¿QUIÉN MATÓ A SETH?
SETH CONRAD RICH
Ricardo Veisaga
Donald Trump, Julian Assange, Hillary Clinton y Seth Conrad Rich
No se trata de la muerte de Set o Seth (en inglés), hijo de Adán y Eva, que nació después que Caín matara a Abel. El nombre Set según una etimología popular, se relaciona con la palabra hebrea plantar, poner de nuevo. En Génesis 4, 25 dice: «Y conoció de nuevo Adán a Eva, su mujer, la cual dio a luz un hijo y llamó su nombre Set, porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín».
Según el relato del Génesis, Adán tenía 130 años cuando tuvo a Set. Y sus hermanos mayores fueron Caín y Abel, Caín, mató a su hermano Abel y huyó, convirtiéndose en un proscrito en la tierra de Nod. Según los patriarcas, Set vivió 912 años. El hijo de Set, además de otros no mencionados, fue Enós o Enosh, en cuya época «se comenzó a invocar el nombre del Yavé» Génesis 4, 26. Y en la que el incesto era moneda corriente.
Más bien la frase responde al relato no ficción ¿Quién mató a Rosendo? (1968) de Rodolfo Walsh, que se publicó por entregas en la prensa del semanario de la Confederación General del Trabajo (CGT) de los Argentinos, conformado por un grupo de gremios peronistas opositores al gobierno militar de la época. Y estaban capitaneados por un peronista de izquierdas, Raimundo Ongaro, del sindicato gráfico y fundador del Peronismo de Base, a su vez brazo político de las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), grupo guerrillero de orientación marxista leninista.
Posteriormente fue editado como libro. Rodolfo Jorge Walsh, además de periodista, escritor, fue militante de las organizaciones guerrilleras FAP y Montoneros. En sus inicios como periodista y militante político entre los años 1944 y 1945 participó en la «Alianza Libertadora Nacionalista», una organización política que el mismo Walsh años después lo calificaría como: «la mejor creación del nazismo en la Argentina… antisemita y anticomunista en una ciudad donde los judíos y la izquierda tenían peso propio». Es decir, estuvo en el otro bando.
Rodolfo Walsh escribió en el periódico Azul y Blanco (nacionalista-conservador), fue antiperonista y apoyó el golpe de estado de 1955 que derrocó a Perón. Luego de su conversión al marxismo en 1959 viajó a Cuba, y junto a sus camaradas Jorge Masetti, Rogelio García Lupo y el otro camarada Gabriel García Márquez, fundaron Prensa Latina. Walsh fue quien logró descifrar con sólo un manual de criptografía, las comunicaciones secretas entre la CIA y agentes de Guatemala sobre la invasión de Bahía de Cochinos o Playa Girón.
A partir de 1968, según Rodolfo Walsh, sus ideas sobre literatura y compromiso político se modifican de modo sustancial, primando la política sobre la literatura. Su activismo militante lo llevaría en 1973 a ingresar al movimiento Montoneros. Fue emboscado y acribillado a balazos cuando se dirigía a una reunión con un colega montonero, Walsh había sido delatado.
¿Quién mató a Rosendo? Fue una investigación sobre la muerte del dirigente sindical Rosendo García. Walsh, reconstruyó el tiroteo que tuvo lugar en la pizzería La Real de Avellaneda el 13 de mayo de 1966. Fue un enfrentamiento entre dos grupos sindicales ideológicamente rivales, uno peronista nacionalista y el otro marxista.
La balacera dio como resultado tres muertos, Rosendo García, dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica y candidato a gobernador, a quien Walsh lo describe como un «simpático matón y capitalista de juego», y Domingo Blajaquis llamado el griego, de orientación marxista, que para Walsh fue «un auténtico héroe de su clase», y Juan Zalazar, «cuya humildad y cuya desesperanza eran tan insondables que resulta como un espejo de la desgracia obrera».
El escritor resalta la figura de Augusto Timoteo Vandor, un importante referente del gremialismo que trataba de impulsar un «peronismo sin Perón» que gozaba de las simpatías del sector militar y de los empresarios. Por lo que era considerado un traidor al general Perón. La otra figura que enaltece es la del comunista Blajaquis. Walsh más allá de sus simpatías ideológicas prueba que el grupo del griego Blajaquis no estaba armado. Concluyendo que el responsable fue Augusto Timoteo Vandor, Secretario general de la CGT. Dicen que tiempo después al enterarse del asesinato de Vandor (alias el lobo) se mostró sorprendido.
Según investigaciones posteriores, Rodolfo Walsh formó parte del grupo que el 30 de junio de 1969, poco después de la publicación de ¿Quién mató a Rosendo? asesinó a Vandor en su oficina, llevando a cabo lo que consideraba que era la justicia de los trabajadores o, quizás un eslabón necesario del determinismo histórico según rezaba el manual. El asesinato de Vandor fue el inicio de la organización guerrillera Descamisados, que más adelante se sumaría a las Fuerzas Armadas Peronistas, para disolverse en 1972 y unirse a Montoneros hasta su muerte.
Rodolfo Walsh conoció a los hermanos Villaflor, que participaron de la balacera a quienes menciona ampliamente en ¿Quién mató a Rosendo? Ellos habrían invitado a Rodolfo Walsh a ingresar en las FAP. A Walsh no le interesa el esclarecimiento de ese tiroteo, sino la intervención directa en la política a través de ese relato, le importaba la denuncia y su uso político. Denuncia la complicidad de jueces, policías y políticos, porque tal connivencia o conspiración para librar a Vandor era conveniente ya que éste les era funcional para someter a los trabajadores.
Rodolfo Walsh se convertía en una especie de Juez, como Ruth Susan Kipling, cofundadora de Amnistía Colectiva, organización que defendía a los presos condenados por el error de jueces y policías. Ruth llamada la Madre por su grupo y El Juez por los organismos de seguridad, Ruth había conformado un tribunal clandestino para atrapar, secuestrar, juzgar a policías y jueces. El Juez es un personaje ficticio del episodio 16, temporada 1, de la serie The blacklist. Kipling luchaba por justicia no por la lucha de clases como Walsh. En Montoneros el primer nombre de guerra de Walsh fue «Esteban» y luego conocido como «El Capitán», «Profesor Neurus» o simplemente «Neurus».
******
La cadena estadounidense Fox publicó hace un tiempo una información que confirma una vieja sospecha, alegando fuentes anónimas del FBI (como hacen todos los medios), el empleado del Comité Nacional Demócrata (DNC) Seth Conrad Rich fue quien filtró los célebres correos a WikiLeaks y atribuidos a los rusos. Pero ¿Qué significa los rusos o la trama rusa?
Es necesario explicar para no hacer lo mismo que hizo una persona cuando le pedí me explicara sobre los rusos, su respuesta impotente e ignorante, fue el insulto. Los periódicos internacionales que reflejan lo que dicen las agencias de prensa y periódicos en guerra contra Trump, lo llaman «Rusiagate». Caso que ha llevado al nombramiento de Robert Mueller un fiscal especial para que investigue (condene), por algo que se supone provocó el despido del director del FBI, James Comey.
Que, de acuerdo a fuentes anónimas, James Comey, recibió la orden de Donald Trump de detener su propia investigación. Lo que sirvió de excusa al Departamento de Justicia para legitimar las escuchas secretas del equipo de campaña del entonces candidato republicano. Los demócratas y un buen número de republicanos (que son también parte del establishment), buscan convertirlo en base para la destitución parlamentaria de Trump, que según dicen ya se estaría cocinando. Pero, ¿en concreto que significa esa injerencia rusa en las elecciones norteamericanas? Porque al no explicarlo lo único que agregan es mayor confusión.
En primer lugar, no fue alterado cibernéticamente el conteo de votos, esa absurda creencia fue descartada por todos los investigadores sobre este caso y las agencias de inteligencias. Y como si esto fuese poco, lo confirmaron los recuentos solicitados por la candidata verde Jill Stein en tres Estados. Que finalmente demostró que a quien le estaban faltando (robando) votos fue a Trump.
Tampoco significa que el gobierno ruso haya mostrado públicamente su preferencia por Trump, lo cual no es ilegal, basta revisar los periódicos en plena campaña electoral, para comprobar los apoyos recibidos por gobiernos del mundo (incluido el Papa Francisco) Hillary Clinton. Recuerdo la tontera del nobel presidente argentino Mauricio Macri, que jugó todos los huevos en una canasta y quedó en ridículo. Lo mismo sucedió con Arabia saudita y Qatar entre otros, que enviaron dinero para la campaña de la aspirante Clinton.
Cosa que ni The New York Times, ni The Washington Post, ni la CNN, ni nadie lo considerase sujeto a investigación. Lo que queda es la filtración de los correos de los altos cargos del Comité Nacional Demócrata (DNC), en la que se revela que el aparato del partido hizo trampas, intervino para que no ganara el socialista Bernie Sanders, y otros trapitos sucios de los colaboradores de Hillary. Esa revelación ocasionó la dimisión de Debbie Wasserman, presidente del DNC.
De eso no se quiere hablar, como tampoco se habla de John Podesta, el jefe de campaña, un marxista, creyente obsesivo en ovnis y extraterrestres, (ex) hombre de George Soros. Que llevó a Hillary a prometer que de ser electa presidente revelaría lo que tiene el gobierno sobre los extraterrestres. Podesta surgió en los noventa como «contenedor» de los escándalos de la Administración Clinton. A partir de entonces fue jefe de gabinete, apoyó la agenda demócrata con su think tank.
Los emails filtrados revelan entre otras cosas, la lucha interna entre el bando financiero del partido ligado a Wall Street, y el ala izquierda. Al constatar los nombramientos realizados por Barack Obama, es obvio que ganaron los primeros. Los correos publicados de John Podesta, en total fueron cerca de 11.000 que abordan temas tanto electorales como internacionales.
Hay conversaciones que sugieren que la demócrata Hillary sabía que el uso de una cuenta de email privada era ilegal y, aun así, siguió utilizándola para temas relacionados con su trabajo en el Departamento de Estado, donde ejercía como secretaria de Estado (2009-2012). Estos emails desvelan las relaciones amistosas y muy útiles entre el jefe de campaña de Clinton y varios miembros destacados de los medios de comunicación de Estados Unidos. Al punto de que le entregaron información secreta sobre el curso de las investigaciones sobre Clinton.
El Ex director del FBI, James Comey.
Uno de ellos muestra que un miembro del editorial de la agencia Reuters (británica), comparte con el equipo de la campaña de Clinton un documento sobre el curso de la investigación y las tareas que pretenden llevar a cabo los miembros del comité de investigaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre los sucesos de Bengasi. El asalto al consulado estadounidense en Bengasi (Libia), se produjo el 11 de septiembre de 2012. Los combates causaron la muerte del embajador en el país africano, Christopher Stevens, así como la de varios soldados y funcionarios.
Los documentos muestran que la ex secretaria de Estado está acusada de ignorar claras evidencias de que los terroristas estaban preparando un ataque contra la sede diplomática estadounidense en Libia, y aun así no consideró necesario reforzar las medidas de seguridad. ¿Y que se revele toda esa porquería es malo? John Podesta, en sus correos se lamentaba de la necesidad de contar con los «latinos» para la campaña, llamándolos «hispanos pedigüeños» y preguntándose «¿Qué hacemos con estos pedigüeños?». Y con justa razón calificó de «idiota», pero no por ser algo hispano, al ex gobernador de New Mexico, Bill Richardson.
O, la invitación a su hermano y a él a una cena en la casa de la artista Marina Abramovic. La llamada Spirit Cooking Dinner, «Una cocina espiritual con recetas afrodisíacas», que entre otros ingredientes figuraba la «leche materna fresca, sangre y semen fresco». En las imágenes la receta está escrita con sangre como tinta: «con un cuchillo afilado hay que hacer un corte profundo en el dedo corazón de la mano izquierda. Cómete el dolor».
La publicación de los correos fue hecha por el consorcio de hackers liderado por Julian Assange (WikiLeaks), calificados en su día por los progres como héroes de la libertad de información cuando se cargaban a Bush, y ahora que estos mismos se cargan a su jefa pasan a ser terroristas. La consigna oficial de los medios fue que los hackers rusos de Vladimir Putin habían penetrado en los servidores del DNC para entregárselo a Assange, para posteriormente ser colgados en la red.
Rusia lo negó, ahora el gobierno ruso cansados de repetir lo mismo recurren a la ironía o a las burlas. Assange también negó que fueran los rusos y por si fuera poco insistió en que ni siquiera había sido hackeado, sino que habían sido filtrados por un topo en el propio Comité Nacional Demócrata (DNC). Cosa usual de WikiLeaks, como puede testificar el teniente Bradley Manning (ahora, Chelsea) encarcelado y luego amnistiado por Obama.
A falta de pruebas la investigación del FBI no llegaba a ninguna parte. Mientras que WikiLeaks filtraba Vault 7, una mirada de documentos de la CIA en los que, entre otras muchas cosas, revelaba que la agencia de espionaje (CIA) contaba con herramientas informáticas para disfrazar las intrusiones ilegítimas en sistemas protegidos de modo que parezcan obra de potencias extranjeras. Los demócratas se encolumnaron en ‘Resist 45’, en la creencia de que Trump se había amañado con la inteligencia rusa para aniquilar la campaña de Hillary.
Según el citado reportaje de Fox News, a través de fuentes anónimas del FBI, Seth Conrado Rich tomó contacto con WikiLeaks a través de Gavin MacFadyen, ya fallecido, periodista de investigación y director de WikiLeaks que vivía entonces en Londres. Los investigadores habrían encontrado en el ordenador de Seth Rich los correos y 17.761 archivos adjuntos intercambiados entre los responsables de la campaña demócrata de enero de 2015 a mayo de 2016, y que Seth Rich pasó a WikiLeaks.
Según el citado reportaje de Fox News, fue el empleado del (DNC) Seth Rich quien entregó a WikiLeaks 44.000 correos electrónicos de sus jefes. «He visto y leído los correos entre Seth Rich y Wikileaks», aseguró el investigador federal, confirmando la conexión MacFadyen y señalando que los correos están en posesión del FBI.
Según Rod Wheeler, ex investigador de homicidios, quien dijo: «Estoy convencido de que la respuesta a la pregunta de quién mató a Seth Rich descansa en el disco duro de su ordenador que ahora está en un estante de la policía de Washington o de la sede del FBI». La semana de la muerte de Seth Rich, la cuenta verificada en Twitter de la embajada rusa en Londres publicaba en la red social: «El informador de #WikiLeaks asesinado en Estados Unidos, pero los medios están demasiado ocupados acusando a los ‘hackers’ rusos para darse por enterados».
Comienzan los rumores.
Pero ¿Y qué dice Seth Rich a todo esto? Nada, porque el muerto no habla. El joven de 27 años originario de Omaha, Nebraska, que trabajaba en el Partido Nacional Demócrata, como director de expansión de votantes, fue muerto a balazos por la espalda en la madrugada del 10 de julio, mientras se dirigía a su apartamento en el barrio de Bloomingdale en Washington D.C., a unos tres kilómetros del Capitolio.
La Policía de Washington se mostró hermético sobre la investigación de la muerte, lo cual es lógico, sin embargo, sugirieron que el crimen fue por robo. ¿Y cuál fue el móvil? Ya que el supuesto ladrón no se llevó los efectos personales. La policía de Washington no tuvo o no quiso tener en cuenta que en esa ciudad se produjeron 77 homicidios hasta julio de 2016. Y el asesinato de Seth Rich fue el único que se produjo en esa zona de la capital, lo que indica que es una zona poco propensa al robo.
Joel Rich, padre de Seth, descartó la teoría del robo en una entrevista con la filial local de la cadena KMTV. «Si se trata de un robo, falló, porque mi hijo aún llevaba su reloj y su dinero encima, todavía tenía sus tarjetas de crédito, todavía tenía su teléfono, así que fue un esfuerzo inútil». La familia de Rich pidió con toda razón que las teorías de la conspiración politizadas no interfieran en el desarrollo de la investigación del suceso.
La última persona en hablar con él fue su novia, quien estaba al teléfono unos instantes antes en que Rich fuese atacado. –No te preocupes- le dijo Rich a su novia que escuchaba ruidos raros al otro lado de la línea. Mary Rich, madre de Seth, dijo: «Le quitaron la vida literalmente sin razón alguna», quienes atentaron contra su vida no se llevaron nada de lo que Rich tenía consigo en ese momento.
La portavoz de la Policía de Washington Alice Kim declaró que «no hay indicación de que la muerte de Seth Rich esté relacionada con su empleo en el DNC», sin aportar prueba alguna. «Sin embargo, damos la bienvenida a información que pueda potencialmente conducir a la identificación del (…) responsable de su muerte y estamos satisfechos con que cualquier contribuyente externo nos ayude a generar nuevas pistas», agregó Kim.
La Policía de Washington ofreció 25.000 dólares por información que ayude a la detención del autor o autores del crimen. La web de filtración de documentos WikiLeaks ofreció 20.000 dólares por información sobre el asesinato de Seth. «WikiLeaks ha decidido publicar una recompensa de $ 20.000 por información que conduzca a la condena por la muerte del empleado el DNC Seth Rich», publicó en su cuenta de la red social Twitter.
La recompensa ofrecida por WikiLeaks y las declaraciones de su fundador, Julián Assange, sugieren que Seth Conrad Rich pudo ser una fuente de la web especializada en la divulgación de secretos oficiales. Lo siguiente es parte de la entrevista de Assange para la holandesa Nieuwsuur:
Assange: los filtradores hacen grandes esfuerzos para conseguir los materiales y eso implica a menudo correr riesgos importantes. Hubo un chico de 27 años que trabajaba para el Comité Nacional Demócrata que recibió un disparo en la espalda…y fue asesinado por razones desconocidas cuando caminaba por la calle en Washington.
Entrevistador: Pero eso fue sólo un robo, ¿no es así?
Assange: No. No hay ninguna prueba de ello.
Entrevistador: ¿Qué está sugiriendo?
Assange: Estoy sugiriendo que nuestras fuentes se arriesgan y que se preocupan al ver que suceden cosas como éstas.
Entrevistador: ¿Entonces me está diciendo que él era una de sus fuentes? Assange: No hacemos comentarios sobre que quienes son nuestras fuentes. Entrevistador: ¿Pero entonces por qué lo insinúa?
Assange: Porque hay que entender que nuestras fuentes se enfrentan a riesgos graves…es por eso que vienen a nosotros para que podamos proteger su anonimato.
Entrevistador: Pero es bastante llamativo que sugiera un asesinato…eso es básicamente lo que está haciendo.
La falta de esclarecimiento de la muerte de Seth, ha desatado lo que se conoce como teorías de la conspiración y como dice la web ZeroHedge, se le puede llamar teoría de la conspiración, coincidencia o simplemente mala suerte, pero cada vez que alguien está en una posición para derribar a Hillary Clinton, termina muerto.
Como informó Jim Hoft, del medio GatewayPundit, el 3 de julio de 2016, Shawn Lucas, un seguidor de Bernie Sanders y el realizador Ricardo Villalba, presentaron una denuncia a los servicios de la DNC y de su directora, Debbie Wasserman
Schultz, denunciando la campaña fraudulenta del propio partido demócrata para hundir a Bernie Sanders y beneficiar a Hillary Clinton, cosa que se supo por los documentos filtrados por Wikileaks. Pero las extrañísimas muertes de Shawn Lucas y Seth Rich, no fueron las únicas que se produjeron últimamente entre los personajes incómodos para Hillary Clinton.
En tan solo 6 semanas, se produjeron 5 muertos. John Ashe, funcionario de la ONU que murió accidentalmente al aplastar su propia garganta, mientras levantaba pesas, y que había sido convocado a juicio para testificar en contra de los Clinton y el Partido Demócrata. Mike Flynn, Editor de Big Goverment en Breitbart News. El último artículo de Mike Flynn fue publicado el día de su inesperada muerte, con el título de «El dinero de Clinton: Bill y Hillary crearon su propia fundación China en 2014».
James Comey.
Alice Stewart, comentarista política de CNN y ex directora de Comunicaciones de la campaña de Ted Cruz, dijo lo siguiente:
«Las líneas de batalla se han dibujado en el enfrentamiento más grande en Washington en décadas. Un bando que asegura que “Comey es un filtrador” y el otro que dice que “Trump es un mentiroso”. Este jueves, el despedido director del FBI James Comey testificó durante casi tres horas, dando detalles sobre sus conversaciones con el presidente Trump relacionadas con la injerencia rusa en las elecciones del 2016. Al final de este #DíaDeComey, no veo ningún arma humeante, sino más bien un caso de puros dimes y diretes. En ausencia de una muestra de culpabilidad, nos quedamos con la palabra de un hombre contra otro. La credibilidad de un hombre contra otro, sin ninguna manera de confiar sino de verificar».
«Tal vez la revelación más grande fue el auto desenmascaramiento de Comey como un filtrador. Les dijo a los miembros de la Comisión de Inteligencia del Senado que orquestó la filtración de sus memorandos con el presidente a través de un amigo cercano, con la esperanza de solicitar el nombramiento de un fiscal especial. Su plan funcionó». Y concluye Stewart: «Al final, no creo que Comey haya hecho una acusación en concreto contra Trump, sino más bien una fuerte defensa de su integridad y la del FBI. Con todas las notas detalladas, no hubo pruebas definitivas de un mal comportamiento por parte del presidente».
¿Por qué cito a Alice Stewart? Sencillamente porque ella es enemiga de Trump, primero junto al senador Ted Cruz y actualmente en la CNN. Y para que no me acusen de parcialidad con Donald Trump.
James Comey y Robert Mueller
Hay algunas cosas que quedaron claro, primero, Comey reconoció que Trump no estaba bajo investigación. No hubo orden explicita de parar investigación alguna, ni la menor prueba de injerencia rusa en las elecciones. Fue él mismo quien filtró las famosas notas a la prensa. Herido por quien lo despidió de manera fulminante, Comey llamó «mentiroso» a Trump, le acusó de difamarle, de «presionarle» para que dejara de investigar a James Flynn y le exigió «lealtad» en lugar de honradez.
Pero esas apreciaciones psicologistas son paja, puro subjetivismo, cosa que no prueba nada porque no hay constancia de lo que afirma Comey. Pero…podría ser que sí. Trump ya lo había mencionado hace días, en uno de sus comentarios en Twitter, la posibilidad que existan grabaciones que apoyen su versión. Trump le respondió a un periodista sobre supuestas cintas en su poder: «No insinúo nada. Les informaré sobre ello muy en breve… Oh, se van a sentir muy decepcionados cuando oigan la respuesta, no se preocupen».
El testimonio de James Comey, destruyó por completo todo posible caso para destituir al presidente Trump. El presidente aseguró estar dispuesto a declarar bajo juramente que ni pidió lealtad a Comey ni le dio instrucciones para que detuviese investigación alguna. «No le conozco apenas, no voy a decirle quiero que me prometas fidelidad», dijo respondiendo a un periodista. «¿Quién haría eso? Apenas le conozco. No tiene sentido».
El propio Donald Trump resumió así la comparecencia de su enemigo político: «Pese a tantas falsedades y mentiras, total y completa vindicación…. y ¡WOW, Comey ha filtrado a la prensa!» El abogado del presidente Marc Kasowitz, acusó a James Comey de realizar divulgaciones no autorizadas de comunicaciones privilegiadas con el mandatario.
En su comparecencia el fiscal general Jeff Sessions, negó toda convivencia con el Kremlin: «Nunca me he reunido ni he tenido ninguna conversación con ningún funcionario ruso o con funcionario alguno de ningún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de Estados Unidos», declaró:
«Cualquier sugerencia de que he participado en cualquier colusión con el Gobierno ruso para herir a este país, al que he tenido el honor de servir durante 35 años, o que he tratado de socavar la integridad de nuestro proceso democrático, es una mentira espantosa y detestable».
Sessions se afanó en explicar por qué decidió apartarse de la investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones. «No me inhibí por haber cometido una mala conducta durante la campaña, sino por las regulaciones del Departamento de Justicia», quien con esta afirmación, desmiente la hipótesis manejada por el establishment.
El impeachment, es un proceso político por el que los legisladores pueden destituir al presidente tras un juicio por el Senado si se le haya culpable de algún delito. En los casos de destitución parlamentaria, el curso normal es que el presidente se haga responsable de un presunto delito que obligue a los legisladores a iniciar el proceso. Pero en este caso lo importante parece ser destituirle y luego verán de qué, o tal vez no haga falta, Robert Mueller ya lo está preparando como acaban de filtrar al The Washington Post.
El mismo James Comey, ya había abonado una pista al ser preguntado por el asunto durante la audiencia, no quiso dar su opinión al respecto y dijo confiar plenamente en Robert Mueller para dirimir lo sucedido (predecesor de Comey al frente del FBI durante 12 años), de manera que el fiscal especial se va a encargar del trabajo sucio de enjuiciar a Trump.
Como afirmó en una entrevista en el canal ABC el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, que la figura del fiscal especial es «muy peligrosa» y consideró que aquellos que piensan que la investigación rusa va a ser «neutral» y «profesional» están «delirando». Afirmando que Robert Mueller conformó su equipo de investigación con varios donantes demócratas y ex empleados de la Fundación Clinton, lo que pone en duda su imparcialidad.
Esto es secundario, el ‘impeachment’ se preparó desde la misma noche que Donald Trump ganó las elecciones. Para que prospere este mecanismo es necesario encontrar un delito, luego, se necesita una mayoría de dos tercios. Si bien es cierto que las cámaras están en manos republicanas, no se debe descartar los traidores que hay en ambas cámaras. Pero se verían expuestos a delatarse en un juicio.
La traición a Trump fue esperada con ansias en el Colegio electoral, pero en aquella ocasión algunos delegados traicionaron a Hillary, restándole votos. Los presidentes estadounidenses sometidos a este mecanismo, o fueron absueltos o, en el caso de Nixon que estaba en inferioridad numérica, dimitió antes de que se completase. Los mercados, por ahora no están preocupados en absoluto, y los analistas financieros que opinaron no lo ven probable.
Mientras tanto la CNN, digamos, o el The Washington Post del multimillonario demócrata Jeff Bezos, o el The New York Times del mexicano Carlos Slim, siguen día a día en su intento. El enemigo de Donald Trump, el republicano Paul Ryan pidió a Trump que deje al ex director del FBI hacer su trabajo de forma «independiente». ¿Y cómo sabe Paul Ryan que Trump no lo deja? Si lo sabe debería denunciarlo por los carriles correspondientes. Ryan toma partida ante rumores del posible cese de Mueller. Cosa a la que se niega Donald Trump, y que de hacerlo no sería ilegal.
A Bob Mueller lo pusieron para eso, no hay nada imparcial ni independiente. Porque Mueller no es independiente ni la Justicia tampoco. ¿Pero…la división de poderes? Usted crea lo que quiera, no soy un inocente y cándido idealista, soy realista. Nunca existió ni va a existir la Justicia independiente, espero que me aporten algún ejemplo concreto. Los jueces son dependientes del poder político de turno. Con el nombramiento de Gorsuch el Tribunal Supremo se vuelve a inclinar hacia el lado conservador.
Y esto es lo que realmente preocupa a los progres demócratas, ya que el presidente tiene potestad para llenar una red semivacía de cortes federales. El sistema federal de justicia, que se ocupa de la Constitución y de la ley federal, es una pirámide con tres escalones. En la cúspide está el Tribunal Supremo, que recibe unas 7.000 peticiones de casos cada año, de las que sólo acepta unas 80, es decir, los casos más importantes. Por debajo del Supremo, lo forman las 13 cortes del circuito de apelaciones, que tramitan unos 50.000 casos anuales.
Y la base de esta pirámide lo conforman 94 tribunales que reciben unos 350.000 casos al año, están las cortes de distrito: la primera casilla judicial, el lugar donde se deciden el 85 % de los procesos federales en Estados Unidos. En estos momentos Trump debe rellenar 124 puestos vacantes en las cortes federales, y que dada la avanzada edad de muchos jueces, es posible que en los próximos cuatro años se abran entre 70 y 90 vacantes más. Digamos, Donald Trump podría nombrar entre un tercio y la mitad de los magistrados federales. La mayor proporción en cuatro décadas y eso duele.
Friedrich Nietzsche dijo la famosa frase: «Dios ha muerto», una frase que sin embargo se encuentra antes en Hegel en la «Fenomenología del espíritu», también en Dostoievski, en Los hermanos Karamazov. Nietzsche retoma la frase en «La gaya ciencia» y en «Así habló Zarathustra».
Pero también esta frase «¡Montesquieu ha muerto!», muchos lo dijeron o pensaron antes de esta mención. Sin ir muy lejos el socialista y político español, Alfonso Guerra, vicepresidente de Felipe González, a quien sus oponentes le atribuyen esta frase proferida luego de uno de sus acostumbrados chanchullos como Dios manda. Él lo negó una y mil veces.
Mis congéneres en gran proporción creen que hay división y respeto del poder judicial en las democracias, o más concretamente el papel de los jueces. Se cree que en Cuba, en Corea del Norte o en Venezuela no existe un poder judicial independiente, porque son groseramente manipulados, actitud propia de gobiernos que ya no tienen marcha atrás. Desde el mismo momento en que un gobierno nomina un juez, ya no hay independencia de poderes, esa supuesta independencia y equilibrios o control es una ficción que no tiene asidero en la realidad.
Esto ha sido así siempre independientemente de cualquier sistema de gobierno. Carl Schmitt ya lo denunciaba en 1926, «todos los asuntos públicos se han convertido en objeto de botines y compromisos entre los partidos y sus seguidores, y la política, lejos de ser el cometido de una élite, ha llegado a ser el negocio, por lo general despreciado, de una, por lo general despreciada, clase». En 1651, Thomas Hobbes publicó su Leviatán. En el capítulo XXIX, Hobbes analiza las causas que, en su opinión, debilitan o tienden a la desintegración de un Estado. Entre ellas se encuentra el hecho de que:
«el poder soberano está sujeto a las leyes civiles. (…) Este error que coloca las leyes por encima del soberano sitúa también sobre él un juez y un poder para castigarlo; ello equivale a hacer un nuevo soberano, y por la misma razón un tercero, para castigar al segundo, y así sucesivamente, sin tregua, hasta la confusión y disolución del Estado».
En resumen, la realidad nos dice que lo que es, está por encima del debería ser. No puede haber otro soberano por arriba del Soberano. Por eso cada nuevo gobierno trata de poner sus propios jueces aquí y en la China. Cuando asume un nuevo gobierno, éste tarda un tiempo para reemplazar los remanentes del gobierno anterior. Eso es lo que le sucede actualmente a Trump. Para mi Montesquieu murió en el reino de Hobbes.
Ayer el presidente Trump tuiteó: «¿¡Estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el hombre que me dijo que despidiera al director del FBI! Cacería de brujas?» La persona aludida por Donald Trump probablemente sea el subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, quien en un memorando a Trump expresó sus inquietudes sobre el entonces director del FBI James Comey.
Fue Rosenstein quien designó a Robert Mueller como fiscal especial para investigar la injerencia rusa en las elecciones y la posible confabulación con la campaña de Trump. ¿Justicia independiente?
Durante el viaje del presidente a los países árabes comenté a algunos amigos que tenía información sobre la localización de tres topos en la administración Trump, parece que el primero salió a superficie. Al inicio de este artículo mencioné sobre la muerte de Seth, como modo de comparación con la investigación periodista de Rodolfo Walsh «¿Quién mató a Rosendo?», y aquí y ahora, hic et nunc, lo que interesa saber es quién mató a Seth Conrad Rich.
Pero ¿Quién mató a Seth Conrad Rich? Alguien lo decidió y alguien lo ejecutó, pero por cuestiones políticas a muchos no les interesa esclarecer la muerte de Seth. Por suerte en este país no es práctica común (no digo que no lo hagan) que la policía tome un infeliz, digamos un perejil y le cuelguen el muertito como sucede en otros lados. Para Julian Assange puede ser el as que le queda en la manga, su futuro es incierto, de no haber ganado el delfín de Rafael Correa, Lenin Moreno ¿Lenin? Que crueldad viniendo de un padre ponerle semejante nombre.
Hoy estaría fuera de la embajada en manos no deseadas, no revelar un secreto podría ser un elemento valioso de negociación en algún momento. Al equipo de Hillary Clinton mucho menos le interesa, a los padres de Seth les interesa saber quiénes fueron, pero no el móvil, no creo que estén dispuestos a aceptar que su hijo haya sido un topo o un buchón.
15 de junio de 2017.