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OPERACIÓN: «NACIÓN DE LEONES» 

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  • junio 15, 2025
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OPERACIÓN: «NACIÓN DE LEONES»

EL FRACASO DE LA POLÍTICA EXTERIOR ESTADOUNIDENSE

La instalación nuclear de Natanz en Irán.

La «Operación León Naciente», «Nación de Leones», el «León Ascendente», o como lo quieran llamar los medios a la operación «Rising Lion» que acaba de comenzar y que ya estaba perfilado desde los ataques aéreos que Israel había empezado a lanzar contra un Irán que estaba atacando a Israel. El masivo ataque de Israel a Irán en la madrugada del viernes 13 se produjo tras décadas de hostilidades y de una larga guerra en la sombra de ataques encubiertos y sabotajes. La cuestión no es si Israel tenía que atacar Irán o no, sino cuando debería haber sucedido. Personalmente opino que debió ser mucho antes.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, identificó durante mucho tiempo a Irán como su mayor amenaza, denunciando el programa nuclear del país, su retórica hostil hacia Israel y su apoyo a grupos insurgentes antiisraelíes en toda la región. Irán ha defendido la causa palestina y presentó a Israel como una maliciosa intrusión occidental en Oriente Medio. El 7 de octubre de 2023, los subcontratistas de Irán, Hamas, habían lanzado un brutal ataque contra Israel lo que provocó una aplastante respuesta israelí y acabó involucrando a otros aliados de Teherán, que a su vez quedaron debilitados por los sucesivos ataques israelíes, lo que dejó a Irán expuesto en gran medida y solo para enfrentar el asalto del viernes 13.

Tras la Revolución Islámica de Irán en 1979, los teócratas islámicos que tomaron el liderazgo del país identificaron inmediatamente a Estados Unidos, Reino Unido e Israel como sus principales enemigos por sus vínculos con el depuesto monarca persa Mohamed Reza Palevi. Para nadie fue un secreto que Irán estaba tratando de desarrollar armas nucleares, salvo está, para los idiotas útiles del fundamentalismo islámico. En todo ese tiempo, Israel, con todo el derecho que lo asiste llevó a cabo numerosos ataques encubiertos contra su programa nuclear, incluyendo ciberataques y el asesinato de científicos nucleares iraníes, pero rara reconoció la autoría de esas operaciones.

Irán siempre insistió en que su programa nuclear era completamente pacífico, una excusa que no es válida para un país saturado de petróleo y que no necesita otro tipo de energía. La agencia de control nuclear de Naciones Unidas había advertido que el país tenía suficiente uranio enriquecido a niveles cercanos al grado armamentístico para fabricar «varias» bombas atómicas si así lo decidía. Fuentes de inteligencia israelí dijeron que Irán estaba a unos pocos meses de obtener 15 bombas nucleares.

El Organismo Internacional de Energía Atómica y naciones de occidente sabían que la República Islámica de Irán tenía un programa de armas nucleares organizado hasta 2003. Para Israel, un Irán con armas nucleares es una amenaza existencial y llevaba mucho tiempo tratando de desmantelar la red regional de aliados de Irán, incluyendo Hamas, Hezbolláh en El Líbano, los rebeldes hutíes de Yemen y el gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad, que fue derrocado en diciembre.

Nunca fue un secreto que Irán buscaba la destrucción total de Israel, el mismo Netanyahu lo dijo el viernes, «Durante décadas, los tiranos de Teherán han llamado descarada y abiertamente a la destrucción de Israel», y que «Respaldaron su retórica genocida con un programa para desarrollar armas nucleares».

En este contexto y ante el fracaso de la política de Donald Trump, que sin importarle el precio que pagaría Israel por su estúpida politica pacifista y nada realista, que lo estaba llevando a cometer los mismos errores que Barack Obama. Israel había delineado una estrategia de operaciones contra el programa nuclear de Irán que tendría al menos catorce días de duración, según información proporcionada por The Wall Street Journal. Este tiempo fue tomado al reconocer que un único ataque no lograría causar el daño suficiente a las instalaciones nucleares iraníes.

En lugar de un golpe aislado, de lo que antiguamente se decía: «toco y me voy», el plan israelí busca atacar diversos objetivos de manera simultánea, incluidos las instalaciones nucleares, el liderazgo militar y el arsenal de misiles de Irán, con el objetivo de minimizar las probabilidades de un contraataque. Este plan tiene similitud con las tácticas que Israel empleó previamente contra la milicia libanesa Hezbolláh. En esa ocasión, Israel centró sus esfuerzos en desmantelar la cúpula de liderazgo, debilitar el arsenal de la milicia y presionar para alcanzar un acuerdo negociado.

El ataque era ahora o nunca, Benjamin Netanyahu dijo que el tiempo para atacar a su rival se estaba agotando, alegando que Irán había tomado medidas recientemente para convertir en armas el uranio enriquecido. «Si no se detiene, Irán podría producir un arma nuclear en muy poco tiempo». Estados Unidos llevaba mucho tiempo prometiendo tomar medidas militares para evitar que Irán desarrollase un arma nuclear, pero en Donald Trump se aplica aquello de «perro que ladra, no muerde», en busca tal vez de un Nobel de la Paz, estaba tratando de buscar una solución diplomática después de retirar a Washington del acuerdo nuclear con las potencias internacionales durante su primer mandato.

Estaba previsto que la sexta ronda de conversaciones entre Estados Unidos e Irán se celebrase el domingo en Omán, algo que en las actuales circunstancias carece de sentido. De cualquier manera, los iranies se mantenían firmes en no desmantelar su programa nuclear y estaban tratando de ganar tiempo, para aplicar una política de hecho consumado, eso no quería entender Donald Trump, ni él, ni su vice J. D. Vance, principal opositor a un ataque militar a Irán. Israel había declarado que solo aceptaría un acuerdo en el que Irán renunciase a todo su programa nuclear, algo que los islámicos iranies rechazaron de forma contundente.

El jueves 12, por primera vez en 20 años, la junta de gobernadores del OIEA censuró a Irán por no colaborar con sus inspectores. La República Islámica anunció de inmediato que establecería un tercer sitio de enriquecimiento y cambiaría algunas centrifugadoras anticuadas por otras más avanzadas. Mientras tanto el sonador Donald Trump dijo que le había pedido a Netanyahu que no atacase a Irán mientras las negociaciones seguían en curso. ¿En curso de qué?

Benjamin Netanyahu había afirmado que Irán se estaba preparando para producir decenas de miles de misiles balísticos, los cuales podrían matar a millones de israelíes incluso sin armas nucleares, Irán aún no había disparado misiles balísticos, pero tiene miles de ellos si alguno de ellos tuviera armas nucleares sería fatal. Netanyahu aseguró que Irán podría estar a solo unos meses de poder realmente fabricar un arma nuclear, y no solo tener suficiente uranio.

Las FDI confirmaron que la razón del ataque fue evitar que Irán obtenga armas nucleares. Las armas de destrucción masiva en manos del régimen iraní representan una amenaza existencial para el Estado de Israel y para el mundo en general. Según las FDI, Irán tiene suficiente uranio para convertirlo en armas nucleares en cuestión de días, para 15 armas nucleares. En los últimos días, Irán desarrolló un plan con Hezbolláh, Hamas y otros grupos aliados para destruir el Estado de Israel, incluyendo intentos de atacar desde todas las fronteras, incluyendo Egipto y Jordania. Y eso fue el punto de no retorno.

En un acto de soberanía y de prudencia política, el primer ministro israelí Netanyahu consiguió demostrar un poco de independencia frente al todopoderoso jefe de la primera potencia mundial, Donald Trump. No esperó el permiso para atacar Irán, no estaba en juego la existencia de Estados Unidos sino la de Israel. ¿Acaso el presidente estadounidense no firmó sin permiso de Israel una tregua por separado con los hutíes? Entonces Israel tampoco le debe pedir permiso a Trump para torpedear sus inútiles negociaciones con Irán. Una cosa es estar informado y otra, controlar las decisiones del primer ministro Netanyahu.

Se informó que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, convocó una reunión de gabinete tras el ataque. El secretario de Estado Marco Rubio dijo en un comunicado: «Esta noche, Israel tomó una acción unilateral contra Irán. No estamos involucrados en ataques contra Irán y nuestra máxima prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región», y agregó «El presidente Trump y la administración han tomado todas las medidas necesarias para proteger a nuestras fuerzas y permanecen en estrecho contacto con nuestros socios regionales. Permítanme ser claro: Irán no debería atacar intereses o personal estadounidenses».

En comunicación con algunos colegas europeos, en los días previos, compartíamos el rumor del ataque inminente, pero el día jueves, filtraciones que se producían desde la Casa Blanca y que llegaban a los medios de diversas capitales europeas era como una confirmación no oficial. El viernes, la historia estaba en marcha. Esa madrugada, Israel lanzó una operación militar sin precedentes contra Irán. Los ataques alcanzaron instalaciones nucleares, bases militares y residencias de altos mandos del régimen, y decapita a la cúpula militar islámica. Se sabe que entre los muertos se encuentran varias de las principales figuras del alto mando militar del país.

Con el correr de las semanas se podrá saber com mayor exactitud los nombres y el número de ellos. Provocando el mayor golpe contra la cúpula castrense iraní desde la revolución islámica de 1979. Las explosiones sacudieron Teherán y otras ciudades iraníes poco después de las 03:30 horas local, seguidas por una segunda y tercera oleada de ataques alrededor de las 05:00 y las 07:00 horas. Según medios estatales, entre los muertos está el general Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Iraní, Hossein Salami, y el subcomandante de las Fuerzas Armadas, Gholamali Rashid.

A estos enfrentamientos se ha sumado también la nueva oleada de ataques israelíes perpetrada ese medio día en varios puntos del territorio, según informaron medios iraníes. «Israel logró sorprender a Irán. Logró atacar varios objetivos en el corazón de Teherán y eliminar simultáneamente a varios altos líderes del régimen iraní en diferentes puntos», informó Trey Yingst, jefe de corresponsales de Fox News, citando fuentes del ejecutivo israelí. Entre los fallecidos también figuran destacados científicos vinculados al programa nuclear, como Fereydoun Abbasi, expresidente de la Organización de Energía Atómica de Irán.

Benjamin Netanyahu, en una alocución televisada grabada poco después del ataque para informar sobre la ofensiva, dijo: «Golpeamos el corazón del programa de enriquecimiento nuclear de Irán. Golpeamos el corazón del programa de armamento nuclear de Irán. Atacamos la principal instalación de enriquecimiento en Natanz. Atacamos a los principales científicos nucleares de Irán que trabajaban en la bomba iraní. También golpeamos el corazón del programa de misiles balísticos de Irán».

Al mismo tiempo, Netanyahu, dejó claro que la ofensiva no había terminado. «Esta operación continuará durante tantos días como sea necesario para eliminar esta amenaza», sentenció. La ofensiva israelí alcanzó al menos seis objetivos en territorio iraní: Natanz, donde se ubica la principal planta de enriquecimiento de uranio del país, Arak e Isfahan, con instalaciones nucleares y de investigación asociadas, Kermanshah y Tabriz, que albergan bases militares y centros logísticos, y, por último, la capital, Teherán. En esta última, los bombardeos impactaron la base de Parchin y un complejo residencial en el que residían altos mandos de la Guardia Revolucionaria.

Las imágenes que se difundían por medios estatales mostraban edificios calcinados, coches incendiados y ventanas reventadas. En una declaración televisada, el portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Abolfazl Shekarchi, habló de una respuesta inminente contra Israel y Estados Unidos. «Recibirán una bofetada contundente», aseguró, añadiendo que llegará muy pronto. «El contraataque, con la voluntad de Dios, está garantizado», sentenció. De hecho, el ataque iraní sobre Israel ya se produjo, como así también el contrataque israelí.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, en un comunicado leído en la televisión estatal, el sátrapa, afirmó que Israel «debería anticipar un duro castigo». «La mano dura de la República Islámica no los dejará ir», agregó, aunque sin mencionar al Gran Satán, Estados Unidos en su declaración. El primer ministro israelí llevaba tiempo presionando a Donald Trump para dar luz verde a un ataque que, en su opinión, era ya inevitable. En al menos dos ocasiones anteriores, el presidente estadounidense rechazó autorizar la ofensiva y, hace apenas dos semanas, llegó a advertir públicamente que sería «inapropiado» atacar Irán mientras seguían abiertas las negociaciones nucleares.

En un pódcast publicado el miércoles pasado por el New York Post, Trump admitía estar «menos confiado» que nunca en la posibilidad de alcanzar un acuerdo. Donald Trump había reiterado que su objetivo seguía siendo evitar que Irán desarrollara un arma nuclear sin recurrir a una guerra abierta, y dejó una advertencia: «Da igual si no llegan a un acuerdo. No van a conseguir la bomba». ¿Pero cuando tío Donald? a su paso de tortuga iba a llegar tarde.

El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró en un comunicado este viernes que «Estados Unidos no participó en los ataques» y que su «prioridad absoluta es proteger a sus tropas en la región». El Pentágono, por su parte, anunció el refuerzo de sistemas antimisiles para proteger a los más de 40.000 militares estadounidenses desplegados en bases de Irak, Baréin, Kuwait y otros países del Golfo. Dos días antes, el Departamento de Estado había ordenado la salida del personal no esencial de sus embajadas en Bagdad y Erbil y autorizó la salida voluntaria de diplomáticos y familiares desde varios puestos clave en la región.

El ataque también llega un día después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aprobara una resolución de censura contra Irán por su falta de cooperación y el rápido avance de su programa nuclear. Según el último informe del organismo, Irán ya había acumulado más de 400 kilos de uranio enriquecido al 60%. El general y vocero militar israelí Effie Defrin describió la magnitud de la ofensiva sobre la infraestructura nuclear iraní. Reveló detalles inéditos sobre la operación y sus consecuencias inmediatas para la región.

El ataque aéreo israelí contra el complejo nuclear subterráneo de Natanz ha dejado daños significativos en la infraestructura utilizada para el enriquecimiento de uranio, según reveló el general de brigada Effie Defrin. De acuerdo con lo publicada por las IDF, la ofensiva aérea comenzó durante la noche, cuando «cientos de aviones de la Fuerza Aérea de Israel despegaron y completaron una secuencia de ataques contra cientos de objetivos militares y objetivos relacionados con el programa nuclear». La operación, que abarcó distintos puntos de Irán, se centró en el mayor sitio de enriquecimiento de uranio del país, ubicado a 1.500 kilómetros del territorio israelí.

Defrin dijo que «los ataques se llevaron a cabo en varias áreas de Irán», y subrayó que el objetivo principal fue el complejo de Natanz, una instalación subterránea que alberga «una sala de enriquecimiento multinivel con centrifugadoras, salas eléctricas y otra infraestructura de apoyo». Según el portavoz, «atacamos el área subterránea y objetivos adicionales críticos en el sitio que permiten su funcionamiento continuo. Infligimos daños significativos en este sitio». IDF explicó que la instalación de Natanz ha sido utilizada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) para avanzar en el proyecto nuclear iraní, con el objetivo de obtener armas nucleares.

«Durante muchos años, el régimen iraní ha trabajado para obtener armas nucleares. Este sitio contiene la infraestructura necesaria para enriquecer uranio a grado militar», afirmó Defrin en su declaración. También recordó que la comunidad internacional ha intentado frenar el desarrollo nuclear iraní «por todos los medios posibles», pero que «el régimen se ha negado a detenerse. No quedó más opción que actuar contra esta amenaza».

La operación no se limitó a la infraestructura nuclear. «esta mañana anunciamos la eliminación de los tres comandantes militares más altos del régimen iraní». Entre los objetivos alcanzados se encuentra Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del IRGC, dijo la IDF. Defrin confirmó: «En el ataque combinado inicial, atacamos a Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aérea del IRGC». Defrin atribuyó a Ali Hajizadeh «de lanzar vehículos aéreos no tripulados en abril y en octubre del año pasado», así como de «llevar a cabo docenas de operaciones terroristas a lo largo de los años, que dañaron a israelíes y a otros civiles de todo el mundo».

La precisión de la operación, según la declaración oficial, se debió a la calidad de la inteligencia obtenida por la Dirección de Inteligencia israelí y a la ejecución precisa y de alta calidad de la Fuerza Aérea. La eliminación del liderazgo de seguridad del régimen iraní y de los científicos nucleares fue posible gracias a la inteligencia precisa y de alta calidad de la Dirección de Inteligencia y a la ejecución precisa de la Fuerza Aérea de Israel. También las Fuerzas de Defensa destruyeron decenas de radares y lanzadores de misiles tierra-aire.

Un mecanismo de lanzamiento instalado dentro de contenedores fue hallado y destruido en uno de los sitios atacados en el oeste de Irán, como parte de una serie de ataques aéreos realizados contra la infraestructura de misiles balísticos del régimen iraní. Según informó las Fuerzas de Defensa de Israel, estas operaciones se llevaron a cabo en las últimas horas con la asistencia de inteligencia precisa proporcionada por la división de inteligencia militar. Los bombardeos destruyeron decenas de lanzadores, depósitos de misiles tierra-tierra y otras instalaciones militares asociadas al programa de misiles de Irán.

El Ejército dijo que uno de los objetivos principales fue un mecanismo de lanzamiento innovador, oculto dentro de contenedores, que se hallaba en el oeste del país. Esta acción es una respuesta a los repetidos ataques con misiles perpetrados por el régimen iraní contra el territorio de Israel durante el conflicto en curso. El ejército israelí explicó que la destrucción de estos misiles constituye una tarea esencial para la protección de los ciudadanos israelíes. La eliminación de estos arsenales busca reducir la capacidad ofensiva de Irán y limitar el riesgo de futuros ataques.

La inteligencia precisa permitió identificar y atacar objetivos clave, incluyendo sitios de almacenamiento y plataformas de lanzamiento. Durante el ataque, se destruyeron decenas de radares y lanzadores de misiles tierra-aire, elementos clave en la estructura defensiva iraní. El ejército indicó que estos objetivos fueron seleccionados como parte de una estrategia para debilitar las capacidades de respuesta aérea del régimen iraní. Los blancos de la IDF incluyen también comandantes, bases y sitios nucleares, aunque el objetivo principal son los sitios nucleares. Dijo la IDF que, en los últimos 20 minutos, Irán fue tomado por sorpresa y fue atacado en lugares donde no lo esperaban.

Entre los sistemas de defensa aérea destruidos se encuentran el SA-69 (derivado del S-300), el SA-68 (derivado de Mersad), el SA-71 (derivado de Raad) y el SA-63 (derivado de Khordad), con alcances que varían entre 24 y 300 kilómetros. El Mossad introdujo tanto la base de los drones como armas de precisión en el centro de Irán, plantadas cerca de sistemas de lanzamiento de misiles tierra-aire, así como vehículos con sistemas de ataques. Las armas introducidas en Irán se activaron durante el ataque israelí de esta madrugada para contrarrestar los sistemas de defensa iraníes.

Entre los objetivos del ataque inicial estaban casas y una zona donde viven los altos mandos militares en Teherán. También se informó que había sido atacada la sede del Comando General de la Guardia Revolucionaria. Un alto funcionario iraní le dijo al New York Times que el área de Shahid Mahlati, un complejo residencial en Teherán donde viven altos comandantes militares iraníes, fue atacada y tres edificios fueron destruidos. El Mossad dirigió una serie de operaciones antiterroristas encubiertas en el corazón de Irán.

El ataque contra dirigentes y lugares sensibles se basó en la activación de equipos de inteligencia, armas posicionadas con anterioridad y otras capacidades que habían permanecido latentes durante mucho tiempo Al amanecer, miembros del círculo cercano del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, y figuras clave en el núcleo científico nuclear de Irán estaban muertos. En algunos casos, fueron víctimas de drones cargados con explosivos u otros dispositivos que abrieron agujeros en los lados de edificios de apartamentos y otras estructuras en el centro de Teherán.

La operación israelí dependió de la activación de equipos de inteligencia clandestinos, arsenales de armas previamente ubicados y que habían permanecido inactivas dentro del territorio iraní durante semanas o incluso meses. Los asesinatos selectivos formaban parte de una primera ola dentro del plan de ataque diseñado para eliminar a los tomadores de decisiones del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y del régimen iraní mientras se encontraban en los lugares que conocían los israelíes.

Las etapas finales tuvieron lugar mientras se reanudaban las negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán. En ellas, participaron agentes del Mossad encargados de introducir de contrabando grandes cantidades de armamento especial en Irán, desplegarlo por todo el país y activarlo contra objetivos designados. El Mossad había transmitido mensajes a comandantes de segundo nivel y a funcionarios del régimen que probablemente serán seleccionados para reemplazar a los asesinados.

«Algunos de ellos recibieron una carta bajo la puerta; algunos recibieron una llamada telefónica; algunos recibieron una llamada al número de sus cónyuges», dijo un funcionario sobre los mensajes diseñados para dejar claro que «sabemos dónde están y que tenemos acceso a ellos». «Todos ellos están MUERTOS ahora», dijo el presidente Donald Trump en referencia a las figuras del régimen eliminadas por los ataques israelíes. Instó a Irán a llegar a un acuerdo para abandonar sus intenciones nucleares antes de enfrentarse a ataques posteriores que solo empeorarán.

El Mossad también estableció una base de drones explosivos en el interior de Irán mucho antes del ataque, armas que fueron activadas y dirigidas hacia las ubicaciones de lanzamiento de misiles tierra-tierra en la base iraní de Esfajabad, cerca de Teherán. El ataque ocurrió apenas semanas después de que Ucrania llevara a cabo una operación similar, utilizando drones armados escondidos en contenedores de envío en ataques que sorprendieron al Kremlin y destruyeron aeronaves militares rusas en pistas desprotegidas.

Que Israel se estaba preparando para un ataque masivo contra Irán se sabía, y la pregunta que muchos se hacen es, cómo es posible que el ataque israelí de la madrugada del viernes haya logrado eliminar a importantísimos miembros de la cúpula militar. Para ello era necesario tener agentes en el terreno, como ya lo explicamos. El Mossad habría desplegado de forma encubierta varios sistemas de ataque montados en vehículos y la tercera fase es similar a la Operación Spiderweb ucraniana.

La cuestión de los daños reales a las centrales nucleares no es muy claro aún. Si bien se reportaron daños en la central de Natanz, la mayoría de los sitios nucleares iraníes están construidos a decenas de metros bajo tierra. La mayoría de los expertos estiman que incluso la bomba antibumkeres más grande de Estados Unidos, la GBU-57, que no puede ser transportada por aviones de combate israelíes, tendría que ser utilizada varias veces en el mismo punto para llegar a destruir sitios construidos tan profundamente.

Es necesario la cooperación militar de Estados Unidos, a menos que, Israel recurra a su armamento nuclear. Putin está muy molesto, ya que Irán es su mayor proveedor de drones, y lo mismo China, que acaba de condenar el ataque de Israel. No hace falta que sigan disimulando la alineación de Rusia y China con Irán y Corea del Norte.

Ricardo Veisaga

14 de junio de 2025.

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