MILEI DESPIDE A LA CANCILLER DIANA MONDINO
La ex Canciller Diana Mondino, expulsada por votar contra el embargo a Cuba.
La representación del gobierno argentino, votó en la Asamblea General de Naciones Unidas en contra del embargo económico a Cuba, que desde hace décadas promueve Estados Unidos contra el régimen comunista. En esta votación, que es fogoneado por Cuba por trigésima segunda vez, se esperaba, con toda lógica, que el voto de la Argentina estuviera en consonancia con Estados Unidos e Israel.
El presidente Javier Milei se enteró horas después de producida la votación, cuando el actual embajador argentino en Estados Unidos Gerardo Werthein, le mandó el siguiente mensaje: «¿Cómo puede ser que votamos a favor de Cuba?». Javier Milei se encontraba comiendo y reaccionó sorprendido: «¿Y ahora que carajo pasó?». Lo siguiente fue ordenar que rectificaran el voto, pero ya era tarde. En esos momentos algunos colaboradores le dieron algunas explicaciones, argumentos que no le parecieron válidos y ordenó que alguien le hiciera saber a Diana Mondino que era el final de su gestión.
El presidente Javier Milei dijo que era un «error inadmisible», este grave error fue el epílogo de una gestión que ya había llegado a su término hace rato. Anteriormente se habían cometido algunos fallos de manera voluntaria o involuntaria, pero que de cualquier manera son exclusiva responsabilidad de la canciller Mondino. Y como todo el mundo sabe, o debería saber, los ministros o funcionarios no son más que simples fusibles, son desechables en situaciones como esta.
Las explicaciones que corren en los medios, tratando de justificar el voto en favor de Cuba, son gratuitos y banales, sostener que Argentina, tradicionalmente, se alineaba con los países de la región, para obtener en el futuro una unidad en estos mismos foros internacionales, por la cuestión de la disputa de las Islas Malvinas con el Reino Unido, es ciertamente ridículo. Si la causa de Malvinas requiere de países dictatoriales y empobrecedores, es que la diplomacia y la clase política argentina no aprendió absolutamente nada.
Mucha gente no sabe o no debe recordar que, en 1982, en plena guerra, con un afán populista y con el fin de obtener apoyo de muchos países, el entonces canciller argentino Nicanor Costa Méndez, el rengo, se tuvo que abrazar con dictadorzuelos como el gobierno cubano y otros marxistas, semejante rebajamiento de un gobierno esencialmente antimarxista, fue una verdadera afrenta. Entonces, sostener que se vota en manada contra el embargo para obtener ayuda por Malvinas, lo que debemos concluir es que estamos verdaderamente jodidos.
El encargado de votar en la ONU fue Ricardo Lagorio, todavía representante argentino en dicho organismo, y en el mes de noviembre debería regresar al país, porque su carrera también llegó a su fin. Medida que no tiene o no debería tener relación con su voto en contra del embargo a Cuba en la asamblea general. Para Javier Milei, la necesidad de preservar el apoyo de la región a la «cuestión Malvinas» no fue un argumento suficiente, y en un estallido de furia decidió echar a la canciller Diana Mondino y reemplazarla por el actual embajador en Washington, Gerardo Werthein.
Personalmente, creo que fue una jugada de Ricardo Lagorio, hecho con «mala leche» por motivos personales, de cualquier manera, Lagorio, fue el encargado del voto que terminó con la gestión de Mondino. En el Palacio San Martín, sede de la cancillería argentina, no niegan el enojo de Lagorio con Mondino por la decisión de separarlo del cargo. Y sostienen en su defensa fuentes diplomáticas «Pero él sólo cumplió órdenes. Y es un tema demasiado importante para que no lo maneje la canciller», dicen.
Tampoco era un secreto que la representación argentina en Naciones Unidas cambió de mando hace unos días. Ricardo Lagorio, había sido recientemente desplazado, era muy resistido por la secretaria general de la presidencia Karina Milei, hermana del presidente, y el asesor presidencial Santiago Caputo, y en su lugar fue nombrado su segundo, Francisco Tropepi, quien estuvo por años a cargo de la representación diplomática en Israel. De cualquier manera, fue Ricardo Lagorio quien emitió el voto argentino, ya que, a pesar de estar oficialmente fuera del cargo, según el reglamento diplomático, estaba a cargo de la misión hasta el último día de su estadía en New York.
Al margen de esta crisis diplomática, hay que hacer notar, que además de las únicas excepciones de Israel y el propio Estados Unidos, más la abstención de Moldavia, el resto de los países integrantes, de un total de 187, que votan en la asamblea lo hicieron en favor del cese del embargo, tema utilizado por el castrismo como propaganda política ante su absoluto fracaso en lo económico y social, en su disputa contra los Estados Unidos. Desde la época de Bill Clinton, pasando por Obama y la actual administración demócrata, la izquierda estadounidense, si por ellos fuera, votarían en contra, pero no se puede votar en contra de su propia resolución.
No votaron Venezuela ni Ucrania. Lo llamativo es que Ucrania, quien está recibiendo ayuda de Estados Unidos en su defensa contra Rusia no haya votado en contra de Cuba, cuando hay soldados mercenarios cubanos combatiendo contra Ucrania. Pero que la cancillería argentina no entienda que la cuestión de Cuba y el alineamiento con Estados Unidos e Israel del gobierno argentino, es una cuestión de Estado, es para entrar en pánico.
Otra cuestión que sigue llamando la atención es como en los medios se habla alegremente de «bloqueo». En primer lugar, hay que decir que el único bloqueo que existió contra Cuba fue en 1962, durante la crisis de los misiles, cuando la flota estadounidense ubicó naves de guerra en torno a la isla para evitar el ingreso de naves enemigas y aislar a Cuba. Todo sobre esta mentira orquestada por el régimen marxista cubano, lo expliqué en dos artículos en la que detallaba todo lo que compra Cuba de Estados Unidos, son datos y no relatos. Al final del artículo podrán acceder a estos artículos mencionados en los links pertinentes.
Para Estados Unidos esta farsa que se repite año tras año en la ONU, no tiene mayor importancia, y esta resolución no forma parte de sus mayores prioridades en su política exterior, tiene problemas más graves que ocuparse de un paisillo criminal que no puede dar electricidad a sus ciudadanos, y que no produce nada y debe comprar huevos a Estados Unidos. El sátrapa de turno en Cuba, Miguel Díaz Canel, posteó en la red social X. «El pequeño David volvió a vencer al gigante Goliat», «La pequeña Cuba ha vuelto a derrotar al imperio vecino que, seguramente, ignorará con prepotencia la demanda mundial, pero la dignidad de este pueblo y la solidaridad universal han vuelto a derrotarlo», dijo el sucesor de Fidel y Raúl Castro.
En esas declaraciones hay mucha hipocresía, hay que decir, que el mayor proveedor de medicina a Cuba son los laboratorios estadounidenses, Cuba recibe el mayor ingreso de divisas ingresa gracias al envío de los cubanos del exilio. En Cuba hay hoteles de cuatro o cinco estrellas cuyos dueños son europeos, si realmente, Estados Unidos no quisiera que funcionen bastaría con un apriete a los europeos. Cualquiera que entienda mediamente de política internacional sabe, que los grandes temas que afectan a las grandes potencias o imperios no se tratan en la Asamblea de la ONU, sino en el seno del Consejo de Seguridad donde solo cinco potencias definen estas cuestiones.
No hay límites para el envío de dinero a Cuba y para descomprimir la sofocante y ahogante situación miserable, Cuba ha abierto sus fronteras para que la gente emigre y de esa manera se pueda paliar un poco la miseria económica y social del pueblo cubano. En los últimos cuatro años, por derecha, es decir, de manera legal, salieron de Cuba al exterior 600.000 cubanos, que equivale a un 5 o 6% de la población cubana, así que seguir hablando de bloqueo es un insulto a la inteligencia.
No es ninguna novedad que tanto Cuba, Venezuela, Nicaragua, México, quieren la caída del gobierno de Milei, todos saben que quieren desencadenar disturbios similares a los ocurridos en Chile, y esto dicho por funcionarios como Diosdado Cabello, Maduro, lo decía el violador serial Evo Morales, aquí no hay conspiracionismo alguno. Cuba no es el recuerdo de las guerrillas marxistas de los sesenta y setenta, sino que todos los días trabajan para imponer su agenda, junto al Foro de San Pablo, el Grupo de Puebla, en Bolivia con los iranies y los rusos, en Chile, etc.
El comité de descolonización de la ONU, cada año, emite una resolución instando a la Argentina y Gran Bretaña a buscar una solución «pacífica y negociada» a su diferendo por Malvinas. La última realizada fue en junio del año pasado, y se aprobó por unanimidad. Cuidadoso de no perder aliados, la cancillería enfrentó semanas atrás duras críticas de la oposición por su postura dialoguista con Gran Bretaña.
En septiembre, los cancilleres David Lammy y Diana Mondino firmaron un acuerdo para reanudar las visitas de familiares de caídos argentinos a la isla, se trata de la reposición de un viaje semanal desde San Pablo, Brasil, rumbo a las Islas Malvinas y con una escala mensual en la provincia argentina de Córdoba. Además, la finalización del acuerdo con la Cruz Roja para la identificación de restos de soldados argentinos muertos durante la guerra de 1982. «La soberanía está resguardada», dijo Mondino en aquella ocasión.
En el comunicado de la Cancillería, en el sitio oficial se denominó Falklands a las Islas Malvinas, es decir, con el nombre en inglés usado por los británicos. 24 horas después del «error», bajaron la publicación. El hecho provocó críticas de todo el arco político, incluyendo a la vice presidenta Victoria Villarruel, y las denuncias de excombatientes de la Guerra de Malvinas y un pedido de juicio político por parte del bloque opositor peronista.
Según se indicó desde el gobierno, se habría tratado de «un acto malicioso», y tras el comunicado, se abrió un sumario urgente a un empleado, con la intención de proceder a «desvincularlo inmediatamente» de su cargo. En ese momento Diana Mondino expresó: «Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses argentinos». Es cierto que Mondino fue la primera en decir que se iba a despedir del gobierno al responsable que nombró a las Islas Malvinas como «Falklands» en un comunicado oficial.
«Es absolutamente falso que desde Cancillería haya salido un comunicado donde llamamos a nuestras Islas Malvinas por otro nombre. Respecto de la versión maliciosa publicada en la web del gobierno, estamos identificando al responsable para despedirlo. Vamos a ir a fondo contra cualquiera que, guiado por la ideología de izquierda, atente contra los intereses de los argentinos», afirmó la funcionaria, en una declaración en su cuenta de X. Y agregó: «Las Malvinas son, fueron y serán siempre argentinas, estamos trabajando para recuperarlas».
El Ministerio de Relaciones Exteriores está sometido a internas entre diplomáticos de carrera y los sectores que están identificados de manera vertical al ideario político que propone el presidente Javier Milei. El mismo, Milei les envió a los miembros del Servicio Exterior una carta en la que les pidió que aquellos que estuvieran en contra de sus ideas den un paso al costado. Esa misiva no cayó bien entre los diplomáticos, que sin embargo prefirieron hacer lo de siempre, mirar para otro lado y evitar una escalada con el primer mandatario.
Estos días he llegado a escuchar teorías absurdas respecto a la diplomacia, como si esta institución fuese ajena o estuviera al margen del gobierno de un Estado. Algunos periodistas llegaron a sostener que el gobierno debe hacer lo que los diplomáticos sugieran. ¿Qué es esto? Los diplomáticos deben asesorar, sugerir, pero ellos de ninguna manera tienen la palabra final, eso es propio del presidente del gobierno, él es quien fija la política exterior y el cuerpo diplomático debe seguir ese lineamiento.
Dentro de este clima, la ex canciller Diana Mondino, tuvo en las últimas semanas dos bajas importantes: el vicecanciller Leopoldo Sahores, y el embajador en la ONU, Ricardo Lagorio, considerados dos pesos pesados de la diplomacia, como dicen los medios, de extensas trayectorias, quienes renunciaron. Esa es la verdad de la milanesa, ningún diplomático puede ni debe estar sobre el presidente. Luego de despedir a Diana Mondino, el presidente Javier Milei se expresó en redes sociales, de manera indirecta, al replicar un posteo de la diputada nacional del partido Pro, Sabrina Ajmechet. «Orgullosa de un gobierno que no banca ni es cómplice de dictadores», escribió la legisladora en X.
Desde la cuenta oficial de la Oficina del Presidente, y a través de un comunicado el Gobierno informó: «La canciller Diana Mondino ha presentado su renuncia al cargo de Ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En su lugar asumirá el actual embajador en los Estados Unidos, el Sr. Gerardo Werthein, quien liderará la continuidad de la transformación en la política exterior de nuestro país un período de cambios. Esta etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales. Nuestro país se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendrá firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetúan la violación de los DDHH».
Y anunciaron: «La República Argentina defenderá los mencionados principios en todos los foros internacionales en los que participa y el Poder Ejecutivo iniciará una auditoria de personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad».
La decisión de apoyar a Cuba le costó el puesto a Diana Mondino. Como dijimos antes, ya existía una serie de hechos que la llevaron a la canciller a estar caminando en la cuerda floja. Los dos únicos países que se opusieron a la moción fueron Estados Unidos e Israel, justamente esos con los que Javier Milei tiene un alineamiento casi incondicional en política exterior. En el entorno de Mondino se habla de un sabotaje, sin embargo, hay versiones confiables que sostienen que la gente de Karina Milei, dio el aviso en la cancillería sobre el problema de votar a favor de Cuba, y lo ignoraron o desafiaron el aviso, lo que es peor.
Algunas semanas atrás, se dice extraoficialmente, que la cúpula libertaria le había ofrecido el cargo a Gerardo Werthein, pero que el ofrecimiento no había prosperado. La propuesta volvió a hacerse nuevamente, esta vez ante la situación en que Mondino sería desplazada sin miramientos. Existía un desacuerdo, entre lo que los medios llaman, el triángulo de hierro, que estaría compuesto por Javier Milei, Karina Milei y Santiago Caputo, este desacuerdo estaría motivado porque Diana Mondino no lograba que la burocracia diplomática guarde lealtad con la política exterior que quería, con todo derecho, el Presidente argentino.
Lo que pedían era que los altos funcionarios de la Cancillería tomaran posición en conformidad a la propuesta de política exterior de Javier Milei durante la campaña: en contra de la Agenda 2030 de la ONU y a favor de Estados Unidos e Israel. Por tal motivo, el propio presidente le envió una carta a los funcionarios del Servicio Exterior en el que exigía ese alineamiento. «Quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad deberán dar un paso al costado», decía la misiva.
Es innegable que Karina Milei no tenía simpatía por Diana Mondino, y fue la misma secretaria general de la Presidencia quien se hizo con la Agencia Nacional de promoción de exportaciones e Inversiones (AAICI) y de la Marca País, áreas de influencia y control crucial que han estado en el área de la Cancillería. Los secretarios y directores que había colocado Diana Mondino al arribar a su cargo también fueron engullidos por el triángulo de hierro. Se cuenta, que un hombre de negocios de origen árabe, billonario, le pidió a Mondino una reunión para invertir en Argentina, y que esta lo habría ignorado o despreciado, eso no se le perdonó nunca.
Uno de esas renuncias más sonadas fue la del vicecanciller Leopoldo Sahores, quien fue reemplazado por Eduardo Bustamante, a quien Karina Milei llevó consigo a su viaje a Francia para atraer inversiones, y compartieron una reunión con la esposa del presidente Macron. También le habían «colado» a una abogada especializada en Familia, Úrsula Basset, para auditarle la gestión. Si tan poca confianza tenían por Diana Mondino, deberían haberle pedido la renuncia.
La primera gran polémica diplomática se dio en el mes de mayo cuando Diana Mondino afirmó que «los chinos son todos iguales». La canciller fue consultada en esa oportunidad por la presencia militar en la base espacial china en la Patagonia argentina. Sobre ello, la ahora ex ministra respondió: «Los que fueron de investigación no identificaron que hubiera personal militar. Son chinos, son todos iguales». Tras estas declaraciones, buscó excusarse diciendo que «eran todos iguales» porque «eran todos civiles».
Cuando el árbol está caído todos quieren hacer leña de la misma. Se escucha que, durante las elecciones presidenciales en Venezuela, la canciller Mondino reconoció el triunfo de Edmundo González Urrutia frente a Nicolás Maduro. Mondino aseguró, a través de su cuenta personal de X que el opositor Gonzalez Urrutia es «el legítimo ganador y Presidente electo», y criticó las demoras del actual mandatario venezolano a la hora de publicar las actas.
¿Y eso qué? Muchos lo dijeron. Los dichos del vocero de prensa de Javier Milei, Manuel Adorni, me pareció innecesario «No estamos en condiciones de proclamar a ningún ganador», señaló entonces. Lo que sí se puede considerar un error es lo sucedido durante una visita oficial a Nueva Delhi, India, cuando la canciller sugirió que Argentina podría reconsiderar su postura sobre los BRICS, el foro económico y político compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que luego tuvo que salir a desmentir. Eso sí que es desconocer la dialéctica de imperios y la postura Occidental.
La llegada al Palacio San Martín de Gerardo Werthein, un hombre de confianza de los hermanos Milei, había recibido sus credenciales diplomáticas durante el último verano, y estaba abocado a intentar sumar inversiones para la Argentina. Durante su gestión como embajador en Washington, consiguió múltiples visitas de Javier Milei, para intentar posicionar a la Argentina y convertir al país en un lugar de inversiones, y respaldar los vínculos del presidente Milei con el alto empresariado estadounidense, con personajes del mundo de los negocios como Elon Musk, el dueño de Tesla.
Gerardo Werthein dijo: «En nuestro país hay una sola política exterior: la que define el presidente. Y todo el equipo de la Cancillería estará alineado con esa visión», así de claro fue el mensaje enviado al diario La Nación, y prometió «Modernizaremos nuestra diplomacia y optimizaremos los procesos para que Argentina brille en la escena global, asegurando una transición ordenada». Lo que hace falta en Cancillería y el cuerpo diplomático, es lo que los muchachos del barrio llamarían «una limpia».
Werthein también fue importante en las gestiones que terminaron en la compra por parte de la multinacional Rio Tinto, con sede central en Londres, por 6.700 millones de dólares de Arcadium Lithium, una de las empresas con mayor presencia en proyectos de litio en Argentina. La influencia de Gerardo Werthein fue importante en consolidar en Javier Milei, en su política exterior de un alineamiento casi total con Washington, una postura que no se veía desde el gobierno de Carlos Saúl Menem, conocida popularmente como «relaciones carnales», expresión que fue inventada por el diario marxista Página 12, hecha con toda mala leche y que en su momento era objeto de burla.
Parece que la limpia en el cuerpo diplomático no se reduce a la renuncia del vice canciller Leopoldo Sahores, el número dos de Mondino en el Ministerio de Relaciones Exteriores, otros posibles alejamientos serían de Mariano Vergara y Marcia Levaggi, subsecretaria de Política Exterior. El nuevo vicecanciller, el diplomático de carrera Eduardo Bustamante, responde de modo directo a Karina Milei y a Santiago Caputo, y está en consonancia con el nuevo orden, centrado en el alineamiento con Estados Unidos e Israel, y con posiciones conservadoras, el rechazo a la agenda 2030 y el Pacto del Futuro, auspiciados por Naciones Unidas.
En este contexto es lógico y prudente que el presidente nombre a gente de confianza en su política exterior. Diplomáticos cercanos a Vergara y Levaggi se niegan a confirmar o desmentir los rumores de salida. Pero reconocen que «trabajan hace muchos años con Sahores», y que deberán analizar «nuevos roles», que ocuparían en los próximos días. La salida de Sahores, que se fue sin escándalo, pero con bronca apenas contenida, se suma a otras bajas en el equipo original de Mondino, como el ex jefe de gabinete, Federico Barttfeld, hoy embajador en Lisboa, Portugal.
La designación de Nahuel Sotelo como secretario de Culto y Civilización aceleró aún más el cambio de perfil de la Cancillería, y había dejado a Diana Mondino en un rol más protocolar, con decisiones que se toman lejos del Palacio San Martín. «El problema no es Diana, sino buena parte de la línea diplomática. Se tendrían que ir si no están de acuerdo con lo que dice el Ejecutivo», dicen desde el triángulo de hierro que acompaña al Presidente, y buscaban empoderamiento a nuevos funcionarios que crean y cumplan a rajatabla con la línea que baja desde presidencia.
Durante los gobiernos peronistas la política ideológica de esos partidos de izquierda estatista había copado la Cancillería. Existía, y aún existe, una casta política progre e izquierdista que convivio con un país de corte socialista, y eso debe cambiar, ya que quien diseña la nueva política exterior es el presidente de la nación y no los diplomáticos, a ver si se enteran. Además, era innegable el malestar entre los diplomáticos que por dos meses y en concepto del pago de Ganancias, tuvieron un descuento de casi el 40% del plus en dólares que perciben cada mes.
El ajuste es para todos, si no están de acuerdo, viven en un gobierno de la libertad, renuncien y a trabajar en otro lado. El presidente Milei fue muy claro en su oposición a la agenda 2030, que incluye la igualdad de género, el derecho al aborto y el reconocimiento del cambio climático como problema originado por el hombre, que fue el argumento principal del Presidente en su discurso ante la Asamblea General de la ONU y en su carta a los diplomáticos.
En esa carta, Milei pidió «un paso al costado» para aquellos que no estén de acuerdo con esos lineamientos, y en el rechazo a la agenda de la ONU, que según Milei es «un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los estados nación, y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas».
En el cuerpo diplomático argentino, sucede lo mismo que sucede en El Vaticano, donde por décadas estuvieron ganando lugares de enorme importancia los miembros de tendencia gay, o como popularmente se llama el «lobby gay» o la «parroquia», y se encargaron de beneficiar ascensos y dictar las líneas ideológicas sin importar que hay un presidente quien debe dictar esa política, durante los gobiernos peronistas nadaron en la misma corriente y creen que pueden seguir impunemente haciendo lo mismo.
En los años de gobierno socialistas, como argentino viviendo en el exilio voluntario, tomé distancia de los programas «culturales» del consulado argentino, en la que se promocionaban, supuestos, artistas que no hacían otra cosa que difundir su nefasta política de izquierda, que hacían apología de la guerrilla comunista que pretendían imponer en Argentina un marxismo empobrecedor y violador de las libertades individuales, que por suerte y mucha lucha, esa ideología hoy está en el lugar que se merece, fuera de la Historia.
El ex secretario de Relaciones Exteriores entre 1992 y 1996, Fernando Petrella, en una reciente entrevista sostuvo que la Argentina «no votó en absoluto a favor de Cuba», sino que «votó en contra de los embargos, la posición histórica de la Argentina». Explicó Petrella: «La Argentina no votó en absoluto a favor de Cuba. Votó en contra de los embargos y esa es la posición histórica de la Argentina, porque los embargos afectan a la población y no a los dirigentes. A los dirigentes se los afecta reteniéndole las cuentas en el exterior, impidiéndoles la movilidad fuera de los países».
Esto mismo sostuvo el ex embajador Diego Guelar, durante la gestión de Mauricio Macri, por eso Mauricio Macri, en el fondo era otro peronista y su gobierno nefasto y funcional al socialismo, y en el gobierno de Carlos Menem. Dice Diego Guelar: «De ninguna forma la exhortación de que Estados Unidos abandone el embargo es un apoyo a Cuba». Y dijo que cuando era embajador en Estados Unidos durante la presidencia de Carlos Menem, «La verdad fue propuesta mía que hagamos la política del doble repudio: repudiar el embargo, por ser instrumental a la dictadura cubana, y repudiar el sistema violatorio de derechos humanos, falta de derechos civiles e individuales en la Isla. Y eso se practicó centralmente durante los últimos 30 años. Este voto nunca fue a favor de Cuba».
¿Y qué quiere Guelar, una medalla por semejante estupidez? Lo mismo que Petrella no son otra cosa que la expresión de una diplomacia plagado de seudo intelectuales de la política que nos quieren enredar con un juego de palabras, es obvio, que con semejantes intelectuales la Argentina haya descendido a los infiernos. No entienden estos intelectuales que los dictadores izquierdistas de turno se aprovechan de pseudos razonamientos al estilo Guelar y Petrella para perpetuarse en el poder.
Si un pueblo se ve más sometido a la miseria, en algún momento va a explotar, si eso no sucede solo serán reses domesticadas, eso sí consolados por las reflexiones de tipejos como Guelar y Petrella. Si un pueblo no se revela contra las injusticias bien se merece ser tratado de esa manera por sus opresores. Y un gobernante debe tomar ese tipo de decisiones sin hacer pseudo discriminaciones de gente que no entiende la vida política real, que no conoce la naturaleza del hombre, y jamás leyó en serio a pensadores políticos como, por ejemplo, Maquiavelo, lo que es pedir mucho.
Desde el bunker de la diplomacia progre, afirmaron que votar en contra o abstenerse podía ser una decisión muy fuerte pensando de forma estratégica. Y es que, a la larga, la Argentina tendrá que pedir apoyos alrededor de la cuestión de las islas Malvinas, en la batalla diplomática por su soberanía. Si la legitimidad del reclamo argentino sobre Malvinas requiere de un quid pro quo con estos países criminales y fallidos, es porque Argentina no tiene argumentos serios que respalden su legítimo reclamo, como dice el gobierno argentino.
Según Petrella que sostiene que la Argentina votó «históricamente» en contra de los embargos, con ese criterio, podemos concluir que la esclavitud fue una institución histórica, por tanto, debe seguir existiendo o al menos no condenarla. «Y, además, la Argentina votó siempre a favor de los informes de la comisión de derechos humanos sobre la democracia en Cuba. Ha votado a favor del informe de Bachelet sobre Venezuela. Hay una larga historia de compromiso de la diplomacia argentina a favor de los derechos humanos y con un escepticismo muy grande sobre la efectividad que tienen los embargos».
Petrella duda sobre la efectividad de los embargos, pero no duda de la inutilidad de las denuncias sobre derechos humanos en Cuba o Venezuela. En Cuba ya se murió Fidel Castro sin conocer la cárcel, sin embargo, un indocto político como Petrella nos habla de la efectividad de la denuncia de los derechos humanos. En Venezuela se siguen desayunando a los ciudadanos y todo va bien. Mientras tanto, Maduro sigue adueñado del poder y no saldrá de ella si no es por la fuerza o medidas diplomáticas extremas, mientras tanto Guelar, Petrella y otros diplomáticos seguirán hablando de los derechos humanos.
Es el idealismo canalla enfrentado con la realidad. Una vez más, en Cuba no hay «bloqueo», el único bloqueo que tienen los marxistas es mental y que les impide entender que el motor de la historia no es la lucha de clases, y que el socialismo es una ideología nefasta comprobada empíricamente y derrotada por el capitalismo. Durante la crisis de los misiles hubo catorce días de bloqueo en la primera quincena de octubre de 1962, cuando Estados Unidos rodeó la isla como presión a la Unión Soviética y no podían entrar ni salir nada.
Mientras Estados Unidos prohibía a sus ciudadanos comprar y vender de Cuba, todo el mundo lo hacía, decenas de países. Pero muchos gobiernos idiotas movidos por afinidades ideológicas con Cuba, lo surtieron de créditos que jamás pudieron cobrar un solo peso, mientras el pueblo cubano seguía viviendo en la miseria y el régimen gobernante a sus anchas, pero genios como Guelar y Petrella dirán que fueron buenas medidas que no afectaron a los ciudadanos. El único bloqueo que persiste por más de 62 años es el mental y les sirve para la propaganda.
Leamos algo más del buenudo de Diego Guelar: «Todas las cancillerías del mundo se sienten muy orgullosas de que haya libertad de pensamiento, de que los sectores políticos que rodean a las cancillerías democráticas tienen todas las tendencias políticas e ideológicas presentes. Este es un tema. Y otro es la necesidad de la verticalidad en el momento que existe una instrucción. Este mensaje del Presidente es confuso, yo espero que se aclare».
El único confuso es usted, Diego Guelar, la libertad de pensamiento es para el café literario o compartiendo con amigos, en un Estado y cuando un presidente dicta su política exterior sus empleados acatan. Guelar como muchos otros que se creen políticos, no entienden algo básico, primario de la política, y es que unos mandan y otros obedecen. Y si no le gusta lo que le mandan, actúen como hombres libres, renuncien y búsquense otro trabajo.
Desgraciadamente la diplomacia argentina se ha convertido en un reducto que gente que cree que la vida política internacional pasa por ellos, que son los dueños de la pelota, y que ellos van a tomar decisiones pasándose por cierto lugar al presidente de turno. Se han creído que su trabajo consiste en viajar por el mundo, mantener reuniones y cocteles con mandatarios y funcionarios extranjeros, tomarse fotos, pero eso no es la diplomacia, que es una parte importante de la capa cortical de un Estado.
Hay que barajar y dar de nuevo, creo que necesitan entender en que consiste su trabajo y ubicarse. Esta tarea no es nueva, la necesidad de docencia para los diplomáticos tiene larga data. En la antigüedad circulaba en determinados lugares la obra del holandés, Abraham de Wicquefort, «El embajador y sus funciones», que apareció en Colonia, Alemania, en 1715. El libro de Wicquefort dicen que era el libro de cabecera de Saint Simon.
En el libro había una suerte de decálogo para «ese espía honorable» que es un embajador, y una guía segura para los aspirantes a ingresar y mantenerse en el servicio exterior. Para esa época, todo está allí. La etimología de la palabra tiene su origen en la palabra española «embiare», enviar, las condiciones de nacimiento, estudio, edad, conocimientos que son útiles y otros que más bien perjudican. Por ejemplo, dice que un embajador no debe ser un «pedante de profesión».
Eso sí, tiene que conocer de historia e idiomas. Recomienda a Tucídides, Jenofonte y Polibio, entre los griegos, Tito Livio, Julio Cesar, Salustio y Tácito entre los romanos. Dice que a estos no solo debe leerlos, sino manda a estudiarlos. Pero no hay libro que deje al embajador tanto provecho como las Memorias de Philippe de Commines (1474-1511). «No digo nada, a cuyo autor y obra no se sabría nunca lo suficientemente elogiar», agrega Wicquefort, de Reflexions et Maximes morales, del duque de la Rochefoucauld, y termina: «Quizá alguien se escandalice de lo que diré de todas las obras de Nicolás Maquiavelo: que ellas pueden ser de una ayuda al embajador».
Maquiavelo fue un gran analista político, y tenía una técnica de la información única, fue demasiado inteligente para saber que él no había nacido para ser jefe, él fue consejero, asesor, eminencia gris, mejor dicho, una eminencia gris de eminencias grises. No era embajador, pero inspira y mueve a los embajadores. En una carta a su amigo Rafaello Girolami que se marchaba a hacerse cargo de la embajada de la Señoría en España, es un verdadero manual para cualquier diplomático de cualquier época, estoy seguro que Richelieu o Wicquefort, Saint Simon, La Bruyere, la hubieran leído con gusto.
«Honorable Rafael, las embajadas son un honor para quienes la ejercen. Y el que fuera incapaz de desempeñarlas, es porque nunca tendrá la pasta de un Hombre de Estado. Usted va a un país cuyos usos y costumbres son muy diferentes a los nuestros, y, además, no lo olvide, es su primera embajada». Y luego va directamente al grano: «Quiero hablarle de su correspondencia con el gobierno. Los temas de sus cartas serán de tres clases: lo que está hecho, lo que está por haciendo y lo que puede hacerse. Para aclarar ciertos “misterios” debe intervenir la inteligencia del embajador. Solo así sabrá qué es lo que se trama. Las cortes de los príncipes están llenas de hombres cuyo único empleo es escuchar y repetir lo que han oído. Se gana la amistad de estas gentes hablando de comidas, de juegos, de cosas semejantes. Hay que estimular las confidencias dándoles las propias, pero para esto es preciso que el embajador se halle informado de todo lo que pasa en su propia corte, que esté instruido de los acontecimientos, aun de los menos importantes».
«Tal es su misión, Honorable Rafael, que bien cumplida y bien expuesta en sus despachos, le conferirán, estoy seguro, un gran honor». Que lejos que estamos de los que realmente conocían la política, más allá de los nuevos tiempos, pues, algo que no cambia es la naturaleza de los hombres y la lucha por el poder político. Javier Milei no es un político de profesión, pero está ejerciendo la politica y aprendiendo en el vamos, muchas de estas cosas las ve. Mas allá de las confusiones terminológicas, supo que la ex canciller Mondino, había cometido una traición.
Ese fue el término utilizado en una conversación telefónica con la representante estadounidense María Elvira Salazar: «Traición». No se trata del juego de palabras de los aprendices Guelar y Petrella. No hay lugar para interpretaciones progres, no hay lugar en la vida politica para sueños de un mundo mejor, aquí no vale el debería ser sino lo que es. Si no lo consideran así, renuncien y dedíquense a la poesía o a cultivar un huerto de flores. Argentina está viviendo un momento crucial y no hay lugar para funcionarios anarquistas que quieran ir por la libre.
Lo siento por la señora Diana Mondino, una persona excelente, pero que le ha quedado grande la encomienda y ha malogrado su futuro político. La obediencia en política no es un abuso ni una deshonra. En el mundo político realmente existente, los que mandan son una minoría y los que son mandados son la gran mayoría, el resto es cuento. Y en Argentina por mandato constitucional la política exterior la conduce el presidente.
Los diplomáticos pueden pensar lo que quieran, pero deben seguir la instrucción del presidente. Hoy, Argentina tiene embajadas en países donde no hay argentinos, y no hay comercio con dichos países, o no se justifica tener embajada y personal, y los argentinos ni siquiera hacen turismo en esos países. Hay que cerrar por lo menos un 30% de las embajadas, la austeridad debe ser para todos.
Después de su despido, la ex canciller Diana Mondino, en un comunicado dirigido al Presidente, la saliente funcionaria se expresó a través de las redes sociales para anunciar su renuncia como Canciller, y dijo.
«Al sr. Presidente, Ha sido un gran honor trabajar estos meses con Ud. y todo el gobierno en este proyecto para levantar Argentina», comienza. Y agrega: «Presento mi renuncia al cargo con el que me honrara sabiendo que he hecho todo lo posible, con gran esfuerzo y dedicación -y lo volvería a hacer- para cumplir con su mandato como Ministro».
«Es todo un desafío poner a Argentina de pie y que vuelva a contar con el respeto internacional que nunca debió perder», continuó la saliente funcionaria. Y apuntó: «Sé que tiene ideas firmes y sobretodo que tiene el coraje para mantenerlas. Sólo puedo decir que hay muchísimo trabajo por delante y le acompañaré desde el lugar que sea». «Cuenta conmigo y con el apoyo de millones de argentinos», cerrando su comunicado en las redes sociales.
Mientras tanto, desde mi exilio voluntario, deseo que la oficina consular en Chicago, se abstenga de promocionar a supuestos artistas, a ideólogos de derechos humanos izquierdistas, de películas cuyo contenido son contrarias a la política del nuevo gobierno, que de izquierdismo ya estuvimos hasta la coronilla con los peronistas, y no se puede permitir que se malgaste el dinero de los contribuyentes argentinos en ideologías nefastas.
Los siguientes links, son artículos donde se detalla de manera pormenorizado todo lo que Cuba compra de Estados Unidos, así que basta de porquería ideológica castrista y de bloqueos inexistentes.
—El paquetazo del régimen cubano. La mentira del bloqueo, del 18 de febrero de 2024. https://revistaeutaxia.com/el-paquetazo-del-regimen-cubano/
—Cuba. Noticias de la colonia, del 13 de marzo de 2024. https://revistaeutaxia.com/cuba-noticias-de-la-colonia/
31 de octubre de 2024.