REUNION DE LA OTAN -2023
VILNIUS (LITUANIA)
Ricardo Veisaga
Vilna, la capital de Lituania (conocida también como Vilnius, en lituano), fue la capital del Gran Ducado de Lituania y alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVI gracias al rey Segismundo II de Polonia. Vilna se mantuvo abierta al comercio y a la cultura, acogió a polacos, judíos, ucranianos, rusos y alemanes entre otros. La ciudad creció mucho gracias a la inversión judía y polaca, convirtiéndose en la quinta ciudad polaca en importancia económica y en número de habitantes judíos.
La variedad de nacionalidades aportó una gran riqueza económica y cultural, hasta que fue conquistada por los rusos, lo que significó para la ciudad, saqueos, masacres y el éxodo de la población. Vilna regresó a Polonia y luego con la tercera partición de Polonia en el siglo XVIII, volvió a manos de Rusia. La ciudad fue invadida por Napoleón en su camino hacia Moscú. Invadida por los alemanes en la Primera Guerra Mundial, tras esta, cayó en manos de los bolcheviques.
En 1920 se proclama la independencia de Lituania, y Vilna proclama su anexión a Polonia, decisión que provocó una ruptura de relaciones entre Polonia y el resto de Lituania. La diferencia entre Vilna y el resto de Lituania era tan grande, que las protestas se extendieron por todo el país. El gobierno lituano decidió pactar con el ejército rojo, que invadió la región, obligando a Vilna a anexionarse a Lituania. El ejército rojo rompió el pacto e invadió finalmente toda Lituania.
Este 2023 es el año de Vilna. La capital de Lituania conmemora su 700 aniversario y para ello invitó a «personas de todo el mundo a visitarla». El motivo de la celebración es una carta: una proclama fechada el 25 de enero de 1323 donde consta por primera vez el nombre de la ciudad y cuyo propósito era igualmente atraer a ciudadanos extranjeros. La carta, firmada por el gran duque de Lituania Gediminas, iba dirigida a varias urbes del Sacro Imperio Romano Germánico (Lübeck, Bremen, Colonia y Magdeburgo).
El municipio existía con anterioridad, pero, 1323 ha pasado a marcar su nacimiento «oficial». El país era entonces uno de los últimos territorios paganos de Europa. El duque Gediminas es considerado el fundador de Vilna. Y aunque sin duda impulsó su crecimiento, como atestigua la carta, lo cierto es que no fue su fundador. La plaza de la catedral es el corazón del centro histórico de Vilna, uno de los mayores de Europa central y del norte (3,59 km cuadrados).
La avenida Gediminas es una de las vías más importantes de la capital, la vía tuvo varios nombres antes de adoptar el de Gediminas. Construida en 1836, inicialmente se llamó de San Jorge. Tras la anexión de Polonia, fue la avenida Mickiewicz (en honor al poeta polaco Adam Mickiewicz). Durante la ocupación nazi, pasó a ser la calle Adolf Hitler. Y bajo la ocupación soviética, se bautizó primero como Stalin y luego como Lenin.
Este año también es importante para Vilna en particular y Lituania en general, al ser la ciudad la sede de la reunión de la OTAN, por unos días los ojos de gran parte del mundo estuvieron puestos en esta ciudad. Esta Cumbre de la OTAN al igual que la anterior celebrada en Madrid se realizó con la guerra en Ucrania presente. En Vilna hubo mucho para discutir, la OTAN se enfrenta a amenazas cibernéticas, espaciales, híbridas y asimétricas, y al uso malicioso de tecnologías emergentes y disruptivas.
También hay que considerar la competición sistémica de aquellos países, como la República Popular China, que desafían nuestros intereses, seguridad y valores y buscan socavar el orden internacional basado en reglas, según la OTAN. La Alianza dio un primer paso importante en la cumbre de Madrid al reconocer en su concepto estratégico a China como un desafío para la seguridad. Mucho antes Donald Trump ya lo había advertido y enfrentó ese desafío en solitario.
Los aliados están de acuerdo en que el desafío del gigante asiático es real, pero no coinciden en cómo abordarlo, ya que muchos países europeos dependen en gran medida de la inversión y del comercio de China, es decir, que los negocios o intereses particulares son más importantes para estos países que el espíritu de cuerpo de la OTAN o de Europa. Los líderes de la Alianza advierten que lo que sucede en Europa, podría suceder en Asia en el futuro, en referencia a Taiwán. La OTAN también teme otras amenazas, como las «operaciones híbridas y cibernéticas» de China.
Las constantes provocaciones de China en el Pacifico no es desdeñado, en este sentido, en Vilna participaron los aliados del Indo-Pacífico (Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur). La relación entre China y Rusia, que ha aumentado, requiere más contactos entre Europa y el Indo-Pacífico. El día miércoles tuvo lugar una sesión dedicada a los líderes de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur y a la Unión Europea.
«El Indo-Pacífico es importante para la OTAN, dado que los acontecimientos en esa región pueden afectar directamente a la seguridad euroatlántica», declararon. Por último, advirtieron, que cualquier ataque «deliberado» contra las infraestructuras críticas de los aliados, incluidas las submarinas, recibirá «una respuesta unida y decidida».
La OTAN abordó los desafíos que plantea una China «coercitiva» para «la seguridad y los valores euro atlánticos», y alertó que Beijing utiliza su influencia económica para crear dependencias estratégicas y tratar de subvertir el orden internacional basado en normas. Dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. «China no es nuestro adversario y debemos continuar comprometiéndonos».
El noruego enfatizó que la «creciente asertividad de Beijing afecta nuestra seguridad» y desafía el orden internacional basado en reglas. En la declaración que aprobaron los mandatarios destacan que «las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de China desafían nuestros intereses, nuestra seguridad y nuestros valores».
Según la OTAN, China emplea «una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar poder», al tiempo que «mantiene la opacidad sobre su estrategia, intenciones y refuerzo militar». «Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los aliados y dañan la seguridad de la Alianza», y que además trata de controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas, materiales estratégicos y cadenas de suministro.
Acusaron a China de utilizar su «influencia económica» para «crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia» y que «se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en normas, incluso en los ámbitos espacial, cibernético y marítimo». Los 31 aliados se manifestaron «abiertos a un compromiso constructivo» con China, que incluya «transparencia recíproca» con vistas a salvaguardar los intereses de seguridad de la alianza.
También, dijeron que la profundización de la asociación estratégica entre China y Rusia y «sus intentos, que se refuerzan mutuamente, de socavar el orden internacional basado en normas», son «contrarios a nuestros valores e intereses». Instaron a Beijing a desempeñar un «papel constructivo» como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, a condenar la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania o a abstenerse de apoyar de cualquier modo el esfuerzo bélico ruso.
«Hacemos un llamamiento especial a China para que actúe con responsabilidad y se abstenga de proporcionar cualquier tipo de ayuda letal a Rusia», indicaron. También pusieron de relieve que China está «ampliando y diversificando rápidamente su arsenal nuclear», con más cabezas nucleares y un mayor número de sofisticados sistemas vectores para establecer una tríada nuclear, al tiempo que «no se compromete» con la transparencia ni el control de ese tipo de armamento.
Volodímir Zelensky, dijo que Alemania acordó proporcionar a Ucrania misiles y lanzadores adicionales para los sistemas de defensa antiaérea Patriot, tras las conversaciones mantenidas en la cumbre de Vilna con el canciller alemán, Olaf Scholz. También reclamó a la OTAN «garantías de seguridad» para su país en el camino a la incorporación a la organización.
«Tenemos en nuestra agenda tres prioridades: la primera son los paquetes de armamentos, la siguiente la invitación al ingreso, que será cuando se den las condiciones, y la tercera las garantías de seguridad en el camino a la incorporación a la OTAN», afirmó el líder ucraniano, al acceder a la sede de la cumbre.
En la declaración aprobada el martes, previa a la reunión del llamado Consejo OTAN-Ucrania ya con asistencia de Zelensky, se indica que la Alianza estará «en posición de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los aliados lo acuerden y las condiciones se cumplan». «Por lo que escuchamos y entendemos a día de hoy, recibiremos esta invitación cuando las condiciones de seguridad lo permitan», dijo Zelensky.
El secretario general, Jens Stoltenberg, explicó que las condiciones impuestas afectan a la modernización de las instituciones de defensa y seguridad, y el fortalecimiento de la gobernanza, incluida la lucha contra la corrupción. «Estas han sido cuestiones que han sido abordadas en todas las ampliaciones de la OTAN porque queremos buena gobernanza, instituciones de defensa y seguridad modernas y fuerzas armadas interoperables con la OTAN», afirmó Stoltenberg.
Stoltenberg dijo creer que todos los países de la OTAN están de acuerdo en que, mientras siga la guerra, «no es el momento para convertir a Ucrania en miembro pleno de la Alianza». Destacó, que por primera vez en un comunicado de una cumbre de la OTAN se incluye el término «invitación» como «parte del lenguaje» para hablar de Ucrania y se retira la exigencia del «plan de acción para la adhesión» (MAP, en inglés) para la futura entrada ucraniana.
Ese paso supone que la adhesión de Ucrania a la OTAN pase de ser un proceso «de dos pasos» a un procedimiento «de uno». Stoltenberg, le dijo a Zelensky, en una rueda de prensa previa al Consejo OTAN-Ucrania, un nuevo foro que se celebra por primera vez en el contexto de la cumbre aliada de Vilna, «Hoy nos encontramos como iguales. Espero con ansia el día en que nos encontremos como aliados».
Stoltenberg destacó que la OTAN seguirá apoyando a Ucrania el tiempo que sea necesario y aseguró que ahora está «más cerca de la OTAN que nunca», después de que los líderes de la Alianza acordaran ayer una serie de medidas para aproximar al país a la organización. «Este es un fuerte mensaje unido de los aliados en su camino hacia la membresía en la OTAN», afirmó Stoltenberg.
También afirmó que Rusia se ha opuesto «a todas las ampliaciones de la OTAN», pero recalcó que la decisión sobre la entrada de Ucrania en la Alianza le corresponde a sus miembros y a Kiev, mientras que Moscú no tiene «derecho de veto» al respecto. «Las decisiones tomadas aquí en Vilna han marcado el comienzo de un nuevo capítulo en la relación entre la OTAN y Ucrania», concluyó Stoltenberg.
La cumbre de la OTAN de Lituania, una cita en un país fronterizo con Rusia y Bielorrusia, se cerró con calificativos de éxito entre los aliados y también del presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, pese a que no logró un calendario para el ingreso en la Alianza.
Al cierre de la cumbre, el presidente ucraniano calificó de éxito lo conseguido en sucesivos encuentros bilaterales con líderes de la alianza, con el conjunto de la OTAN y también del G7. «Es un éxito que Ucrania necesitaba y que tiene un gran significado», manifestó Zelensky, subido a un escenario junto a los líderes del Grupo de los Siete: Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Alemania.
Si analizamos a escala de la OTAN, Ucrania consiguió que se dé luz verde a varias medidas para acercar a Ucrania a la Alianza, como la creación formal del Consejo OTAN-Ucrania, el nuevo foro que eleva las relaciones políticas entre las dos partes.
El presidente, Joe Biden, dijo que los miembros del G7 emitieron una declaración conjunta «para dejar claro que nuestro apoyo durará mucho tiempo en el futuro». En una declaración junto al presidente, Zelensky, y al mandatario japonés, Fumio Kishida, tras la reunión del Consejo Ucrania- OTAN, Biden afirmó que «no vamos a esperar» a que se desarrolle el proceso de adhesión a la alianza para garantizar compromisos de seguridad a largo plazo con Ucrania.
«Esto inicia un proceso por el cual cada una de nuestras naciones y cualquier otra que desee participar negociará compromisos bilaterales de seguridad a largo plazo con y para Ucrania. Vamos a ayudar a Ucrania a construir una defensa fuerte y capaz por tierra, mar y aire. Será una fuerza de estabilidad en la región y disuasoria frente a todas y cada una de las amenazas», afirmó Joe Biden, prometiendo ayudar a Ucrania «todo el tiempo que haga falta».
El presidente, Joe Biden, afirmó este miércoles que evalúa autorizar el envío a Ucrania de misiles de mayor alcance Atacms, que Ucrania solicita para reforzar su contraofensiva contra Rusia. «Pero ellos ya tienen ahora el equivalente de los (misiles tácticos) Atacms. Lo que más necesitamos son proyectiles de artillería, y escasean. Estamos trabajando en eso», añadió antes de embarcar en el avión presidencial Air Force One camino de Finlandia desde Lituania.
Los Atacms tienen un alcance de unos 300 kilómetros, más que los misiles franceses y los Storm Shadow ingleses, que también son de largo alcance y el Reino Unido autorizó en mayo. Estados Unidos ya había enviado a Ucrania cohetes Himars, pero el alcance de este cohete ronda los 80 kilómetros. La semana pasada, Estados Unidos confirmó que enviará bombas de racimo a Ucrania pese a las críticas de Alemania y de organizaciones como Human Rights Watch (HWR), a quienes preocupa el impacto de ese armamento sobre la población civil.
Las bombas de racimo consisten en un contenedor que se abre en el aire y dispersa una gran cantidad de submuniciones explosivas o bombetas sobre un área amplia, que puede llegar a ser de un radio de entre 200 y 400 metros. Algunas de esas bombetas no llegan a explotar al hacer contacto con el suelo y quedan enterradas, de manera que pueden detonar pasados los años cuando una persona las pise.
Preguntado sobre esas preocupaciones, Sullivan dijo que las bombas que Estados Unidos entregará a Ucrania tienen una tasa de no explosión -las que fallan y quedan enterradas- inferior al 2,5%. Rusia las está usando y la tasa de no explosión es de entre 30 y 40%.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, celebró reuniones bilaterales en el marco de la cumbre de la OTAN de Vilna, Lituania, con el primer ministro de Canada, Justin Trudeau, con el canciller alemán, Olaf Scholz, y con el primer ministro británico, Rishi Sunak, con los que abordó el envío de más armas a Ucrania por parte de sus Gobiernos. Zelensky explicó tras su reunión con Scholz que ambos mandatarios llegaron a «un acuerdo» por el que Alemania se compromete a enviar más sistemas antiaéreos Patriot y más misiles a Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció en el marco de la cumbre que su país enviara a Ucrania misiles SCALP de largo alcance. Por su parte, Noruega, que también había anunciado un aumento de su ayuda militar, detalló este miércoles que suministrará a Ucrania aviones no tripulados ultraligeros y componentes para sistemas de misiles de defensa antiaérea, un aumento del monto de asistencia de 240 millones de dólares.
Zelensky logró además de sus encuentros bilaterales más ayuda militar: el Reino Unido y Australia se comprometieron hoy a enviar más carros de combate, mientras que Alemania prometió 770 millones de euros en ayuda militar. El presidente polaco, Andrzej Duda, cuyo país defendió posiciones cercanas a Ucrania en cuanto a marcar un calendario para el ingreso, dijo: Vilna «ha acercado poderosamente a Ucrania hacia la OTAN».
El alemán Olaf Scholz, que descartaba una hoja de ruta para el ingreso por estar el país en guerra, calificó asimismo de éxito el resultado de la cumbre: «Son tiempos de grandes desafíos y Europa está bajo fuertes presiones». Para el presidente francés, Emmanuel Macron, en Vilna se ha demostrado que «la aspiración de Ucrania a unirse a la Alianza será respetada» y que se ha abierto la vía más directa para su adhesión.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró ante la prensa a su llegada a la segunda jornada de la OTAN «Tenemos una importante contribución que hacer al deseo de Ucrania no solo de ser miembro de la Unión Europea, sino también de unirse a la OTAN. Indispensable para ello: reformas, fortalecimiento de las instituciones y la lucha, por ejemplo, contra la corrupción».
«Es asombroso ver la velocidad a la que Ucrania se está reformando a pesar de esta guerra», comentó. Para Von der Leyen es impresionante el avance de Ucrania en su camino hacia la Unión Europea, y destacó el entusiasmo y la intensidad con que se está reformando. En opinión de Von der Leyen, está claro que la guerra de agresión rusa contra Ucrania «cambia el rostro de Europa para siempre», con la adhesión de Finlandia y próximamente de Suecia a la Alianza.
La Unión Europea ha movilizado 70.000 millones de euros para Ucrania, ha dado refugio a 4 millones de ucranianos y «ha entregado equipo militar de una manera sin precedentes en una zona de guerra activa», comentó Von der Leyen, que, junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, asisten a la cumbre de la OTAN para participar en una sesión con los líderes aliados y los de Japón, Australia, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
Si bien es cierto que el tema principal de la cumbre de la OTAN en Lituania fue Ucrania, también fue motivo de atención el asunto del ingreso de Suecia a la OTAN que es necesario para la protección del flanco este de la OTAN. Stoltenberg, anunció oficialmente que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, levantó por fin su bloqueo a la adhesión de Suecia a la Alianza.
Un día antes del encuentro, el presidente turco, había llamado la atención con su anuncio sobre el ingreso de Suecia en la OTAN. Erdogan se había quejado repetidas veces de que Suecia no extradita a presuntos terroristas kurdos, y que permite manifestaciones antiislámicas. Suecia aún no ha cumplido con las condiciones para un ingreso a la OTAN, según señalaba Erdogan. Pero tanto el premier sueco como Stoltenberg rechazaron esas recriminaciones.
Suecia tuvo que cambiar sus leyes, levantó un embargo de armamento contra Turquía, expulsó a los primeros activistas del PKK, y cumplió con todas las condiciones que fueron acordadas hace un año en la cumbre de la OTAN en Madrid, donde Finlandia y Suecia fueron invitadas por unanimidad a formar parte de la Alianza. Finlandia ya es miembro de pleno derecho de la OTAN.
El ingreso de Suecia estaba siendo frenada por el presidente turco, así como por el premier húngaro, Viktor Orbán, desde hace meses. A diferencia de otros 29 países de la OTAN, el Parlamento turco y el húngaro aún no han ratificado la adhesión de Suecia. Antes de llegar a Vilna, el presidente turco dijo que sería persuadido solo si Suecia aceptaba sus demandas.
Erdogan tenía una nueva exigencia, dijo que Suecia, miembro de la Unión Europea (UE), solo podría ingresar a la OTAN si Turquía, como contrapartida, era admitido en la Unión Europea. Hay que recordar que las negociaciones del ingreso de Turquía a la Unión Europea, emprendidas en 2005, fueron congeladas de facto porque Turquía no cumplía con los requisitos mínimos del Estado de derecho.
Quienes siguen el periplo turco, saben que Turquía, luego del rechazo había mostrado poco interés en la membresía de su país en la Unión Europea. Antes de su viaje de Berlín a Vilna, el canciller alemán, Olaf Scholz, rechazó el vínculo entre la adhesión de Turquía a la UE y la adhesión de Suecia a la OTAN. Lo uno no tiene nada que ver con lo otro, dijo. Según Scholz, Suecia ha cumplido con todos los requisitos.
Aun no se sabe qué condiciones pondrá el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, para su conformidad. Viktor Orban a quien he elogiado en varias ocasiones, es amigo personal de Putin y se muestra muy amigable con Rusia, se especula que Orbán quiere que la Unión Europea conceda ayudas financieras a Hungría. También se especula que Viktor Orbán accederá a dar su visto bueno, tan pronto como Turquía haya aprobado finalmente el ingreso de Suecia.
Luego de Suecia le llegaría el turno a Ucrania, pero la Alianza, prudentemente no lo concederá hasta que haya llegado la guerra a su fin. Hay rumores que se han oído en la Cumbre, en Lituania dicen que Vladimir Putin, es un cobarde. Que le teme a la OTAN. Tan pronto como Ucrania ingrese a la OTAN, la guerra podría terminar, porque Putin simplemente tiene demasiado miedo y no estaría en condiciones de enfrentarse a toda la Alianza.
Ingenuamente creen que, si el proceso de admisión se alargara, Vladimir Putin podría interpretar eso como una invitación a prolongar la guerra. Biden ya había dicho antes de la cumbre que Ucrania podría ingresar a la OTAN solo si hay un cese del fuego duradero, de otro modo, la OTAN sería arrastrada a la guerra.
Un análisis simplón dirá que no se haya invitado a Ucrania a ingresar en la OTAN, es favorable a Rusia, ya que Putin está buscando desesperadamente signos de ruptura en la alianza occidental. Sin embargo, la realidad es otra, la reunión en Vilna supuso varios reveses a Putin. Primero debido a la ampliación de la OTAN, el presidente turco, su amigo, Recep Tayyip Erdogan, retiró sus objeciones a la adhesión de Suecia.
Suecia sumado a su vecino nórdico, Finlandia, en la alianza. Esto significa que se reforzará a los países bálticos y al Alto Norte, e inmovilizará más recursos de Putin en caso de que intente hacer daño a la OTAN en cualquier punto de su frontera. Erdogan en claro desafío a Putin a principios de la semana pasada, repatrió a algunos soldados ucranianos capturados en Mariupol. Una Turquía más vinculada a la alianza es un revés diplomático para Putin.
Lo que verdaderamente cuenta no es un hipotético ingreso de Ucrania en la OTAN en el futuro, sino un programa concreto y duradero para defender a Ucrania, aquí y ahora, hic et nunc. Es ahí donde la Cumbre produjo un compromiso contundente por parte de los países del G7 (todos menos Japón son también miembros de la OTAN) para proporcionar a Ucrania más equipos de defensa, un mayor intercambio de inteligencia, programas de formación ampliados y similares.
Los miembros del G7 prometen que se tratará de un compromiso «duradero» y que cada país elaborará individualmente sus propias garantías de seguridad para Ucrania, que le proporcionarán una «fuerza sostenible capaz de defender a Ucrania ahora y disuadir la agresión rusa en el futuro». No es necesario que Ucrania ingrese en la OTAN de iure ya que lo está de facto.
La guerra ruso-ucraniana ha venido a reforzar lo que siempre estuvo latente tras la Guerra Fría, el conflicto entre Rusia y Occidente, y que la invasión de Ucrania ha vuelto a situar en primer plano. Además, en un escenario de luchas imperiales, la guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto la dependencia militar de Europa de Estados Unidos.
Siete décadas después de la identificación y asunción de la causa de su creación, el Tratado del Atlántico Norte parece haber cerrado el círculo. Los llamamientos a una iniciativa de defensa colectiva basada en la unidad europea y sus pretensiones de identidad compartida adolecen de una vocación imperial, y muchos de los miembros europeos están cansados del sometimiento de la Unión para beneficio del eje franco-alemán en una posición de primacía. Y ya ni hablar de una competencia a nivel global donde la Unión Europea sea un actor dominante.
El impulso estadounidense para la expansión de la OTAN, que desde 1991 ha ampliado la Alianza incluyendo una serie de estados equilibradores regionales de Europa Central y Oriental. Sumando a esto, la puesta en práctica al crear un pilar decididamente pro-estadounidense en el continente centrado en Varsovia, con el objetivo de desplazar el centro de gravedad de la Alianza lejos del eje tradicional franco-alemán.
La ampliación de la OTAN ha servido para debilitar los viejos centros de poder en Europa que ocasionalmente podrían haber enfrentado a Estados Unidos, como se vio en el período previo a la invasión de Irak. El resultado actual es una gigante institución de 31 miembros, que pronto serán 32, dispuestos en tres categorías.
Es inobjetable que existe una gran potencia marítima de alcance mundial, los Estados Unidos, con sus socios estrechamente alineados: Canadá y Reino Unido; una serie de potencias medias continentales con diferentes puntos de vista sobre la conveniencia de un orden internacional de posguerra liderado por Estados Unidos, incluidos Francia, Alemania y Turquía; y, finalmente, un número de estados limítrofes del espacio postsoviético liderado por Polonia, que sirven como «equilibrios regionales» entre las potencias europeas históricas y Rusia.
Estados Unidos, Alemania y Reino Unido han practicado en las últimas semanas los procedimientos de escalada de sus despliegues de entidad Batallón en Polonia, Lituania y Estonia en organizaciones de Brigada. Es probable que Italia realice pronto una prueba similar en Bulgaria. La finalidad es proporcionar seguridad a los estados bálticos y demostrar a Rusia que estos ejércitos son lo suficientemente ágiles para reforzar el Frente Oriental de una forma más rápida de lo que Rusia puede movilizar sus fuerzas para un ataque.
Los nuevos planes de OTAN no solo mantendrán a sus ejércitos en alto grado de disponibilidad, también establecerán prioridades para adquisiciones e inversiones. Luego de Vilna se espera que los aliados establezcan un nuevo compromiso de inversión en defensa. El objetivo del 2% puede convertirse en un piso, un requisito en lugar de un objetivo. Aliados del Este, como Polonia, pueden llegar a gastar 4% de su PIB en Defensa este año, y Estonia anuncia que llegará al 3%.
Como era de esperar, Dmitri Medvédev, vicesecretario del Consejo de Seguridad ruso, declaró a última hora del martes que el aumento de la ayuda militar a Ucrania por parte de la alianza de la OTAN acerca la Tercera Guerra Mundial. Medvédev dijo que la ayuda no disuadirá a Rusia de lograr sus objetivos en Ucrania. «A Occidente, completamente loco, no se le ocurrió otra cosa… De hecho, es un callejón sin salida. La Tercera Guerra Mundial está cada vez más cerca», escribió Medvédev en la aplicación de mensajería Telegram.
En Lituania, la gente manifestó su solidaridad con Ucrania, que está siendo atacada por Rusia, muchas fachadas en Vilna, la capital, así como los autobuses, las calles y plazas estaban decoradas con banderas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, pero también de Ucrania. El presidente lituano Gitanas Nauseda, estuvo explicando que, junto con los aliados de la OTAN, hay que defenderse con toda la fuerza de la agresión rusa en Ucrania. «Si no lo hacemos hoy, mañana será demasiado tarde», advirtió Nauseda.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, extendió su mandato por un año más, los aliados no se pusieron de acuerdo sobre un candidato para reemplazarlo. Es mejor así, un viejo dicho sostiene que no es aconsejable cambiar de caballo en medio del rio.
13 de julio de 2023.