SUECIA EN LA OTAN
SE AMPLÍA EL ANILLO EN TORNO A RUSIA
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson
El día 11 de marzo de 2024 será recordado por muchas personas que tienen interés por la política internacional, como el día en que la bandera de Suecia fue izada en la sede del Cuartel General de la OTAN en Bélgica, culminando de esta forma el largo proceso de adhesión del país escandinavo, que se convierte en el trigésimo segundo miembro de la Alianza Atlántica.
En mayo de 2022, cuando Suecia, junto con Finlandia, solicitó el ingreso a la alianza, los responsables de la OTAN le aseguraron al Gobierno de Suecia que su proceso de incorporación sería el más rápido de la historia. Pero no fue así, mientras Finlandia logró la aprobación de los miembros y lograba entrar a la OTAN en abril de 2023, Suecia tuve que permanecer a la espera sintiéndose excluida con respecto a sus vecinos nórdicos Noruega y Finlandia.
Suecia también esperaba que la adhesión fuera en conjunto con Finlandia, tal como se había efectuado la solicitud. La membresía de Suecia se retrasó debido a las objeciones de Turquía y Hungría, que son miembros de la OTAN. En ambos casos más allá de lógicas objeciones, hubo una injerencia rusa, dada la amistad que ambos mandatarios tienen con Vladimir Putin.
El hecho de haber declarado su deseo de ingresar en la OTAN, y verse bloqueado por sus posibles aliados, fue el peor escenario para que Suecia, el hecho de verse aislado, aunque fuera temporalmente. No debe escapar al análisis y se debe tener en cuenta que, Rusia invadió dos Estados que, según cálculos propios, estaban próximos a ingresar en la OTAN, me refiero a Georgia y Ucrania. Putin no invadió a ninguno de los Estados miembros de la OTAN. El ingreso de Suecia a la Alianza debería de ser recibido como un hecho notable.
La oposición de Turquía y Hungría, por la naturaleza de los protagonistas y por lo tortuoso del proceso, obligó a Suecia a aceptar ese largo retraso antes de poder ingresar debajo del paraguas de seguridad de la OTAN. La aprobación del Parlamento turco tardó unos 20 meses, y la de Hungría, unas semanas más. En ambos casos, fueron necesarios esfuerzos diplomáticos adicionales para vencer la resistencia de Turquía y Hungría.
En el caso de Hungría, que se vio afectado por las políticas de la Unión Europea (que no es la OTAN) una comunidad europea ganada por el progresismo, que intentó borrar las identidades nacionales con una inmigración distinta, cultural y religiosa agresiva. Abusivamente la Unión Europea impuso cuotas de migrantes, que, de hecho, ha logrado crear guetos culturales por toda Europa. Orban veía en Putin un líder que defendía valores que la (UE) ya no le importaba. En cambio, Turquía, mejor dicho, Erdogan es un enemigo de Europa y el enemigo dentro de la OTAN.
Suecia, junto con Finlandia -que se unió a la OTAN el año pasado- abandonaron la tradicional política de neutralidad militar que fue un sello distintivo de la política exterior de los Estados nórdicos durante la Guerra Fría, después de que Rusia invadiera Ucrania. La invasión rusa sobre Ucrania fue el hito más importante que logró acabar con dos siglos de neutralidad, siglos llenos de sombras, que Suecia ha sabido aprovechar en su ventaja.
Suecia, por su cercanía a Rusia vio con mucha preocupación la agresividad y el expansionismo de Vladimir Putin, lo que confirma la decisión que tomó en 2018 de reinstaurar el servicio militar. Los sondeos realizados entre la población sobre un ingreso a la Alianza Atlántica, tradicionalmente se mantenía en torno al 20% de aprobación, hasta que sucedió la anexión rusa de Crimea, disparándose en 2022 hasta el 64%, lo que llevó al país, finalmente, a buscar el acceso.
El día que tanto esperaba Suecia, finalmente llegó, el jueves, 7 de marzo de 2024, Suecia formalmente se convirtió en el 32º miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), luego de que Hungría levantara el último obstáculo. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, había viajado a Washington, Estados Unidos, para asistir a la ceremonia en la que se presentó oficialmente en el Departamento de Estado el «instrumento de adhesión». De esta manera, Suecia es el último Estado nórdico en ser parte de la OTAN.
El presidente de Estados Unidos, dijo en un comunicado que, cuando el presidente ruso Vladimir Putin invadió Ucrania en 2022 «pensó que podría debilitar a Europa y dividir a la OTAN. En cambio, en mayo de 2022, Suecia y Finlandia —dos de nuestros socios más cercanos, con dos ejércitos muy capaces— tomaron la decisión histórica de solicitar la membresía plena en la OTAN», y ahora ambos se han unido. «Con la incorporación de Suecia hoy», dijo Joe Biden, «la OTAN está más unida, decidida y animada que nunca: ahora cuenta con 32 naciones».
El ministro finlandés de Defensa dio la bienvenida a «nuestros hermanos y hermanas de armas» en X, antes Twitter, y dijo que «ahora estamos al inicio de una nueva era. Junto con otros aliados en la paz, en la crisis y más allá». El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, en su discurso vespertino, celebró el ingreso de Suecia a la OTAN, a la que su propio país espera unirse una vez que termine la guerra: «Hoy es importante señalar que un país más de Europa está más protegido del mal ruso».
En tanto, el presidente estadounidense Joe Biden y los líderes de la OTAN prometieron que Ucrania también se unirá en un futuro, aunque casi con certeza no mientras continúe el conflicto. «Somos humildes, pero también somos orgullosos. Sabemos que las expectativas para Suecia son altas, pero también nosotros tenemos muchas expectativas», dijo Ulf Kristersson a la prensa unos minutos antes de la ceremonia. «Compartiremos cargas, responsabilidades y riesgos de nuestros aliados».
A su vez la Alianza Atlántica (OTAN) ha celebrado este lunes pasado el ingreso de Suecia como 32º miembro de la organización militar con el izado de su bandera en los cuarteles generales de la Alianza en Bruselas, en un acto que contó con la presencia de la princesa heredera Victoria y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson. En el patio de banderas, la OTAN ha situado por primera vez la bandera sueca junto al resto de los aliados, entre la de España y Turquía, el aliado de la OTAN que más obstáculos puso al ingreso del país escandinavo.
«Es un día histórico, damos bienvenida a Suecia en la OTAN en un momento crítico para la seguridad compartida», señaló el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg durante la ceremonia. En este sentido, defendió que con la entrada de Suecia ya son 32 las naciones en la OTAN que trabajan por el «propósito común» de «proteger a 1.000 millones de ciudadanos, prevenir la guerra y preservar la paz».
En una rueda de prensa previa, Jens Stoltenberg había hecho notar que el ingreso de Suecia en el bloque militar «es buena para Suecia, buena para la estabilidad en el norte y buena para la seguridad de toda la alianza». «Suecia ha sido durante mucho tiempo un socio. Ahora es un aliado con todas las ventajas y responsabilidades que ello conlleva», señaló.
El propio jefe de la OTAN reconoció que no esperaba que durante su mandato Suecia y Finlandia ingresaran en el bloque militar, apuntado a las importantes repercusiones luego de la invasión rusa de Ucrania. El ex primer ministro noruego señaló que se produce un cambio con la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN para la región nórdica y báltica, un área que identificaban como vulnerable a la amenaza de Rusia. «Ahora la geografía de la OTAN cambia y tenemos importantes aliados en esta parte. Tenemos ejercicios y planes para proteger a Suecia y Finlandia».
Jens Stoltenberg dijo que no hay planes de expandir la presencia nuclear en la alianza y tampoco está previsto que Suecia reciban batallones de combate como los que la OTAN mantiene en todo el flanco oriental tras la anexión de Crimea en 2014 y que extendió a Rumanía, Bulgaria, Hungría y República Checa tras la invasión de Ucrania en 2022. «No hay planes para ninguna base permanente. De todos modos, es una decisión que debe tomar Suecia si es algo que se planteará en el futuro».
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, indicó que el país entra en una «nueva era» al dejar atrás 200 años de no alineamiento militar y deberá cambiar su enfoque para pasar de seguir a la OTAN a formar parte de la OTAN. «Estoy deseando abordar esta tarea». El dirigente sueco defendió los medios militares del país para contribuir a la defensa colectiva de la OTAN, al tiempo que subrayó que está reforzando su Defensa y doblando el presupuesto militar y que desde el primer día cumplirá el compromiso trasatlántico de invertir el 2% del PIB en Defensa.
Sobre la amenaza que supone el Estado ruso a la OTAN, Ulf Kristersson, no ha minimizado la situación insistiendo en que los aliados deben mantenerse «alerta» respecto a Rusia. «Debemos permanecer alerta. Estar tan alerta como estamos ahora. No debemos ser ingenuos y creo que ahora somos más conscientes que nunca de los riesgos que representa», aseguró.
Suecia había concretado múltiples acuerdos bilaterales de seguridad con países de la OTAN a lo largo de los años, pero siempre basándose en su intención de permanecer fuera de una alianza militar, y ninguno de ellos tenía la naturaleza vinculante de la garantía del Artículo 5 de la OTAN de «todos para uno y uno para todos». El ministro sueco de Defensa, Pal Jonson, que había sido el jefe del comité de defensa del Parlamento sueco, abogó durante décadas por la adhesión de su país a la Alianza, y decía:
«Podemos esperar, podemos suponer, podemos desear que obtengamos el apoyo de la OTAN [en caso de ataque], pero no podemos saberlo hasta que nos unamos a la alianza».
Para la mayoría de la población sueca no resultaba interesante el hecho de que el país escandinavo integrase la OTAN. Eso cambió cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, inició la guerra de agresión contra Ucrania. A ese suceso vino a sumarse la decisión de su vecina Finlandia que dejó en claro que no perdería tiempo en buscar la adhesión a la alianza. El «estatus especial» que tenía Suecia, en realidad, hacía tiempo que había desaparecido.
La imagen percibida dentro y fuera del país, de una Suecia que abandonaba su posición como nación «neutral» y militarmente no alineada, en realidad, eso no era así. Unirse a la Unión Europea en 1995 supuso un cambio mayor, ya que la Unión Europea (EU) tiene autoridad supranacional y puede crear sus propias leyes, lo que afectaba el modo de vida sueco de una manera mucho más concreta. En cambio, la OTAN no tiene autoridad para afectar la legislación y hace todo por consenso, lo que significa que Suecia tiene que estar de acuerdo. No se puede alterar completamente a Suecia sin el consentimiento sueco.
La membresía sueca completa un anillo estratégico en torno al mar Báltico frente a la amenaza de Vladimir Putin, la incorporación sueca refuerza la presencia de la OTAN en el Ártico, donde Rusia tiene su establecimiento militar más sensible, sus misiles balísticos lanzados desde submarinos, sus bombarderos estratégicos, y ahí es donde hacen gran parte de sus experimentos. A las magníficas condiciones geoestratégicas de Suecia se suma que la nación nórdica aporta importantes activos militares al arsenal potencial de la OTAN.
La Alianza va a obtener grandes ventajas, como la industria de defensa sueca, una de las mayores de Europa, que produce algunos de los equipos más sofisticados del mercado, el alto nivel de competencia tecnológica del sector privado sueco, y por, sobre todo, que la Fuerza Aérea sueca es la mayor de los países nórdicos y una de las más potentes de Europa.
Suecia por su posición geográfica, su ingreso refuerza la protección del flanco norte aliado contra cualquier penetración rusa que trate de alcanzar el océano Atlántico desde Noruega eludiendo los estrechos de Skagerrak y Kattegat y podría atrapar a la flota rusa del Báltico en lo que, de facto, se convierte en un lago interior de la OTAN, si se exceptúan Kaliningrado y la salida rusa al mar por San Petersburgo.
Económicamente, Suecia está situado entre los países más ricos y desarrollados de Europa y por ello cabe esperar una importante contribución al presupuesto de la OTAN. Además, Suecia aportará a los estados mayores de la OTAN oficiales con una elevada cualificación profesional, unidades muy bien organizadas y equipadas con tecnología moderna, adiestradas de acuerdo con elevados estándares, y con el refuerzo de la Guardia Nacional (Hemvärnet), base para la defensa del país.
Suecia tiene una sofisticada industria de defensa capaz de producir y exportar aviones de combate como el Saab 39 Gripen, submarinos de las clases Gotland o Blekinge (esta última en desarrollo) o vehículos de combate Hägglunds BAE CV 90. Se espera que la integración efectiva de Suecia en la estructura militar de la OTAN sea rápida y sencilla. Esto debido a que el país participa activamente desde 1994 en el «programa Partnership for Peace», y su interacción con otras fuerzas es muy alta.
Las Fuerzas Armadas suecas no solamente han participado en numerosos ejercicios aliados, sino que las fuerzas suecas aportaron su esfuerzo en operaciones de la OTAN en Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Libia, e Irak. En cuanto a los ciudadanos suecos, empezaran a notar algunos cambios, por ejemplo, la presencia de más unidades extranjeras entrenando en Suecia, más barcos y aviones en su territorio.
Lo mismo con más presencias de soldados y marines estadounidenses en las 17 bases en virtud a un acuerdo de defensa ampliado, y firmado entre los dos países a finales del año pasado, hay que decir que esto sólo está indirectamente relacionado con la actual membresía de Suecia en la Alianza Atlántica. Es posible que se enarbolen banderas de la OTAN en emplazamientos de las Fuerzas Armadas.
Las fuerzas políticas liberales han pedido que se ice una bandera de la OTAN en el Parlamento «Riksdag». Es posible que eso también suceda con el himno de la OTAN en Suecia. Pero estas son cuestiones que se irán incorporando a la costumbre de las personas. Pero esto no se debería tomar como algo extraño, ya que de ahora en más, Suecia es parte de la OTAN y la OTAN es también Suecia.
Es de esperar que se hagan más inversiones en infraestructuras suecas. El artículo 3 del Tratado del Atlántico Norte compromete a los países a «fortalecer la resiliencia de la sociedad», incluidas medidas como asegurar el suministro de energía, mejorar carreteras y ferrocarriles y garantizar que existan camas de emergencia disponibles en los hospitales. El primer ministro Kristersson no descarta que sean necesarias grandes inversiones, lo que significa que a medida que se lleven a cabo estas mejoras puedan surgir nuevos empleos y nuevas obras de construcción en todo el país.
Es prematuro hablar de los conscriptos, pero es probable que los soldados suecos participen en ejercicios de la OTAN en Suecia, aunque aún no se ha decidido si los reclutas completamente entrenados serán elegibles para el servicio activo en el extranjero. Unirse a la OTAN significa el fin formal de siglos de no alineación militar, a pesar de que el país ya había comenzado a integrar su política de defensa con la OTAN antes de unirse formalmente.
Con el ingreso de Suecia, el centro de gravedad de la OTAN se desplaza un poco más hacia el Este, alejándose del flanco sur aliado. Pero eso no significa que el concepto de defensa en 360 grados consagrado en el Concepto Estratégico de 2022, se deje de lado.
El presidente ruso Vladimir Putin, dijo varias veces, que inició la guerra, al menos en parte, por la expansión oriental de la OTAN hacia Rusia, pero lo único que ha logrado con su invasión fue incrementar el número de miembros de la OTAN. Eso es uno de los tantos errores político-militares que ha cometido Putin. «Cuando el presidente Putin inició su invasión de plena escala hace dos años, quería menos OTAN y más control sobre sus vecinos. Quería destruir Ucrania como estado soberano, pero fracasó», dijo Stoltenberg.
«La OTAN es ahora más grande y más fuerte. Ucrania está más cerca de la OTAN que nunca y mientras los valientes ucranianos siguen luchando por su libertad, nos mantenemos a su lado», afirmó. Como dijimos antes, el ingreso de Suecia a la OTAN completa un anillo estratégico en torno al mar Báltico. La ceremonia de izado de bandera se celebraba mientras que 20.000 tropas de 13 países iniciaban los simulacros de la OTAN, en el remoto norte de su nuevo miembro, Suecia, así como en la proximidad en las vecinas Finlandia y Noruega.
Las maniobras en tierras nórdicas forman parte de una serie de ejercicios llamada «Defensor Firme 24», la más grande realizada por la OTAN en décadas, y en la que toman parte unos 90.000 militares y durará varios meses y será una clara señal de que la Alianza pude defender su extenso territorio, desde el norte de África y extendiéndose a sus fronteras con Rusia.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, escribió en las redes sociales «somos un país más seguro». En tanto que Blinken sostuvo: «Este es un momento histórico para Suecia. Es histórico para la alianza. Es historia para la relación transatlántica», y agregó, «Nuestra alianza de la OTAN es ahora más fuerte y más grande que nunca». En tanto en un comunicado la OTAN afirmó:
«La OTAN es la alianza defensiva más poderosa en la historia del mundo, y hoy es tan crítica para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos como lo fue hace 75 años, cuando nuestra alianza se fundó a partir de los restos de la Segunda Guerra Mundial», este enunciado es lo que vengo sosteniendo hace mucho tiempo, y me alegra que así lo entiendan, nunca en la historia político-militar se puso en marcha y aun continúa vigente, el más grande y más exitoso instrumento o programa en la vida de la política internacional. Y sigo manteniendo mi desafío a los que así no lo crean, que prueben lo contrario.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sostuvo que «Suecia ahora ocupará el lugar que le corresponde en la mesa de la OTAN, con igual voz en la configuración de las políticas y decisiones de la OTAN», y, por tanto, del artículo 5 del tratado de la OTAN que obliga a todos los miembros a acudir en ayuda de un aliado cuyo territorio o seguridad esté amenazado. Sólo ha sido activado una vez (por Estados Unidos después de los ataques del 11 de septiembre de 2001) y es la garantía de seguridad colectiva que Suecia ha buscado desde que Rusia invadió Ucrania.
11 de marzo de 2024.