NUESTROS HIJOS DE PUTA
Franklin Delano Roosevelt
Franklin Delano Roosevelt (FDR) nació en Hyde Park, New York, el 30 de enero de 1892 y falleció en Warm Springs, Georgia, el 12 de abril de 1945. Fue un político, diplomático y abogado estadounidense, graduado en la Universidad de Harvard. El presidente Theodore Roosevelt un republicano del Oyster Bay, era el quinto primo de Franklin Delano.
Franklin D. Roosevelt llegó a ser el trigésimo segundo Presidente de los Estados Unidos y fue el único político en ganar cuatro elecciones presidenciales consecutivas en Estados Unidos. Fue miembro del Partido Demócrata y también miembro de la Logia George Washington de masones.
Inició su carrera política desde muy joven al ganar una curul en el Senado del Estado de New York y luego pasó a desempeñarse como Secretario de la Marina. Formó así parte del comité conjunto que constituye la denominada Secretaría de Defensa de los Estados Unidos.
Desde este cargo asumió -de facto- todas las funciones, ejerciendo una supremacía respecto a la Armada de Estados Unidos. De tal modo tuvo influencia directa sobre los marines, la Guardia Costera y en general, sobre muchas otras funciones dentro de la Secretaría de Defensa.
La creencia de que Franklin Delano Roosevelt no volvería a retornar a la política debido a la polio, se vio frustrada cuando un renovado (aunque aún afectado por la polio) Roosevelt, salió de su retiro para postularse al cargo de Gobernador del Estado de New York, ganando la elección.
En 1932 buscó la nominación demócrata para la Presidencia, obteniéndola con bastante facilidad y lanzó su candidatura a presidente. Y logrando de esa manera ser electo Presidente. Como gobierno enfrentó a la Gran Depresión mediante la política del «New Deal», centrada en el aumento del gasto público y la inversión en infraestructuras que modernizaron enormemente el país.
Desempeñó con éxito el cargo durante su primer período, por lo cual se postuló nuevamente en 1936 para un segundo período, en 1940 para un tercer período y en 1944 para un cuarto período. Ganando en todas ellas, ejerciendo así la presidencia durante un período seguido de más de 12 años, que habrían sido 16, si no hubiese sido por su repentina muerte, en 1945, durante el primer año de su último mandato.
Cordell Hull, Roosevelt sentado, su hija Anna y el general Charles De Gaulle.
Roosevelt falleció sobre su escritorio mientras trabajaba. A él se le adjudica erróneamente la frase: «Sí, es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». Es muy común leer este error en artículos de muchísimos periodistas, no se tomaron jamás el trabajo de investigar. Igualmente, se le atribuye esta frase a Ronald Reagan quién habría dicho lo mismo de Saddam Hussein, el mismo error se comete con Bush padre.
La verdad es otra, dicen que Franklin Delano Roosevelt y su Secretario de Estado Cordell Hull, se encontraban a bordo de un trasatlántico en las costas de Nicaragua y Cordell Hull le insistió varias veces al presidente, sobre el reiterado pedido de visita, del entonces presidente de Nicaragua Anastasio Somoza.
Roosevelt permanecía en silencio y no le respondía, pero Hull siguió insistiendo y un día se dio la siguiente conversación:
«¡Señor presidente, tenemos que decirle algo al presidente Somoza de Nicaragua!» Y Roosevelt visiblemente mal humorado, le respondió: ¡Ah… Somoza is a son of a bitch! Lo cual literalmente traducido es «Somoza es un hijo de perra». (pero se emplea para insultar a alguien llamándole Hijo de puta).
El Secretario de Estado Cordell Hull, sin perder el aplomo le contestó: «¡Yes míster president, general Somoza is a son of bitch!… ¡but he is our son of a bitch!», que quiere decir: ¡Sí señor presidente, Somoza es un hijo de puta!… ¡Pero él es nuestro hijo de puta!
Cordell Hull fue Secretario de Estado desde 1933 a 1944, miembro del partido demócrata, integrante de la Cámara de Representantes en 1907, en los años treinta sostuvo la «política de buena vecindad» con Iberoamérica, enfocada a mejorar las relaciones con la región, se enfrentó duramente al expansionismo japonés en China en defensa de los intereses estadounidenses en el área.
Durante la Segunda Guerra Mundial, apoyó la decisión de Roosevelt de luchar contra Hitler y mantenerse firme ante las ambiciones del imperio japonés. Tras Pearl Harbor, defendió en la reunión de ministros de asuntos exteriores en Moscú en 1943, la creación de una organización mundial que garantizara la paz y la seguridad, consiguiendo convencer a las demás potencias.
Roosevelt lo llamó «padre de las Naciones Unidas», recibió el Premio Nobel, después de la última reelección de Roosevelt, en 1944 renunció a su cargo.
Las potencias mundiales en cualquier época de la historia, sin importar la magnitud geográfica o demográfica del mundo, deben ejercer necesariamente el papel preponderante que les corresponde. La Historia es la historia del enfrentamiento entre los Imperios, la vida política internacional es polémica, hay pluralismos de Estados que están en perpetuo enfrentamiento entre ellos.
«Una comunidad viviente, en el sentido ecológico, es lo más opuesto a la igualdad entre sus partes y a su armonía: una biocenosis es un reino de equilibrio, o armonía, si se quiere, pero de aquella que resulta de la desigualdad, de la explotación, de la depredación, de la dominación de unas especies sobre otras especies, incluso de la muerte cuando es necesaria para que puedan tener lugar las cadenas tróficas». Gustavo Bueno.
La Historia no avanza de manera general o total, sino que es el avance de una parte sobre otras partes, sino no habría movimiento. Las naciones tampoco son iguales entre sí, hay naciones pequeñas y grandes, hay naciones y culturas sanas y enfermas, las naciones viven en una interminable «biocenosis social».
El Orden, en el mundo de la vida política (en la única que tenemos), es sumamente necesario, a ello se debe entre otras cosas, la creación de la Polis, para que existiera un orden y no el caos. Y los países o las potencias mundiales necesitan de ese orden, y ese orden para un Estado, Potencia u Imperio, está en relación con sus planes, programas, ortogramas, con sus fines.
Para ello determina y analiza las distintas regiones o áreas de influencia de la que depende su propia eutaxia. Durante la Guerra Fría, cuando el mundo político había sido dividido en dos bloques, para frenar el avance de uno o de otro era necesaria la participación de otros países, para evitar el enfrentamiento directo y expandir sus dominios.
Para ello era necesario imponer, sostener gobiernos afines a su política, sin importar que tan buenos o malos sean moralmente, no se trata de una cuestión moral, estética o deportiva. Existía una necesidad política, por lo tanto, es de mala fe pretender descalificar a uno de los contendientes por tener «hijos de puta».
¿No los tenía la Unión Soviética? ¿Y los Castro que fueron y aun lo son? Luego de ensuciarse las manos, más adelante llegaran los moralistas, y será el tiempo de limpiar la ropa sucia. Durante esos años se apoyaron en iberoamérica a muchos dictadores sean civiles o militares.
Lo mismo sucedió en otras regiones del planeta, empezando por Cuba. Y cuando se impuso un nuevo cambio en su política exterior, exigencia que se va operando por los cambios que se van dando en el mundo. Ante un nuevo panorama se empeñaron en derrocar uno tras uno a esos mismos gobiernos que les habían sido funcionales, o miraban para otro lado con un ojo mientras eso sucedía.
Pero en muchos casos fue más grave el daño producido a esos países por no permitir a un hijo de puta, por ejemplo, Irak, Irán, Cuba, Nicaragua, la «primavera árabe», etc. En América latina es conocido el caso de gobiernos como Jorge Ubico Castañeda en Guatemala, 1933-1944. Tiburcio Carías Andino, presidente de Honduras (1938-1949), general Teósofo Hernández Martínez, presidente de El Salvador (1935-1944), y Anastasio Somoza García, alias «tacho» a quien calificó Roosevelt de hijo de puta, sin hacerse cargo que era de ellos.
Ubico Castañeda, Carías Andino, Hernández Martínez, Anastasio Somoza García.
James Earl Carter Jr. Alias Jimmy, no fue reelecto como presidente por su desastrosa política internacional, pretendió implementar en todo el mundo su política de «Derechos Humanos», cometió el delito de confundir la moral con la política, o poner lo moral por sobre lo político y actuó de manera irresponsable con muchos gobernantes del mundo.
Por ejemplo, abandonar y dejar caer al Sha de Persia Reza Pavlevi, perdiendo el control del petróleo e instaurando un gobierno enemigo de los Estados Unidos, que implementó una teocracia islámica bárbara, antisemita y que aún lo estamos padeciendo. Y no es necesario extenderse sobre la toma de la embajada de Estados Unidos en Teherán.
Igualmente, otro grave error fue creer que era conveniente para Nicaragua que se derrocara al dictador tachito Anastasio Somoza Debayle, y que tomaran el poder los Sandinistas (marxistas-leninistas) en plena Guerra Fría. Su subsecretario de Estado James Bowler, ex embajador en Guatemala, era simpatizante de los guerrilleros sandinistas. Carter, como todo progre recibió el Premio Nobel de la paz.
La estupidez universal de «la primavera árabe».
–¿Por qué atacan a Gadafi?
–¡Hombre! Es que Gadafi ha atacado a su pueblo
–No. Ha atacado a los rebeldes que se han sublevado contra él. Otra parte del pueblo apoya a Gadafi ¿Cuántos eran los rebeldes? ¿Y cuántos muertos ha habido? ¿Cómo es que apenas hay fotos de víctimas?
–Si tuviera muchos partidarios ¿por qué no hace elecciones libres para que la gente decida?
–Tampoco las hacen los gobernantes iraníes, ni los chinos ni los castristas, ni los de Corea del Norte, por poner sólo unos pocos ejemplos. O los fraudulentos que se hacen en Venezuela. O el régimen marroquí, que también ha perpetrado matanzas muy graves entre los rifeños. Y no veo que la ONU (donde hay tantas dictaduras) o USA o diversos países de la Unión Europea se planteen siquiera derrocarlos.
Aparte de que estos canallas pro terroristas del gobierno español alegaban en la guerra por derrocar a Saddam, que este no tenía armas de destrucción masiva. En relación con Gadafi ni siquiera se preguntan si las hay o no. Simplemente saben que no las hay. Y Gadafi no ha invadido ningún país vecino, como Saddam a Kuwait.
–Pero Gadafi ha apoyado el terrorismo.
–Hace mucho tiempo de eso. Después ha sido bienvenido por los mandamases franceses, españoles, ingleses, useños, etc. Es muy posible, incluso, que haya contribuido a las campañas electorales de políticos como Sarkozy. Y no me extrañaría que en España hubiera también algo de ello.
–Bien, entonces dígame por qué le atacan. ¿Por puro capricho?
–Con Gadafi puede que pase algo parecido a lo del Sha de Irán. En nombre de la democracia, Francia apoyó a los ayatolas, y USA (Carter) dejó caer al régimen más pro occidental que mantenía en la región un equilibrio básico.
El problema en el norte de África es que de pronto han surgido movimientos de masas contra los regímenes -pro occidentales, incluso miembros de la Internacional socialista-, movimientos confusos de orientación indefinida, y algunos países occidentales no dudaron en traicionar a sus antiguos aliados y apoyar esos movimientos esperando que desemboquen en democracias, o en nuevos regímenes pro occidentales.
Respecto de Gadafi se ha traído a colación la respuesta de Cordell Hull a Roosevelt sobre Somoza: «Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». La alternativa a Somoza, ¿era algún político sensato, decente y demócrata, o era un hijo puta mayor que Somoza? Ahí está Daniel Ortega todavía en el poder.
Segundo: Roosevelt, responsable de tomar la decisión de entrar en guerra y por lo mismo de decretar la muerte de millones de personas militares y civiles de ambos bandos ¿tenía autoridad moral para llamar hijo de puta a nadie? ¿La alternativa a Gadafi era la sharia y las milicias terroristas islámicas? ¿Y acaso el presidente, dictador, de Siria no es un hijo de puta de los rusos?
La Merkel, Sarkozy, Berlusconi, entre ellos Gadafi y Mubarak.
Las decisiones políticas de cierta envergadura internacional no están sujetas al juicio de lo moral, no estoy negando la validez de lo ético, ni de lo moral, pero son esferas menos importantes que lo político, y pertenecen a otro plano.
Y, es más, si ellas existen es porque el Estado lo permite (el único que da derechos es el Estado, también los quita). ¿Quién cuernos puede determinar que Fidel Castro, o los comunistas son ejemplos morales, o los Kirchner o la vieja marxista- kirchnerista de la Hebe Bonafini?
Soy realista político, por tanto, desde el punto de vista del orden, y de la eutaxia de un Estado, puedo decir que Augusto Pinochet Ugarte (hijo de puta de los ingleses), fue el mejor para la eutaxia del Estado chileno, quien evitó que Chile cayera en las garras del comunismo internacional, e impusiera una política económica que hoy lo pone entre los mejores de iberoamérica.
Margaret Thatcher cuando Pinochet fue detenido en Inglaterra, pidió por su «hijo de puta», ella era una mujer de palabra y lealtad política. Pero Inglaterra estaba lavando la ropa sucia y la Dama de Hierro ya no estaba en el poder. Y aquellos que se lamentan y se horrorizan de los muertos parece que no se enteraron o son unos idiotas al ignorar que el comunismo se cobró la vida de 100 millones de personas en el mundo. Además de dejar empobrecido y acabar con la libertad de la gente como en Cuba y en Corea del Norte.
Saddam Hussein era un gobierno laico, al igual que Gadafi, y fueron un freno para los islamistas y para los terroristas, habían hecho la separación entre la mezquita y el Estado, y mantenían sus países estables. Los moralistas que se llenan la boca hablando de las dictaduras y de los hijos de puta, son los mismos que viven y gozan de los beneficios del petróleo.
El gran error en Irak fue de Bush Jr., las consecuencias fueron y continúan siendo enormes. Lo mismo puede decirse de Barack Obama, las consecuencias políticas de su inacción en Siria es el Estado Islámico y el Levante.
Como lo dijo recientemente para despegarse de Obama, Hillary Clinton con vista a su candidatura presidencial, por puro cinismo y oportunismo. Lo mismo se puede decir de Hosni Mubarak, y la alternativa al faraón egipcio fueron los Hermanos Musulmanes. La pérdida del poder que estaba en manos de los Hermanos Musulmanes es una reivindicación del hijo de puta de Hosni Mubarak.
Como decía el padre de muchos hijos de puta en mi país (la última sigue gobernando, Cristina Kirchner), el general Juan Domingo Perón: «la única verdad es la realidad» (en Política, se entiende).
Es necesario que el Estado imponga orden, orden necesario para que los ignorantes de lo político puedan hacer sus distinciones o disquisiciones éticas o morales, dedicarse a los negocios o simplemente fornicar en paz. O para que puedan seguir discutiendo sobre el sexo de los ángeles (discusiones bizantinas) cuando los bárbaros no sólo están en las puertas de la ciudad como en Bizancio, sino que ya están adentro.
La política sólo puede ser juzgado con autoridad desde las categorías propias de lo política, pretender dar validez a la crítica moral sobre la política es un grave error, dejemos en paz a los hijos de puta y a sus progenitores.