EVO MORALES SE FUE…
Ricardo Veisaga
Eva Maria se fue, es una canción del género pop, canción popularizada por el grupo español Fórmula V, en 1973, y fue considerada la canción de ese verano y otros más. Y Evo o Eva se fue, y no fue una sorpresa ya se veía venir. Como cuando dicen los relatores de box «madura el nocaut». Pero no se fue como cuando llegó.
El joven dirigente cocalero había llegado con sus ojotas y su chompa (pullover) a rayas. Pero salió volando literalmente desde el aeropuerto que mandó a construir para él y para sus socios, en un súper jet de lujo, que exhibía una bandera que no era la whipala.
La whipala es una bandera étnica, de la nación étnica o tribales, tampoco estuvo la bandera tricolor boliviana, la de la nación política, la del Estado boliviano. Una bandera que lentamente iba siendo fagocitada por la whipala.
Al llegar a México, Evo Morales, en un lapsus de sinceridad involuntaria, el tránsfuga dijo que había salido al exilio debido a un golpe cívico-militar. Una versión muy distinta al que manejan los zurdos y progres del mundo. Luis Almagro, Secretario General de la OEA, reconocido amigo y aliado (imagino que ahora es un ex), rápidamente desmintió la versión al afirmar que:
«Sí hubo golpe de estado en Bolivia, pero este fue el 20 de octubre, cuando se cometió el fraude electoral que tenía como resultado el triunfo de Evo Morales en primera vuelta». Dicen los bolivianos que en sus inicios Evo, para ejemplificar su mandato solía hacer una comparación con una partida de cacho (juego con dados) y decía: «lo que se ve, se anota».
Pero al jugar catorce años con dados cargados no hay nada que anotar, cada vez que arrojaba el cubilete el país perdía millonadas de dólares (para Evo la política es una cuestión lúdica). Brevemente vamos a enumerar el producto de sus jugadas.
En Bolivia no se olvida lo sucedido en La Calancha, Huanuni, Cochabamba, Santa Cruz, Camiri, Sucre y Bermejo, que tratando de ganar la partida dejó una cantidad de muertos y heridos sobre el tapete de juego. Su inserción al izquierdista Foro de San Pablo, foco ideológico de la miseria y el fracaso.
Su política de nacionalizaciones típica de los hombres de izquierda, como la nacionalización de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), de ENTEL, la nacionalización de Vinto, la nacionalización de las refinerías, que dejó vacías las arcas. Su indigenismo fundamentalista de izquierdas, su chavismo castrista madurista, su eje bolivariano y ahora el morenismo mexicano y el abortado plan Puebla.
El trilero prófugo hizo trampa desde el principio y en la partida de cachos los únicos que perdieron fueron los bolivianos. El líder cívico cruceño Fernando Camacho, uno de estos nuevos líderes emergentes en la crisis, en su intento de pedir a Evo que renuncie llevó la Biblia cristiana a la casa de gobierno.
Pero Evo es inmune a la Biblia, él solo se hinca ante la pachamama y por qué no, en su odio ante Estados Unidos y al catolicismo, ante el Corán. Porque esto es lo que hizo, entregar el país a la religión islámica. Es innegable la alianza que tiene o tenía su partido el MAS con el gobierno iraní.
Una relación que incluye un canal de televisión, explotación de uranio, 1.500 becarios bolivianos que estudian el Corán en Teherán, centros de entrenamiento. Ustedes aun recordaran la visita de Mahmud Ahmadineyad. Fernando Camacho dijo que la Biblia cristina fue retirada del Palacio Quemado (sede del gobierno) porque está convencido de que Evo y su gobierno son ateos. Camacho ignora que los verdaderos ateos no son irracionales, ni son izquierdistas ni indigenistas.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, el día 19 de julio, había visitado la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay (Ciudad del Este) para advertir de la presencia de terroristas islámicos en la zona. Días después el 23 de julio, llegó a Bolivia el canciller de Irán, Muhamad Yavad Zarif. Éste había asistido en Venezuela (la otra Meca) a una reunión con el Foro de San Pablo.
El gobierno persa hace tiempo que había incorporado a Bolivia a su lista de socios del terrorismo islámico, de la Transnacional del Crimen Organizado, como la llama Iván Duque el presidente de Colombia. Hace años atrás un periodista informaba sobre la conversación de dos campesinos bolivianos en una chichería (lugar donde se bebe chicha), en la selva boliviana del Chapare, cuartel general de Evo Morales.
En un castellano rudimentario uno de ellos le explicaba al otro, la diferencia entre sunitas y chiítas. Lo que le llamó la atención fue que un indígena conociera la existencia de estos grupos islámicos. La realidad es que alguien instruyó al campesino para que enseñe a los demás.
Se sabe que los islámicos levantaron mezquitas en Tacna (Perú) y en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, aunque no tengan fieles que las visiten. En el cono sur prefieren construir mezquitas en zonas fronterizas donde el contrabando prolifera y es posible pasar drogas y armas.
El odio a los judíos acompaña estas actividades, la circulación de libros llenos de odio y delirantes, que en cualquier lugar del mundo civilizado estarían prohibidos. Juan Carlos Almazán, boliviano, publicó, financiado por los árabes un libro llamado «Los impostores», una imitación de Los protocolos de los sabios de Sion, en donde sostiene que todos los presidentes de los Estados Unidos, fueron judíos.
Juan Almazán, quien caminaba por las calles de La Paz acompañado de dos guardaespaldas llegados de la media luna, sostiene que el verdadero nombre de Roosevelt era Rosenfeld.
Álvaro García Linera el ex vicepresidente de Bolivia, explicaba la unión de la política con la religión en esa «construcción hegemónica ascendente del poder», en ese estado plurinacional, en un retorno hacia las prácticas religiosas «ancestrales» de pueblos andinos como el aymara, y sólo de aquella cosmovisión, que se expresan en un modelo de Estado etnonacionalista o político indigenista en la retórica oficial.
El censo del año 2001, indicaba que el 78% de los bolivianos era católico, el 16.2% protestante, 3.2% está afiliado a los grupos cristianos marginales, el 2.4% dijo no tener afiliación religiosa y menos del 0.2% está afiliado a alguna religión no cristiana. Según la encuestadora Gallup, en el 2008, dieron como resultado que el 73% eran católicos, no religiosos 12%, protestantes o evangélicos 11%, bahaí, budistas y Hare Krishna 3%, y los pachamamistas o animistas andinos un 1%.
El objetivo político-religioso del régimen de Evo Morales, su política angular, era combatir las creencias judeocristianas, religiones judeocristianas que tienen la misma raíz y de cuyo desarrollo surgió la cultura occidental. Esa política desconocía la fe de más del 90% de los bolivianos, entre católicos, protestantes o evangélicos y judíos. Todo en nombre de un neofascismo étnico-religioso.
El islam tenía acceso libre a Bolivia, por las cercanías del gobierno de Evo Morales con Irán y por la nueva Constitución, que da las herramientas para la imposición y la penetración. Una de las primeras medidas del nuevo gobierno interino en Bolivia, de Jeanine Áñez, fue la inmediata deportación de 725 ciudadanos cubanos que vivían en el país, y que se dedicaban supuestamente a labores vinculadas con la comunicación y la sanidad.
En tanto que cuatro cubanos fueron detenidos en El Alto, municipio cercano a la capital. Los cuatro, formaban parte de las brigadas médicas, acarreaban dos mochilas con 90.000 bolivianos (11.700 euros). Los cuatro cubanos detenidos fueron identificados como la licenciada en electromedicina Amparo Lourdes García Buchaca, el economista Idalberto Delgado Baró, y los médicos Ramón Emilio Álvarez Cepero y Alexander Torres Enríquez.
Desde La Habana aseguran que ese dinero se acababa de extraer de un banco para pagar servicios básicos y alquileres de los 107 miembros de la Brigada Médica que trabajan en El Alto. Las fuerzas policiales sospechan que con ese dinero pretendían pagar a los manifestantes violentos a favor de Evo Morales en El Alto, uno de los grandes bastiones de la revolución indígena.
Desde la Cancillería de Bolivia se aseguró que después de una «larga conversación» con La Habana el gobierno de Díaz-Canel decidió retirar a los 725 funcionarios, en su mayoría médicos. El proceso de salida ha comenzado ya, con un plazo que se extiende hasta el miércoles de la semana que viene.
La llegada de Áñez a la presidencia, una mujer con las polleras bien puestas, ha modificado las relaciones con Venezuela. Áñez reconoció a Juan Guaidó, cabeza de la oposición al chavismo, como mandatario venezolano. «Ese es el reconocimiento que hace desde este momento Bolivia», explicó la portavoz del gabinete de Áñez, Roxana Lizárraga.
Juan Guaidó a su vez reconoció a Áñez como presidenta «en su misión de guiar una transición constitucional hacia una elección presidencial». Como si esto no fuera suficiente la detención de cuatro venezolanos entre los detenidos de las protestas, aumenta la tensión. Según el nuevo titular de Interior, el ministro Murillo, fueron interceptados con uniformes de la policía venezolana.
«No vamos a permitir que en este país se haga sedición, no nos parece correcto que se desestabilicen los países con terror», sostuvo el ministro Murillo.
Áñez adelantó que otorgarán un plazo de entre dos y tres días a la delegación diplomática venezolana para que abandonen el país andino, mientras llevan a cabo la desvinculación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), creada por Hugo Chávez y Fidel Castro, y de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), un cadáver diplomático izquierdista que ya apesta.
La cancillería boliviana ha suspendido de sus cargos a todos los embajadores, con excepción de él embajador en el Vaticano y Perú. La Policía confirmó que el argentino Facundo Morales Schoenfeld, se encontraba en estado de coma y que fue herido de bala tras participar en disturbios y enfrentarse a los agentes.
Facundo es miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde se lo conoce como «Camilo». Según informó el comandante departamental de la policía de Santa Cruz, Miguel Ángel Mercado, «Se establece que se trataría de un argentino perteneciente a las FARC, quien estaría en calidad de instructor en el área». Morales Schoenfeld apoyaba el paro en la ciudad de Montero convocado por el Comité Cívico.
El guerrillero izquierdista Morales, nacido en Buenos Aires. Cuando estudiaba en Esquel, en los 90s, según sus conocidos, en ese entonces ya habría manifestado en charlas de grupo, su ideología vinculada con la guerrilla, incluso con deseos de incorporarse a algún grupo organizado. Facundo Morales con el tiempo desapareció de la zona y habría estado en Buenos Aires, donde se vinculó con líderes de las FARC que lo reclutaron y lo llevaron a Colombia para someterlo a la instrucción paramilitar.
En el año 2016, cuando el gobierno de Colombia Juan Manuel Santos, firmó el acuerdo de paz con las FARC, Schoenfeld habría pasado a la clandestinidad, para seguir alentando la guerrilla de resistencia, hasta convertirse en instructor. Sus padres, el Juez de Paz de Trevelin (Chubut, Argentina), Néstor Hugo Morales, y su esposa Silvana Irene Reyes, habían viajado a Bolivia al enterarse de su situación.
Cuando llegaron a Bolivia fueron retenidos por la policía por «averiguación de antecedentes», pero posteriormente fueron liberados. En los enfrentamientos en el municipio de Yapacaní, permitieron a la Policía detectar prácticas similares a las utilizadas por las FARC de Colombia. Entre el 10 y el 13 de noviembre se registró una serie de actos violentos en Yapacaní, que dejaron un saldo de una persona fallecida, cinco heridas por arma de fuego y 24 arrestadas.
El comandante departamental de la Policía, Miguel Ángel Mercado, sostuvo que decenas de jóvenes afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) destrozaron bienes particulares y del Estado. También saquearon e incendiaron las unidades del Comando Regional de Yapacaní, robaron armas de fuego, computadoras y artefactos. Mercado indicó que en Yapacaní hay presencia de jóvenes entrenados con prácticas paramilitares, lo cual llama la atención.
Miguel Mercado relacionó el caso con la presencia de Morales, quien es buscado por la Policía colombiana por ser un guerrillero de las FARC. La autoridad policial señaló, además, que la Dirección Nacional de Interpol informó que Morales tiene cuatro órdenes de captura internacional por los delitos de narcoterrorismo, subversión y atentados contra la vida.
Sin embargo, precisó que el argentino deberá responder primero por los delitos cometidos en Bolivia, antes de ser extraditado. La presencia en el lugar de Facundo Morales Schoenfeld, de 42 años de edad, donde se dieron los enfrentamientos no es «casual» y creen que «alguien lo trajo para dar instrucción paramilitar». El guerrillero de las FARC estaba viviendo en un barrio de Yapacaní, donde los vecinos no permiten el ingreso de efectivos policiales ni de las Fuerzas Armadas.
El flamante ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que detrás de esta actividad subversiva, tanto en El Alto como en el resto del país, se encuentran Juan Ramón Quintana, ex ministro de la Presidencia (hoy en la clandestinidad) y Raúl García, hermano del ex vicepresidente Álvaro García Linera. «Ellos son los que están convulsionando el país», además, aseguró que se encuentran «ocultos, operando desde Bolivia», y advirtió que ambos pueden ser encarcelados por sedición.
El ministro de Defensa de Colombia, Camilo Ospina, denunció recientemente, en una reunión latinoamericana y del Caribe sobre Inteligencia policial, que guerrilleros de las FARC entrenan en manejo de explosivos a personas de Bolivia y Paraguay. «Tenemos algunos indicios del sur del continente, específicamente de Bolivia, sobre entrenamiento en uso de explosivos y en tácticas de secuestro», precisó.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos había emitido una resolución que contempla las sinuosas actividades del islam en América Latina. El texto aprobado por 364 votos contra cero, «reconoce la amenaza potencial que plantean para Estados Unidos, sus aliados y sus intereses, los simpatizantes y financistas de organizaciones terroristas islamistas que operan en el Hemisferio Occidental».
Tras renunciar y denunciar un golpe de Estado, Evo Morales se habría refugiado en Chapare, la zona cocalera del trópico de Cochabamba que lo vio nacer como dirigente político. Es una de las pocas regiones de Bolivia donde el ex presidente conserva su poder intacto. Los cocaleros de esa zona, a diferencia del sector de Las Yungas, donde ya no existe la lealtad hacia Evo Morales, representan el núcleo duro de respaldo en un país que se encuentra convulsionado.
Evo, renunció a la presidencia, pero sigue siendo el titular de las seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, que nuclean a los cocaleros. Fue reelegido en ese cargo el año pasado. Evo Morales, aterrizó en un aeropuerto que fue construido en 1998 por la DEA y mejorado por él. En esa región se producen unas 40.000 toneladas de hoja de coca por año, en su mayoría de manera ilegal.
En 2008, dos años después de llegar al poder, Evo Morales expulsó a la DEA de esa zona de Bolivia, y la base pasó a ser la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
En esa zona se realiza la producción de pasta base de cocaína. Un segundo proceso se realiza en laboratorios clandestinos en la zona cercana a Villa Yapacaní, que gran parte de su economía depende de la cocaína que manejan carteles internacionales, entre ellos colombianos y mexicanos. Parte de esa droga llega a la Argentina, a través de la frontera con la provincia de Salta (Argentina) y por vía aérea.
Evo Morales siempre fue cuestionado por los organismos internacionales sobre la falta de efectividad en la erradicación de plantaciones de coca ilegal. En 2017, cuando se aprobó la llamada ley de la Coca, que amplió las áreas de los cultivos legales (de 12.000 a 22.000 hectáreas) para uso «tradicional», generó una grieta entre los cocaleros.
Esa normativa puso fin al monopolio de la zona de las Yungas sobre la producción legal y autorizó plantaciones que antes eran ilícitas en Chaparé, la base política de Evo Morales. Bolivia produjo en 2018, 55.000 toneladas de coca, pero la que se utiliza para el consumo interno no supera las 28.000 toneladas. El excedente se transforma en cocaína.
Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína, detrás de Colombia y Perú. Evo decía que la lucha más efectiva contra el narcotráfico era a través del control social de los sindicatos cocaleros sobre esa zona. Los sindicatos son la única presencia del Estado en esa selva, donde se hicieron inversiones millonarias en estas sedes donde se centraliza la política pública de salud, educación y asistencia social.
El gobierno de Evo Morales tuvo una postura clara respecto a los narcos y consistía en impedir las extradiciones. Hay dos casos emblemáticos con Argentina. Wilson Maldonado Balderrama, un empresario boliviano que está acusado de ser uno de los proveedores de cocaína más grandes de la región. El apodado Chichín, vinculado con un concejal de Salvador Mazza (Argentina), quien se encuentra preso, carga con un pedido de captura desde el 30 de marzo de 2016 y la solicitud de extradición que llegó a Bolivia el 16 de junio de ese año.
Pero Balderrama no podrá ser juzgado en la Argentina por la causa denominada «Febrero Blanco» (es probable que cambie ahora), ya que fiscales bolivianos abrieron una causa en su contra por lavado de dinero, algo que bloquea la extradición. Lo mismo sucedió con otro boliviano acusado de ser uno de los proveedores más grandes de estupefacientes en la Argentina, el empresario José Luis Sejas Rosales.
Cuando se pidió su extradición por once causas, fiscales de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) iniciaron un proceso por lavado de activos. A este hombre vinculado al negocio del combustible y la madera, como también a los caballos y al tráfico de cocaína, la Justicia boliviana le abrió una causa por «legitimación de ganancias» (lavado de dinero) para determinar si los bienes que se secuestraron fueron originados con actividades ilegales, entre ellas, el narcotráfico.
Tanto Sejas Rosales como Maldonado Balderrama, compartieron beneficios en la Justicia argentina, en tiempos en que el ex juez Raúl Reynoso (hoy preso) ocupaba el juzgado federal de Orán. Sejas Rosales, dueño de cinco empresas que tenían contratos con YPF Bolivia, fue procesado por el juez federal N° 1 de Salta Julio Bavio el 15 de agosto de 2015 y se pidió su extradición, pero en Bolivia se abrió una causa, como ocurrió con Balderrama, por lavado de activos.
En Salta, Sejas Rosales, dueño de una flota de 250 camiones, fue acusado de ingresar más de 500 kilos de cocaína al país en 11 camiones cisterna que venían supuestamente vacíos, pero en un doble llevaban el estupefaciente, y volvían tras cargar combustible en Rosario y San Nicolás (Argentina).
Numerosos personajes de la élite del MAS, partido de Evo Morales, mantenían vínculos con el narcotráfico. Rómer Gutiérrez Quezada, hermano de la diputada cruceña por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Amparo Gutiérrez Quezada, y ex asesor de la concejala oficialista Melody Téllez, cayó con 100 kilos de cocaína en Brasil. El traficante de la droga es un personaje con altas conexiones e influencias en la administración de Evo Morales. Quezada, además fue el líder nacional de la Organización Che Guevara MAS-IPSP.
En julio de 2006, cayó en el aeropuerto de El Alto, Freddy Terceros, con un cargamento de droga y una carta de recomendación del Presidente del Senado, Santos Ramírez, quien fuera la mano derecha de Evo Morales. En 2008, fue descubierto el clan Terán con 145 kilos de cocaína, las hermanas y el cuñado de la ex constituyente por el MAS y la más alta dirigente en el Trópico cocalera Margarita Terán, muy cercana a Evo Morales.
Las hermanas y el cuñado fueron apresados y sólo estuvieron detenidos 99 días, liberaron al clan en tiempo récord. Cabe recordar que Margarita Terán estuvo en la cárcel acusada por el asesinato del teniente Andrade y su esposa, hecho ocurrido el 10 de octubre de 2000, pero luego salió con medidas sustitutivas. Fue secretaria de las seis Federaciones de Productores de Coca del trópico de Cochabamba.
El periódico Sol de Pando, denunció insistentemente que, tras la intervención en Pando, en septiembre de 2008, se establecieron vínculos entre el ex ministro Juan Ramón Quintana y un sicario narcotraficante Mauro Vásquez. Incluso presentó un audio donde supuestamente la voz del propio sicario confirmaría los vínculos, pero la advertencia nunca fue investigada.
El senador Roger «Chonta» Pinto realizó varias denuncias con pruebas y buscó reunirse con el presidente Evo Morales, quien sistemáticamente se negó recibir en audiencia a la bancada opositora, quienes querían cooperar presentando pruebas contra el ex ministro Sacha Llorenti y otras autoridades vinculadas al narcotráfico donde estuvieron involucrados cinco masistas en «narco-vínculos».
Después de seis años, el resultado fue un senador enjuiciado y exiliado por denunciar los casos de narcotráfico que cercan a la administración del MAS y ponen a Bolivia nuevamente como en la fatídica década de los 80s. En febrero de 2011, el general René Sanabria (el narco-general), quien era responsable del Centro de Inteligencia y Generación de Información (CEGEIN), creado por Juan Ramón Quintana, fue detenido con 144 kilos de cocaína en Panamá.
Sanabria viajó al norte de Chile para amarrar el negocio, pero ignoraba que le habían preparado una trampa. Hoy el zar antidroga de Evo Morales cumple condena de prisión de 14 años en Estados Unidos por tráfico de drogas. El año 2010 el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Félix Molina, informó que había aprehendió al amauta Valentín Mejillones Acarapi por posesión de 240 kilos de cocaína líquida.
Valentín Mejillones fue quien entregó el bastón de mando a Evo Morales en la ceremonia tradicional celebrada el 21 de enero de 2006, en la localidad de Tiwanaku, al inicio de su primera gestión gubernamental. El Director Molina informó que en el inmueble del amauta se montó una fábrica del alcaloide que funcionaba con tecnología colombiana.
En 2011, el alcalde del MAS de Calamarca, Yesid Luin Mamani fue atrapado con cocaína por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) y enviado a la cárcel, pero recuperó su libertad mediante el beneficio de las medidas sustitutivas. El alcalde oficialista de Warnes, Mario Cronembol, fue apresado por presuntos vínculos con el narcotráfico.
A pesar de ser procesado por legitimación de ganancias ilícitas, encubrimiento y supuestos vínculos con el narcotráfico, en pocos meses salió libre. Cronembold siguió fungiendo como burgomaestre, apareciendo periódicamente junto a Evo Morales en la inauguración de obras y otros acontecimientos políticos de la región. La Fiscalía lo acusó de estar relacionado con un narcotraficante colombiano de nombre Wilson, prófugo de la justicia.
En 2009, el alcalde de Catacora, Justo Sanga Castro (MAS), fue aprehendido en Logusmanaya frontera con Perú, en compañía de un boliviano y un colombiano, con 173 kilos de cocaína valuados en más de $us 400.000. En 2017, Máxima Arias Calderón, hermana de la diputada del MAS Adriana Arias, fue detenida en posesión de 10 «ladrillos» de cocaína con un peso de 10.480 gramos.
En julio de 2012, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, fue noticia a nivel nacional e internacional cuando la revista brasileña Veja publicó un reportaje titulado «A república da cocaína» en el cual señalaba que la autoridad junto a la ex miss Bolivia, Jessica Jordán, visitaron la casa del narcotraficante brasileño Maximiliano Dorado en la ciudad de Santa Cruz, desde donde salieron con «dos maletines». Esto de acuerdo a fuentes de «inteligencia de la Policía boliviana», según aseguró Veja.
Juan Quintana cuestionó la publicación e indignado anunció que enjuiciaría a la revista en suelo brasileño y el presidente Evo Morales, en ese entonces, encomendó al embajador en Brasil a iniciar las acciones legales. Al final todo quedó en simple amenaza y se echó tierra al asunto. Veja dijo entonces que el MAS era un narco-partido.
El ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, en marzo de 2018 vinculó a Evo Morales con el narco, con el cártel de Pablo Escobar, a quien, según el exjefe de Estado colombiano, Evo Morales y los suyos suministraban la materia prima para la producción de cocaína.
El encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos, Peter Brennan, y el Embajador de Brasil, Raymundo Santos, manifestaron su preocupación por el aumento de los sembradíos de coca, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) aumentó en 14%.
Evo Morales tiene intereses explícitos y consolidados con el «movimiento cocalero» del Chapare. La Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito ya había advertido en los medios de comunicación que más del 90% de la coca del Chapare va al mercado ilegal.
El 25 de junio de 2017, Evo Morales reconoció que parte de la coca producida en el Chapare se desviaba al mercado ilegal, pero aun así no dudó en darles ventajas para que siembren más «hoja sagrada» destinada a destinos sospechosos e ilícitos. Nunca antes se había visto tantos vínculos concretos de autoridades de un gobierno con el narcotráfico.
«En Bolivia sí existen carteles locales (de narcotráfico) que ya se han enquistado en el aparato del Estado y tienen miembros en las diferentes instancias: jueces, policías, funcionarios del ejecutivo», afirmaba la diputada Jimena Costa (UD). Explicó que esto se refleja en la aparición de una serie de vinculaciones y declaraciones que salen a luz, como el último caso denominado Gonzalo Medina.
«Desde que salió la DEA que no tenía como virtud ser o no ser de Estados Unidos, tenía como virtud un sistema de información de las redes de narcotráfico a nivel mundial, no tenemos en el nivel local y falta esa información», sostuvo Jimena Costa.
Estuvo o aún está circulando una versión que afirma que Evo Morales (y muchos mandatarios) tiene dinero depositado en cuentas del Banco Vaticano. Quien hace estas declaraciones es un supuesto diácono de la Iglesia Católica, Jorge Sonnante. Y digo supuesto, ya que Sonnante no figura como consagrado con el diaconado en Roma. Esto me fue confirmado por mis fuentes vaticanistas de L’Espresso. No solo lo desmintió el Vaticano, sino que mostró dichos registros.
Sonnante es un personaje oscuro y dudoso, para no decir otra cosa. Eso no significa que Evo Morales no haya acumulado dinero no solo del narcotráfico, pero seguro que en el Vaticano no. Evo tiene muchos lugares más amigables donde mantenerlos y también en sitios que no necesariamente sean bancos.
Los medios de la progresía mundial sostenían y sostienen que el ex comandante de las Fuerzas Armadas (FFAA) de Bolivia, Williams Kaliman Romero, con su «sugerencia» al entonces presidente Morales, había cometido un golpe de Estado. El mismo ex Comandante señaló que la sugerencia de renuncia al ex presidente Evo Morales se enmarca en estricto cumplimiento de la ley castrense, y en un momento de convulsión social que iba en aumento.
«El conflicto estaba llegando a niveles de violencia que nos ponía en una situación muy alarmante (…), luego de hacer un análisis exhaustivo es que sugerimos al presidente del Estado (Evo Morales) que renuncie a su mandato presidencial, para permitir la pacificación y mantenimiento de la estabilidad de Bolivia». El artículo 20 inciso b) de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA), sobre las atribuciones y responsabilidades fundamentales del Alto Mando Militar, señala: «Analizar las situaciones conflictivas internas y externas, para sugerir ante quien corresponda las soluciones apropiadas».
Kaliman remarcó que la sugerencia dada a Morales «en ningún momento tiene un sentido impositivo, es una sugerencia que le hace el Alto Mando Militar a su capitán general de las Fuerzas Armadas por la situación que se vivía en ese momento».
El 10 de noviembre por la tarde el entonces presidente Evo Morales presentó su renuncia y denunció un golpe de Estado cívico policial, pero no hizo mención a las FFAA. Los comités cívicos del país llevaron adelante un paro por 21 días, la policía, ante la crisis, se había amotinado un día antes.
El ex comandante explicó que la sugerencia a Evo Morales surgió luego de que un reporte de inteligencia dio a conocer que en las protestas surgieron grupos armados que atentaban contra la estabilidad del país.
«Es ahí que el mando militar, conformado por el comandante en jefe de las FFAA, el jefe del Estado Mayor de las FFAA, el inspector general de las FFAA y los comandantes del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada, velando por la vida, por la seguridad de la población, y en estricto cumplimiento del artículo 20 de la LOFA, sugerimos al Presidente la renuncia a su mandato presidencial».
Bolivia sigue siendo un país exportador de materias primas, no es un país industrial ni tecnológico, el ingreso de dinero producto del narcotráfico es muy alto. Evo Morales parte al exilio, después de haber desvalijado el BCB (Banco Central Boliviano) con vagonetas Brinks que entraron y salieron de las bóvedas en los días de los bloqueos, pero nadie habla de ello. En 2014 las RIN (reservas internacionales netas) eran más de 14.000 millones de dólares y ahora apenas alcanzan a 7.000, exactamente la mitad. Por lo menos antes de que las vagonetas Brinks hicieran esas incursiones.
Evo Morales se fue, y no lo hizo como un hombre. Recuerdo que en la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático (y la Madre Tierra), realizada en Bolivia. Evo Morales realizó un discurso polémico, según este experto:
«La calvicie que parece normal es una enfermedad en Europa, casi todos son calvos, y esto es por las cosas que comen, mientras que en los pueblos indígenas no hay calvos, porque no comemos esas cosas».
Para rematarla Evo se refirió a la homosexualidad. Según él, es consecuencia de una alimentación deficiente. Y se debe a la ingesta de pollo criado en grandes explotaciones industriales, que estarían cargados con hormonas femeninas. «El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres», aseguró Morales entre las risas de su auditorio.
¿Y qué le pasó a Evo para fugarse de esta manera? La única explicación que le veo es que a escondidas estuvo comiendo mucho, pero mucho pollo. Y hablando de pollo hay que pasar a otro animal de más al norte.
La presidenta Jeanine Añez llamó «alcahuete» de Evo Morales al gobierno de México por permitirle vulnerar las normas internacionales al no restringir su activismo político (desde redes sociales) para mantener la violencia en Bolivia. A pesar de esa situación, descartó que vaya a romper relaciones con México y dejó esa responsabilidad al próximo Gobierno.
«Me parece una actitud macabra que el gobierno de México esté pecando de cómplice de tanta barbarie y violencia en el país (…). Realmente me sorprende de que el gobierno de Manuel López Obrador esté pecando de alcahuete. Nosotros vamos a hacer las representaciones, obviamente», anunció en una entrevista con CNN. Desde el Gobierno se cuestionó que Morales haga uso de redes sociales para realizar activismo político, pese a estar prohibido para quienes se asilan en un Estado, como en este caso, en México.
Jeanine Áñez exigió a Evo Morales dejar el llamado a la violencia con los mensajes que publica y lo calificó de cobarde por, dijo, haber huido de Bolivia tras denuncias de fraude en las elecciones del 20 de octubre. Bolivia ya había hecho un reclamo al gobierno de López Obrador y la respuesta fue que no pueden limitar su derecho a la expresión.
Dije que está mujer se las trae, lo único que me sorprende es que Áñez se sorprenda con Lopecito. México sigue fiel a su tradición desde la independencia y es de estar en el lado equivocado de la historia.
Réquiem para un prófugo. «Tanta soberbia el hombre, y no sirve más que para juntar moscas», dice un personaje de Jorge Luis Borges en «El hombre de la esquina rosada». Pero lo dice por un guapo que murió peleando, con una puñalada en el pecho. Pero Evo Morales no peleó con nadie y ahora cobardemente repite el clásico «animémonos y vayan».
¿Como llamarlo? prófugo, fugitivo, un cobarde que escapa, o como solía decir Evo «un corrupto confeso», pero en su caso que además huye. Tener miedo no es anormal es lo normal, tampoco es un derecho, el miedo existe desde que el hombre es hombre, pero no es un derecho, para que sea un derecho se necesita que haya Estado.
Pero a un hombre de Estado no le está permitido el tener miedo. Alguien recordaba al general Mariano Melgarejo, que había huido a caballo hasta Yunguyo. Evo prefirió un avión para rajarse a México, con López Obrador, un gobierno que prefiere los abrazos y no los balazos, y que comparte soberanía con los carteles de la droga, dicen las malas lenguas que Evo también, en su momento, con los de Sinaloa.
Al menos la tropa de Evo que había renunciado en masa, ante la rajada de su líder, quisieron regresar por sus fueros, pero ya era tarde, «el que se va a Sevilla pierde su silla». Alegan ahora que sus renuncias no tienen validez (que era de a mentiritas), más vergüenza a la vergüenza.
A las personas que les interesa la política, pueden sacar de todo esto una lección valiosa. Cuando a un presidente no le responde la policía nacional y se amotinan y le exigen su renuncia, mientras las Fuerzas Armadas le sugieren que renuncie y avisan que no van a reprimir a la población.
Y mientras la federación nacional de campesinos se manifiesta en su contra, la central obrera que siempre ha sido izquierdista, se levanta en su contra, y los grupos indígenas se abrazan con Camacho y firman la unidad, dejando de lado la nación étnica y poniendo al Estado Nación Bolivia por arriba de las divisiones.
El comandante en Jefe ya no lo es, solo lo es nominalmente, el verdadero poder ya no lo respalda, entonces… está listo. Y entonces todo se derrumba como un castillo de naipes o como los dados cuando se disparan del cubilete.
«Lo que se ve, se anota» Evito Morales. Ahora donde lo anotamos, en el agua o en el aire.
16 de noviembre de 2019.