PROYECTO CASSANDRA

Special Operations Division

Ricardo Veisaga

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Ignoro el motivo que llevó a la gente de la DEA, a acudir a la mitología griega para denominar el operativo como Proyecto Cassandra. Hubo también otros operativos denominados Titán y Perseo. Existen diversas versiones sobre la mítica Casandra, una de ellas dice que es hija de Príamo y Hécuba y hermana gemela de Heleno. A su nacimiento, se hizo una fiesta en el templo de Apolo, en las afueras de Troya.

Al finalizar la fiesta, los padres se marcharon dejando por un olvido a los gemelos en el templo. Al día siguiente, cuando regresaron a recogerlos, los gemelos estaban dormidos y dos serpientes les pasaban la lengua por los órganos de los sentidos para purificarlos. Los padres empezaron a gritar de angustia, ante lo cual las serpientes se retiraron. Fue así como los gemelos obtuvieron el don profético cuando fueron adultos.

Otra versión, dice que Apolo se había enamorado de Casandra y le prometió a la joven el don de la profecía si aceptaba entregarse a él. Ella aceptó, pero una vez iniciada en las artes de la adivinación, se negó a cumplir su parte del trato. Apolo irritado le escupió en la boca y le retiró el don de la persuasión, por lo que, aunque ella dijera la verdad, nadie le creería.

Casandra es conocida por sus predicciones en dos momentos cruciales en la historia de Troya. Primero, cuando ella predice que Paris traerá la ruina a la ciudad, pero nadie la escucha. Casandra, se opone rotundamente junto con el adivino Laocoonte a que se introduzca el famoso caballo de madera, pues ella sabía que éste era una trampa y que adentro venían guerreros aqueos. Por supuesto, nadie le cree y Apolo envía unas serpientes para que devoren a Laocoonte y a sus hijos.

Por eso, los troyanos permiten que el caballo entre en la ciudad. Durante el saqueo, Casandra se oculta en el templo de Atenea, pero Áyax la persigue. Ella se abraza a la diosa, pero Áyax no se detiene y la arranca de ésta, provocando que la estatua se tambalee. Ante esto, los troyanos se ofenden y van a lapidar al joven guerrero, pero Áyax se refugia en el templo que acaba de ofender y se salva.

Luego que los aqueos se reparten el botín, Casandra es entregada a Agamenón, quien se enamora perdidamente de la joven. Ella se había mantenido virgen hasta el momento, pero ahora le pertenece a Agamenón y de él tiene aparentemente unos gemelos llamados Teledamo y Pélope.

Durante sus ocho años de mandato, Obama prometió a los norteamericanos que haría todo lo posible para luchar contra el terrorismo, pero no lo llamó islámico. Mientras afirmaba esto públicamente, el ex-presidente demócrata, con esa doble moral de los progres, estaba protegiendo secretamente a una de las organizaciones terroristas más mortíferas del planeta, responsable de la muerte de ciudadanos norteamericanos y artífice de múltiples envíos a los Estados Unidos de toneladas de drogas ilícitas.

En la campaña electoral a la presidencia, Obama, prometió mejorar la relación con Irán y acercarse al mundo musulmán, para hacerlos nuestros aliados. Esa idea estúpida, lo critiqué en su momento, y no con el diario del lunes. Ahora, con los resultados enfrente de sus narices lo podrán comprobar aquellos que creían ciegamente en Obama.

Algunos dicen que fue el encargado de las relaciones exteriores de Napoleón, el aristócrata Talleyrand, un genio en la materia, que también sirvió a la monarquía, al Antiguo Régimen, pero un gran político como Napoleón no podía prescindir de sus servicios. Al recibir la noticia de la ejecución del joven duque de Enghien por orden de Napoleón, habría dicho Talleyrand: «Algo mucho peor que un crimen: un imperdonable error».

A Talleyrand el crimen le importaba muy poco, pero no perdonaba el error. Porque Talleyrand era un animal político y no un cretino moralista. Al jefe de la policía francesa, nombrado por Napoleón, también se le atribuye una frase parecida, «Es peor que un crimen, es un error». Pero, Edmund Burke lo dijo mejor, «Un error en política, es peor que un crimen». Un crimen afecta al círculo íntimo de la víctima y un poco más, pero un error en política en su cabeza afecta al Estado mismo, a su eutaxia. Esa decisión política tomada por Obama, tuvo un alto costo, según una investigación publicada en el portal de internet, Político.

Un reporte, en el que se detalla como la Administración Obama saboteó de manera subrepticia una operación de la (DEA) Agencia Antidrogas de Estados Unidos, que investigaba al grupo terrorista libanés chií Hezbollah, apoyado por los iraníes, para garantizar y solidificar el pacto nuclear con Irán de 2015.

La investigación denominada «Proyecto Cassandra», se lanzó en 2008 luego que la DEA reuniera pruebas de que Hezbollah se había transformado de una organización militar y política centrada en Medio Oriente, en un cártel internacional de la delincuencia organizada, que algunos investigadores creían que recaudaba hasta mil millones de dólares al año en drogas, el tráfico de armas, el lavado de dinero y otras actividades delictivas.

Durante los siguientes ocho años, los agentes que trabajaban en una instalación secreta de la DEA en Chantilly, Virginia, escucharon conversaciones telefónicas, hicieran operaciones encubiertas y utilizaran informantes para rastrear las redes ilícitas de Hezbollah con la ayuda de 30 agencias de seguridad extranjeras y de Estados Unidos. Además del tráfico de drogas, el grupo terrorista libanés también se dedicaba al lavado de dinero y otras actividades delictivas, que los islamistas estaban dedicando a apoyar acciones terroristas y a provocar disturbios en el Medio Oriente y otras regiones del mundo.

Incluso estas actividades fueron llevadas a cabo dentro de los Estados Unidos. Los envíos de cocaína se hicieron de hispanoamerica al África occidental, a Europa y Medio Oriente, y otros a través de Venezuela y México a los Estados Unidos. Los agentes rastrearon el dinero sucio, ya que fue lavado, entre otras cosas, comprando autos usados estadounidenses y enviándolos a África.

Según el informe, durante ocho años los agentes siguieron los envíos de cocaína, rastrearon un río de efectivo sucio y rastrearon lo que creían que era el círculo más interno de Hezbollah y sus patrocinadores estatales en Irán. Pero, según Fox News:

«lanzando una serie de obstáculos que retrasaron el proyecto, los funcionarios de la administración Obama ayudaron a permitir que la empresa criminal antiisraelí de 35 años se convirtiera en una importante amenaza de seguridad global financiando operaciones terroristas y militares».

En el 2009, el entonces mandatario evitó que se aplicara la ley de narcotráfico al grupo terrorista Hezbollah, pese a que sus actos delictivos afectaban a los Estados Unidos, hacia donde se enviaba cocaína, en un intento por asegurar un acuerdo nuclear con Irán.

Cuando el Proyecto Cassandra fue calificado como un acto de conspiración, y los investigadores -después de acumular evidencias sustanciales- solicitaron la aprobación del Departamento de Justicia y del Departamento del Tesoro para iniciar los procesamientos, esas dos carteras no respondieron.

Cuando los líderes del Proyecto buscaron la aprobación para investigaciones importantes, arrestos, procesamientos y sanciones financieras, los funcionarios del Departamento de Justicia y de Hacienda retrasaron, obstaculizaron o rechazaron sus solicitudes, indicaron las fuentes.

Los funcionarios de Obama pusieron obstáculos insuperables a los investigadores. El Departamento de Justicia rechazó las solicitudes para presentar cargos criminales contra integrantes importantes, como el enviado de Hezbollah a Irán, un banco libanés que supuestamente blanqueó miles de millones de presuntos beneficios de drogas y un participante clave en una célula con sede en Estados Unidos de la fuerza paramilitar iraní Quds. Pero el Departamento de Estado rechazó solicitudes para atraer objetivos de alto nivel a países donde pudieran ser arrestados.

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Foto anterior y posterior en Benín, donde se almacenan los autos del lavado de dinero

Estas informaciones surgen de las entrevistas con docenas de participantes que en muchos casos hablaron por primera vez sobre los eventos envueltos en secreto, y una revisión de documentos gubernamentales y registros judiciales.

Ahora, varios funcionarios norteamericanos que fueron parte de aquella operación, destinada a impedir que toneladas de cocaína entraran en Estados Unidos y a frenar la capacidad terrorista de Hezbollah, han reconocido que según el equipo de Obama aumentaba sus acciones para alcanzar un acuerdo nuclear con Irán, el Ejecutivo de Washington trabajaba en la sombra para frenar primero, y paralizar totalmente después, el Proyecto Cassandra.

«Eso fue una decisión política, fue una decisión sistemática», dijo David Asher, funcionario del Pentágono, analista del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que se especializa en finanzas ilícitas y que ayudó a establecer y ejecutar el Proyecto Cassandra. «Desmembraron en forma serial todo este esfuerzo que estaba muy bien respaldado y dotado de recursos, y eso se hizo de arriba abajo».

Explicó que «A sabiendas, demolieron todo el trabajo y el esfuerzo realizado por la DEA, y la decisión llegó de lo más alto». David Asher agregó que los funcionarios de Obama obstaculizaron los esfuerzos para detener a los principales operativos de Hezbollah, incluyendo a uno de los principales proveedores de armas del presidente sirio, Bashar al-Assad.

El éxito del «Pгοуеϲtο Cassandra» fue su perdición, cuando la administración Obama se jugaba a muerte por lograr el acuerdo nuclear con Irán, ir detrás de Hezbolláh, el satélite de Irán en Líbano, fue mortal. ЕӀ Pгοуеϲtο Cassandra fue cerrado, у su equipo desmembrado y enviado ɑ asignaciones no relacionadas con esta operación. Y la estrategia ԁе la agencia contra Hezbolláh fue liquidada. Según David Asher:

«cuanto más nos acercamos al acuerdo con Irán, más se fueron estas actividades. Gran parte de la capacidad, ya se tratara de operaciones especiales, si se trataba de hacer cumplir la ley, si era designaciones (del Tesoro) -incluso la capacidad, el personal asignado a esta misión- fue drenada asiduamente, casi hasta la última gota, por el final de la Administración Obama».

Los funcionarios de la administración Obama rechazaron las solicitudes de investigación, procesamientos y sanciones para los líderes y terroristas de Hezbolláh, a pesar de la contundencia de las pruebas que se acumulaban en las mesas de la DEA.

«Se trataba de no molestar a Irán», explica otra de las personas que tomaron parte en el proyecto, «y como se les dejó vía libre, Hezbolláh inundó Estados Unidos con toneladas de cocaína, que no hay que olvidar que es la responsable de la gran mayoría de las muertes que se producen en nuestro país por sobredosis de droga. Sin duda alguna, los ciudadanos estadounidenses estaban literalmente muriendo mientras Obama y sus ayudantes protegían a Hezbolláh e Irán».

En el artículo, la web de izquierdas Político, señaló que varios ex funcionarios de la administración Obama dijeron en condición de anonimato que estaban guiados por objetivos políticos más amplios, que buscaban mejorar las relaciones con Irán como parte de una estrategia amplia para evitar que Teherán adquiriera un arsenal nuclear, y liberar al menos a cuatro prisioneros estadounidenses en poder de Irán, pero no trataron de desbaratar el Proyecto Casandra por algún motivo político.

Quienes sostienen esto desconocen o no saben que no solo no evitaron que Irán acceda a un arsenal nuclear, sino que le allanaron el camino. «El mundo es mucho más complicado que lo que se ve a través del estrecho lente del narcotráfico», dijo un ex funcionario de seguridad nacional de Obama.

«No vas a dejar que la CIA gobierne el gallinero, pero tampoco dejarás que la DEA lo haga. Su enfoque a cualquier cosa tan complicada como Hezbolláh tendrá que involucrar el (proceso) interinstitucional, porque el Departamento de Estado tiene un pedazo del pastel, la comunidad de inteligencia tiene otro, el Tesoro lo tiene, el Departamento de Defensa también».

El Estado concebido como un pastel a repartir. El Político subrayó en su informe que las fuentes independientes del Proyecto Cassandra confirmaron las acusaciones hechas por los miembros de su equipo. Citó a una funcionaria del Tesoro en la Administración Obama, Katherine Bauer, quien presentó un testimonio escrito elevado el mes de febrero pasado, al Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes reconociendo que:

«bajo la Administración Obama … estas investigaciones (relacionadas con Hezbolláh) fueron aplastadas por temor a jorobar a Irán y poner en peligro el acuerdo nuclear».

Luego que se implementara oficialmente el acuerdo nuclear, en enero de 2016, los funcionarios del Proyecto Cassandra, tales como John Kelly, un veterano agente de supervisión de la DEA, dijeron que fueron transferidos a otras asignaciones. Como consecuencia, el reporte enfatiza que el gobierno de Estados Unidos no solo «perdió la perspectiva» de las operaciones del tráfico de drogas de Hezbolláh, sino también de otros aspectos de sus vastas actividades criminales en todo el mundo.

El Proyecto Cassandra ilustra la inmensa dificultad para contrarrestar redes ilícitas en tiempos donde el terrorismo global, el narcotráfico y el crimen organizado se han fusionado, y como las agencias gubernamentales compiten por su «pastel» y el poder político va a la deriva detrás de ideales armonistas y buenistas.

El principal asesor antiterrorista de Barack Obama y luego director de la CIA, John Brennan, recomendó en un documento que «el próximo presidente tenga la oportunidad de establecer un nuevo rumbo para las relaciones entre los dos países» a través no solo de un diálogo directo, sino de una «mayor asimilación de Hezbolláh en el sistema político del Líbano». John Brennan confirmó en un discurso, que la administración Obama estaba buscando formar «elementos moderados» dentro de Hezbolláh. Otro dreamer, otro soñador ¿recuerdan cuando buscaban «talibanes moderados»?

Ex miembros del proyecto Cassandra dicen que los funcionarios del gobierno bloquearon sus esfuerzos para perseguir a los principales operadores de Hezbolláh, como el apodado el «Fantasma», uno de los traficantes de cocaína más grandes del mundo, incluyendo a los Estados Unidos, así como un importante proveedor de armas convencionales y químicas para uso del presidente sirio Bashar al-Assad contra su pueblo.

Cuando el distribuidor de armas, el libanés Ali Fayad, un alto cargo de Hezbolláh, a quien los agentes consideraban reportado al presidente ruso Vladirmir Putin, como proveedor clave de armas a Siria e Irak, fue arrestado en Praga, en la primavera de 2012. Durante esos casi dos años que estuvo detenido, los altos funcionarios del gobierno de Obama, declinaron aplicar presión para que Ali Fayad sea extraditado a Estados Unidos, incluso cuando Vladimir Putin estaba presionando de forma agresiva contra Fayad.

Ali Fayad, había sido instruido en los tribunales de Estados Unidos por planear los asesinatos de empleados del gobierno de Estados Unidos, intentar proporcionar apoyo material a una organización terrorista e intentar adquirir, transferir y usar misiles antiaéreos, finalmente fue enviado a Beirut. Ahora, los funcionarios de Estados Unidos, creen que volverá a entrar en el negocio y que ayudará a armar a los militantes en Siria y en otros lugares con armas pesadas rusas.

Los ex funcionarios de la administración Obama se negaron a comentar sobre casos individuales, pero señalaron que el Departamento de Estado condenó la decisión de no entregar a Fayad. Kevin Lewis, portavoz de Obama que trabajó tanto en la Casa Blanca como en el Departamento de Justicia, negó haber desbaratado cualquier acción contra Hezbolláh o sus aliados iraníes por razones políticas. «Hubo un patrón constante de acciones tomadas contra Hezbolláh, tanto mediante duras sanciones como acciones de aplicación de la ley antes y después del acuerdo con Irán».

La desconfianza entre las agencias de Estados Unidos, estalló después de dos incidentes que trajeron la división entre agentes. En los últimos días de la administración de Bush, la cobertura de un agente de la DEA se disparó justo cuando estaba a punto de convertirse en el principal suministro de cocaína de un cartel colombiano para Medio Oriente y para los operativos de Hezbolláh.

Un año después, bajo Obama, cuando los agentes del Proyecto Cassandra y otros investigadores buscaron repetidamente investigar y enjuiciar a Abdallah Safieddine, el enviado de Hezbolláh a Irán, a quien consideraban el eje de la red criminal de Hezbolláh. El Departamento de Justicia se negó y bloqueó, según cuatro ex funcionarios con conocimiento directo de los casos.

El FBI se unió al grupo de trabajo sobre terrorismo para atraer a un testigo clave de Beirut a Filadelfia, para poder arrestar a Safieddine y otros operativos de Hezbolláh, que participaron en un entramado para procurar 1200 fusiles de asalto de grado militar M4. En ambos casos, los agentes sospecharon que los espías de la CIA, con base en Medio Oriente, habían desviado sus investigaciones para proteger su política y sensible relación con Hezbolláh.

EӀ Pгοуеϲtο Cassandra tυvο ɑӀgυnοѕ logros destacables, incluyendo la investigación del Banco Libanés-canadiense, la que cerró el banco у llevó al enjuiciamiento en el 2011 del cabecilla de Hezbolláh, Ayman Saied Joumaa, de doble nacionalidad libanes-colombiano que lavaba dinero para carteles mexicanos y colombianos.

La operación Titán, en la que la DEA trabajó con las autoridades colombianas para explorar una alianza global entre lavadores de dinero libaneses y los conglomerados colombianos del narcotráfico, esa fue una, y otra la Operación Perseus, dirigida a los sindicatos (mafias) venezolanos.

En el momento en que el agente de la DEA, en Oeste de África, estaba investigando el flujo sospechoso de miles de automóviles usados, de concesionarios de Estados Unidos a un estacionamiento en Benín. A principios ԁе 2016, еӀ Pгοуеϲtο Cassandra sacó ԁе juego ɑ οtгɑ red. Еn υnɑ operación conjunta ϲοn agencias europeas, Ӏɑ DEA arruinó una operación ԁе Hezbolláh que estaba utilizando ingresos ԁе Ӏɑѕ ventas ԁе cocaína еn Eυгοpɑ pɑгɑ financiar ɑ ѕυѕ combatientes еn Siria.

El presidente Donald Trump declaró la crisis de los opioides una emergencia sanitaria nacional, el director de la Administración para el Control de Drogas (DEA), debe tener una visión clara para abordar la dimensión internacional de la crisis de drogas, tanto de la destrucción en casa. Que no solo comprenda la naturaleza compleja y global de los carteles de drogas, sino también la convivencia entre el crimen organizado transnacional y grupos terroristas como Hezbolláh.

Librar de todos los impedimentos que puso Obama en los esfuerzos de la DEA para combatir a Hezbolláh, por temor a desbaratar el acuerdo nuclear con Irán. En iberoamérica son estrechos los vínculos еntге еӀ tráfico ԁе cocaína у еӀ terrorismo. Un ejemplo de ello еѕ Ӏɑ extradición, ԁеѕԁе Paraguay ɑ Miami, ԁеӀ traficante ԁе drogas Ali Chamas, ԁе Hezbolláh.

Documentos ԁе los tribunales muestran que él fue parte de una red más grande, probablemente radicada en Colombia. En la década de los noventa, desde Ciudad del Este (Paraguay), en la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil, lugar donde viven una numerosa colonia árabe, ingresaron explosivos para los atentados contra la embajada de Israel y la sede de la mutual de la AMIA, en Buenos Aires.

La embajada de Israel, fue el primer atentado terrorista realizado en el mundo, fuera de Medio Oriente. Atentados organizados por los iraníes y Hezbollah, que trajo como consecuencia el asesinato del fiscal Nisman, durante el mandato de Cristina Kirchner. Existe un cierto paralelismo entre el accionar de Obama y la de Cristina Kirchner, uno impidiendo a la DEA y la argentina impidiendo a la Justicia investigar los atentados terroristas.

En una nota reciente, el canciller iraní declaró que su país y la Argentina acordaron en el pacto de 2013 pedir a la Interpol que levantara las alertas rojas sobre los iraníes acusados por la voladura de la AMIA, que podían ser arrestados fuera de su país.

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Mapa del tráfico y lavado de dinero

La ex presidenta, el ex canciller Timerman y el ex jefe de Interpol, Ronald Noble, siempre negaron esa moneda de cambio. Pero Irán confirmó al fiscal Nisman, asesinado, y no a Cristina ni a Timerman, desairando al ex jefe de la Interpol, Ronald Noble. La nota es un documento oficial de Teherán y la respuesta a un reclamo argentino.

El Irán de Ahmadinejad, el amigo antisemita de Chávez, los Kirchner también como buenos zurdos lo eran al punto de que Cristina Kirchner siguió el consejo de Chávez de acercarse a Irán. Lo usó a Timerman y Timerman lo aceptó de buen grado, Timerman, pasó a ser el George Soros argentino, ambos judíos y ambos traidores a su gente.

Al ex canciller no le importó los 85 muertos de la mutual judía ni los de la embajada israelí. Irán de alguna manera confirmó que cuanto menos hubo encubrimiento, por parte del gobierno de la Kirchner, y que la denuncia de Nisman, previo a su asesinato no fue ningún invento. En estos momentos hay algunos personajes que participaron en el acuerdo detenidos y se espera el desafuero de la ex presidenta (ahora, senadora) para ser juzgados por traición a la Patria. Cosa que no creo que prospere y lo mismo que se conozca toda la verdad.

En junio pasado, dos libaneses-estadounidenses fueron arrestados por vigilar blancos potenciales para ataques terroristas contra Estados Unidos е Israel. Ӏοѕ blancos incluían еӀ aeropuerto JFK у еӀ Canal ԁе Panamá. Lɑѕ drogas, miеntгɑѕ tɑntο, continúan fluyendo ԁеntгο ԁе Eѕtɑԁοѕ Uniԁοѕ.

Según informes de la DEA, un libanés nacionalizado en Colombia, de nombre Ayman Saied Joumaa (antes nombrado) es el contacto entre el cártel del narcotráfico mexicano los Zetas y el grupo terrorista Hezbolláh, quien ha coordinado el contrabando de cocaína proveniente de Colombia a través de América Central.

Joumaa estuvo lavando más de 200 millones de dólares mensuales para apoyar el financiamiento de Hezbolláh. La red criminal de Joumaa hizo saltar las alarmas en Washington, cuando un agente descubrió que estaba trabajando con el cartel de los Zetas de Mexico, para transportar múltiples toneladas de cocaína a Estados Unidos, y lavar dinero con la ayuda de 300 a 500 concesionarios de automóviles usados que luego serían enviados al África. Joumaa lavó 850 millones de dólares para los Zetas, a través de un banco canadiense.

Durante una audiencia ante un Comité del Senado de Estados Unidos en marzo de 2012, el general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur, puntualizó que el Departamento del Tesoro había encontrado las conexiones entre ambas agrupaciones criminales, sostuvo Fraser:

«Aunque no hemos visto aún ningún intento de grupos terroristas internacionales de capitalizar estas rutas de trasiego, seguimos vigilantes de la amenaza potencial de que organizaciones criminales transnacionales colaboren para introducir terroristas».

El senador Arturo Zamora Jiménez, de Mexico, en 2011 denunció la presencia de Hezbolláh en su país de acuerdo a la información de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Dijo Zamora, se tiene la certeza de que hay grupos de dicho movimiento terrorista que están llevando a cabo procesos de capacitación a grupos criminales. Hezbolláh es un grupo político y militar islámico de la corriente chiíta del Líbano, señalado como organización terrorista internacional en 1997 y como una amenaza para el proceso de paz del Oriente Medio en 1995.

Hezbolláh utiliza las ganancias de las drogas para financiar atentados terroristas a lo largo del mundo y fortalecer las fuerzas de Bashar al-Assad. Washington sostiene que los negocios de drogas sirven a Hezbolláh para financiar su actividad, muy necesaria luego de la reducción del apoyo económico iraní a Hezbolláh, como consecuencia de las sanciones internacionales contra Teherán, luego levantadas por Barack Obama.

Dirk Meltz, un agente especial estadounidense para la lucha contra las drogas, dijo en una rueda con periodistas. «Hezbolláh actúa como un gran cartel de drogas y usa las ganancias para el financiamiento de la violencia contra Estados Unidos». En esa conferencia, el Tesoro norteamericano, anunció la incorporación de dos empresas libanesas de cambistas en el listado negro de Estados Unidos, dado que transfirieron decenas de millones de dólares a Hezbolláh a través del sistema financiero estadounidense.

Según Meltz, un solo cambista transfirió a Hezbolláh 30 millones de dólares por drogas, mientras otra red le envió 200 millones de dólares, productos de réditos por negocios de coches usados entre elementos de Estados Unidos a elementos de África e hispanoamerica. En el año 2011, el Ministerio del Tesoro estadounidense incorporó al Banco Libanés-Canadiense al listado negro.

Poco después de asumir el cargo, el presidente Donald Trump ordenó a sus asesores en materia de seguridad «una revisión estratégica completa de nuestra política sobre el régimen canalla de Irán». El mes pasado, basándose en esa revisión, el presidente anunció una nueva estrategia para «hacer frente a las acciones hostiles del régimen iraní», como su desarrollo de misiles con capacidad para portar ojivas nucleares, su apoyo a terroristas y sus agresiones neo imperialistas.

Los territorios que se están liberando, antes ocupados por el Estado Islámico son codiciados por la República Islámica de Irán. No es necesario ser un eximio analista de política internacional para entender cuáles serían las consecuencias si se permitiera que cayeran en manos de Teherán. Los gobernantes de Irán se definen como revolucionarios globales y yihadistas. Su objetivo inmediato es crear lo que Abdulá II, rey de Jordania, llamó una «Media Luna Chií» en Medio Oriente.

Cuentan para ello con la ayuda de Irak de mayoría chií, de Bashar al-Asad, a quien han ayudado a mantener el poder. Hezbolláh constituye una especie de legión extranjera terrorista, que mantienen un férreo control sobre el Líbano, hace muy poco el Primer ministro renunció a su cargo y huyó ante las amenazas de Hezbolláh. Los rebeldes huzis del Yemen reciben financiación, armas e instrucción militar de Irán.

Los teócratas de Teherán amenazan a países de la región que se oponen a sus planes, como Arabia Saudita, Jordania, Bahréin, Emiratos e Israel. En lo que respecta a las armas nucleares, no se sabe si los científicos iraníes están trabajando, porque las instalaciones militares de Irán no están abiertas a los inspectores internacionales.

Bajo el Plan de Acción Conjunto y Completo (PACC), el acuerdo cerrado por el presidente Obama sin la aprobación del Congreso, Irán también tiene a mediano plazo otra vía para dotarse de armas nucleares. Las restricciones del PACC empezarán a extinguirse en menos de una década. Los iraníes podrían establecer un puente terrestre a través del norte de Oriente Medio que se extendería desde Teherán hasta el Mediterráneo.

Hace más de mil años que un imperio persa no controla esas tierras. La provincia siria de Deir Ezor, es el territorio más estratégico que contiene grandes reservas de petróleo y gas y está junto a la frontera iraquí. Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica podrían hacerse con ella.

Donald Trump, ha formado un buen equipo de asesores de seguridad nacional, que entienden que cuando los líderes de Irán claman «¡Muerte a América!» no están pidiendo por sus supuestas «legítimas denuncias». Lo que tratan es de articular un proyecto intergeneracional concebido para reclamar el poder que Irán y el islam perdieron hace tiempo.

Estados Unidos, el «Gran Satán», según como lo califican los iranies, representan el principal obstáculo. El presidente iraní, Hasán Rouhani, calificado en los medios como «moderado», declaró: «Tenemos que expresar el Muerte a América con hechos». Ese hecho que manifiesta Rouhani, es ocupar el vacio dejado por el Estado Islámico y tener un corredor al Mediterráneo y atacar a Israel desde Siria y el Líbano.

Es necesario acabar con esa amenaza, es preferible hacerlo cuando esos enemigos son débiles, y no dejarlo crecer como a Corea del Norte, eso lo diría si viviera Sun- Tzu o Clausewitz, o cualquiera con sentido común. Cassandra poseía el don de la adivinación, podía conocer el futuro, aunque nadie le creyera. Obama, de acuerdo a su ideología progre cree en un final feliz de la Historia, en un mundo libre de fronteras y todos hermanados.

Un mundo donde todo se arregla dialogando (no serán necesarios los políticos, bastarán con los lingüistas y poetas), total hablando se entiende la gente, y al contrario de Cassandra, a Barack Obama le creía todo el mundo, mejor dicho, casi todo el mundo. No digo que Obama haya incurrido en traición a la Patria, ya que para un globalista o mundialista, no existe la patria, el mundo es la patria.

Eso, la patria, existe para Trump y los realistas políticos, digamos, los reaccionarios de siempre que se oponen a la agenda globalista, los que consideran a la Patria como la capa basal del Estado. ¿Alguien va a investigar a Obama?

Porque como bien dijo Talleyrand, es «Algo mucho peor que un crimen: un imperdonable error», o el torturador de la policía napoleónica, Joseph Fouché: «Es peor que un crimen, es un error». Pero como la política no es una cuestión de ética o moral, como creen los progres, me quedo con Edmund Burke: «Un error en política, es peor que un crimen».

Soy partidario y defensor de la Razón de Estado, porque la Historia humana y la arcana imperii lo confirman, pero no soy partidario de la Razón de Establo de la progresía, que para lo único que sirve es para fortalecer a los enemigos y debilitar la eutaxia del Estado o Imperio, que se debe fortalecer para mantenerse o permanecer en el tiempo.

22 de diciembre de 2017.