LA QUINTA COLUMNA
Ricardo Veisaga
Recep Tayyip Erdogan, sus hijos Bilal Necmettin y Sümeyye.
La utilización de la expresión «Quinta columna» no es extraña para quienes tienen una cierta cultura política y no necesita aclaración alguna. Pero muchas personas ajenas a lo político no lo saben. Según la Real Academia Española (RAE), la expresión «Quinta columna» se refiere a un «grupo organizado que en un país en guerra actúa clandestinamente en favor del enemigo».
Se utiliza también en sentido figurado y posee un carácter despectivo de deslealtad en la lucha, pero también designa al combatiente clandestino en la retaguardia enemiga. Esta expresión «Quinta columna» se atribuye su autoría al general Emilio Mola, al referirse con esta expresión en una alocución radiofónica de 1936, al avance de las tropas sublevadas en la «guerra civil española» hacia Madrid.
El general Emilio Mola mencionó que, mientras bajo su mando, cuatro columnas se dirigían hacia la capital (una que avanzaba desde Toledo; otra, por la carretera de Extremadura; otra por la Sierra; y la de Sigüenza), había una quinta formada por los simpatizantes del golpe de Estado que, dentro de la capital, trabajaban clandestinamente en pos de la victoria.
Mijaíl Koltsov, corresponsal ruso del Pravda, y enviado personal de Stalin a España, sostuvo que la autoría es del general José Enrique Varela. Años después, se cumpliría el vaticinio del general Mola, pues la capital fue entregada tras la rebelión interna en el seno del ejército republicano.
La expresión se usa desde entonces, para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, ya sea por motivos religiosos, económicos, ideológicos y/o étnicos. Tal característica hace que se vea a la «quinta columna» como un conjunto de personas potencialmente desleales a la comunidad en la que viven y predispuestas a colaborar con el enemigo.
Se suele citar también como origen de esta expresión a un artículo de Karl Marx de 1848, sobre el levantamiento en París, Francia, en el que describe cómo operan cuatro columnas de sublevados en la parte este de la ciudad y que el levantamiento fracasó debido a que en el barrio oeste de la ciudad no tuvo lugar un quinto foco de rebelión.
El verdadero origen de la expresión «quinta columna» es español. En 1938 publica el escrito Ernest Hemingway su única obra de teatro titulada: «The Fifth Column» (La quinta columna), estrenada en New York en 1940. Al estallar la Guerra Civil española en 1936, Hemingway estuvo en España como corresponsal de guerra en la zona republicana.
La obra de Ernest Hemingway contribuyó internacionalmente a que se popularizara la expresión la quinta columna con el sentido que le había dado el general Mola en 1936. Esa idea y expresión, pasó seguidamente a todas las guerras posteriores, como la Segunda Guerra Mundial, y se llamó así a los franceses que, residiendo dentro de Francia, esperaban en 1940 el triunfo de la Alemania nazi.
Los miembros de la quinta columna reciben el apelativo de quintacolumnistas. Tras el ataque japonés a Pearl Harbor, el internamiento de ciudadanos de origen japonés de la Costa Oeste de los Estados Unidos se justificó con el argumento de que podrían actuar como quinta columna. En Gran Bretaña se mantuvieron detenidos hasta el final de la guerra, a residentes alemanes en la isla de Man.
Luego del ataque alemán a la Unión Soviética en 1941, Stalin arrestó y deportó al Asia Central a todos los soviéticos de origen germánico, residentes en la República Autónoma de los Alemanes del Volga. Los residentes irlandeses católicos en el Reino Unido fueron considerados quintacolumnistas por parte de los protestantes «Unionistas», debido a los disturbios sucedidos en el siglo XX.
Uno de los casos históricos más escandalosos de la operación de una «quinta columna» se produjo, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, cuando los ejércitos alemanes penetraron en Noruega. Los noruegos, débilmente auxiliados por Inglaterra y Francia, fueron vencidos por la superioridad numérica y tecnológica de los nazis, cuyas tropas se vieron adicionalmente favorecidas por la traición del célebre Mayor Vidkun Quisling, jefe del partido pronazi «Nasjonal Samling».
Cuando el presidente ruso Vladimir Putin dijo durante el G-20 celebrado en Turquía, que entre los asistentes había «varios países» que financian al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico, todos los ojos se volvieron hacia Arabia Saudita. Pero Vladimir Putin habló entonces en plural, y tras el derribo de uno de sus cazabombarderos junto a la frontera siria, denunció directamente a Turquía de ser «cómplices del terrorismo».
Las acusaciones realizadas en 2015, de que Turquía estaba apoyando de manera directa o indirecta a los terroristas yihadistas no eran nuevas. Turquía (el gobierno de Recep Erdogan) siempre ha negado tajantemente cualquier tipo de proximidad a estos, y tildaba las acusaciones como «un ataque sistemático a la reputación internacional» del país.
Quienes conocen mis opiniones políticas, saben de mis denuncias sobre Arabia Saudita, como responsable del aumento del fanatismo criminal islámico y su política de mezquitas y madrasas en todo el mundo. Pero también sobre la figura de Recep Erdogán, no ahora, ya hace más de quince años.
Mientras los progres de Occidente lo miraban como un aliado, siempre lo vi como lo que es, un fanático islamista, que quiere sepultar la obra del padre de la patria Kemal «Ataturk». Padre de la Turquía laica y moderna. Erdogán arrastra el sueño de un nuevo califato otomano, y lo peor es su deseo y la tenacidad puesta en que Turquía sea miembro de la Unión Europea. Lo que va a constituir una «quinta columna» nuevo «caballo de Troya» en Occidente.
En noviembre del año 2014, realicé un periplo por algunos países europeos para culminar en Estambul (Turquía), un viaje en parte, por razones estrictamente personales, pero con la intención de obtener información de las tropas kurdas. Para tal propósito solicité ayuda a amigos que se desempeñan como periodistas en Turquía o en la región.
La Estambul que pude ver ya no era la de Orhan Pamuk, el escritor turco, esta nueva ciudad va en camino al medioevo. El islamismo arraigado en las zonas rurales, en las zonas más pobres, avanza sobre las ciudades menos religiosas y con mayor racionalidad. En algunas entrevistas pude constatar de primera mano, lo que ahora el periodismo comenta a medias. Los kurdos, no tenían apoyo militar y el poco que les brindaba Estados Unidos debía pasar por Irak (por tanto, el armamento no llegaba) o caía en manos enemigas, ya sea del Estado Islámico (IS) o de Turquía.
Los voluntarios para el (IS) que llegaban de distintos lugares del mundo, pasaban a territorio sirio con protección del gobierno turco. Mis encuentros con combatientes kurdos, fueron dentro de un clima de la lógica desconfianza, salvada quizás por la confianza depositada en el intermediario, pero la conclusión fue tajante, no necesitaban hombres, pues, no tenían armas.
Las armas había que arrebatarla al enemigo, tomárselo a los muertos, y como si esto fuera poco, los lanzamientos de armas que realizaba Estados Unidos desde el aire, más de las veces caía en manos enemigas. Los periodistas estaban sujetos de manera permanente a las escuchas y seguimientos. Mi salida de Estambul fue en ese sentido precipitada.
En septiembre del año 2014, el Instituto para el Estudio de los Derechos Humanos de la Universidad de Columbia, recogía en un informe las numerosas noticias publicadas, tanto en la prensa local de Turquía como internacional, que denunciaban una relación estrecha entre el ISIS y Turquía.
Las acusaciones iban desde la compra de su petróleo, el apoyo logístico o la facilidad para que militantes internacionales se unan al grupo terrorista a través de la frontera turca. En agosto de 2014, el The Washington Post citaba a un comandante del ISIS de esta manera: «La mayoría de los combatientes que se nos unieron al principio de la guerra vinieron a través de Turquía, así como nuestros equipamientos y suministros».
Cada vez salían a la luz más detalles que revelaban que Estado Islámico (IS) o Daesh, estuvo siendo alimentado y mantenido por Recep Tayyip Erdogan, el presidente turco, y por el servicio de inteligencia turco (Milli Istihbarat Teskilati), el (MIT). Recep Erdogan, en la búsqueda de su fantasía islámica de un nuevo imperio neo-otomano que se extienda hacia Siria e Irak.
En octubre de 2014, el entonces vicepresidente, Joe Biden, dijo en una reunión en Harvard que el régimen de Erdogan estaba respaldando a ISIS con «cientos de millones de dólares y miles de toneladas de armas». Biden se disculpó más tarde por haber cometido tal desliz. Los militantes de ISIS fueron entrenados por las fuerzas especiales turcas, en bases secretas en la provincia de Konya, en la frontera turca con Siria, durante los últimos tres años.
ISIS, UN NEGOCIO FAMILIAR
En 2015, escribí un largo articulo describiendo los negociados de la familia Erdogan, por tanto, voy a reproducir gran parte de la misma.
«La fuente principal de dinero que alimenta a ISIS actualmente, es la venta del petróleo iraquí procedente de los campos petrolíferos de la región de Mosul, donde ISIS está fuertemente asentado. El hijo de Recep Erdogan es quien hace posible la exportación y venta del petróleo del ISIS. Bilal Necmettin Erdogan posee varias compañías marítimas y firmó contrato con empresas europeas para transportar el petróleo a diferentes países asiáticos.
Las compañías marítimas de Bilal Erdogan poseen muelles especiales en los puertos de Beirut y Ceylán que transportan el petróleo con destino a Japón. Gürsel Tekin vicepresidente del Partido Popular Republicano turco, CHP, declaró en una entrevista con los medios de Turquía:
«el presidente Erdogan afirma que, de acuerdo con los convenios internacionales de transporte, no hay ninguna infracción legal en relación con las actividades ilícitas de su hijo Bilal, y afirma que éste está realizando negocios ordinarios con las empresas japonesas, pero en realidad Bilal Erdogán está implicado hasta el cuello en complicidad con el terrorismo, pero mientras su padre esté en el cargo, será inmune a cualquier proceso judicial».
Bilal Erdogan, junto a jefes del Estado Islámico.
Gürsel Tekin añade, que la compañía marítima de Bilal Erdogan que realiza el servicio de exportación del petróleo de ISIS, BMZ Ltd., es «una empresa familiar, en la que parientes cercanos de Erdogan tienen acciones y en la que hacen mal uso de fondos públicos y consiguen préstamos ilícitos de los bancos turcos».
Turquía compra al Estado Islámico petróleo de contrabando procedente de los yacimientos de Siria bajo control del grupo terrorista, por lo que los bombardeos de las posiciones no son rentables para Ankara. Estas versiones fueron corroboradas por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien este martes 23 dijo:
«Desde hace tiempo hemos detectado que gran cantidad de petróleo y derivados entran en territorio turco procedentes de las zonas controladas por los terroristas en Siria».
«El Estado Islámico es una organización que se autofinancia de manera eficaz», asegura el director adjunto del Instituto Nacional de Energía ruso, Alexander Frolov. Según Frolov, el presidente turco Recep Erdogán y varias empresas de ese país tienen interés en el auge del Estado Islámico, por ser un proveedor de petróleo barato. «Si puedo elegir comprar petróleo en un lugar a 40 dólares y en otro lugar a 25, por supuesto que elegiré comprar el más barato».
Bajo el control del Estado Islámico (IS) se encuentran nueve yacimientos de petróleo de Siria, además de las de Irak. «Si el EI desaparece, los precios de petróleo subirán», Alexander Frolov estima que son «cientos de millones de dólares mensuales» las ganancias que Turquía obtiene con la reventa de petróleo de contrabando suministrado por los grupos terroristas.
«Estamos hablando de mucho dinero. La producción de petróleo en Siria se ha reducido considerablemente durante el conflicto, en unos 300.000 barriles diarios. El IS y la así llamada ‘oposición moderada’ no han destruido los yacimientos ni las refinerías. ¿Dónde están esos 300.000 barriles, quién se beneficia de eso, a dónde se envía ese petróleo y quién lo compra?», se pregunta.
Con el operativo que lleva adelante Rusia en Siria, Moscú ha invadido la zona de los intereses económicos de Ankara, por lo que respondieron derribando el caza ruso Su-24 en territorio sirio. Dijo Chernishov (miembro del senado ruso):
«Turquía nos ha enviado un mensaje claro, que el Estado Islámico es su vaca lechera, de la que obtienen beneficios. Es decir que nosotros (Rusia) irrumpimos en su zona de intereses económicos. Por medio del EI obtenía petróleo barato, quizá otras cosas más, tal vez incluso mantenían negocios turbios relacionados con el suministro de militantes».
La hija del presidente turco Sümeyye Erdogan, dirige un hospital secreto cercano a la frontera siria, al que los camiones del ejército turco transportan decenas de heridos yihadistas de ISIS para recibir atención y ser devueltos a sus puestos de combate.
Esta información se supo gracias al testimonio de una enfermera que fue reclutada para trabajar allí, hasta que se descubrió que era un miembro de la rama alauita del islam, al igual que el presidente, Bashar al-Assad, al que Recep Erdogan está empeñado en derrocar.
El ciudadano turco Ramazan Bagol, capturado por las Unidades de Defensa Popular kurdas (YPG), cuando intentaba unirse al (IS) de la provincia de Konya, dijo que fue enviado por la ‘Secta Ismailía’ turca, una secta turca del islam a la que está vinculado Erdogán y toda su familia. Bagol dijo que la secta recluta a los miembros, entrena a los jihadistas cerca de Konya y los envía a Siria posteriormente para que se unan a las filas de ISIS.
También se acusa a Recep Tayyip Erdogan de ser parte del saqueo en Siria, del desmantelamiento de todas las fábricas de Alepo, la capital económica, y el robo de las máquinas. Lo mismo del robo de tesoros arqueológicos estableciendo un mercado internacional en Antioquía, con la ayuda del general Benoît Puga, Jefe de Estado Mayor Francés.
Recep Erdogan ha bombardeado con más dureza a los kurdos que combaten al Estado Islámico, un país que es miembro de la OTAN y pretende entrar en la Unión Europea. Erdogan es un miserable fundamentalista islámico, que se aprovecha del pensamiento débil de Occidente, el mismo que junto al socialista enterrador de España, José Luis Zapatero, promocionaban la progre «Alianza de civilizaciones».
¿Cómo es posible que un miembro de la OTAN, el instrumento de Defensa del Occidente libre, esté castigando a quienes, como los kurdos se mostraron más eficaces en la lucha contra el enemigo de Occidente, el IS? Erdogan ha perjudicado todo lo que ha podido el envío de armas de Putin a al-Assad, a pesar de que este sátrapa sirio combatía al IS y a Al Qaeda. Erdogan ha entorpecido el aislamiento de kurdos turcos contra el Estado Islámico.
Erdogan, ahora que se da cuenta de que el IS tampoco le acepta como jefe, sino como víctima, bombardea al IS, pero también a los kurdos que le pueden hacer sombra en un futuro, en Turquía. Y todo esto bajo la estúpida mirada de Occidente y en especial de Barack Obama. Algunos miembros de la OTAN se preguntan: ¿Qué es eso de la ‘doble ofensiva’ de Turquía… contra el Estado Islámico y contra los kurdos? ¿Acaso los kurdos son los enemigos de la OTAN? ¿O es que el amigo Recep pretende que la NATO termine con sus opositores políticos?
El 30 de septiembre del 2014, los medios turcos informaron que el grupo terrorista (IS) había abierto su primer consulado en la capital de Turquía, Ankara, y empezado a emitir visas a quienes quieran unirse a la lucha yihadista en Iraq, de acuerdo con el portal RT.
El diario Aydinikdaily aseguró que el gobierno de Erdogan proporcionó esas «comodidades» a la organización terrorista tras las negociaciones que terminaron con el regreso al país de 49 diplomáticos turcos que fueron secuestrados en la ciudad iraquí de Mosul. La organización eligió a Turquía para la instalación de su primer consulado porque es un «país amigo y musulmán».
En enero de 2014 en la provincia de Adana, cuando los militares registraron varios camiones pertenecientes a la Organización Nacional de Inteligencia que se dirigían a la frontera con Siria. Se encontraron con armamento, este incidente fue descrito por los periodistas que informaron sobre entregas clandestinas de armas a los yihadistas sirios por parte de los servicios secretos turcos.
La autoridad turca detuvo a periodistas bajo el cargo de espionaje. «Estamos acusados de espionaje. El presidente ha dicho que se trata de alta traición», declaró, Can Dundar, director del periódico opositor Cumhuriyet, momentos antes de comparecer ante el juez, el otro arrestado es Erdem Gul, responsable de la redacción en Ankara.
El artículo sobre el contrabando de armas a Siria se publicó en Cumhuriyet en mayo, Las autoridades turcas declararon que se trataba de un cargamento de «ayuda logística y humanitaria» para los turcomanos sirios, pero los medios afirmaron que los vehículos transportaban armas para el Estado Islámico.
Erdogan instó a la Fiscalía a abrir una investigación contra Cumhuriyet y su director. Por cierto, el cínico y criminal Erdogan asegura que transportaban ayuda humanitaria. Los dos periodistas filmaron un video que destapa los envíos de armas al ISIS por parte del gobierno de Erdogan. Recep Erdogan les ha acusado de «traidores» y se ha defendido asegurando que los camiones transportaban ayuda humanitaria y que incluso el envío de armas sería justificable.
La falta de actuación cuando Estado Islámico atacó la ciudad siria de Kobani, en la frontera con Turquía, y también las trabas puestas para tomar la región de Jarabulus, la última en la frontera turco-siria que continúa en poder de los yihadistas, son otros ejemplos que diversos analistas remarcan (y constituyen un capítulo aparte).
El atentado de Ankara en el que murieron 102 personas, el peor golpe terrorista sufrido por Turquía en su historia, fue llevado a cabo por militantes turcos del Estado Islámico. La mayoría de víctimas eran personas vinculadas al partido opositor y pro kurdo del HDP, puesto que la explosión se produjo pocas horas antes de la celebración de una manifestación convocada por asociaciones próximas al partido, en vísperas de las elecciones del 1 de noviembre, que el AKP volvió a ganar por mayoría absoluta.
Desde el atentado de Ankara, las detenciones de supuestos miembros del Estado Islámico (IS) aumentaron. Las fuerzas de seguridad han llevado a cabo redadas en prácticamente todas las zonas del país. También en los aeropuertos se ha extremado la seguridad, y se han incrementado las deportaciones de extranjeros que, supuestamente, se querían unir a las filas yihadistas.
Antes de la celebración de la cumbre del G-20, en la turística región de Antalya, la policía detuvo a veinte personas acusadas de pertenecer a los terroristas de ISIS. También, la Administración turca filtró la noticia de que se había conseguido evitar un «atentado importante» en Estambul el mismo día que se produjo la masacre de París, según contó un alto funcionario turco a la agencia AFP.
Pero continúan las dudas sobre la efectividad del Gobierno contra el ISIS, y en algunos casos de deportaciones, si verdaderamente se trata de militantes o son simples inmigrantes. La semana pasada ocho marroquíes que, supuestamente, pertenecían al grupo terrorista y se querían infiltrar entre los refugiados para llegar a Alemania, fueron detenidos, la única prueba fue que los norafricanos habían asegurado falsamente tener una reserva de hotel en Estambul. Poco después fueron liberados.
«El petróleo que vende el IS va, sin duda a Turquía, pero los turcos nunca lo reconocerán», dijo el ex jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general Wesley Clark. No excluyó la complicidad de las autoridades turcas en el tráfico de petróleo realizado por el IS. «Hace falta ser consciente de que el IS sirve los intereses de Turquía y Arabia Saudí, incluso aunque les amenace», y continuó.
«He tenido siempre la impresión de que Ankara apoyaba al IS de una forma u otra». Él añadió que el petróleo que el EI vende para financiarse va, sin duda, a Turquía, pero los turcos no lo reconocerán jamás. «El hecho es que Arabia Saudí y Turquía no quieren que Irán, Iraq, Siria y el Líbano creen un corredor que les una. Éste es el aspecto estratégico de la situación». Añadió el general.
Erdogan es un Califa, porque el poder religioso, o al menos la intención de modelar la sociedad de acuerdo a los principios del islam, es una clave de su proyecto que, de forma paulatina pero imparable, lleva aplicando por 13 años, aunque hasta ahora lo haga compatible con la asunción en términos generales de las normas de la democracia.
Sultán, porque Erdogan pretender ejercer en solitario el poder supremo, como los gobernantes de la Sagrada Puerta. Y zar, porque su presidencialismo se inspira más en el ruso que en el francés o el norteamericano, más en Putin que en Hollande u Obama, es decir, que no se muestra dispuesto a compartir el cetro. Esos son los planes «neo-otomanos» del muslin.
Todavía nadie ha explicado, con detalle, por qué decenas de miles de personas entraron en Europa este verano huyendo de la guerra de Siria. Si esta comenzó en el año 2011 ¿por qué llegan ahora? La respuesta se llama Turquía. Ellos son los que más refugiados sirios retuvieron, la mitad de cuatro millones, un gran gasto económico, ayudado en parte por las ayudas internacionales, en especial la ONU.
Es muy común ver a refugiados recorrer las calles sin rumbo en Turquía, pero no existe motivación económica para su paso a Europa pero si política. La llegada masiva a Europa de refugiados está en sintonía con el recrudecimiento de la violencia en Turquía. Erdogan sabe que una vez abierto el grifo de refugiados Europa le pedirá que los contenga y, Erdogan puede contener los dos millones de refugiados a cambio de dinero e impunidad.
Entre el 4 al 6 de octubre, el presidente turco visitó Bruselas para escenificar el chantaje. La Unión Europea ya le ha prometido 3.000 millones de euros para que se ocupe de que no llegue nadie más a Europa. Por los servicios prestados, la Turquía de Erdogan quiere silencio sepulcral a sus excesos. Ninguna crítica a los atentados, sin reivindicar, que golpean la oposición turca. Se atribuyen al Estado Islámico y a otra cosa.
El Estado Islámico que todo se lo adjudica no ha reivindicado ninguno de las que el gobierno turco le atribuye. El error de Europa es pensar que la solución es frenar el flujo de refugiados provenientes de Turquía, cediendo a las pretensiones de Ankara. ¿Nadie se ha preguntado, porque no se envían los refugiados a los países petroleros árabes? Tienen una misma lengua, una misma religión, e igual cultura.
Erdogan utiliza a los refugiados como un arma demopolítico, y también se sirve de los terroristas que sirven para sus fines, lo que nos sitúa en una guerra dentro de otra guerra. Turquía por más que sea miembro de la OTAN, como la Unión Europea y Estados Unidos, tiene intereses que se contraponen a ellos.
El ministro de exteriores de Polonia Witold Waszczykowski, ha sugerido que los refugiados sirios sean entrenados y armados para formar una fuerza militar que pudiera ser enviada para «liberar» Siria. Las polémicas declaraciones han tenido un impacto negativo en las redes sociales.
Según el político polaco, «decenas de miles de jóvenes desembarcan de sus botes de goma con el iPad en la mano y en lugar de pedir bebida o comida, se preguntan dónde pueden cargar sus teléfonos móviles». Ante esto, sostiene que ellos «pueden ir a luchar para liberar a su país con nuestra ayuda».
Por otra parte, Konrad Szymanski, recién designado ministro para los Asuntos Europeos, afirmó luego de los ataques terroristas en París que Varsovia no participaría de la distribución de cuotas aprobadas por la (UE) para los refugiados. Asimismo, la nueva primera ministra Beata Szydlo se ha referido al acuerdo de cuotas para los demandantes de asilo como un «chantaje».
El chantaje, por ahora funciona, los abusos y la islamización de Turquía, el sufrimiento de los kurdos nos agarra lejos, la llegada de refugiados sirios nos toca directamente.
El derribo del avión ruso
La conversación que habrían tenido el controlador de tráfico aéreo militar turco y el avión ruso derribado por dos aviones F-16 de la fuerza aérea turca, la comprensión que cada uno de los intervinientes en la acción puede haber tenido es nula, ya que no existen unos protocolos de acción comunes en el mismo escenario bélico, no hay mecanismos de coordinación ni de comunicación.
En los supuestos 22 segundos que el avión ruso violó una esquina perdida de la frontera turca. La aviación turca no tuvo tiempo de emplear los procedimientos habituales para estos casos, y es muy probable que tampoco tuviera la intención de ejecutarlos.
Para comprender las consecuencias, deberíamos aclarar qué ha podido ocurrir para que se haya producido este gravísimo incidente que, como ha indicado Vladimir Putin, no quedará sin venganza. De acuerdo a los antecedentes de Putin y los distintos escenarios en que compiten ambas potencias, existen muchas ocasiones para tomar venganza, cuyas consecuencias no se puede cuantificar, lo grave es que Turquía se presente como parte de la Alianza Atlántica agredida, como lo fuera Ucrania, para generar una simpatía occidental hacia su causa frente a las demostradas ambiciones de Putin.
El derribo del avión ocurrió sobre suelo sirio. Según los datos de los radares que operan en la zona, salvo que estuvieran esperando con el misil armado a que entrara en el territorio turco, no hubiera habido tiempo suficiente de solicitar autorización, dialogar con el avión y derribarlo. Tampoco la trayectoria de los dos aviones Su-24 amenazaba ningún interés estratégico.
Los Estados Unidos, que apoyó con recursos a la oposición que alegremente se denominó moderada junto a las monarquías árabes y Turquía para propiciar el cambio de régimen, abandonó hace tiempo este objetivo para centrarse en su interés primordial: la eliminación selectiva de los cabecillas de todos los grupos terroristas que tienen su base en el Magreb, Sahel, Oriente Medio, Pakistán y Afganistán para eliminar la amenaza a la seguridad occidental; interés que ahora es compartido por Francia, pero que está muy distante de los intereses de las otras potencias de la zona.
Rusia ha tomado partido en la guerra de Siria, y Turquía ha hecho lo mismo. Lo más probable es que Qatar y Arabia Saudita, cuyo nuevo rey se está mostrando mucho más beligerante a favor de la oposición moderada, tomen partido militar por ésta y podríamos ver una intervención militar de los países sunitas en Siria si la situación deviniera a favor de la nueva alianza ruso-iraní.
Todo esto beneficia en primer lugar al Daesh, que llegó lejos gracias a la división de sus enemigos. Mientras, Irán, Irak y los kurdos -sin buscarlo ni quererlo- se encuentran aliados frente a dos enemigos comunes: el Daesh y de paso, Turquía, y dejan a las grandes potencias que eliminen a la oposición siria y al Estado Islámico para luego quedarse con las migajas del reparto de Siria.
Para Rusia una Siria bajo al-Assad apoyada por Irán e Irak dejaría a Turquía en una situación muy debilitada y de paso también a los sunitas de la región y en especial a Arabia Saudita, que nunca aceptaría este escenario.
Uno de los asesinos y torturadores del piloto ruso fue identificado como el ciudadano turco Elazig Alparslan çelik, quien es el hijo de un alcalde turco y un miembro de los lobos grises turcos. La Fuerza Aérea rusa efectuó conjuntamente con Siria un bombardeo masivo sobre la zona donde fue rescatado con vida el copiloto del Su-24.
Como consecuencia de la acción murieron los terroristas e integrantes de «otros grupos misteriosos» que operan en el área. «Tan pronto como nuestro piloto se encontró fuera de peligro bombarderos rusos y tropas de artillería reactiva de las fuerzas del Gobierno sirio efectuaron un bombardeo masivo y prolongado sobre la zona indicada», informó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Ígor Konashénkov. «Los terroristas que actuaban en la zona y otros grupos misteriosos fueron aniquilados».
El hijo del alcalde turco y el piloto ruso del Su-24 derribado
Konashénkov precisó que «del 23 al 26 de noviembre, los aviones de la Fuerza de Rusia llevaron a cabo 134 vuelos de combate y bombardearon 449 objetos en las provincias de Alepo, Damasco, Idlib, Latakia, Hama, Homs, Raqqa y Deir ez Zor».
Un comando de élite mixto sirio y de Hezbolá llevó una operación de doce horas el martes en cooperación con Moscú para rescatar al piloto ruso superviviente que saltó del avión Su-24 derribado por cazas turcos… Un diario sirio, Al Watan, y la agencia rusa Sputnik contaron el jueves cómo se había producido la operación.
Los dos pilotos pudieron eyectarse del avión antes de que este se estrellara y saltar en paracaídas. Uno de ellos, Oleg Peshkov, fue abatido por disparos de terroristas del Ejército Sirio Libre cuando descendía en paracaídas. El otro fue reportado como desaparecido. «Seis comandos de Hezbolá y 18 miembros de una unidad de élite de los servicios especiales del Ejército del Aire sirio y un traductor (de ruso), se infiltraron el martes a 3,5 km detrás de las líneas enemigas en la región montañosa de Al Attira y encontraron al piloto», indicó el diario Al Watan.
La operación comenzó el martes a las 11:00 a.m. (hora local) desde el Aeropuerto de Humaimin, al sur de Latakia, que alberga a las fuerzas aéreas rusas, después de que «el lugar donde se ocultaba el piloto, Konstantin Murajtin, fuera descubierto por la dirección militar rusa». Un drone ruso comunicó la localización del piloto asi como la de los grupos terroristas, gracias al dispositivo de GPS que llevaba.
Los terroristas del Ejército Sirio Libre (ESL), (Ahrar Al Sham) lo estaban buscando y se inició el enfrentamiento. La operación duró doce horas y «supuso un triunfo total», afirma Al Watan, que subrayó que uno de los soldados que participó en la operación resultó ligeramente herido en los combates con los terroristas. Cabe señalar que toda la operación y los movimientos del comando fueron observados por un satélite ruso que transmitió estos datos en directo a un alto responsable del Kremlin (que podría ser el presidente Putin, según Fars News).
En respuesta al derribo del avión militar ruso Su-24 por parte de Turquía, Moscú ha desplegado en su base militar de Jmeimim, cerca de la ciudad de Latakia, en Siria la lanzadera de misiles antiaéreos S-400 Triumf del 210º regimiento antiaéreo de la Orden de la Estrella Roja que custodia las fronteras aéreas en Moscú y las regiones industriales centrales de Rusia.
El sistema S-400 fue trasladado desde Moscú a Siria en un día con aviones de transporte militar. Según dicha fuente, el S-400 y el crucero pesado Moskvá, equipado con sistemas de defensa aérea Fort, garantizarán la seguridad del grupo aéreo de Rusia y destruirán cualquier blanco que represente un peligro para él. El asesor presidencial de cooperación técnica y militar, Vladímir Kozhin, precisó a la prensa que el sistema S-400 desplegado en Siria no está disponible para la venta y regresará a Rusia después de completar su tarea.
Los S-400 Triumf están diseñados para destruir varios objetivos y a diferentes alturas, con lo que son capaces de crear una defensa antiaérea de varias «capas». Pueden vigilar simultáneamente hasta 36 blancos aéreos de cualquier tipo y contraatacarlos con hasta 72 misiles. El sistema es capaz de alcanzar blancos en movimiento a velocidades de hasta 4.500 metros por segundo.
Algunas fuentes militares estadounidenses ya han indicado estar «preocupadas» por la decisión de Moscú de desplegar los S-400 Triumf en la base militar de Jmeimim. «Este es un efectivo complejo militar que representa una seria amenaza para cualquiera. Existe gran preocupación respecto a las futuras operaciones aéreas (de la coalición internacional) en Siria».
El analista militar y ex marine estadounidense Mark Sleboda, considera que el complejo S-400 Triumf es el sistema de defensa más avanzado en el mundo y su despliegue en la base de Jmeimim proporcionará protección a los aviones de combate rusos ante cualquier ataque aéreo.
La célebre Oriana Fallaci gritó hace casi quince años:
«Querido sostenedor de Las-Dos-Culturas, las mezquitas que en toda Europa florecen a la sombra de nuestro (vuestro) olvidado laicismo y de nuestro (vuestro) pacifismo hipócrita y desbocado están llenas de terroristas y futuros terroristas. Protegidos por el cinismo, el oportunismo, el cálculo, la estupidez de quienes nos los presentan como si fueran tibias de santo. Estoy hablando a las personas que no siendo estúpidas ni malas, se hallan en la prudencia o en la duda. Y a ellas les digo: ¡Despierta, gente, despierta! Intimidados como estáis por el miedo de ir a contracorriente o parecer racistas no entendéis, o no queréis entender, que aquí está ocurriendo una Cruzada al Revés. En su esencia, la nuestra es una guerra de religión y quien lo niegue, miente (…) una guerra que ellos llaman Yihad, Guerra Santa (…) No entendéis, no queréis entender, que para los musulmanes Occidente es un mundo que hay que conquistar, castigar, someter al Islam.»
Oriana Fallaci sostenía que el enfrentamiento no era militar, eso no es cierto. Para el islam no hay distingos, es la religión más totalitaria.
«Acostumbrados como estáis al doble juego, cegados como estáis por la miopía, no entendéis o no queréis entender que nos han declarado una guerra de religión. Promovida y fomentada por una facción de aquella religión, puede ser, (¿puede ser?), pero de religión. (…) Que puede ser que no aspire a conquistar nuestro territorio, pero mira a la conquista de nuestras almas. A la desaparición de nuestra libertad, de nuestra sociedad, de nuestra civilización. Es decir, al aniquilamiento de nuestra manera de vivir o de morir, de nuestra manera de rezar o no rezar, de pensar o no pensar. De nuestra manera de comer y beber, de vestirnos, divertirnos, informarnos… No entendéis o no queréis entender que si no nos ponemos, si no nos defendemos, si no combatimos, la Yihad vencerá. Vencerá y destruirá el mundo que bien o mal hemos logrado construir, cambiar, mejorar, hacer un poco más inteligente. (…)
Destruirá en suma nuestra identidad, nuestra cultura, nuestro arte, nuestra ciencia, nuestra moral, nuestros valores, nuestros principios, nuestros placeres… Sí señores: nuestros placeres también. ¿No comprendéis que los Osama bin Laden se creen verdaderamente autorizados a mataros a vosotros y a vuestros hijos porque bebéis vino o cerveza, porque no lleváis la barba larga o el chador o el burkah, porque vais al teatro y al cine, porque escucháis a Mozart y canturreáis una cancioncilla, porque bailáis en las discotecas o en vuestras casas, porque miráis la televisión, porque lleváis minifalda o pantalones cortos, porque en el mar o en la piscina estáis desnudos o casi desnudos, porque jodéis cuando y donde y con quien os da la gana?
Se constata que los terroristas más peligrosos suelen estar en posesión de pasaportes reglamentarios y renovados por las autoridades europeas, de carnets de identidad y permisos de residencia expedidos con gran generosidad. (…) Seducida por nuestro bienestar, nuestras comodidades, nuestras oportunidades, alentada por la flaqueza y la incapacidad de nuestro gobernantes, sostenida por los cálculos de la iglesia católica y por el oportunismo de la soi-disant (supuesta) izquierda, protegida por nuestras leyes complacientes, nuestro liberalismo, nuestro pietismo, nuestro (vuestro) miedo, avanza inexorablemente. Se infiltran dentro de los ganglios de nuestra propia civilización.
Con los hijos de Alá el conflicto será duro. A menos que Europa apague su miedo y razone un poco y eche una mano. El Papa incluido. Lo peor para todos está todavía por llegar. He aquí la verdad. Y la verdad no se coloca necesariamente en el medio. A veces está solo en un lado.
Un sermón se juzga por los resultados, no por los aplausos o los silbidos que recibe. Y antes de ver los resultados del mío tendrá que pasar mucho tiempo».
Fallaci perdió su último intento, ahí lo tenemos a Recep Erdogan chantajeando y penetrando en Europa.
29 de noviembre de 2015.