi-bolches como Dugin. Cada uno hace lo que quiere, pero nosotros estamos definidos hace mucho tiempo y, prácticamente, respecto a muchos de ellos, en la vereda del frente, como dijo el buen amigo Carlos Semprún Maura, en «Por qué deje de ser de izquierdas», cuando relata su discusión con el trotskista Ernesto Mandel:
«Después de una farragosa discusión, me espetó: “Pese a todo, lo esencial es que los comunistas y nosotros estamos detrás de la misma barricada anticapitalista”. Y yo dije: “Pues yo estoy en la barricada de enfrente”. ¡La que se armó! ¿Qué significaba para mí la “barricada de enfrente”? Había llegado a la conclusión de que, pese a sus defectos, las democracias parlamentarias eran preferibles a cualquier dictadura, de izquierda como de derecha. En realidad, había llegado un poquitín más lejos, pues consideraba que el peor sistema político existente, una vez destruido el nazismo en la guerra, era el comunista, el que padecían en la URSS, China, Vietnam, etc. Por lo tanto, para mí los partidos comunistas, prosoviéticos o prochinos, eran enemigos políticos. Eso me planteó los habituales problemas en el seno del FLP, donde la mayoría consideraba que estábamos en la misma barricada antifranquista, pero también, de otra forma, en AC.»
Hace mucho que estamos en la barricada de enfrente, en lo personal, toda mi vida. En cuanto al marxismo político, jamás me caí del caballo rumbo a Damasco, mejor dicho, Moscú, La Habana, China, o Yugoeslavia, porque nunca cabalgué en ese equino. Nosotros afirmamos que China es un imperio depredador, capitalista a lo chino, y que a su lado el capitalismo salvaje, así llamado por los zurdos, es un niño de pecho. Pero quienes gustan de calificar a los imperios en generadores o depredadores guardan un significativo silencio.
A.S. —Y otros que tenían una sección permanente dedicada a la República Popular china, lo mismo.
R.V. —Cada uno que tome partido por el que quiera, pero hay que definirse y no andar de criptomarxistas, eso es simplemente cobardía. Es notorio que cada vez que alguien menciona los millones de muertos del marxismo, la brigada sale a pedir certificados de defunción, y hecho con una seriedad doctoral. Hay ciertos intelectuales que siguen siendo marxistas (y son dueños), pero critican «filosóficamente» al comunismo y no se los cree nadie. En esto se hace evidente la mención de José Manuel Rodríguez Pardo en su artículo.
«¿América para los americanos?», Sí ¿Por qué tendría que ser para el autócrata Vladimir Putin o el imperio depredador chino? Durante la Guerra Fría, como dijo don Carlos Semprún Maura, pese a todo, era preferible Estados Unidos, el capitalismo, el mercado libre, las libertades individuales a las persecuciones, a la «dictadura sobre el proletariado», a los Gulags, o al hambre, a la represión, y a la regresión cultural del maoísmo, al partido comunista chino. Ni antes, ni ahora, así de tajante, América para los americanos, obvio ¿no?.
A.S. —¿Qué papel juega la izquierda de séptima generación actual, parafraseando diría, realmente existente, en la política internacional?
R.V. —Ninguna en la dialéctica de imperios, porque la izquierda cultural marcusiana no tiene vocación imperial, odian la idea de imperio, solo se limitan a la batalla cultural y en ese terreno van en retroceso, la derecha cultural la hizo retroceder en todos lados, entendiendo ese «todos lados» donde fue permitido su accionar. Si ven Rusia, China, Corea del Norte, los países islámicos, en esos lugares no tienen lugar, algunas de sus expresiones han sido catalogadas como «terroristas».
A.S. —¿Entre que imperios se está dando la actual lucha imperial?
R.V. —Se está dando en dos bloques bien definidos, obviamente, que hay un imperio a la cabeza, pero más bien son Estados con una visión del mundo totalmente contrapuesta. La lucha ya no está planteada en términos económicos, eso lo cree Armesilla y aquellos que creen que el marxismo sigue vivo, o que la capa basal puede estar por sobre la totalidad de un Estado. China y Rusia son capitalistas en lo económico, capitalismos muy particulares, sobre todo en China que lo ejerce de forma brutal y de la manera lo más depredador que se haya visto. Un gran error que vengo denunciando hace años es, llamar a China o a Rusia, comunista. La existencia de un partido llamado PCCh, no significa que sea o practiqué el marxismo político, es solo el instrumento del aparato del gobierno para mantener la sumisión del ciudadano chino, entendido a los empresarios, científicos y obreros. Solo hay que ver como los millonarios chinos sufren «retiros espirituales» por su excesiva tendencia a querer meterse o hablar de asuntos que el actual emperador Xi Jinping no lo permite. Y lo mismo pasa en Rusia, durante la invasión rusa a Ucrania y a posteriori, dejó muy claro lo que Putin piensa de los bolcheviques, y a los millonarios que intentan hacerle competencia los liquida y punto.
Muchos genios se reían cuando dije en el artículo: En defensa de Occidente. Nosotros los decadentes, revistaeutaxia.com, junio de 2022, que Ortega y Gasset había acertado al decir que, en definitiva, la verdadera lucha iba a ser entre Oriente y Occidente. Ya no se trata de concepciones económicas, sino de visiones del mundo basado en valores muy distintos. Existe un bloque encabezado por China y Rusia en papel de segundón, y con aliados como Irán, Corea del Norte, Palestina, Turquía jugando a dos puntas y todos los países que desde una tercera o cuarta base como Brasil, Cuba, Venezuela, Nicaragua, México, Bolivia, la Colombia del guerrillero Petro y otros países que siguen ideologizados con la izquierda pasada. Eso es lo cómico, en la actualidad ni China ni Rusia son marxistas, pero ellos siguen enamorados del autoritarismo político. La otra parte está abanderada por Estados Unidos, Gran Bretaña, la OTAN, Israel, Australia, Japón, Corea del Sur, Filipinas, Canadá y ahora con mucha fuerza Argentina. No son zonas ni bloques geográficos, ni económicos, están asentados sobre valores propios de la cultura occidental. El incidente de la supuesta base satelital que los nefastos Kirchner le dieron a China a 50 años, es muestra de esa lucha o Guerra Fría que ya empezó hace rato.
A.S. —¿Está pronto a emprender un largo viaje?
R.V. —Así es, en realidad ya estoy un poco retrasado, pero por suerte ya estamos finiquitando algunos contratiempos por unos papeles importantes.
A.S. —De cualquier manera, estaremos comunicados y a lo mejor, el próximo encuentro lo tengamos en la vieja Europa, yo también estaré viajando próximamente por unos meses a la casa familiar. Esta entrevista se lo daremos pronto a conocer a los amigos lectores, gracias por esta larga charla entre amigos.
Alejandro Soler. Birmingham, Alabama.
18 de marzo de 2024.
—«CARLOS SEMPRÚN MAURA 1926-2009. LA BARRICADA DE ENFRENTE», revistaeutaxia.com, 2014.
—«De la hispanoesfera a la izquierdaesfera. Los idiotas útiles del izquierdismo», revistaeutaxia.com, marzo de 2023.
—«La izquierda y la derecha peronista. La serpiente de dos cabezas», revsitaeutaxia.com, febrero de 2024.
—«Los idiotas o tontos útiles. Los amigos de Putin», revistaeutaxia.com, octubre de 2023.