UN AÑO DE GOBIERNO DE JAVIER MILEI
Hace más de un año que Javier Milei ganaba las elecciones presidenciales en Argentina y hace pocas semanas que se cumplió un año de su gobierno. «Hoy, con orgullo y esperanza, puedo decirles que hemos superado la prueba de fuego», dijo Milei a los argentinos hace unas semanas. «Estamos saliendo del desierto, la recesión ha terminado y el país por fin ha comenzado a crecer». Javier Milei asumió el cargo en noviembre de 2023.
Argentina, que en 1895 y 1896 fue el país económicamente más rico del mundo, superando a países como Estados Unidos, Francia, Suiza, Japón, Australia, Canadá, etc., se encontraba a punto de incumplir con el pago de su deuda soberana, algo que incumplió en tres ocasiones desde el 2001, iba nuevamente encaminado a volver a hacerlo. Su tasa de inflación anual se acercaba al 200%, su índice de pobreza superaba el 50%, su tasa de crecimiento era negativa (1.6%), su déficit fiscal era del 15% del PIB y su déficit comercial crónico.
Los argentinos estaban hartos de socialismo por varias décadas y de populismo izquierdista por más de un siglo. La gente quería un cambio y votaron a un candidato autoproclamado libertario, con la mejor mayoría obtenida por un candidato a presidente desde 1983, año en que se reinstauraron las elecciones libres, obteniendo el 55.7% de los votos, frente al 44.3% de su oponente, el entonces ministro de Economía, el peronista Sergio Massa.
Javier Milei, dos años antes de ser presidente, solía participar como panelista en la televisión, en uno de esos tantos programas, un peronista izquierdista (cuyo nombre no recuerdo) dirigiéndose a Javier Milei le gritó: «Lo tuyo es venir acá a decir cosas y nada más. Lo que tiene que hacer si critica algo, que se involucre». El conductor del programa televisivo, Santiago del Moro, agregó, en complicidad con el peronista: «Que forme un partido y que gane las elecciones». «Y si no quiere hacer un partido, y… que se meta en un partido». Te digo: «sí querés ganar hacé un partido». En otro programa televisivo con el pelado Esteban Trebucq, éste le recordó aquella frase: «y si no te gusta ármate un partido y ganá las elecciones», Milei respondió a Trebucq: «Así que nada, armamos un partido y ganamos las elecciones».
Armó un partido (se prestó el partido) y fue electo diputado nacional junto a la actual vicepresidente Victoria Villarruel, dos años después ganó las elecciones como candidato a presidente, sin tener un senador, un gobernador, ni un intendente y tampoco un partido político. Pero antes de ganar las elecciones tuvo que presentar la batalla cultural, ya que la izquierda luego de ser expulsada de la historia, ante su fracaso político se dedicaron al espacio cultural. Es cierto, que no solo Javier Milei dio la batalla cultural, hubo muchos otros francotiradores que se dedicaron a disparar debajo de la línea de flotación del zurdaje.
A la Argentina le hacía falta no solo una catarsis sino una verdadera metanoia, un cambio de mente, también la composición socio-cultural de Argentina ayudó mucho, los jóvenes que por su edad suelen hacerse izquierdistas o alejarse de la política, esta vez salieron a votar por Javier Milei, las redes sociales eligieron un presidente, es decir, la verdad dejó de pertenecer a los medios tradicionales hegemónicos. En este sentido, Javier Milei fue un verdadero héroe, luego quizás, podría criticar algunas pequeñas cosas, de orden nematológico, pero no tecnológicas, pero que llegado el caso poco importan.
Como el mismo Milei lo dijo muchas veces, lo que importa es el enemigo, de un lado estamos nosotros y del otro, los izquierdistas, la derecha política del siglo XXI se pudo unir finalmente y derrotaron a los que hundieron y desgraciaron el país. Como toda persona inteligente odiaba discutir con socialistas subdesarrollados, así sucedió en programa televisivo: «Te enojás de verdad o es un…», le preguntó el conductor. Milei respondió: «Sabés lo que pasa, a mí me gusta la discusión de alto nivel y estoy discutiendo economía precámbrica, tengo que ir a explicar que la inflación no es multicausal. ¿Como querés que me ponga?».
Luego de la toma de mando, la administración de Milei funcionó como en una carrera a contrarreloj, durante su primer mes en el cargo, Milei promulgó un «megadecreto» que incluía 366 reformas normativas, pero la oposición que veía peligrar sus negocios de siempre, se encargaba de vetarlos. Al final de su primer año, la cifra se había elevado a 672 reformas normativas promulgadas, junto con la eliminación de 331 reglamentos y la modificación de otros 341.
Como, por ejemplo, la eliminación de las licencias de importación y la supresión de los controles de alquiler. Estas medidas llevaron finalmente a una reducción del 35% en el precio de los electrodomésticos y del 20% en el costo de la ropa, así como a un fuerte aumento de la oferta de departamentos en alquiler en Buenos Aires, que significó una importante caída de los precios de los alquileres.
Desde el 2001 cuando empezaron los gobiernos peronistas en este siglo hasta la actualidad, durante los distintos gobiernos peronistas tanto de Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, es decir, los últimos 20 años de los 24 de este siglo. Durante estos gobiernos, la deuda pública en dólares se incrementó en 303 mil millones. Durante el gobierno de «Juntos por el Cambio», del presidente Macri, el incremento de la deuda con el FMI, en esos cuatro años se incrementó en 61 mil millones de dólares.
Durante el primer año de gobierno del presidente Javier Milei, se redujo la deuda hasta noviembre de 2023 en 29 mil millones de dólares. Es decir, que en épocas de bonanza internacional durante los gobiernos peronistas aumentaron en 303 mil millones, en épocas de Mauricio Macri, en gran parte, para poder cumplir con los vencimientos de la deuda se incrementó en 61 mil millones. Javier Milei que encontró un país despedazado, saqueado, redujo la deuda en 29 mil millones de dólares. Estos números son una muestra innegable de la diferencia del gobierno de Javier Milei con los anteriores.
Los resultados fiscales, todos fueron negativos hasta que llegó Milei, el acumulado de «Juntos por el Cambio» el resultado fiscal negativo fueron 139 mil millones, el acumulado negativo del peronista Alberto Fernández fue similar, 134 y con Milei fue 4,3 resultado positivo. La confianza hacia los Bancos en Argentina, tradicionalmente ha sido y aun es negativa, dado lo sucedido de manera permanente, en especial con el famoso corralito, es decir, poner los dólares en el Banco siempre fue un riesgo.
Pero de acuerdo a los números del blanqueo en el gobierno de Milei, se nota como la gente a confiado en este gobierno y a puesto de nuevo el dinero en el Banco, ha blanqueado sus dólares, lo importante fue la confianza puesta en un gobierno más allá de los números, 30 mil millones, que no es poco. Confianza en un presidente que llegó al poder sin estructura política propia, solo diciendo la verdad y en su ejercicio haciendo lo que él dijo que iba a hacer. Estamos ante una situación anómala política sin precedentes en la historia del país.
La oposición socialista, apelando al miedo y a la mentira, decía que Javier Milei nos llevaría al desastre, que no tendríamos electricidad ni gas para pasar el invierno. Pero si uno se detiene a mirar la balanza comercial energética, en el año 2022 (gobiernos peronistas), por ejemplo, las importaciones de energía fueron de 12.900 millones de dólares y las exportaciones de 8.500, eso quiere decir que hubo un saldo negativo de 4.400, es decir, que tuvimos que comprar energía, y lo peor en un país que tiene una de las mayores reservas energéticas del mundo.
Este año 2024, Argentina exportó 9.600 millones de dólares e importamos 4.100, quedando un saldo positivo de 5.600 millones de dólares. En el próximo año 2025, de acuerdo a estimaciones, se exportará por 12.500 millones de dólares e importaran por 2.300, lo que significa que la balanza comercial positiva será de 10.300 millones. En los próximos cuatro o cinco años se exportará gas licuado por unos 40 mil millones de dólares. Mientras tanto la oposición izquierdista, sigue repitiendo que el éxito frente a la inflación, es a cambio de tener un país de pobres.
Se olvidan estos energúmenos que los números del primer trimestre de Javier Milei fue la sumatoria de las acciones de los gobiernos anteriores, la pobreza que ellos se encargaron de generar, que los pobres e indigentes que crearon fue muy útil para usarlos políticamente. El salario de los jubilados, medidos en dólares, alcanzaron un incremento muy fuerte. El presidente Milei cuando acabó con la «obra pública», esa estafa monumental, otro de los robos de la casta política en connivencia con empresarios, llamados por Milei como «empresaurios», dijo que ese dinero que se robaban los políticos iba a parar a los sectores más vulnerables del país.
Y, además, acabando con los intermediarios, con los gerentes de la pobreza, con los piqueteros, con los Grabois y los Belliboni de la vida. Unos siniestros personajes que manejaban el dinero y los planes sociales del gobierno destinados a los pobres, como Grabois, el hijo dilecto del papa Francisco, algo lógico en su opción preferencial por los delincuentes. Estos los usaban para chantajear con fines políticos a los más desfavorecido, hoy ya no pueden hacer una marcha, porque estos malparidos ya no tienen el dinero ni los alimentos, y no pueden usar el hambre de la gente, y ya no pueden hacer chantaje con las necesidades de la gente más desafortunada.
Cuando Javier Milei se instaló en la Casa Rosada, se enfrentó a la enorme tarea de desmantelar el sistema económico antiliberal, corporativista y fascista de Argentina, un sistema construido desde la década de 1930 y en el que la actividad de los ciudadanos argentinos individualmente estaba sometida a los dictados omnipotentes del Gobierno. Los discursos, y los debates en los lugares públicos del presidente Milei, puso la idea del libre mercado en boca de todas las clases sociales.
Javier Milei, quien hizo su campaña electoral con una motosierra en la mano, y prometía que recortaría de manera drástica la burocracia gubernamental en un país que, según Milei, «ha abrazado ideas socialistas durante los últimos 100 años». El enorme sistema de control montado por los distintos gobiernos argentinos, lo había ubicado en el puesto 159 de 165 países en el Índice de Libertad Económica 2022 del Instituto Fraser, situándose entre Irán y Birmania o Myanmar. Pero la campaña de Milei contra el socialismo va más allá de la libertad económica.
Fue una batalla cultural que se enfrenta a los ideales socialistas y defiende a la sociedad con los principios de libertad y responsabilidad personal. No es posible hacer reformas como se hicieron en muchos países de Europa, de la ex Unión Soviética, que quisieron implantar estructuras democráticas basadas en el mercado mientras trataban de desarmar sistemas controlados centralmente. En Chile y Uruguay, países con gobiernos de derecha, que fueron exitosos en lo económico, cayeron porque no hubo una batalla cultural. En algunos videos existentes, se puede ver a Milei tratando de educar a un grupo de políticos, sindicalistas (sindigarcas), es decir, a socialistas ignorantes como si fueran niños:
«Yo te hago una pregunta. Si vos tenés una empresa que va a hacer pozos, si vos tenés una retroexcavadora, vas a poder hacer muchos pozos, vas a poder ganar mucha plata. Si vos tenés una palita de esas que usás en la playa ¿Cuántos pozos podés hacer? Muy poquito, no podés hacer nada. Obviamente el que tiene la retroexcavadora va a ganar mucha plata y el que lo hace con la palita, hace muy poco. ¿Quién le pone la retroexcavadora que vale entre medio millón y cinco millones de dólares, quien la pone? Un capitalista. Entonces cuando vos fomentás la inversión, compras la retroexcavadora. Le ponés una retroexcavadora al empleado y puede ganar un montón ¡eh! Es decir, el empresario es socio del trabajador, y acá con esa idea de «combatiendo el capital» (letra de la marcha peronista) y de fomentar el consumo castigando el ahorro, castigás a la inversión, ¿y sabes a quien terminás cagándole la vida? ¡Al laburante!, porque el dueño del capital ¿sabés que hace? ¡Se va o no invierte! Entonces todas esas estupideces, la justicia social, todas esas cosas… lo único que hace es multiplicar los pobres».
Las reformas radicales de Milei, nada de gradualismo, dieron un vuelco a la economía argentina. Recortó 10 agencias gubernamentales de los 18 ministerios del gobierno argentino, limitó los salarios de los altos funcionarios, despidió a 34.000 empleados públicos y redujo el gasto público en un 30%.
«Estamos exportando el modelo de la motosierra y de la desregulación a todo el mundo, estamos haciendo un mundo más libre». «Si pudimos lograr todo lo que logramos con tanto en contra, imagínense cuanto más podemos lograr con viento a favor, se vienen tiempos prósperos, se vienen tiempos libres, se vienen tiempos felices». Javier Gerardo Milei, dixit.
El ejemplo de Javier Gerardo Milei fue seguido de cerca por los nuevos titulares del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) Elon Musk y Vivek Ramaswamy, quienes enviaron gente a Buenos Aires, Argentina, a entrevistarse con el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger.
Así lo dijo Elon Musk y posteriormente Vivek Ramaswamy en la plataforma X: «Una fórmula razonable para arreglar el Gobierno de Estados Unidos: Recortes al estilo de Milei, con esteroides», declaró Vivek Ramaswamy, codirector del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), de próxima creación, a través de la plataforma X.
A reasonable formula to fix the U.S. government: Milei-style cuts, on steroids. @VivekGRamaswamy
La administración de Milei también devaluó el peso a la mitad para alinear su tipo de cambio oficial con los tipos de cambio del mercado, detuvo la obra pública, el robo público, los proyectos de infraestructura del gobierno y recortó los subsidios a los combustibles. Había que sincerar la economía. Tuvo que trabajar para reorientar la economía argentina, que consideraba desequilibrada, con una proporción excesiva del PIB procedente del gasto público y el consumo personal, y muy poca de la inversión privada y las exportaciones.
Está muy próximo a eliminar el cepo cambiario y permitir la libre competencia entre monedas, de modo que los argentinos podrán usar la moneda que más quieran en sus transacciones. El déficit comercial del país en un año de gobierno se ha convertido en superávit. Argentina es rica en materias primas como el litio y el cobre, esenciales para construir baterías eléctricas y líneas de transmisión para redes eléctricas, y tiene abundantes tierras fértiles para la agricultura y la ganadería.
El PBI que caía a un ritmo del 2,5 trimestral a finales del 2023, ahora avanza a un ritmo superior del 3% y todo apunta a que Argentina crecerá entre un 5 y un 10% en el 2025. Las cuentas públicas están saneadas, el Estado argentino presenta superávit por primera vez en más de un siglo, por tanto, la inflación se ha hundido del 25 al 2,4% mensual. El gobierno de Milei a eliminado 800 regulaciones a un ritmo de 2 por día, como resultado de esto Argentina ha pasado del puesto 145 del mundo al 84 en materia de libertad económica, por lo que Javier Milei quiere hacer 3.200 reformas estructurales más antes de terminar su mandato.
El presidente Milei a anunciado una rebaja del 90% en los impuestos estatales, plena autonomía fiscal y financiera a las provincias para que compitan entre sí. Eliminar todas las trabas arancelarias con los países vecinos que conforman el Mercosur, firmar un tratado de libre comercio con Estados Unidos, una forma de evitar la guerra arancelaria, también ha anunciado más mano dura contra delincuentes y criminales. La construcción de nuevas plantas de energías nucleares para producir energía barata y subirse al tren de la nueva revolución tecnológica que trae consigo la Inteligencia Artificial.
Y lo más importante, la motosierra profunda, el mayor recorte de gasto público de la historia:
«Ahora se viene la motosierra profunda, porque lo que tenemos que desandar son capas geológicas de organismos y funciones estatales injustificables, nos hemos acostumbrados a pensar como a una niñera que se tiene que hacer cargo de todo, desde darle de comer hasta entretener a cada ciudadano, pero cuando un Estado se arroga tareas que no le competen, además de destruir al sector privado, termina por incumplir sus obligaciones más básicas, como asegurar el orden público o tener una moneda estable, todo esto lo aprendimos por las malas en los últimos 20 años, lo voy a decir de frente, es siempre contraproducente que el gobierno nacional se encargue de cuestiones que, o bien pueden resolver los estados nacionales o bien lo hace mejor el sector privado a través de mecanismos de mercado, por eso nosotros vamos a hacer una auditoria inclemente para avanzar en la reducción del gasto público más profunda de la historia argentina, que nos legará un Estado más chico, más efectivo y más barato para todos los pagadores de impuestos, vamos a continuar eliminando organismos, secretarias, subsecretarias, empresas públicas y todo estamento del estado que no debería existir, cada atribución o tarea que no corresponda a la que se supone que debe hacer cada Estado nacional será eliminada, porque cuanto más chico el Estado más grande la libertad».
Lo que quiere decir Javier Milei, cuando dice Estado es Gobierno, eso se debe a su pobre filosofía política y confunde Estado con Gobierno. La eliminación de secretarias, subsecretarias, organismos, empresas públicas (un círculo cuadrado, las empresas no son públicas, del gobierno, la empresa es privada) es la única manera de frenar la corrupción, por tanto, todo intento de combatir la corrupción basado en ideas socialistas es y será un fracaso.
Veamos un Javier Milei en estado puro:
«Son una suerte de sociópatas, que quieren hacernos creer que nosotros somos inválidos mentales, inválidos en todo sentido, porque no podemos vivir si no fuera por ellos, en realidad, los que no pueden vivir sin nosotros son ellos. Si el país se separara entre los que producimos de un lado, y del otro queda la mierda de los políticos, de los sindicalistas, todo este conjunto de parásitos, se hunden, se mueren. Separemos la Argentina en Argentina del norte y Argentina del sur ¿sabés qué? Los que estamos dispuestos a laburar nos vamos a la parte más pobre del país, les dejamos Vaca Muerte (una reserva de gas y petróleo, considerada entre las cinco más importantes del mundo) aun cuando se quedaran con todo se van a hundir estas ratas porque no sirven para nada, en cambio los que laburamos y sabemos ganarnos la vida ¿sabés qué? Nos va a ir bien, nosotros somos gente de bien, gente que labura y no vivimos abogando por la envidia, el odio, el resentimiento, el robo, el trato desigual ante la ley, que es esa inmundicia de la justicia social, que es lo más injusto que existe, que implica robarle a una persona el fruto de su trabajo para dárselo a quien a mí se me da la gana ¿pero de donde salieron esta manga de sátrapas? ¿Sabes por qué? porque en todo este proceso, no solo destruyeron la economía, sino que empobrecieron a la gente, sí. Desde el año 70 el estado se triplicó, multiplicaron por seis el número de pobres ¿y sabes quienes fueron los únicos que progresaron? ¡Los políticos! Los que quieren quedarse en el país deben identificar al enemigo, los enemigos son los políticos, hay que ir contra los políticos, esos son nuestros enemigos, ellos son los que nos hunden en la pobreza, ellos son los únicos que progresaron con el verso de la justicia social y la redistribución del ingreso».
Los cambios de esta magnitud como los que se llevan a cabo en Argentina suelen ser dolorosos, ya lo había advertido Javier Milei. Según el Banco Mundial, se estima que el PIB de Argentina se ha contraído un 3.5% este año «debido al plan de estabilización que incluye el reajuste de los precios relativos y la eliminación de los desequilibrios fiscales y externos», y en parte a la grave sequía que afectó duramente a su industria agrícola. Pero también, ya hay señales que indican que vienen días mejores.
El gasto público se ha reducido casi un tercio, ya para el mes de noviembre, Argentina anunció su noveno mes consecutivo de superávit presupuestario. Con una inflación inferior al 3% mensual, el Banco Central de Argentina redujo los tipos de interés de más del 100% hace un año al 36% a finales de noviembre. En septiembre, la tasa de crecimiento salarial de Argentina, que fue del 4.7%, superó la tasa de inflación por primera vez en años, según Trading Economics. El Banco Mundial prevé que el PIB de Argentina crezca un 5% en 2025.
Una encuesta de Gallup de diciembre informa que el 41% de los argentinos dice que su economía está mejorando, frente al 25% de 2023, y el 53% de los argentinos ahora dice que su nivel de vida está mejorando, la primera vez que una mayoría respondió positivamente desde 2015. Pese a la dureza del ajuste un 43% de los argentinos expresan su confianza en su administración. Una cifra superior al 24% de su predecesor, el presidente peronista Alberto Fernández. El índice de aprobación de Javier Milei supera el 50%, muy alta para un presidente en su primer año de ejercicio.
Superávit fiscal significa, en primer lugar, que no hay necesidad de financiar el presupuesto ni de emitir deuda, con lo cual se cae la inflación, en segundo lugar, es una excelente noticia para los bonistas, ya que, si el gobierno pagaba los intereses, pagaba la deuda y en tercer lugar es una señal muy importante para la inversión. Un inversor cuando llega a un país y ve que hay superávit fiscal, lo primero que dice es que a él no le van a meter un impuesto, entonces invierte en ese país.
En Argentina nunca se vivió con un programa económico que tuviera superávit fiscal, pago de la deuda, aumento de tarifas y estabilidad en materia de precios. Para que la gente gane más dinero y haya más empleo, tiene que haber inversión, y para que haya inversión tiene que haber superávit fiscal. Cuando asume Javier Milei había 11 mil millones de dólares menos en el Banco Central, pero el pasivo estaba empachado de pesos, tenía 47 billones de pesos, y hoy demandamos 22 mil billones de pesos. Y tenemos guardado 25 mil billones de pesos, eso no se puede sacar, entonces hacía falta que la gente demandara esos pesos.
En el 2017 por 100 pesos que ganaba un asalariado formal, hoy gana 74 pesos, y el salario informal de cada 100 pesos que ganaba entonces, hoy gana 42 pesos. Por tanto, desde el gobierno para poder pagar mejor al asalariado, a los jubilados con 7,2 millones de beneficiarios, con los seis millones de jubilados, con los 3 millones que no aportaron nunca, agregados injustamente por gobiernos peronistas con fines electorales y tener votos cautivos y con el 1,2 que son jubilaciones de privilegios, para eso hay que generar inversión y generar crecimiento.
La inversión per cápita, desde el 2017, había caído un 28%. Milei tomó la economía argentina destruida, en el primer año construyó los cimientos, ya lo hizo. Superávit fiscal, superávit de balanza comercial, capitalización del Banco Central y la baja de la inflación, después, en el segundo irá a la construcción de la estructura del edificio, que va a consistir en privatizaciones, baja de impuestos y apertura al mundo, y el tercero, atacar las políticas sectoriales.
Cuando Javier Milei llegó al poder hace un año la inflación mayorista estaba en torno al 54%, y la bajaron al 2%, la inflación al consumidor estaba en torno al 25%, el último dato fue del 2,7% y esto mostraba que la inflación monetaria residual es del 0,2%, lo cual quiere decir que la inflación en Argentina está viajando a un 2,4%. Cuando Milei asumió el poder la Argentina tenía pasivos remunerados equivalentes a cuatro bases monetarias, tenía vencimientos en pesos equivalentes a 90 mil millones de dólares, con reservas internacionales negativas cercanas a 12 mil millones de dólares, deudas comerciales que hubieran implicado un paro total de la economía por el equivalente a 50 mil millones de dólares, no solo se evitó la hiperinflación sino también el default, y el quiebre comercial.
Se está mejorando el crecimiento de empleo y el salario real. Incluido el sector informal donde está creciendo a dos dígitos. En el gobierno anterior se controlaban los precios, provocaban déficit fiscal y lo financiaban simplemente con emisión monetaria y generaban inflación. Y esos controles de precios lo hacían sobre lo que estaba en el índice, lo que constituía una suerte de mentira estadística, porque se estipulaba las estadísticas en base a precios controlados.
Pero la realidad era que al ir a comprar a un supermercado se veían góndolas más vacías, y si no van quedando productos, en las supuestas estadísticas se puede tener valor de recompra y si se puede comprar el bien, pero el bien ya no está en la góndola, por tanto, si no se sinceran los precios los productos no volverán a aparecer en las góndolas. Entonces, la estadística puede estar bien, pero se va a morir de hambre. Por tanto, hay que sincerar los precios, y en ese proceso de sinceramiento es donde se produce el salto de la pobreza. Una pobreza momentánea como lo demostró Milei.
Javier Milei se fijó tres cosas fundamentales, y la primera fue que hubiera emisión monetaria cero, la actual es 0,2%, si se logra una inflación de 1,5% con lo cual la inflación monetaria sería cero, y si además, se verifica que la base monetaria que tiene el formato tradicional encaja con la base monetaria amplia, significa que desapareció el sobrante monetario, si se terminan de arreglar los problemas de stock que tiene el Banco Central, heredada del gobierno anterior, ya se puede abrir sin problemas el cepo cambiario.
Durante la campaña electoral el único que habló de cómo solucionar el problema de los pasivos remunerados fue Milei. Todas esas deudas pasaron del Banco Central al Tesoro, fue voluntario y tardó seis meses, eliminando el déficit cuasi fiscal, 10 puntos del PBI, y todo estuvo dependiente de que se recompusiera la demanda de dinero en un contexto de estabilización de la baja de la tasa de inflación y equilibrio fiscal.
La pobreza sigue disminuyendo en la Argentina. Los datos surgen de un trabajo del Ministerio de Capital Humano, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS), que en base a datos del Indec proyecta que en el tercer trimestre de 2024 la pobreza estuvo en el orden del 38,9%. Cabe recordar que el INDEC releva los datos de la pobreza dos veces por año.
De esta manera, gracias a la implementación de políticas económicas que han contribuido a reducir la inflación y estabilizar la economía, la pobreza en el año continúa descendiendo, tras haber pasado del 54,8% el primer trimestre al 51% en el segundo, y con proyección del 38,9% para el tercero. Asimismo, el CNCPS proyecta que la incidencia de la indigencia se ubicó durante este período en 8,6%, después de haber registrado 20,2% en el primer trimestre y 16% en el segundo.
Este descenso se explica por dos factores clave: las políticas económicas tomadas por el Gobierno que ayudaron a equilibrar la macroeconomía y poner un freno a la inflación, y la focalización de transferencias hacia los sectores más vulnerables, directas y transparentes. Al inicio de la gestión el 50% de los recursos destinados a las poblaciones más vulnerables se distribuía a través de intermediarios, como Unidades Ejecutoras del programa Potenciar Trabajo, comedores y cooperativas, mientras que el otro 50% se transfería directamente.
Hoy el 93,5% de los recursos alimentarios son transferencias directas a las familias que más lo necesitan. Los montos de la Prestación Alimentar llevan acumulados un 137,5% en esta gestión y se extendió la cobertura a más de 600.000 adolescentes de entre 14 y 17 años. Además, la AUH creció un 340% en 11 meses, lo que significa un crecimiento real del poder adquisitivo del 107%. En tanto el 8,5% de indigencia es inferior al 10% del tercer trimestre de 2023.
Si esos porcentajes se extienden a toda la población (47.1 millones), la pobreza abarcaría a poco más de 18 millones de personas, de los cuales 4 millones serían indigentes. En la primera mitad del año el 52,9% de pobreza equivalía a 24.900.000 pobres y el 18,1% de indigencia a 8,9 millones porque carecían de ingresos o no les alcanzan para comprar los alimentos básicos. Son casi 7 millones menos de pobres y casi 5 millones menos de indigentes.
Estas políticas impactan de manera directa sobre el riesgo país. Argentina, como otros países de la región, calcula el riesgo país comparando el tipo exigido para financiar sus bonos de deuda soberana con el precio que paga para financiarse el Tesoro de Estados Unidos, considerados de bajo riesgo. El riesgo país se mide principalmente a través del índice EMBI (Emerging Markets Bond Index) elaborado por la firma estadounidense J.P. Morgan.
Entre el indicador del riesgo país entre octubre de 2022 y octubre de 2023 se movió, en promedio, en torno a los 2.300 puntos básicos, pero en los últimos meses no ha dejado de bajar, hoy, retrocede hasta los 677 puntos básicos, el valor más bajo desde el 28 de febrero de 2019 (cuando tocó los 697 puntos básicos). Esta baja del riesgo país se da al calor de la confianza que empieza a generar el plan de acción diseñado por el gobierno de Milei.
Un conductor televisivo, un peronista izquierdista, reventó en su programa y dijo sin vergüenza alguna:
«No quiero escuchar más a nadie. ¡Basta, basta! No quiero escuchar a ningún pelotudo economista opositor, venirme a decir que la inflación es multicausal, venirme a decir que la inflación no tiene que ver con la emisión monetaria, venirme a decir que podemos hacer lo mismo que Estados Unidos o Japón. ¡Basta, basta! No quiero escuchar más a Cristina (Kirchner) hablar pelotudeces sobre temas que no sabe. ¡Basta, basta! […] basta de inventar pelotudeces, me parece que es innegable que va llegando el momento para que los opositores empiecen a criticar a Milei por otras cosas, pero no quiero escuchar a C5N un día decirme que explota todo, y al otro decirme, ¡oh, la plata dulce! Milei bajó la inflación, pero… No, basta, ¡basta! Boludos, lo que funciona, funciona y me chupa un huevo la ideología, si funciona, funciona, punto».
Claro zurdito, «si funciona, funciona», verdad de Perogrullo. Y la receta de Milei funciona, porque no es la receta socialista de siempre, ni la de los liberchantas, lo que hace que su índice de popularidad siga subiendo, sin complejos ni medias tintas. Muchos peronistas y a la izquierda en general no le queda otra que aceptar, por fin la están viendo. Pero siempre van a buscar algo porque criticar, eso está en la esencia de los peronistas, ya lo dijo el escritor Jorge Luis Borges: «Los peronistas no son buenos ni malos, son incorregibles».
Entre la fauna izquierdista hay todo tipo de especímenes, en uno de esos videos de Javier Milei cuando daba cátedra, se ve a uno de esos progres que le dijo, con una pose edulcorante, adoptando una cara de circunstancias:
«Es allí donde tengo mis diferencias cuando vos decís: «infectados de socialismo», la palabra infectados hace que alguien que tenga… Yo no soy socialista, pero no me parece mal ciertas ideas del socialismo, pero me lo estás diciendo de una manera peyorativa, la cual… vos decís, la verdad que no me da más ganas de escuchar a un tipo que es peyorativo, que no piensa como él». Javier Milei mirándolo fijamente le dice: «Me importa un carajo, porque el socialismo es una mierda. Haber… Cuando se lo aplicó de modo puro, fue un fracaso en lo económico, fue un fracaso en lo social, fue un fracaso en lo cultural y, además, se cargó con la vida de ciento cincuenta millones de seres humanos, con lo cual lo que diga un socialista, un comunista, un zurdo de mierda, me lo paso por el culo».
¡Grande Javier Milei! Gracias por intentarlo. MAGA: Make Argentina Great Again.
Enero de 2025