

KASH PATEL – EL TERROR DEL ESTABLISHMENT
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, designó a su ex asesor Kash Patel como director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Donald Trump escribió primero en su red Truth Social la nominación de Patel: «Kash es un brillante abogado, investigador y luchador de (el movimiento) ‘Estados Unidos primero’ que ha pasado su carrera denunciando la corrupción, defendiendo la justicia y protegiendo al pueblo estadounidense». Ex funcionario del Pentágono conocido por sus puntos de vista sobre el «estado profundo» al interior del Gobierno.
«Kash hizo un trabajo increíble durante mi primer mandato», aseguró Donald Trump, al añadir que trabajará para «poner fin a la creciente epidemia de delincuencia en Estados Unidos, desmantelar las bandas criminales de migrantes y detener el malvado flagelo del tráfico de personas y drogas a través de la frontera» con México. Con la confirmación de Kash Patel como nuevo director del FBI, primero, se puso fin a las especulaciones que hablaban de otros dos candidatos.
En una antigua publicación de Twitter del vicepresidente electo J. D. Vance, ahora X, y que desde entonces fue eliminada, decía que se estaba entrevistando con Trump para varios puestos para nuestro gobierno, incluido el de director del FBI. «Creo que es más importante conseguir un director del FBI que destruya el Estado profundo que los republicanos pierdan 49-46, no 49-45», añadió J. D. Vance. Entre los posibles nominados estaban el ex representante republicano Mike Rogers y el fiscal general de Texas, Ken Paxton. Pero Trump siempre tuvo en mente a Kash Patel.
Donald Trump fue muy crítico, con toda razón, sobre la administración Biden de «convertir al FBI en un arma» contra él, y a los agentes, que sin disimulo dieron vuelta su casa de Mar-a-Lago en agosto de 2022 en búsqueda de cualquier material inculpatorio. El actual director del FBI, Christopher Wray, fue designado en 2017 para un período de 10 años, lo que significa que tendrá que dimitir o recibirá el clásico de Trump, You’re fired.
Los directores sirven mandatos de 10 años, lo que significa que Christopher Wray podría ocupar el cargo hasta 2027. Sin embargo, el presidente tiene el poder de despedir al jefe de la oficina por cualquier motivo. En mayo de 2017, Trump despidió al exdirector del FBI James Comey. La administración dijo que estaba llevando a cabo una investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de la candidata presidencial de 2016, Hillary Clinton. Que luego se comprobó.
El despido se produjo tres meses después de que Trump supuestamente le pidiera a Comey que se abstuviera de participar en la investigación sobre los vínculos del exasesor de seguridad nacional Michael Flynn con Rusia. Sobre esos incidentes, es decir, una de las tantas confabulaciones montadas contra Donald Trump, que seguí en su momento, a continuación, dejo un link, titulado: En el nombre del padre. No mostrar a la defensa. https://revistaeutaxia.com/en-el-nombre-del-padre/.
Segundo, con la confirmación de Trump, no se acabó el desespero del Establishment o estado profundo, sino que recién empieza. El Establishment está conformado no solo por los Demócratas, sino también por senadores, gobernadores, congresistas federales, republicanos, familias políticas como los Bush, Clinton, empresarios, los medios de comunicación, los Big Tech, presentadores de los medios, etc. En su primer mandato Trump, intentó instalar a Kash Patel para servir como subdirector de la CIA o el FBI en los últimos meses de su presidencia. Entonces la directora de la CIA, Gina Haspel, y el entonces fiscal general William Barr, quien amenazó con renunciar por la medida, y según The Times, Barr prometió que Patel solo llegaría a liderar al FBI «sobre mi cadáver».
En otros artículos ya me ocupé de William Barr, que fue el peor error que cometió Trump al nombrarlo, un verdadero traidor, él mismo Donald Trump así lo dijo. Otro pillo como Andrew McCabe, dijo entonces: «Ninguna parte de la misión del FBI está a salvo con Kash Patel en cualquier puesto de liderazgo en el FBI, y ciertamente no en el trabajo de subdirector», desesperado dijo: que el «alcance de autoridad» en ese trabajo es «enorme». «Si entras en ese puesto con nada más que el deseo de perturbar y destruir la organización, hay mucho daño que alguien como Kash Patel podría hacer», agregó McCabe.
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En un artículo publicado con el título de: La conspiración. Oscuridad al medio día, de mayo de 2020, en el siguiente link: https://revistaeutaxia.com/la-conspiracion/, está el contenido completo. «El 9 de abril, dijo el Fiscal General William Barr: «La investigación del FBI sobre la campaña Trump en 2016 fue una de las más grandes farsas de la historia americana». Los contenidos y las falsedades existentes en esa investigación, a la que alude Barr, lo expliqué en su momento en un artículo titulado: «En el nombre del Padre», tomado de una famosa película, plagada de abusos por parte del Estado contra un inocente. […]
«Todos los ciudadanos estadounidenses y de los países que se jactan de ser un Estado de Derecho (todo Estado lo es), debe tener a disposición del ciudadano que se enfrenta a la Justicia, todo lo que se averigüe mediante el uso de la maquinaria estatal, no sólo lo que favorece a la acusación sino también lo que pueda perjudicarla. Y fue esa salvaguarda la que el FBI y el Departamento de Justicia violaron en tratar de armar una conexión rusa contra Trump. El memorándum del Congreso sobre la trama rusa, que el demócrata Adam Schiff, trató de impedir su publicación, dejó en muy mal lugar al FBI, que actuó como brazo armado del Partido Demócrata. Quedando de esta manera en evidencia la conspiración (ahora abierta) del establishment, del estado profundo, del estado cloaca o como deseen llamarlo, contra Donald Trump.
También se supo que uno de los hombres de Robert Mueller, el veterano agente del FBI Peter Strzok, fue apartado del caso tras conocerse que era un acérrimo enemigo de Donald Trump y que estuvo intercambiando correos con una colega y amante, Lisa Paige, comentando el caso y expresando un furibundo odio por Trump. El Judicial Watch hizo público, correos en los que otro agente y el número dos de Mueller, Andrew Weissmann, alababan los intentos judiciales de bloquear todas las órdenes ejecutivas del presidente Trump.
También declaró John R. Maguirre, un ex agente de la CIA que trabaja con los contratistas de seguridad (mercenarios) de Blackwater, y el que sería el sucesor de Flynn como director de Seguridad Nacional, General H.R. McMaster, colaboró con la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en el espionaje del hijo de Donald, Eric Trump, Steve Bannon y otros colaboradores del presidente. Durante las primarias, mientras los tontuelos de siempre se reían de Trump, el establishment estaba preocupado, sobre todo en el entorno de Jeb Bush. Paul Singer, un multimillonario, nacido en New York, fundador de Elliot Management Corporation, conocido en Argentina como «Fondos buitres», inversor de alto riesgo.
Singer le encargó una investigación sobre Trump a Fusion. Luego pasaría el dossier a Jeb Bush, Singer abandonó la campaña cuando triunfó Donald Trump. Los nuevos clientes serían el Comité Nacional Demócrata (DNC). El abogado Marc E. Elias, que trabajaba en la campaña de Hillary, tenía nexos con Fusion y recibía sus informes. La existencia del dossier era un secreto a voces, se hablaba de copias que habrían llegado a distintas manos. El 18 de noviembre, el senador John McCain, hombre del establishment, se encontraba en la ciudad de Halifax, Canadá, en el Foro de Seguridad Internacional. En esa reunión fue presentado a un ex diplomático de alto rango que habría visto los documentos, conocía su fuente y lo creía confiable.
John McCain decidió conocer la fuente, un emisario organizó el viaje, y se encontró con la fuente en un aeropuerto de un país no especificado como en una novela de espías, debía encontrar a un hombre con una copia del Financial Times. El oficial de contrainteligencia voló a encontrarse con McCain y le mostró los documentos, pero le advirtió que sería difícil o imposible verificarlos sin una adecuada investigación.
John McCain organizó una reunión con Comey, a solas y se los entregó. «Al examinar los contenidos y no poder emitir un juicio sobre su exactitud, entregué la información al Director del FBI. Ese ha sido el alcance de mi contacto con el FBI o cualquier otra agencia gubernamental con respecto a este tema», diría McCain posteriormente.
En la primavera de 2016, Glenn Simpson, fundador de Fusion GPS, acudió a Steele, su nuevo amigo y colega, y Steele, comenzó a investigar a Paul Manafort, nuevo director de campaña de Trump. Desde abril Steele investigó a Trump para la DNC, en junio de 2016, escribió su primer memorándum (escribiría un total de 16, entre junio y noviembre) y lo envió a Fusion en un correo cifrado, bajo el título: «Elecciones presidenciales de Estados Unidos: las actividades del candidato republicano Donald Trump en Rusia y su relación comprometedora con el Kremlin».
En dicho informe hablaba de las «obsesiones personales y la perversión sexual de Trump», durante el viaje que el empresario había realizado a Moscú en 2013, y en el que había profanado deliberadamente el «lecho» ocupado por Obama en el hotel Ritz-Carlton, y que habría realizado el espectáculo de la lluvia dorada con rusas. Steele pasó una copia al servicio de inteligencia de su propio país, por eso el responsable de la GCHQ, la agencia de inteligencia británica, Robert Hannigan, viajó a Estados Unidos para informar personalmente al director de la CIA, John Brennan. Según Hannigan el dossier Steele era «una patata radioactiva».
Edward Snowden mostró la estrecha relación entre la GCHQ y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y que aún forman parte de la alianza de espionaje Five Eyes (Cinco Ojos) entre Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda. En el mes de julio, Christopher Steele realizó contactos en la división de contrainteligencia del FBI. En septiembre, Steele, viajó a Roma por segunda vez y se reunió con un equipo del FBI, y la reacción del FBI fue de «conmoción y horror». La oficina federal le pidió que explicara cómo había recopilado sus informes y el historial de sus fuentes, y le pidió que en el futuro enviara copias de todas ellas.
La Oficina no logró contrastar los hechos como ciertos, ni siquiera en contacto con el autor. Steele ya no podía viajar a Rusia y no podía interrogar a sus fuentes y encargó esa tarea a otros en una larga cadena de intermediarios, subfuentes, agentes operativos, etc. La identidad del autor del dossier sobre la trama rusa, Christopher Steele, fue revelada por primera vez por el The Wall Street Journal.
Christopher Steele fue o es, un ex espía británico y trabajó para el MI6, el servicio de inteligencia de Reino Unido. Operó en «la estación Moscú» en los años 90, también en París y Afganistán. De regreso en Londres, su principal función consistió en analizar la información secreta obtenida sobre Rusia por sus sucesores.
Tras dejar su trabajo con el gobierno, fundó en 2009 con otros ex agentes la firma Orbis Business Intelligence, con sede en Londres, descrita como una consultora de inteligencia corporativa. Christopher Steele huyó con su familia, apenas se publicó su identidad. Los medios antiTrump, dijeron que Steele era un eximio y serio agente, pero el Jefe del M16, lo calificó de «idiota» por el débil informe sobre Trump.
Sería largo de comentar el papel de cada uno de los implicados en la trama rusa, que consta en mi artículo de referencia, como Carter Page, Andrew McCabe, Sally Yates, Dana Boente y Rod Rosenstein. Bruce Ohr, un alto cargo del Departamento de Justicia que mantenía contacto con Christopher Steele. Su esposa Jill Ohr, en el 2015 había recibido 675.288 dólares, de dos entidades asociadas con el gobernador demócrata Terry McAuliffe, considerado el «mejor amigo» de Bill Clinton. En esos momentos, McCabe participaba de la investigación del FBI, sobre los correos electrónicos de Hillary. El matrimonio McCabe, también estuvo presente en la fiesta para Hillary, frustrada por el triunfo de Trump.
¿Se acuerdan de Strzok? el ex agente del FBI, mano derecha de Robert Mueller en la investigación sobre la trama rusa. Strzok puso en apuros la entonces cuestionada investigación cuando se supo por correos intercambiado con Carter Page que era un furibundo antitrumpista y fan de Hillary Clinton. Eso no lo creyeron los investigadores, pero a partir de los correos enviados y recibidos por agentes del FBI antitrumpistas, que a poco de tomar Trump posesión de su cargo, se formó una «sociedad secreta» compuesta por agentes y altos funcionarios del Departamento de Justicia para echar a Trump de la Casa Blanca.
Lo de «sociedad secreta» es bastante literal; así lo dijo el propio diputado por Texas John Ratcliffe que se referían a ella Strzok y Page en sus correos. Se trata de un documento de 384 páginas solicitado por los investigadores del Congreso al Departamento de Justicia y que fue entregado, del que faltan curiosamente los mensajes de cinco meses (desde el 14 de diciembre de 2016, cuando Mueller se hace cargo de la investigación, al 17 de mayo).
Strzok, ha vuelto a ser noticias estas semanas, cuyos correos electrónicos a su amante Lisa Page siguen asombrando algunos ya revelados y otros por revelar, no sólo no encontraron un crimen, sino que lo inventaron. Pero al igual que los soviéticos, antes y después de Beria, a menudo hacían lo mismo, poniendo la oscuridad en «Oscuridad al mediodía» con confesiones forzadas». […]
«James Comey, el jefe del FBI durante este período de depravación, lo hizo en nombre de una élite social y política que no supieron aceptar la derrota electoral y se creyeron la encarnación del Pueblo. Toda la trama rusa no fue igual a los planes de Beria, sino mejor, fue otro Eclipse solar, no de Koestler sino de Comey y Peter Strzok.
El general Michael Flynn, exjefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa y ex asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, se declaró culpable el 1 de diciembre de 2017 de un cargo de mentir a agentes del FBI, durante la entrevista del 24 de enero de 2017. La entrevista estaba dirigida a los intercambios telefónicos de Flynn con el entonces embajador ruso en los Estados Unidos, Sergei Kislyak.
El FBI tuvo acceso a las transcripciones de las llamadas entre Michael Flynn y Kislyak, pero algunos de los principales funcionarios del FBI entonces, incluyendo al subdirector Andrew McCabe, decidieron que Michael Flynn no tenía que escuchar tales transcripciones, así su memoria se apartaba de ellas durante la entrevista.
En su lugar, los funcionarios acordaron el 23 de enero de 2017 que solo utilizarían algunas palabras clave de las transcripciones y permitirían a Flynn rellenar el resto según su recuerdo, según consta en los correos electrónicos. Sin embargo, al menos un funcionario cuestionó el plan sugerido. “Ayer acordé que no deberíamos mostrar a Flynn [frase censurada] si no lo admitía. Pensé @ [sobre] ello anoche + [y] creo que deberíamos repensar esto”, escribió el funcionario en las notas con fecha del 24 de enero de 2017 (parece que la fecha fue corregida y antes ponía 23 de enero de 2017). Las notas continúan:
“¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Verdad/admisión o hacer que mienta, para que podamos procesarlo o hacer que lo despidan?” El funcionario parecía creer que debían mostrar a Michael Flynn la transcripción que consiguieron e interrogarlo al respecto. Las notas decían: “Regularmente mostramos a los sujetos pruebas. – con el objetivo de que admitan su mala conducta. – No veo que conseguir que alguien admita su maldad le vaya a resultar fácil a él”.
Los funcionarios del FBI habían elaborado la teoría de que Flynn había violado la Ley Logan al transmitir a Kislyak las posiciones de la administración entrante sobre varias cuestiones diplomáticas, incluidas las nuevas sanciones que supondrían la expulsión de los diplomáticos rusos y una votación en las Naciones Unidas sobre los asentamientos israelíes. Un funcionario del FBI involucrado en la decisión de hacer una entrevista no estándar con el teniente general Michael Flynn había cuestionado si la oficina estaba tratando de atrapar a Flynn en una mentira en lugar de llegar a la verdad a través de su interrogatorio.
El FBI no debería «jugar», dijo el funcionario en notas manuscritas publicadas el 29 de abril (pdf). La oficina estaba arriesgando su reputación, según advirtió aparentemente este funcionario. «Si se nos ve jugando, WH [la Casa Blanca] se pondrá furiosa. Protejan nuestra institución no jugando», instó. Las notas pertenecen al exjefe de contrainteligencia del FBI Bill Priestap, según confirmaron varios funcionarios a Just the News. Las iniciales en la esquina superior derecha de las notas parecen ser «EP», lo que coincidiría con el nombre completo de Pristap, Edward William Priestap.
El senador Chuck Grassley (R-Iowa) solicitó públicamente que el Fiscal General William Barr intervenga en el caso del ex asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, el teniente general retirado Michael Flynn. Grassley también criticó al FBI y al Departamento de Justicia (DOJ) por su manejo del caso contra Flynn, que fue parte de la investigación, conocida como Crossfire Hurricane, que el FBI había comenzado en el 2016 sobre presuntos vínculos entre Rusia y la campaña del entonces candidato Donald Trump.
Grassley, escribió en Twitter: «Los nuevos documentos del Departamento de Justicia parecen respaldar la afirmación del teniente General Flynn de que el equipo del FBI, el Departamento de Justicia y Mueller engañaron al veterano de 30 años en la investigación de Rusia. Durante años, he pedido los registros del Departamento de Justicia sobre Flynn». Su respuesta: «Nada que ver aquí».
«¡Obviamente no es cierto! Es hora de poner todas las cartas sobre la mesa. La transparencia trae responsabilidad». También pidió que se tomen medidas contra quienes violaron los derechos constitucionales de Flynn. «Muchos de mis colegas están pidiendo legítimamente el enjuiciamiento de las personas que violaron los derechos constitucionales de Flynn», escribió. «MÁS IMPORTANTE AÚN, todo el país necesita saber cómo se violaron sus derechos. La verdad es más importante para que este abuso del FBI no se repita en otra persona».
Preguntó, ¿Mueller tenía estos documentos? ¿Por qué su equipo se sentó en ellos? ¿Qué más esconde el equipo de Mueller que le costó a los contribuyentes más de USD 30 millones? «La gente merece respuestas para restaurar la fe en las agencias federales de aplicación de la ley».
El 4 de enero de 2017, la oficina local del FBI en Washington D.C., esbozó un documento que delineaba la clausura de su investigación al Lt. Gen. Michael Flynn, el entonces asesor de Trump. En la tarde de ese día, Peter Strzok, el entonces jefe de las operaciones de contrainteligencia del buró, se contactó urgentemente con los agentes que manejaban el caso de Flynn, y les pidió no cerrarlo, según muestran los documentos archivados en una corte federal el 30 de abril.
Los documentos recientemente liberados muestran que el FBI concluyó que no había más pistas a seguir en la investigación a Flynn por casi tres semanas antes de que Peter Strzok y otros agentes realizaran la fatídica entrevista. El FBI quería determinar si Flynn había «coordinado actividades» con Rusia en alguna forma que amenazara la seguridad nacional o en violación de la Sección 951 de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA) o estatutos relacionados.
La investigación, con el nombre código Crossfire Hurricane (CH), también apuntaba a otros tres miembros de la campaña de Donald Trump. Flynn recibió el nombre código «Crossfire Razor». «Tras la compilación de la información anterior, el equipo CH determinó que CROSSFIRE RAZOR ya no era un candidato viable como parte del caso más amplio CROSSFIRE HURRICANE», decía el documento. El documento fue enviado vía email el 4 de enero de 2017 a las 1:49 p.m. Tanto el emisor como el recipiente están censurados.
Unos 25 minutos después, Peter Strzok envió un mensaje a un agente del FBI cuyo nombre está censurado en los documentos liberados. «Hey, si no han cerrado RAZOR, no lo hagan aún», escribió Strzok. «Okay», respondió el agente. «Todavía está abierto, ¿verdad?», preguntó Strzok. «¿Y tú eres el agente del caso? Te voy a enviar [censurado] por el archivo».
«No lo he cerrado. Voy a fijarme de vuelta para ver si [censurado] lo ha hecho», dijo el agente. «Aún abierto y aún estoy listado como quien maneja el caso (tenía que fijarme de vuelta)». «Entiendo. No pude levantar [censurado] más temprano. Por favor, mantenlo abierto por ahora», dijo Strzok. «Lo haré», respondió el agente.
Strzok siguió con un mensaje de texto a Lisa Page, su amante en ese tiempo y también al entonces consejero especial del FBI, el entonces vicedirector, Andrew McCabe. Está muy claro que la invención de la trama rusa estaba dirigida a Trump ¿Pero a que responde la «confesión forzada» de Michael Flynn? Parecería ser que Flynn no sólo era un experimentado profesional de inteligencia que tenía que ser implicado y puesto fuera del camino para llegar al presidente, el verdadero blanco.
Pero parecer ser que no fue la única razón, Flynn era por sí mismo un objetivo. Si bien es cierto que no se puede nombrar a una fuente, pero durante la transición, circuló una versión que dice que Obama le dio a Trump dos consejos o sugerencias sobre quiénes consideraba las mayores amenazas para Estados Unidos, y para que el nuevo presidente pudiera estar prevenido, Kim Jong-un y Michael Flynn.
Muchos se preguntarán ¿Michael Flynn? ¿Qué tenía de especial que lo colocaba al nivel del norcoreano, del gordito con armas nucleares? Eso tan especial era Irán, el acuerdo con Irán (Plan de Acción Integral Conjunto) o (JCPOA), que, junto a la Ley de Atención Asequible, fueron los pilares de Obama en la que basaba su legado.
El «Proyecto Cassandra», https://revistaeutaxia.com/proyecto-cassandra/ fue una operación realizada por la DEA, apelando a la mitología griega. También fue el nombre que utilicé en diciembre de 2017 para titular un artículo de investigación que publiqué entonces. Durante los ocho años de su mandato, Barack Obama, prometió a los estadounidenses que haría todo lo posible para luchar contra el terrorismo, un terrorismo al que se negó a llamarlo islámico.
Mientras afirmaba esto públicamente, con esa doble moral de los progres, estaba protegiendo secretamente a una de las organizaciones terroristas más mortíferas del planeta, responsable de la muerte de ciudadanos y artífice de múltiples envíos al país de toneladas de drogas. Obama había prometido en su campaña mejorar la relación con Irán y acercarse al mundo musulmán para hacerlos nuestros aliados.
En el reporte se detallaba como la Administración Obama saboteó subrepticiamente una operación de la (DEA) Agencia Antidrogas de Estados Unidos, que investigaba al grupo terrorista libanés chií Hezbolláh, apoyado por los iraníes, para garantizar y solidificar el pacto nuclear con Irán de 2015».
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Kash Patel, es un hijo de inmigrantes indios, en su libro «Government Gangsters: The Deep State, the Truth and the Battle for Our Democracy», describe a sus padres como inmigrantes hindúes de clase trabajadora procedentes de la India. La familia no comía carne en casa, escribe, describiendo excursiones semanales al barrio de Jackson Heights en Queens con su padre para comer pollo a la mantequilla. Le atraía la idea de ser médico, como un «estereotipo de indio americano», pero desistió después de buscar información sobre los programas de las facultades de medicina y encontrarse con un grupo de abogados defensores que jugaban al golf mientras hacían de caddies en el Garden City Country Club de Long Island.
Su experiencia previa también incluye servir en el Consejo de Seguridad Nacional durante la primera administración de Trump en 2019, además de ser jefe de gabinete del secretario de Defensa en funciones, Christopher Miller, en los últimos meses de Trump. Patel se desempeñó como asistente del excongresista de California Devin Nunes, el principal republicano en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que luchó para desacreditar la investigación sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016.
El ex agente especial del FBI Daniel Brunner se opuso a que Patel se convirtiera en el próximo director de la oficina, alegando que «podría causar mucho daño». «Creo que poner a alguien como Kash Patel como director del FBI es extremadamente peligroso», dijo Brunner a CNN «Ha dejado claro que quiere tomar represalias contra quienes investigaron al presidente Trump y su entorno». Tiembla el FBI demócrata. Tengo muchos amigos en la agencia y los respeto, pero hay otros que se dedicaron a hacer negocios y política, rebajando al FBI.
Dijo Trump, «Kash hizo un trabajo increíble durante mi primer mandato» y confía en que «devolvería la Fidelidad, la Valentía y la Integridad al FBI». Según David Ignatius de The Washington Post en 2021, Patel se enfrentó a la Agencia Central de Inteligencia y a la Agencia de Seguridad Nacional, de su paso por el DNI, Ignatius escribió que Patel dirigió el lugar con eficacia. Patel es miembro del consejo de administración de Trump Media Technology Group, la empresa propietaria de Truth Social. Es muy activo en la plataforma, compartiendo con frecuencia las publicaciones de Trump con sus 1,35 millones de seguidores.
El memorándum Nunes, como llegó a conocerse, decía que la solicitud de una orden para vigilar a Carter Page, asesor de política exterior de Trump en 2016. Hace 500 años los primeros empleados del FBI se mudaron a la actual sede en la avenida Pensilvania. Desde entonces, el edificio ha albergado a los supervisores y líderes que toman decisiones que afectan a oficinas en todo el país y en el extranjero, y de paso montaron su chiringuito político. Si Patel hace realidad lo que dijo siempre, el edificio J. Edgar Hoover podría cerrar, dispersando a sus empleados.
«Cerraría el edificio Hoover del FBI el primer día y lo reabriría al día siguiente como un museo del ‘estado profundo’», dijo Patel en una entrevista en el «Shawn Kelly Show», «Luego, enviaría a los 7.000 empleados que trabajan en ese edificio por todo Estados Unidos para perseguir criminales. Son policías, vayan a ser policías». En el libro titulado «Government Gangsters: The Deep State, the Truth and the Battle for Our Democracy», propuso trasladar la sede fuera de Washington «para prevenir la captura institucional y limitar la participación de los líderes del FBI en juegos políticos».
Para Patel, el llamado estado profundo incluye a funcionarios electos, periodistas, magnates de las grandes tecnologías y «miembros de la burocracia no electa». Patel pide «una limpieza integral» del Departamento de Justicia, una agencia que, según él, ha protegido a miembros de alto rango del Partido Demócrata mientras ataca injustamente a los republicanos y sus aliados del Partido Republicano.
Kash Patel por su libro, «The Plot Against the King», el 10 de junio de 2022, tuvo una entrevista en She Thinks Podcast con Beverly Hallberg. Un libro para niños: El complot contra el rey en el que utiliza personajes como «King Donald» y «Hillary Queenton» para contar la historia detrás del Steele Dossier y la narrativa de la colusión rusa. También discutieron su experiencia como investigador principal en Russiagate, así como su trabajo actual en la defensa de los conservadores contra la censura de Big Tech.
Beverly Hallberg: Bueno, gracias por pasar tiempo con nosotros. La primera pregunta que te hago es, ¿alguna vez pensaste que estarías escribiendo un libro para niños?
Kash Patel: Me reí a carcajadas porque la primera vez que se me planteó la idea, literalmente me reí y me caí al suelo y dije: “¿Quieres que escriba un libro para niños? Apenas puedo escribir un nivel por encima del grado dos”. Pero mi equipo se acercó a mí y me dijo: “Mira, la historia del Russiagate es algo que se debe enseñar a los niños porque no se trata de política. Se trata de hacer el bien contra el mal en la búsqueda de la verdad”. Y tenían razón. Y así nos pusimos manos a la obra y he aquí que escribimos un libro para niños. […]
Kash Patel: Bueno no. Mire, está hablando con un tipo que fue fiscal federal, ex defensor público, estuve en el gobierno durante 16 años, y en ese momento, en ese momento, estaba en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes a cargo de la investigación de Russiagate. E incluso cuando lo ejecuté y cuando lo comencé, no pensé que iba a terminar así, pero lo que Devin Nunes, quien era el presidente en ese momento, me pidió que hiciera fue usar mi experiencia como fiscal y mi información de inteligencia. antecedentes para ver si hubo alguna violación de la ley o prácticas corruptas con el tribunal especial, el tribunal FISA, como lo llamamos para vigilar al entonces candidato Trump y eventualmente al presidente Trump.
Y como fiscal de terrorismo, tuve que utilizar ese tribunal para obtener órdenes de vigilancia sobre objetivos terroristas en el extranjero. Entonces supe cuán profundo fue ese proceso. Pero lo que le dije a Devin fue: “Mira, es como cualquier otra investigación. Tienes que probar la credibilidad de los documentos y luego tienes que averiguar quién pagó por esto”. Es algo simple al final del día; el dinero no miente Le dije: “Tenemos que seguir el dinero. No es necesariamente fácil de seguir. Y luego tienes que probar la credibilidad de cosas como el Steele Dossier y los informes que se produjeron”.
Y lo perseguimos con la propia documentación del FBI y del Departamento de Justicia y descubrimos que hay prácticas corruptas. Y luego también descubrimos, gracias a una citación del Congreso, que el banco conectado con el Steele Dossier no era más que la campaña de Hillary Clinton que pagó decenas de millones de dólares a través de sus abogados para contratar a Fusion GPS para básicamente salir e inventar, no solo la narrativa de Russiagate para este dossier de Steel, sino como hemos visto a través del caso Sussman, la narrativa de Alfa Bank, las cuales eran totalmente falsas.
Y creo que lo que más me molesta es que no soy realmente un tipo político. Entiendo que la política se ensucia y todo eso. Pero como exfiscal federal que usó el tribunal de seguridad nacional para proteger a Estados Unidos, literalmente permitieron la política, siendo el FBI, permitieron que la política entrara en el FBI. Y luego rompieron sus juramentos de cargos, agentes y oficiales, y mintieron a un tribunal federal solo porque no les gustaba el objetivo de la investigación. Se supone que eso no debe suceder en los Estados Unidos. Y estoy agradecido de que hayamos podido desglosarlo. Tomó algunos años, pero creo que llegamos allí.
Beverly Hallberg: Entonces, primero quiero decir que recuerdo cuando Donald Trump se convirtió en presidente, por supuesto, siguió con este mantra de que va a drenar el pantano y he vivido en DC durante mucho tiempo. Yo estaba como, “Sí, hay algunas personas corruptas allí”. Pero no me di cuenta de lo profundo que fue. Incluso como alguien que había trabajado y vivido en la política en DC durante tanto tiempo, había una parte de mí que decía: “No me di cuenta de que era tan malo”. ¿Te sentiste de la misma manera cuando comenzaste a investigar esto?
Kash Patel: Sí, porque soy como tú: estuve en DC durante mucho tiempo. Trabajé en el gobierno durante 16 años y dije: “Sí, algunas personas se pasan de la raya. Pero los jefes del FBI, los líderes del Departamento de Justicia, los líderes de la Comunidad de Inteligencia, ¿me está diciendo que todos se unieron y mintieron? Tuve que golpearme en el brazo y decir: “¿Estás seguro de que esto es lo que pasó?” Y dije: “Si es así, tenemos que ir a buscar los documentos”. Así que estaba tan sorprendido como cualquier otra persona. Los medios de entonces, por supuesto, no nos creyeron, y actuaban como si yo estuviera animando el éxito del deterioro del FBI y el Departamento de Justicia. Como un tipo que trabajó con agentes federales en todo Estados Unidos y en el extranjero para acabar con los terroristas, eso no es lo que quiero que suceda. Y creo que me sorprendió más que a nadie porque estaba allí haciéndolo con estos muchachos y nos fallaron.
Beverly Hallberg: Sí. Mencionaste a Devin Nunes y él fue una de las primeras personas en mencionar todo esto. Y recuerdo cuánto escrutinio y ridículo recibió inicialmente al hablar sobre el potencial de toda esta corrupción. Obviamente, desde entonces ha sido reivindicado, tú has sido reivindicado, pero ¿cómo fue trabajar para él durante ese tiempo cuando enfrentaba tantas críticas y especialmente la gente pensaba que estaba en este campo de locos al hacer esta sugerencia?
Kash Patel: Sí. Creo que Devin, en primer lugar, es un querido amigo y mi antiguo jefe. Creo que, si no tuviéramos un líder así en ese entonces, no habríamos sido… No importaba lo que hiciera como su investigador principal. Necesitabas a alguien que fuera el rostro de la investigación y le dijera al mundo lo que estaba pasando. Y Devin lo tomó de frente, y los medios simplemente lo aplastaron por eso. Y fueron tras su familia.
Incluso me denunciaron como miembro del personal en The Hill. Y los medios me llamaron el dictador genocida de Devin. Estas cosas son cosas que ni siquiera puedes inventar. Y fueron tras su abuela. Se puso bastante desagradable. Y Devin dijo, fui a Devin, le dije: “Oye, ¿quieres bajar el tono de esto? ¿O tomar un camino diferente? Solo porque esto es inaceptable”. Es como, “No, absolutamente no. Esto es para lo que nos contrataron. Y si esto es lo que muestra la evidencia, entonces eso es lo que le diremos al pueblo estadounidense”. Y sin Devin haciendo eso, no creo que el mundo supiera la mitad de esto.
Beverly Hallberg: ¿Entonces es un dictador genocida quien escribió este libro para niños?
Kash Patel: Sí.
Beverly Hallberg: Entonces eso se nota. Es importante que los padres sepan quién está escribiendo estos libros, pero solo quiero mencionar una cosa. Entonces, como mencionaste, los medios cubrieron esto sin parar. Fue la cobertura las veinticuatro horas del día del Russiagate y la supuesta colusión que tuvo lugar. Y luego, cuando descubrimos más información, incluso más recientemente con la investigación de Durham, estamos aprendiendo más y más cómo Hillary Clinton estuvo involucrada y pagó por ella. Escuchamos grillos en algunas de las redes. ¿Qué piensa de los medios de comunicación en estos días, especialmente cuando era una cobertura de 24 horas al día, 7 días a la semana, y ahora apenas escuchamos nada?
Kash Patel: Sí, no, ese es un gran punto que la gente está pasando por alto. Nunca hicimos esta investigación para los medios. Lo hicimos por el público estadounidense., pero una vez que Donald Trump comenzó a postularse para el cargo y finalmente llegó al cargo, los medios simplemente perdieron toda su integridad periodística y no informaron ninguno de los hechos reales. Tenían a Adam Schiff desfilando mentira tras mentira tras mentira. Y ahora el mundo sabe que Adam Schiff desfiló mentira tras mentira, pero nos tomó un par de años obtener Nunes Memo y toda la documentación que pusimos en durhamwatch.com porque queremos que el pueblo estadounidense lo lea por sí mismo. No queremos ir a un micrófono y decir: “Esto es lo que pasó”. Eso no es lo que es la supervisión constitucional. Estados Unidos tiene derecho a ver los documentos, el derecho a ver las fallas del FBI y el Departamento de Justicia, para que podamos remediarlo juntos.
Y nuestra misión, supongo, desde que Devin y yo dejamos el Congreso era ¿cómo nos enfrentamos a los medios? Ahora ha tomado su propio camino al convertirse en el CEO de Truth Social, porque cree mucho en esa lucha. Y estoy haciendo lo mismo con mi fundación porque no fuimos las únicas personas atacadas sin piedad. Todos los días, los estadounidenses fueron difamados en la plataforma y mintieron y arrastrados por el barro solo porque estaban del lado de Donald Trump o lo que sea.
Y eso no es justo, pero los medios lo han pasado por alto. Y estamos respondiendo caso por caso en los tribunales con nuestras demandas por difamación y brindando a las personas una plataforma alternativa en Truth Social para compartir sus pensamientos, sean los que sean. […]
Kash Patel: Entonces mire, como un tipo que dirigió una de las investigaciones más complejas y, creo, importantes en la historia moderna del Congreso en la investigación del Russiagate, le mostramos cómo es una investigación oficial adecuada basada en hechos sin politizarla o la seguridad nacional de America. Avancé rápido a la investigación del comité del 6 de enero. Están contratando a Hollywood, literalmente, y a un ejecutivo de ABC que cerró las historias de las víctimas de Jeffrey Epstein. Literalmente, no puedes inventar esto y no has escuchado demasiado del movimiento #MeToo que los demócratas están contratando a una persona así, pero dejando eso de lado, saben que la narrativa del 6 de enero es su último tramo para continuar. para todo lo relacionado con las elecciones intermedias, porque no pueden basarse en nada sobre la economía, la gasolina, la fórmula para bebés, el comercio fronterizo de narcóticos, el tráfico de personas, la política exterior, todo es un desastre, lamentable y trágicamente, para Estados Unidos.
Y mira, el 6 de enero es algo bastante personal para mí. Fui Jefe de Gabinete del Departamento de Defensa durante ese tiempo para el presidente Trump y la respuesta del Departamento de Defensa ese día ha sido cuestionada. Fui la primera persona citada por el comité del 6 de enero y dije: “Eso no es problema. Podrías haberme llamado y haberme pedido que entrara. Porque es parte de los deberes de su gobierno venir y testificar en nombre del pueblo estadounidense sobre lo que hizo, pero querían hacer lo que están haciendo ahora, politizarlo.
Así que fui ante ellos, gasté cientos de miles de dólares en abogados y les dije lo que no querían escuchar, cuáles eran los hechos. Dije: “Dos días antes del 6 de enero, estaba en la Oficina Oval con el Presidente de los Estados Unidos, el Secretario de Defensa, el Presidente del Estado Mayor Conjunto y el Jefe del Estado Mayor del Presidente de los Estados Unidos, donde hablábamos de operaciones delicadas de seguridad nacional. Pero luego el presidente también mencionó el 6 de enero y dijo: “Miren, muchachos, tienen la autorización presidencial para 20,000 hombres y mujeres de la Guardia Nacional”. Y la ley para sus espectadores es doble. Nosotros, los militares, no podemos desplegarnos a nivel nacional sin utilizar la guardia nacional, y el presidente tiene que autorizarlo, pero hay otro paso involucrado.
El otro paso es que el gobernador o alcalde local tiene que solicitar la Guardia Nacional. Y así fuimos en enero, probablemente alrededor del 4 de enero, al alcalde Bowser, que es el alcalde de DC y a la Policía de la Capital, responsable federal del Congreso, y les preguntamos: “Oigan, el presidente autorizó a 20,000 hombres y mujeres de la Guardia Nacional, ¿quieres algo? ¿Quieres cien? ¿Quieres mil? Y ambos dijeron que no. El alcalde Bowser dijo que no por escrito. Y presenté toda esta información al comité del 30 de enero cuando testifiqué, incluida la documentación del Departamento de Defensa, los memorandos donde mostraba que estábamos haciendo este trabajo, y no pudieron haber pasado menos de XNUMX segundos preocupándose por ese tema, o disculpe, esa parte de la investigación.
Están más centrados en cómo politizarlo. Y he pedido que se publique mi transcripción. No creo que pueda profundizar mucho más en los detalles de lo que tengo que testificar, pero no tengo nada que ocultar. Por eso digo que el 6 de enero es un poco político para mí porque dicen que no respondimos adecuadamente. Y el mundo debería saber que fueron los demócratas y su liderazgo quienes no lograron enviar las tropas adecuadas a DC. Incluso cuando el presidente Trump lo había autorizado.
Beverly Hallberg: […] De nuevo, se llama El complot contra el rey. Es un libro para niños. Así que estabas hablando de un tema complicado y complejo. ¿Cómo puede esto realmente ser adecuado para los niños?
Kash Patel: No, ese fue mi primer instante. Yo estaba como, “No sé cómo haces esto”. Tenemos un tremendo equipo en Brave Books que es lo que hacen. Hacen libros para niños y decían: “Podemos desglosarlo. Solo necesitamos que nos cuentes la historia. Y combinamos fuerzas y lo que pensamos fue: “Hagámoslo divertido. Situémoslo en la época medieval. Hablemos de Reyes y Reinas. Hagámoslo casi una alegoría”. Tomas prestado de la historia. Así que tomas a Hillary Queenton y Donald Trump, y luego tomas al guardián Komey y a un caballero astuto, y tomas a un duque llamado Devin y los introduces en la historia, pero no dices cosas como demócrata, republicano, liberal o conservador. o este partido o aquel partido. Dejas todo eso fuera. Y simplemente tomas prestado de la historia y la verdad. Y les enseñas a nuestros hijos: “Esto sucedió en Estados Unidos. Y el valor de luchar por la verdad, como lo hicimos Devin y yo, es importante”. […]
«Me lleva de regreso a mis días de Rusiagate cuando Devin y yo estábamos siendo atacados sin piedad; Sabíamos que éramos el objetivo, y cuando sucede algo como esto, supongo que debería haber imaginado que nos atacarían por escribir un libro infantil veraz, pero al nivel en el que hemos sido vilipendiados, los medios impresos simplemente vienen detrás de nosotros diciendo que estamos adoctrinando a nuestros hijos. Y estas son las mismas personas que hablan de que quieren que se enseñe la teoría crítica de la raza y las dinámicas de género a nuestros niños de seis y siete años. No, quiero que se enseñen historias sobre la época medieval a nuestros niños de seis y siete años. Y creo que los padres se divierten más con el libro que los niños. Algunas de las publicaciones en Truth Social son geniales. Así que gracias por dejarme hablar de ello».
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Finalmente, si John Bolton se opone a la designación de Patel, quiere decir que Kash Patel es un buen tipo. Antes de las elecciones Kash Patel decía: «necesitamos una oficina de desclasificación 24 horas al día, 7 días a la semana, sacando papeles y no solo papeles como JfK y no solo del 9-11, estas hablando con el tipo que leyó todo el informe 9-11, y esas siete páginas que habla toda la gente, pero creo que es como el tipo de Intel que cree de todo corazón en el sistema de información clasificada, creo que los todos funcionarios corruptos del gobierno han abusado demasiado de el para ocultar la verdad y promulgar más actividades corruptas, así que no estoy diciendo que no».
Sobre la lista completa de pedófilos, de Jeffrey Epstein, donde figuran celebridades, aunque no necesariamente están acusados de delitos relacionados con el abuso de menores, en la que se incluyen Bill Clinton, Kevin Spacey y el príncipe Andrés. «No creo que Bill Gates este presionando al Congreso día y noche para evitar la divulgación de esa lista y por qué el Senado lo sabe y es bueno que el senador Blackburn intente sacarlo, pero luego Dick Durbin llega y dice que no, no vamos a publicar los nombres. No me importa la lista en sí, pero si se publican los nombres. Cierto, ¿Qué diablos? Es la casa de los republicanos que tienen la mayoría, no puedes obtener la lista, vas a aceptar la palabra de Dick Durbin (Senador Demócrata por el estado de Illinois) o quien sea ese tipo en cuanto a quien está en esa lista y quien no, y que no puede ser liberado, ponte en tu gran pantalón de niño, y hagamos saber quiénes son los pedófilos, tenemos una elección próxima y tenemos que decidir este asunto en las urnas. Dios sabe que el FBI y el departamento de Justicia no van a hacer nada, pero ¿Cómo van a recompensar al FBI con un nuevo edificio de la sede después de su vigilancia ilegal sobre Donald Trump continúa con una reautorización de FISA y no podemos sacar los documentos básicos?».
La comunidad de la India está obteniendo un protagonismo importante en la vida política estadounidense, por ejemplo, la esposa del vicepresidente David Vance, Vivek Ramaswamy, y Kash Patel, y un médico que trabajará con Robert Kennedy, en un cargo importante.
Ricardo Veisaga
3 de diciembre de 2024.