Evangelismo y catolicismo en Iberoamérica
Consecuencias políticas
Ricardo Veisaga
Este artículo fue publicado en la revista Metábasis
Las imágenes del padre Gustavo Gutiérrez y del pastor evangélico Luis Palau, son una referencia al tema que vamos a tratar. Tanto la Iglesia Católica como las evangélicas son una muestra del impacto de estas instituciones del eje angular en el eje circular, concretamente en las sociedades políticas de Iberoamérica.
Existe un relato que asocia de manera inmediata, la existencia de las iglesias protestantes con un plan atribuido al imperialismo norteamericano. En mi opinión, es una respuesta muy superficial y reduccionista, que necesita una indagación más seria. Este artículo no pretende agotar la problemática, pero es necesario hacer un breve recorrido en el tiempo para intentar alguna explicación.
Los evangélicos en Brasil representan el 31% de la población, rondando los 64 millones de personas, frente a un 50% de católicos. Los datos corresponden a la empresa Datafolha, y fueron realizados a principios de 2020, el informe muestra una mayoría de mujeres en este segmento religioso (58% de evangélicas frente a un 42% de varones). El pronóstico del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística es que en menos de dos décadas los evangélicos podrían alcanzar la mayoría en un país tradicionalmente con más católicos del mundo.
En una entrevista realizada por el historiador Ivan Vélez al antropólogo David Stoll, en Oviedo10.es en julio de 2014. Vélez, le pide una valoración a Stoll, sobre la dialéctica existente entre iglesias evangélicas e iglesias católicas y sus posibles repercusiones. Stoll habla de la pérdida de terreno de la Iglesia Católica, y basándose en testimonios, cree que gracias a los evangélicos la Iglesia Católica se ha modernizado, y que no es posible en Occidente que una iglesia tradicional, histórica, pueda mantener la lealtad de toda la población, ni siquiera un 90%, eso no es posible.
«Sin embargo –dice Vélez- hay un exacerbado indigenismo, instituciones como el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) ¿estas iglesias no han fomentado o potenciado este indigenismo que puede ser una amenaza política?» La repuesta de Stoll es rotunda.
«No, del Instituto Lingüístico de Verano no veo mucho problema, en la época de los 70 bajo la sombra del Vietnam, bajo la sombra de la CIA, fue muy posible presentar al ILV como una amenaza, mirando atrás, comparándolo con otras tendencias más destructivas, por ejemplo, la guerra norteamericana en contra de la droga, del narcotráfico, la amenaza de la ira musulmán contra del Occidente, el terrorismo (…) sí yo veo inconveniencias, podemos señalar ciertos líderes evangélicos, tal vez ciertos líderes católicos, que son políticos de tendencia muy peligrosa.»
En otra parte de la entrevista, Stoll, se refiere a una cuestión muy importante sobre esta problemática, y que tiene que ver con la narrativa interesada que no permite calibrar las cosas de manera imparcial.
«Casi todos los sobrevivientes matizan a los dos lados, culpan al ejército por matar a más gente, pero culpan a la guerrilla por haber provocado a los militares, por haber empezado una guerra que no fue capaz de ganar.»
El catolicismo llegó al nuevo mundo de mano del imperio español, se puede decir, que no hubo mayores problemas con las distintas órdenes religiosas, salvo con la Compañía de Jesús, los jesuitas. A medida que fue transcurriendo el tiempo y con el lógico debilitamiento del imperio español, muchos clérigos influidos por el liberalismo (y que pasarían a ser parte de la galería de próceres independentistas en las nuevas naciones) se enfrentaron a España.
La potencia imperial que llegó a lo que hoy es Sudamérica luego de España, fue Gran Bretaña, denominado popularmente «ingleses». Con ellos llegaron las logias y las iglesias luteranas bajo distintas denominaciones. Siglos después, sólo conservan una presencia testimonial y sus iglesias son simples piezas de museo. La presencia de minorías religiosas en la vida política en Iberoamérica se puede encontrar desde la mitad del siglo XIX.
Los grupos espiritistas y las sociedades protestantes históricas se disputaban por la modernidad liberal. Las sociedades protestantes históricas, desde la mitad del siglo XIX, sirvieron de laboratorios de ensayo de las prácticas democráticas. De la cultura de la pobreza surgió el pentecostalismo y mantiene esquemas tradicionales de autoridad.
Las relaciones clientelares propias de las sociedades pentecostelianas evolucionaron en función de la amplia base socializada, y los protestantes históricos se pentecostalizan provocando una ruptura con su cultura teológica, de origen liberal con el fin de incorporar nuevos miembros.
En Brasil las religiones afrobrasileñas hacen pública su aparición en la política en las elecciones de 1958, cuando los candidatos exhiben su pertenencia a Umbanda. En 1960 consiguen dos diputados en Rio Grande do Sul. En nuestros días los evangélicos en Brasil demonizan a estos cultos. Lo que se debe analizar es porque aparecen estos nuevos políticos confesionales y de qué manera estas nuevas manifestaciones acompañan los cambios políticos y su reconocimiento frente al Estado.
David Stoll, cita a Thomas Bamat, 1986, para pintarnos un escenario sobre la invasión de las sectas.
«Desde la casa de enfrente los golpes rítmicos de panderetas, un parlante preñado de alabanzas divinas. Gritos en el cielo, éxtasis del nuevo pentecostés. En el bus, un vendedor ambulante de verdades eternas. Un puño de incienso o el folleto de las revelaciones a cambio de unos sucres. Al lado un vistoso templo nuevo, el gringo y su colega local –corbatas obscuras, mangas alzadas– buscando santos para los ‘últimos días’. Tocando la puerta, dos predicadores con una copia de Atalaya y una conversación si usted tiene tiempo. La radio en la choza sobre el páramo, cruzada de Luis Palau, conquista del campo a nombre de Cristo. Techos de zinc en el horizonte, niños rurales con padrinos en el extranjero. Avionetas aterrizando sobre un reducto norteamericano en plena selva amazónica. En la tele las voces seductivas de Misters Swaggart o Robertson, electrónicos mensajes de salvación para el perdido mundo moderno. Coloridas carpas, no del circo sino de campañas de conversión. Reunión de redimidos en el estadio Modelo, gran choque copero entre el Bien y el Mal. Los periódicos y las revistas dan ecos de alarma: ‘invasión de las sectas’, ‘penetración cultural’, ‘explosión evangélica’, ‘olimpiada religiosa en el país’, ‘nueva estrategia imperialista’. Preocupación. Confusión. ¿Qué está pasando?»
La formación de los nuevos bloques evangélicos y pentecostales basados en ciertas concordancias, se hizo muy fuerte en torno a un anticomunismo primario y en el apoyo a los regímenes militares, algo que no compartieron muy pocas iglesias metodistas y luteranas. La captación de estos sectores religiosos se dio en Chile con Augusto Pinochet Ugarte, con los generales brasileños, y en Bolivia con Hugo Banzer Suárez.
Sobre esta base de convergencia de intereses político-religiosos, de dirigentes y laicos con cierto predicamento, fue como los grupos evangélicos y pentecostales ingresaron en la política en la década de los setenta. De esta manera fueron creando los partidos y movimientos políticos evangélicos en los ochenta, en 12 países de la región.
Así tenemos candidaturas evangélicas en las elecciones presidenciales en Perú, en Venezuela, en Guatemala, Brasil, Colombia, Nicaragua y Costa Rica, en 1987 y 1998. Aparecen en escena Carlos García, un evangélico bautista, vicepresidente de Perú (1991-1992), Jorge Serrano Elías, pentecostal, presidente de Guatemala (1991-1993) y su vicepresidente, pentecostal, Gustavo Espina Salguero.
Godofredo Marín, presbiteriano, fue candidato en Venezuela en 1987. Ezequiel Ataucusi en Perú, Iris Machado Rezende, congregacionista, en 1989 en Brasil y luego a vicepresidente por el mismo partido PMDB. El pentecostal Guillermo Osorno, a la presidencia en Costa Rica, en 1998 Y el general Ríos Montt en Guatemala, en 1990 y 1995.
A finales del siglo XX se dio una proliferación de los movimientos y partidos políticos en Iberoamérica, por ejemplo, en Argentina, Movimiento Cristiano Independiente, 1991, Movimiento Cristiano Reformista, 1994. En Bolivia, la Alianza Renovadora Boliviana (Árbol) 1992. En Brasil: Bancada Evangelista, 1986, Movimiento Evangelista Progresista, 1990. Primer Encuentro Nacional Político Evangelista, 1991, Partido Nacional Evangélico, 1997.
Colombia: Alianza Nacional Cristiana, 1980, Partido nacional Cristiano, 1988, Movimiento Unión Cristiano, 1990. C 4-Compromiso Cívico Cristiano, 1990. En Costa Rica: Partido Alianza Nacional Cristiana, 1986, Partido Renovador Costarricense, 1996. En Chile: Alianza Nacional Cristiana, 1996. El Salvador: Movimiento Solidaridad Nacional, 1993. Movimiento Unidad, 1993. Guatemala: Partido Central Autentico nacionalista. Alianza Cristiana Internacional de Partidos y Movimientos Políticos, 1983.
En Venezuela, Organización Renovadora Autentica (OPA), 1987. En México, Grupo Lerdo de Tejada, 1992. Frente de la Reforma Nacional, 1996. Nicaragua, Partido de Justicia Nacional, 1992. Movimiento Político Cristiano, 1992. En Perú, Frente Evangélico (FE), 1980. Movimiento Acción Renovadora (Amar), 1985. Unión Renovadora de Evangélicos Peruanos, 1990. Presencia Cristiana, 1994.
Hay que tener en cuenta que los contextos en donde se dan estos procesos son diferentes, no es igual en Guatemala que en Brasil o Perú. En este último, el sorprendente ascenso de los políticos evangélicos y de los Adventistas del Séptimo Día en 1991, se dio por la búsqueda del voto «indio» de la Sierra por parte de Alberto Fujimori, que recurrió a las redes evangélicas.
En 1990 los evangélicos representaban el 7% de la población, aumentaban en número en los alrededores de la capital, Lima, y en las regiones indígenas de la sierra peruana. El candidato a vicepresidente segundo fue el pastor Carlos García, el lema de la campaña fue: «Fe, tecnología y Trabajo».
En 1994 se presentaron 54 candidatos evangélicos. En Guatemala el 30% adherían a iglesias evangélicas carismáticas y pentecostales, en su mayoría eran indígenas. Pero también provenían de la conversión de la clase media urbana bajo la imagen de born again, para capturar el voto evangélico. Jorge Serrano Elías era un born again de la Iglesia Pentecostal El Shaddai de la ciudad de Guatemala, su vice, en 1990, era pentecostal.
En Bolivia la Alianza Renovadora Boliviana (Árbol) alcanzó el 2% de los votos y se hizo fuerte en Oruro y logró un diputado. En México, donde los evangélicos eran un 5% según el censo demográfico de 1990, se organizaron como un frente. Los políticos de Dios, pretendían utilizar lo religioso con el propósito de superar el monopolio de la Iglesia Católica y de determinados partidos-estados como el PRI.
Esa fue la intención del Frente de la Reforma Nacional Mexicano, organizado por la confraternidad de Iglesias Evangélicas (Confraternice), en marzo de 1996, cuyo fin era combatir al PRI «masón», al PAN «católico» y al PRD «marxista». Este movimiento intentaba crear un partido político evangélico para las elecciones legislativas de 1997, pero no tuvo éxito.
El auge en la vida política de la Coalición Cristiana, en Estados Unidos, fue centro de atención en diversos lugares del mundo. Consecuencia de ello fue la creación de la Alianza Cristiana Internacional de Partidos y Movimientos Evangélicos, en febrero de 1993. Y la primera reunión tuvo lugar en la ciudad de Guatemala, en marzo de 1993, y podría ser considerada la rama iberoamericana de la Coalición Cristiana.
El auge de los movimientos políticos evangélicos no deriva de las directrices norteamericanas, sino de las denuncias de corrupción sobre los partidos políticos tradicionales. Esto favorece la aparición de nuevos candidatos desde los ochenta, en medio de la alabanza y de una subordinación al neo corporativismo del Estado y la búsqueda de una salida hacia el corporativismo social. La estratificación del poder entonces estaba basada en dos sectores, el Estado y la Iglesia Católica.
Más allá de circunstanciales enfrentamientos entre la Iglesia Católica y algunos gobiernos, la iglesia siempre estuvo al amparo del Estado. Ambos sectores en la práctica eran los arquitectos de formas personalizadas y oligárquicas en la acumulación del poder, y en el rechazo a las bases populares. En ese tipo de Estados existe una cadena de lealtades estructuradas en relaciones sociales verticales y asimétricas.
En ellas está presente el caudillismo hacia arriba y el caciquismo hacia abajo como modalidades de dominación. El evangelismo y el pentecostalismo surgen en este tipo de sociedades, nacen del subdesarrollo económico y saltan de las demandas religiosas a las exigencias políticas. En Iberoamérica la acción política o religiosa depende de la protección otorgada al grupo social. La representatividad política se caracteriza por la participación y movilización de la comunidad local y de los actores de la sociedad.
Para obtener el poder ya sea local, regional o nacional estos movimientos buscan un instrumento capaz de capturar el voto, que es muy importante en lo inmediato. El voto cautivo de los fieles se convierte en un arma importante de intercambio que utilizan los pastores. Se debe a ello que en las décadas de los setenta y ochenta, los dirigentes evangélicos y pentecostales fueron el centro de atención de regímenes militares que buscaban su legitimación y, en la lucha contra el marxismo, que en esta cuestión eran aliados naturales.
De esta forma los dirigentes evangélicos y pentecostales ingresaron fácilmente en las redes sociales y se expandieron por todo el campo social. Los movimientos religiosos neo comunitarios apoyados en los pobres y los excluidos, ingresan en una relación clientelar con el Estado, en una posición de subordinación. Como diría en 1988, A. Touraine:
«Buscar menos la construcción de un conflicto que su integración social y política, lo que explica su radicalismo conservador mesclando los discursos más extremos con el clientelismo de lo más utilitario.»
La debilidad social fue producto de esa hegemonía Iglesia-Estado, y los evangélicos y pentecostales buscaban escapar de esa hegemonía corporativista. La formación de partidos políticos evangélicos responde al intento de desplazar a la Iglesia Católica de esa relación privilegiada y a la vez perniciosa con el Estado. Eso sucedió en Chile con Augusto Pinochet y se ilusionaron en ser la «iglesia oficial».
En Chile lograron que desde 1974 se celebrara un doble Te Deum en el día de la Independencia nacional. Una en la Catedral Metodista Pentecostal y otra en la Catedral Católica, en la que tradicionalmente se realizaba y en la que el «dictador» en ese entonces no era bienvenido, lógico en una iglesia filo izquierdista.
En 1990, con el gobierno democrático, se tuvo que redefinir el Te Deum, los pentecostales y su líder, el Obispo Francisco Anabalón, presidente del consejo de pastores, impusieron al gobierno la doble celebración. En ese entonces en Chile, los evangélicos y pentecostales representaban entre el 20 y 25% de la población. El nuevo gobierno no pudo regresar al status quo anterior.
Las Comunidades Eclesiales de Base católicas, no pudieron cumplir ese rol de representar a los pobres, entre otras cosas, por estar ligados con el marxismo, en cambio los evangélicos fueron los que tuvieron éxito. Algunos sacerdotes católicos se presentaron como candidatos políticos. En Colombia en 1994, diez fueron los sacerdotes candidatos a alcaldías y cuatro fueron electos. En 1993 en Chile, el padre Eugenio Pizarro, del Movimiento de Izquierda Democrática Allendista (MIDA) se presentó a las elecciones presidenciales.
En el siglo pasado, el Estado, tenía que dialogar y negociar con la Iglesia Católica Apostólica Romana, que ejercía el monopolio religioso sobre la sociedad. Pero las cosas cambiaron y los gobiernos neo corporativistas estaban atentos a captar los nuevos movimientos sociales que aparecían en el horizonte, y también les otorgaron un lugar a estos movimientos evangélicos.
Ante la crisis de representatividad de los partidos políticos y de la Iglesia Católica, fue aprovechada por los pentecostales, son quienes refuerzan mejor los lazos comunitarios sobre el principio de la libre adhesión de sus miembros. De continuar así la situación, estos movimientos o grupos evangélicos podrán perfectamente revertir la situación como se ha dado hasta ahora.
Voy a seguir citando a David Stoll:
¿Qué tal si, después de tanto dolor y desesperanza, llegase una solución espiritual para los problemas de América Latina? Así pensaba el evangelista argentino, Luis Palau. Por eso fue a Guatemala en noviembre de 1982, para participar en la celebración del primer centenario del protestantismo en el país. Los ojos de toda América Latina están sobre Guatemala, dijo a la inmensa multitud en un predio militar de la capital. Esta podría convertirse en la primera nación reformada de América Latina, un país en donde la palabra de Dios había cautivado a tantos militares y empresarios que llegó a ocasionar una transformación social y política. El evangelio podía liberar a los guatemaltecos de las cadenas del pecado, continuaba Palau, y podía liberarlos de las cadenas de la pobreza, la miseria, y la opresión. El evangelista prometía que, a través del Evangelio de Jesucristo, el nuevo hombre podría construir una nueva Guatemala.
Era un día soleado y caluroso, el campo lleno de gente, la multitud vitoreando. Los organizadores habían pronosticado que medio millón de personas estaría presente. Más tarde, sostuvieron que habían asistido unos tres cuartos de millón. En la parte de atrás, los soldados haraganeaban junto a las paredes de una estructura lúgubre al estilo medieval, la Escuela Politécnica del Ejército, cuyas entrañas, se decía, albergaban celdas clandestinas en las cuales se encontraba prisioneros políticos «desaparecidos».
Luis Palau no iba a entrar en debates sobre la situación política del momento: su mensaje era espiritual. Además, el presidente del país se encontraba a su lado. «Aquí, el que está a cargo es Jesucristo», declaró Efraín Ríos Montt, un general del ejército que había tomado el poder ocho meses atrás. El tono de su voz era duro, casi beligerante, pero de la multitud se levantaban los aleluyas. «Nos defendemos no a través del ejército o de sus espadas», proclamaba, refiriéndose a la fuerza contrainsurgente de mayor éxito en América Central, «sino a través del Espíritu Santo.»
Los dos hombres sentían que lo que le faltaba a América Latina era el protestantismo evangélico. Palau y Ríos Montt creían que únicamente una conversión en masa, una transformación moral a nivel popular, podrían salvar a América Latina de la pobreza y del caos.
«Algunos ofrecen servicios voluntarios», solía afirmar Palau, «otros impulsan revoluciones marxistas. Pero la única forma de cambiar verdaderamente a una nación para bien es guiar a las masas populares a comprometer sus vidas con Jesucristo.» […]
«Cuatro meses después, el Papa Juan Pablo II se encontraba en el mismo lugar celebrando misa. No se refirió directamente a la asamblea anterior, a la cual sus propios organizadores habían prometido superar. Es verdad que la multitud fue algo más numerosa. Pero cuando el Papa pidió al pueblo que defendiera su fe, una razón fue que la Iglesia Católica estaba perdiendo terreno frente a los evangélicos en muchos frentes. Ya no podía reclamar a América Latina como suya. El monopolio religioso tradicional estaba perdiendo terreno. Parte de aquella reforma ocurría dentro de los templos católicos construidos durante la colonia española, pero gran parte de ésta tenía lugar afuera. La plaza de armas estaba llena hasta un poco más de la mitad, por lo que dudo que hayan asistido más de 250.000 personas.»
El caso del evangelista Luis Palau, es una vuelta de revés en la dirección de las misiones evangélicas en Iberoamérica. El camino no fue del norte hacia el sur sino del sur al norte. Luis Palau, nació en Ingeniero Maschwitz, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se quedó huérfano de padre a la edad de ocho años, pertenecía a una familia de clase media católica.
De pequeño se acercó a un templo protestante y se convirtió al evangelismo. A los 19 años empezó a predicar los fines de semana mientras trabajaba en un banco, unos años después, junto a un grupo de amigos organizaron un programa de evangelismo en carpas y un programa religioso evangélico en una radio de Buenos Aires. Luego viajaría a Estados Unidos, para estudiar en el seminario Multnomah School of the Bible, en Portland, (Oregón).
Desde entonces vive en esa ciudad, en 1961, se unió a una organización evangélica denominada SEPAL (actualmente OC International), para predicar a hispano- hablantes. En 1966 realizó su primera «campaña evangélica» en Bogotá, Colombia. Un año más tarde fue nombrado director de SEPAL para América Latina y comenzó a formar un equipo de evangelización.
Fue un admirador del también evangelista Billy Graham cercano a Ronald Reagan cuyos métodos siguió fielmente. Ante el éxito obtenido, Luis Palau y su equipo abandonaron la SEPAL para fundar la «Asociación Internacional Luis Palau».
En los setenta Luis Palau fue recibido en Guatemala por el general Efraín Ríos Montt y miembros de su gabinete, Palau les ofreció una charla bíblica «La nación que Dios bendice». Entonces Palau, «manifestó su impresión porque ahora Guatemala está gobernada por un hombre temeroso de Dios.»
En marzo del 2009 regresó al país durante el gobierno de Álvaro Colom. En esos días se reunió con Harold Caballeros, un ex-pastor evangélico y ex candidato a la presidencia de Guatemala en 2011. Caballeros, después apoyaría la campaña del Partido Patriota y sería designado ministro de Relaciones Exteriores, cargo que dejaría en 2012, en el periodo presidencial de Otto Pérez Molina.
Luis Palau fue uno pocos predicadores en hablar a más personas en el mundo, y superando a los más famosos predicadores norteamericanos del siglo pasado. También se entrevistó con numerosos jefes de estado y altos funcionarios de muchos países. Estuvo siete veces en la Casa Blanca después de los atentados terroristas de septiembre 11, de 2001.
En 1977, en una entrevista otorgada a la revista Time, bajo el título «Palau Power in Latin America», el predicador afirmó que la única ideología que podía detener al marxismo-leninismo era el cristianismo evangélico. Luis Palau, pertenece a una cultura de evangelización en masas, de llenar estadios o plazas públicas, de enormes pantallas y grandes escenarios, de estar presente en radio y televisión.
En uno de sus viajes a Guatemala, Luis Palau, dijo ante la multitud: «Esta podría convertirse en la primera nación reformada de América Latina, un país en donde la palabra de Dios había cautivado a tantos militares y empresarios que llegó a ocasionar una transformación social y política».
Para los evangélicos conservadores norteamericanos, Ríos Montt, no era un dictador asesino, como lo llamaban sus opositores marxistas, sino la nueva personificación de los valores evangélicos y la política conservadora global.
En 1973, apoyado por algunos líderes de izquierda como Alberto Fuentes Mohr, quien fue su candidato a la Vicepresidencia, y Manuel Colom Argueta, Ríos Montt enfrentó en las urnas, respaldado por el Partido Democracia Cristiana, al también general Kjell Laugerud García, a quien derrotó, pero le fue arrebatado por un fraude electoral. Ríos Montt cayó en depresión y se refugió en la bebida.
Ríos Montt salió derrotado del país y fue nombrado como agregado militar de Guatemala en España. Al regresar de España, se refugió en la Iglesia Verbo en donde Alfred Kaltschmitt, Álvaro Hugo Contreras y Francisco Bianchi, suegro del ex presidente Jorge Serrano Elías, le dieron cobijo y lo nombraron director del Colegio Verbo. Cada una de sus decisiones era consultada con los «ancianos» de la Iglesia.
Cuando asumió como presidente, Ríos Montt, el «cristiano renacido» era ya un seguidor convencido y muy activo del grupo evangélico Verbo, al que había sido invitado a fines de la década de 1970 por Luis Chang, quien a su vez había servido en el Ejército a las órdenes de Ríos Montt y en 1974 fue el jefe de seguridad durante su campaña presidencial.
La Iglesia del Verbo, también denominada Iglesia Gospel Outreach, cuya sede principal se encontraba en Eureka, California, había llegado a Guatemala en 1976 con motivo del terremoto del 4 de febrero de ese año. El 23 de marzo de 1982, cuando Ríos Montt perpetró su golpe militar, abandonó sus labores dentro de su iglesia para dirigirse al Palacio Nacional a encabezar el nuevo gobierno.
Ríos Montt llevó a su gobierno muchos aspectos de la Iglesia. «No mentir, no robar, no abusar», fueron las nuevas normas impuestas a los funcionarios, luego de tomar el poder habría dicho: «El pueblo cristiano clamó al Señor para frenar la mano de Satanás, que estaba robando, matando y destruyendo a Guatemala. Dios oyó y contestó con el principio de un milagro de reconstrucción nacional».
A los soldados solía predicarles que debían observar la castidad, «deben darse cuenta que su cuerpo es un templo. No lo contaminen con prostitutas». Cuando fue director de la Escuela Politécnica (Colegio Militar) de Guatemala, les exigía a todos los cadetes tener un ejemplar del Nuevo testamento, junto con un ejemplar de las ordenanzas militares y otro del código de honor del Ejército.
Pero, según mi opinión, lo más trascendente fue la creación de la organización paramilitar conocida como Patrullas de Autodefensa Civil (PAC). Se señala a la PAC como participe en el combate con los grupos marxistas. Las formaciones evangélicas de este tipo fueron eficaces a la hora de frenar al comunismo.
En diciembre de 1982, Ríos Montt le dijo al presidente Ronald Reagan que «no había refugiados en los campamentos de México» sino sólo guerrilleros, con lo cual apoyaba la política de persecución contra esos refugiados al considerarlos como elementos desestabilizadores para México y para Guatemala. No se trataba de refugiados por un lado y guerrilleros por el otro, en realidad, la mayoría eran guerrilleros refugiados.
La mayor parte del clero católico se puso en contra de los regímenes militares en los setenta, los evangélicos no sólo no lo hicieron, sino que la gran mayoría se plegaron a los militares y consideraban que cualquier gobierno pro marxista iba contra el plan de Dios. Los líderes evangélicos permitieron ser considerados como una iglesia paralela.
En principio los evangélicos de Iberoamérica sostenían una política de no compromiso, no participaban de los movimientos por el cambio social para no ser manipulados como los protestantes liberales, los remanentes de las iglesias protestantes tradicionales o históricas, o la mayor parte de la Iglesia Católica.
En Guatemala desde 1960 se había prohibido la existencia del Partido Comunista y se inició una persecución de los líderes marxistas y de las izquierdas democráticas. Fue vetado a la vida electoral cualquier grupo identificado con la izquierda. Esas medidas aceleraron el surgimiento de la guerrilla y trataron de tomar el poder por medios revolucionarios.
Pero Ríos Montt, para que los guerrilleros tuvieran participación política decretó una amnistía a las que se acogieron más de 15.000 guatemaltecos. Esto abrió el cauce político a los grupos de izquierdas. Ante esto la derecha radical, ultraconservadora y oligárquica, fue marginada de la escena por los evangélicos enemigos de la revolución, que enarbolaban las banderas de desarrollo social de indígenas y campesinos y de combate a las guerrillas comunistas que pretendían reclutarlos.
Luis Palau aconsejaba que se centraran en mejorarse a sí mismos en lugar de trabajar por los cambios estructurales. Los líderes sabían que siendo minorías se enfrentaban a la agresión de la Iglesia Católica y se sumaban a los militares como una forma efectiva de salvar la libertad de cultos, entre otras cosas. Pero a partir de los ochenta, la cosa cambió y enfrentarse a la revolución fue esencial, el inevitable choque con la Teología de la Liberación fue cuestión de tiempo, fue una especie de cruzada o guerra santa.
En esto tiene sentido, cuando algunos equiparan la Teología de la Liberación con la Reforma protestante, y a los evangélicos se le puede otorgar el rol que cumplió la Contrarreforma. Esto se verá durante el gobierno de Ronald Reagan en su enfrentamiento con la revolución sandinista, luego que el congreso norteamericano cortara la ayuda a los contras nicaragüenses, los evangélicos se unieron para dar apoyo económico.
Cuando el protestantismo llegó a América con los británicos y norteamericanos, estos fueron la misma cosa, se enfrentaron al poder de los terratenientes y al clero católico dominante. Con el tiempo se fueron acercando a los revolucionarios. Sin embargo, a mitad del siglo pasado para los grupos católicos tradicionales y conservadores de Colombia, el protestantismo era sinónimo de comunismo, prueba de ello son los mártires protestantes.
Para los grupos evangélicos misioneros de derecha, su peor amenaza fue la Teología de la Liberación. Para ellos, este movimiento había sido creado en Moscú como una manera de utilizar a la Iglesia Católica para llegar al poder y provocar su disolución. Esos grupos evangélicos fueron de a poco acercándose a la CIA. Si bien es cierto que la Teología de la Liberación, es esencialmente católica, en sus inicios tomaron parte de ella algunas personas que provenían de sectores protestantes históricos, muy minoritarios entonces en América.
Los grupos protestantes evangélicos no tradicionales o históricos, rechazaban a la Teología de la Liberación, no les interesaba revolucionar la sociedad y mucho menos la fe. También emprendieron una campaña contra la infiltración marxista en sus iglesias, muchos de ellos fueron víctimas de la delación. No estaban dispuestos a perder miembros por el sólo hecho de ser pobres y marginados.
Guatemala es el país con mayor porcentaje de evangélicos de Iberoamérica, y con mayor presencia en la vida política, se calcula que trece millones son evangélicos y existen unas veintisiete mil iglesias evangélicas, aunque muchas de ellas prefieren llamarse cristianas. Por ejemplo, el pastor Jorge López, que fundó la Fraternidad Cristiana en 1978 con tan sólo veintidós miembros, ahora reúne más de doce mil personas en su mega-iglesia conocida popularmente como la Frater.
Cuenta con más de dieciséis mil miembros y veinticinco emisoras en todo el país. A ella concurrían personas muy influyentes de la sociedad de Guatemala, como el juez del Tribunal Supremo. El presidente del último Tribunal Supremo Electoral fue un evangélico. Muchos pastores creen que el crecimiento evangélico es una muestra del poder de Dios. Algunos pastores sostienen que Guatemala es la nueva Jerusalén de América.
Ante el crecimiento de las iglesias evangélicas en los diversos países, se debe tener en cuenta las circunstancias sociales y políticas propias de cada país. Guatemala, salía de la guerra civil y el autoritarismo, hacia una política competitiva lo que llevó a las iglesias hacia el espacio público, esto es en parte explicativo del fenómeno de crecimiento de las iglesias evangélicas.
En Costa Rica, no hubo una guerra civil como otros países de Centroamérica, y el crecimiento de las iglesias evangélicas no sólo se puede atribuir a la campaña de Fabricio Alvarado. Gerardo Fabricio Alvarado Muñoz, fue cantante de música cristiana y político costarricense. Diputado de la Asamblea Legislativa de Costa Rica por el partido evangélico Restauración Nacional para el período 2014-2018.
Como diputado sostuvo políticas conservadoras sobre temas sociales oponiéndose a la legalización del cannabis, las uniones de parejas del mismo sexo, el aborto, la fertilización in vitro y la llamada «ideología de género». Fue candidato a la presidencia en 2018. Pasó a la segunda ronda en las elecciones presidenciales, siendo uno de los dos candidatos con más votos recibidos, con un 24,91%. En el balotaje o segunda vuelta recibió el 39% de los votos, siendo derrotado por el candidato oficialista Carlos Alvarado Quesada.
Es en la agenda que respaldó a Carlos Alvarado, donde hay que ver el fenómeno evangélico, en temas como el aborto, la homosexualidad, la igualdad de género y toda la agenda desplegada por las nuevas izquierdas. En esto no difieren mucho entre evangélicos y católicos conservadores.
«Nos oponemos al Estado laico, porque quienes lo promueven en realidad buscan un Estado ateo»; y también «Costa Rica les ha dejado claro algo a los políticos: nunca más se metan con la familia, nunca más se metan con nuestros hijos» y «No estamos dispuestos a aceptar una agenda LGTB proaborto y la ideología de género. Hagamos que [la elección] sea nuestro referendo sobre matrimonio hombre y mujer».
Mucho se habla sobre el triunfo de Jair Bolsonaro, que ganó las elecciones con el apoyo de los pastores y parlamentarios evangélicos, quienes pusieron sus poderosos medios de comunicación, como el imperio televisivo del canal Récord o las redes sociales del pastor Silas Malafaia, que ofició la boda del actual presidente con Michelle Bolsonaro. Lo cual en parte es cierto, ya que no todo responde a una sola causa sino a diversas causas históricas.
Pero nada dicen, del apoyo que recibió Lula en el 2002 y en su reelección. El Partido Liberal (PL) de Brasil, fue uno de los principales aliados y clave en la elección de Lula en 2002. El PL es una agrupación conservadora vinculada a las influyentes iglesias evangélicas y que durante la campaña electoral ayudó a moderar la imagen de Lula, reforzada por la presencia en la fórmula de José Alencar, titular de Coteminas, el principal grupo textil brasileño.
José Alencar, fue vicepresidente de Lula en ambos mandatos. Alencar, pertenecía al Partido Republicano Brasileño (PRB), creado por la Iglesia Universal del Reino de Dios, otra congregación evangélica. En la campaña para su segundo mandato recibió el apoyo de iglesias evangélicas de la «Asamblea de Dios» que agrupan a 9 millones de fieles en Brasil.
«Lula es el hombre más cercano a los pobres de este país. Vamos a unir todos nuestros esfuerzos para que sea reelecto en la primera vuelta, el 1º de octubre», dijo el pastor Manoel Ferreira. Ferreira, era presidente de la Convención Nacional de las Asambleas de Dios. Ferreira, también estuvo en campaña para obtener un escaño de diputado federal, afirmó entonces que los 22.000 pastores de su iglesia, presentes en los 27 estados del país, «trabajarán por la reelección de Lula».
El Congreso brasileño en ese entonces ya tenía una fuerte bancada evangélica, presente en varios partidos, de 60 diputados (sobre 513) y 3 senadores (sobre 81). Un tercio de esos efectivos pertenecían a la Asamblea de Dios, una iglesia pentecostal fundada hace 70 años en Brasil. Lula apoyó la candidatura a la gobernación de Rio de Janeiro del pastor Marcelo Crivella, de la Iglesia Universal del Reino de Dios, pese a que el PT presentara su propio candidato, Vladimir Palmeira.
El crecimiento evangélico en Brasil empezó hace unos 40 años. Cobra fuerza en los años ochenta y explota en la década de 1990 con el rápido crecimiento de las periferias y de las favelas. Cuando en los setenta, la Iglesia Católica estaba infiltrada por la Teología de la Liberación y las Comunidades de Base que tenían una ideología filomarxista, los movimientos pentecostales tomaron fuerza y los pobres tomaron la opción por la renovación cristiana.
Fue entonces cuando todos los candidatos, sin excepción, trataron de captar a estas iglesias y a sus pastores en busca del voto. Eso sucedió con Fernando Henrique Cardoso, Lula, Dilma Rousseff y con Marina Silva, José Serra, Geraldo Alckmin, Jair Bolsonaro y Fernando Haddad. Conseguir el apoyo de estos grupos marcaba la diferencia.
Edir Macedo Bezerra, es un religioso cristiano brasileño, fundador, predicador y líder de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD). Tiene en su haber más de 10 millones de libros vendidos, más de treinta libros publicados. Títulos como Nada que perder (una trilogía), La fe de Abraham, Orixás, caboclos y guías, En los pasos de Jesús (vendió más de tres millones sólo en Brasil), Nuevo nacimiento, El oro y el altar, El pan nuestro para 365 días, etc.
Macedo es dueño del grupo mediático Récord, y en la campaña electoral de 2018 apoyó la candidatura de Jair Bolsonaro a la presidencia de Brasil. Nació en el seno de una familia católica, trabajó por 16 años como funcionario público y dejó el cargo para dedicarse a la religión. En julio de 1977 fundó la «Iglesia universal del Reino de Dios» (IURD). Edir Macedo se doctoró en teología en 1981 en una institución evangélica pentecostal.
La IURD, tiene más de 30 millones de fieles en Brasil y templos en casi 200 países. En Brasil tiene 50 estaciones de televisión y más de 100 de estaciones de radio, dos periódicos, dos imprentas, un estudio de grabaciones. La IURD, en distintos países de Iberoamérica es conocida por distintos nombres, como «La Comunidad del Espíritu Santo», «Pare de Sufrir» o «La Iglesia Universal del Reino de Dios» y en España como «Familia Unida».
La IURD está ubicada en el campo de la «teología de la prosperidad», que sostiene que Dios es fuente de vida, sanidad, abundancia económica y felicidad. La Iglesia Universal del Reino de Dios, construyó la réplica del Templo de Salomón, cuya inauguración se realizó en el año 2014, en la ciudad de San Pablo. Una mega iglesia, con 126 metros de longitud por 104 de anchura, dimensiones que superan las de un campo de fútbol oficial.
La primera iglesia en el exterior, la «Universal Church», fue fundada en Estados Unidos, en un amplio galpón de Mount Vermont, New York, por el propio obispo Macedo. De ahí siguieron a Manhattan, Brooklyn, y otros barrios de New York, y a otras ciudades y Estados norteamericanos. En California, la Iglesia ya cuenta con decenas de templos, también en Chicago. Siguieron rumbo a Canadá y México, y a casi todos los países de América Central y el Caribe.
La (IURD) desembarcó en Argentina, Paraguay, Venezuela, Uruguay, Bolivia, Colombia, Perú, Chile, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Ecuador. En Europa, comenzó en Portugal, luego España, Francia, Inglaterra, Italia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza. Luego de la caída del Muro de Berlín ingresaron a Alemania. El fin del comunismo y la apertura en los países del Este europeo, posibilitaron su ingreso a Rusia y Rumania. En nueve países africanos y en Japón, India y Filipinas.
La Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) tenía ingresos anuales por 800 millones de dólares en el 2012, y el Consejo de Actividades Financieras de San Pablo calcula que el patrimonio de la IURD bordea los 2.000 millones de dólares. En 1992 el Obispo Macedo fue encarcelado durante 11 días por supuesto fraude, pero siempre pudo librarse.
En el 2002 la Iglesia lanzó su propio partido para desvincularse del Partido Liberal (PL) que integraba la coalición del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva. Este partido hoy es llamado Partido Republicano Brasileño. El movimiento evangélico parece imparable, aumentó unas cuatro veces su número de fieles en cuatro décadas.
Eligen presidentes, están presentes en todos los poderes del Estado, dirigen empresas, atienden enfermos, educan y se encuentran en el deporte y la cultura. Viven y desempeñan su labor misionera en las favelas y entre los ricos. En las grandes y pequeñas ciudades y en las zonas más remotas del país. Su trabajo social llega a millones de personas afectadas por el desempleo, las drogas, el alcoholismo y la violencia familiar.
Según datos oficiales, unas 25 nuevas organizaciones religiosas se registran cada día en Brasil. En el área metropolitana de San Pablo, la mayor urbe de Brasil, los evangélicos ya son mayoría, también en muchas ciudades de Río de Janeiro y Espírito Santo, estados de la región Sudeste, la más rica y poblada del país.
Poseen hospitales evangélicos, universidades, colegios, medios de comunicación, editoriales, productos alimenticios evangélicos y moda evangélica. Esto se canaliza a través de fundaciones, iglesias, organismos de beneficencia y empresas como SuperBom, vinculadas a los adventistas, con unos 25.000 puntos de venta de comida saludable en Brasil. Unos 65 millones de brasileños se declaran evangélicos, porción que equivale al 31 % de la población.
Recientemente Lula pidió a los dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) crear núcleos evangélicos, tratando de acercarse a un sector que votó masivamente a Bolsonaro. Dijo el pastor Marco Feliciano sobre el encuentro en Roma del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva con el Papa Francisco.
«Cuando veo al Papa bendiciendo a Lula, un ladrón impenitente, recuerdo la tesis del PT (Partido de los Trabajadores) de infiltrarse en el segmento evangélico. ¡Que sirva de lección al movimiento evangélico brasileño lo que el PT hizo con la Iglesia Católica!».
Bolsonaro obtuvo en las elecciones de 2018 un 67% de los votos válidos, ante un 33% de su rival Fernando Haddad, del PT. «Jair Bolsonaro tuvo 10 millones de votos más que el PT. Esos 10 millones de votos vinieron de los evangélicos. Entonces nosotros ayudamos mucho al presidente. Estamos con Bolsonaro, con su agenda», indicó Feliciano.
«Hoy Brasil tiene un gobierno conservador. Jair Bolsonaro se identificó mucho con nosotros debido a nuestra agenda de costumbres. Él está contra el aborto, a favor de la familia tradicional, contra la legalización de las drogas, contra los juegos de azar, cosas que son caras para las iglesias, sean católicas o evangélicas. Es la agenda de 88% de los brasileños», dijo Feliciano el pastor y legislador.
En las elecciones del 2018 fueron electos 91 parlamentarios evangélicos, 13 más que en el 2014. Con esa elección, el número de legisladores evangélicos en la Cámara de Diputados pasó a 112 (21% de los 513 diputados), mientras que en la Cámara alta hay 15 senadores evangélicos, un 18,5% de los 81 miembros del cuerpo legislativo. Un cuarto de siglo atrás, apenas el 4% de los diputados eran evangélicos.
Bolsonaro, es católico, pero se hizo bautizar evangélico y está casado con una evangélica, Michelle, que se desempeñó como intérprete en lenguaje de señas en una congregación bautista. Jair Bolsonaro concurre asiduamente a cultos y a eventos evangélicos. En 2019, tuvo cuarenta encuentros con pastores, políticos evangélicos o actos de algún culto pentecostal, cuatro veces más que con la jerarquía de la Iglesia Católica.
La agenda para manejarse con ese sector lo dirige el diputado y pastor, Marco Feliciano. También recibe a pastores como Edir Macedo, R.R. Soares, o Estevam Hernandes, conocido como «el apóstol» y líder de la iglesia Renacer en Cristo, quien en la «Marcha para Jesús» pidió por la reelección del mandatario.
«Bendecimos a nuestro presidente. Dios lo va a bendecir más aún. Los cambios ya comenzaron y el Señor lo va a traer a la Marcha otros ocho años. ¡Ocho años! Este país está siendo liberado de la corrupción, de la impunidad y de la inmoralidad», sentenció el apóstol Hernandes.
Cualquier Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC, que requiere de mayoría calificada) o proyecto de ley, para ser aprobado en la Cámara de Diputados, necesita pasar por el filtro de la bancada evangélica, la segunda en importancia después de la del agronegocio. Los pentecostales esperan que Bolsonaro cumpla la promesa de nombrar a un Juez evangélico para el Supremo Tribunal Federal (STF).
Es probable que Bolsonaro elija en el 2022 un compañero de fórmula evangélico, en lugar del general retirado Hamilton Mourao, en caso de que no repita, el nombre que suena es del pastor Marco Feliciano. Lo mismo ocurre con Damares Alves, ministra de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos. Damares es abogada y pastora, y tiene un gran predicamento entre los sectores más pobres.
«Estuvimos lejos de la política brasileña por mucho tiempo. La iglesia comprendió que es posible continuar sirviendo a Dios y participar de la vida pública también. Nosotros, la fe evangélica, somos de 30% a 38% de la población, pero aún no somos el 30% del Parlamento. Vamos a serlo, si Dios quiere», dice Marco Feliciano.
El culto más importante entre el movimiento pentecostal, es la Asamblea de Dios, que tiene 109 años de historia, unos 20 millones de fieles y unos 110.000 templos en Brasil. El pastor Cámara, hermano de Silas Cámara, líder de la poderosa «bancada de la biblia» en la Cámara de Diputados. Dice que su trabajo es menos ostentoso que de los neo-pentecostales, omnipresentes en la TV. Su perfil es más bajo, pero en cambio ellos van donde otros no van.
El retroceso de la Iglesia Católica en Brasil (con mayor cantidad de católicos del mundo) se debe a varias cuestiones, por un lado, están comprometidos con sectores filomarxistas o tienen el discurso de las nuevas izquierdas y una condena tácita y a veces explicita de la riqueza. Los evangélicos están en contra de las ideas progres y estimulan el emprendimiento y el progreso económico.
«Hay una teología de la prosperidad. Además, todos los días en Brasil se abren iglesias. Y por su extrema centralización, la Iglesia católica no puede competir con eso», indicó Souza. Ernesto Araújo, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, católico, culpa por el retroceso del catolicismo a las posiciones de izquierda abrazadas con el surgimiento de la Teología de la Liberación.
«Cuando su teología de la liberación apareció, más del 90% de los brasileños eran católicos. Hoy son el 50 % y cayendo. Los brasileños -principalmente los pobres- rechazaron su teomarxismo y corrieron para las iglesias evangélicas, donde pueden alabar a Jesucristo», sostuvo Araújo en un intercambio a través de una red social con el ex sacerdote católico Leonardo Boff, uno de los fundadores de la nefasta Teología de la Liberación.
Ezequiel Ataucusi. El regreso del pescadito
Con el título: «Ezequiel Ataucusi. El regreso del pescadito», escribí en 2019, un artículo sobre este personaje. Ezequiel Ataucusi Gamonal, nació el 10 de abril de 1918, en un pequeño pueblo llamado Huarhua, en el Distrito de Cotahuasi, del departamento de Arequipa, República del Perú.
Zapatero de profesión, se acercó a la religión a través de la iglesia Adventista, pero luego se alejaría de ellos para fundar su propia iglesia, se autoproclamó profeta e inició su prédica por la selva central del Perú.
Recurriendo a un suceso histórico, en concreto, al emperador romano, Constantino, quien sellara un pacto con la Iglesia que se conocería como el Edicto de Milán del año 313, Ezequiel afirmaba que la Iglesia habría traicionado la misión divina que tenía en el mundo.
Pero la historia de la salvación se habría recuperado en 1955, cuando Dios (al que Ataucusi y sus seguidores llaman Jehová), reveló al propio Ezequiel Ataucusi sus nuevos designios para restaurar su pacto con la humanidad. Por ese motivo fundó la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal –AEMINPU-, e inició la prédica de la Ley Real o Evangelio, el grupo fue legalizado en Perú en 1969.
Actualmente su iglesia tiene alrededor de un millón de seguidores conocidos como «los israelitas». Dicen ser los nuevos emisarios en la Tierra de los hebreos de la época de Cristo. Se visten con túnicas y mantienen los pelos largos, los diputados van a las sesiones vistiendo largas túnicas blancas.
Las mujeres llevan un pañuelo en la cabeza y se dejan el cabello largo, y los hombres abundantes barbas. Visten túnicas cuyos colores son revelados por Dios. Tienen prohibidos el alcohol, el tabaco y los denominados alimentos impuros y celebran varias fiestas judías.
Creen en un paraíso regido por la Biblia e inspirado en el antiguo imperio de los Incas. Las enseñanzas de Ezequiel son una mezcla del Viejo Testamento y la cosmovisión de los incas, en la que Perú representa la tierra prometida. Para esta iglesia, Perú es un país privilegiado, es el Israel de Occidente.
Los miembros de la iglesia, afirman que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que el Espíritu Santo se encarnó en Ezequiel Ataucusi, a quien llamaban «Cristo de Occidente». Recibía el trato de «mi Señor», y le mostraban respeto y temor. Profetizaban que moriría crucificado después de predicar 1260 días, como Jesús, y que tras permanecer tres días muerto expuesto en público, resucitaría al recibir de nuevo el Espíritu Santo.
Sin embargo, a pesar de que afirmaban que era «la reencarnación del Espíritu Santo», Ataucusi murió como cualquier hijo de vecino. En junio del 2000 dejó de existir a los 83 años, la muerte fue provocada por una insuficiencia renal. Los médicos de la Clínica Adventista de Miraflores, actualmente conocida como, Good Hope, no pudieron salvarlo. Luego de su fallecimiento, los «israelitas» lo vistieron de oro, piedras preciosas y le colocaron una corona.
Su velatorio duró alrededor de tres días, el mismo tiempo en que Jesucristo fue velado. Esperaron que al tercer día su mesías cumpla la promesa de resucitar, pero no resucitó y a Ataucusi no lo vieron ascender para sentarse a la derecha de Dios padre. Al no suceder tal resurrección, fue cremado como un cordero pascual, entre cánticos, alabanzas y lágrimas de sus seguidores.
Usar el pelo largo era una vieja costumbre en la antigua ciudad de Tahuantinsuyo, y se correspondería con el voto nazareno que aparece en el libro bíblico del Levítico, Jesús era nazareno. Y los sacrificios ofrecidos por los incas a sus dioses serían los que prescribe el Antiguo Testamento. Basándose en estos datos y otros de su pasado cultural, concluyeron que Perú es el lugar de la nueva alianza de Dios, el «nuevo Israel», el pueblo escogido por Jehová.
Comparten una concepción milenarista, común en grupos mesiánicos, los fieles seguidores de Ezequiel, el nuevo Cristo, serán conducidos a Israel y vivirán un milenio en la gloria de Dios. Luego de la feliz estancia, serán llevados en carros de fuego a otro planeta. También existe una «tierra prometida», cuyo lugar sólo conoce el líder. Parecería que ese lugar estaría en la amazonia peruana y para estar preparados, se fueron acercando a ese lugar, lo que se llamó la «emigración a la Montaña».
Para los elegidos de Dios y el fin del mundo, queda claro la elección de Perú por Dios, y dicen que: «Jehová restauró a su Pueblo en el Occidente, en el Ombligo de la Tierra, en la República del Perú, en el año de 1968 y se encuentra congregado en la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal». En esto, en la relectura de la historia, son iguales a los mormones y se consideran descendientes directos del pueblo de Israel.
«la tribu de Dan se desplazó hasta el continente americano y dio origen a una nueva generación o Pueblo de Dios en América, estableciéndose en el Cuzco (Centro del Mundo), capital del Tahuantinsuyo, imperio de los incas; INCAS significa: “Israel Nació en el Cuzco en América del Sur”, este pueblo también desobedeció las leyes de Dios y Dios se alejó de ellas, empero, no los abandonó y en sus descendientes se levantaría el Reino de Dios al final de los tiempos. La ciudad de Macchu-Picchu fue construida con la potencia del Espíritu Santo».
Su misión consistía es difundir que Perú es el espacio de la salvación y que la democracia es una vía para difundir su prédica, de hecho, se manifiestan como un partido teocrático. En algún momento en el futuro se establecerá esa teocracia. Creen que habrá una crisis económica, social, ambiental y política en Perú y en el mundo, y en medio de la desolación, será el mismo pueblo el que les pida a los «israelitas» que asuman el control.
En educación, quieren implantar una cultura moral y ética evangelista en las escuelas. Son conservadores en todas las costumbres y las mujeres deben mantener una vida tradicional ocupándose de la casa y de los hijos. Están en contra del aborto y el matrimonio igualitario. El diputado electo Wilber Cayllahua, se refirió a los homosexuales como «ciudadanos que están enquistados, en su corazón y sangre, con el mal».
El campesino Ezequiel Ataucusi, cuya lengua materna es el quechua, impulsó su propia iglesia con una fusión entre la cosmovisión andina y la evangélica. En sus comienzos cuando recibió el encargo celestial tuvo unos treinta seguidores, hoy se cree que cuenta con un millón de «israelitas». Ezequiel Ataucusi no es un episodio anecdótico en la historia del Perú. Está directamente vinculado a movimientos político-religiosos que se remonta al siglo XVI.
El mesianismo andino cobra vigencia a finales del siglo pasado y ahora, porque los líderes lo empezaron a utilizar como un movimiento político, primero por Sendero Luminoso, una utopía maoísta, opuesta a la de Ezequiel Ataucusi. Ataucusi en su interpretación de los textos bíblicos los acomodó con la realidad de Perú, valiéndose de algunas extracciones que hace de la Biblia, su ubicación geográfica, su escudo.
En 1989, cuando contaba con decenas de miles de seguidores que vivían en comunidades en la selva y en las sierras, Ataucusi, fundó el Frente Popular Agrícola FIA del Perú, que se conoce por su acrónimo (FREPAP), un partido agrario, teocrático y mesiánico del que fue candidato presidencial tres veces antes de morir. Uno de sus objetivos era lograr poder político para que el Estado no le arrebataran las tierras donde sus seguidores habían levantado las colonias.
El Frepap fue fundado como brazo político de la organización religiosa, la Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal (Aeminpu). Aeminpu fue fundada en 1968 en el Perú y unos años después tenía representación en otros países sudamericanos, hay quienes sostienen que también en Estados Unidos y Europa, como consecuencia de la migración.
Como asociación, Aeminpu propugna una estricta adhesión a la «Ley Real», a los Diez Mandamientos y, en particular, al día sábado, así como a la separación del «mundo», formando grandes comunidades en las áreas selváticas del Perú, bajo un movimiento llamado «Fronteras Vivas» y viviendo de la tierra. Su expansión se pensó desde el campo a la ciudad, con una fuerte influencia en la zona amazónica.
Ahora, el Frepap, liderado por su hijo, se convirtió en la tercera fuerza más votada de un atomizado Congreso tras obtener el 8,25% de los votos a nivel nacional. Los «israelitas» con sus túnicas, cabellos hasta la cintura y barbas prominentes ya se pasean por el palacio legislativo de Lima. Obtuvieron 16 bancas y con ello la llave del poder. Esos 16 escaños fueron los árbitros de la política del ex presidente peruano Martín Vizcarra.
Le cantan al dios de Jacob, apoyándose en la música del Himno Nacional o El Cóndor Pasa. Y en medio de charangos y quenas, en medio del entusiasmo gritan hasta el delirio cuando escuchan una grabación del Mesías de los Andes recitando «sus diez mandamientos». El largo camino al Congreso se inició en 1990, logrando apenas 73 mil votos y no obtuvieron representación en el Congreso, pero hicieron conocer la figura del «pescadito», símbolo que continúa vigente.
En las elecciones de 1995, Ataucusi volvió a postularse y superó los 56 mil votos (1,1%). En aquella época no existía la valla electoral y fue gracias a ese detalle que logró representación en el Congreso, logrando un escaño Javier Noriega Febres. A Noriega Febres, se lo acusó falsamente de ser cabecilla de un comando de sicarios, responsables de asesinatos en la organización religiosa, es decir, limpieza interna, durante el régimen de Fujimori.
En el 2000, Ataucusi con 71 años, intentó por tercera vez la presidencia. Esa vez logró 80 mil votos en las presidenciales y en el Congreso, más de 216 mil votos (2,2%), su mejor resultado electoral hasta entonces. Lograron dos curules para Luis Cáceres Velásquez y su hijo Roger Cáceres Pérez, personajes que se hicieron famosos por unirse a las filas del fujimorismo tras recibir dinero de Montesinos.
Como candidato presidencial, a Ataucusi le fue muy mal en las tres elecciones, incluso se dice que mantuvo una reunión con Mario Vargas Llosa, cuando éste se presentó a las presidenciales de 1990, pero después decidió seguir con su propia candidatura. Creo que fue el antropólogo Juan Ossio, quien lo comentó. La reunión habría tenido lugar cuando el Fredemo de Mario Vargas Llosa, estaba en campaña para las elecciones de 1990.
Según Ossio, Mario quería conocerlo, había visto y sopesado las posibilidades de los israelitas como movimiento popular, y pensaba que recibir el respaldo de este segmento importante de migrantes andinos podía ser bueno para su candidatura. Tuvieron un almuerzo, y quien llevaba la voz cantante fue Jeremías Ortiz, que era el presidente de la congregación. Y lo único que Ataucusi dijo al final fue: «No se preocupe, doctor. Yo lo siento en el trono».
Parece ser que Mario Vargas Llosa hizo muchos chistes con eso, porque al final el propio profeta quiso sentarse en el trono y un mes después terminó lanzándose a la presidencia. Y no le fue mal. No ganó, pero puso su gente en el Congreso y los israelitas se hicieron más conocidos. Dice Ossio, que cuando iba a Cieneguilla, veía a empresarios y políticos que iban a visitarlo. Ya no era un personaje ridículo como algunos habían pensado, sino alguien con poder.
También fue acusado al margen de su discurso religioso, de tener cierta proclividad al fanatismo y la violencia. Les molestaba que hablara de la pena de muerte durante su campaña política. Ataucusi se interesó por la política cuando descubrió que era necesario tener el reconocimiento del Estado para su proyecto de crear colonias en la selva.
Ya había tenido problemas con los colonos porque no tenían títulos legales, para lograr los títulos era necesario tener vínculos con las autoridades. Su mensaje ideal fue el tema de las fronteras vivas, la política del Estado para la colonización de las fronteras nacionales que estaban a la deriva.
A fines de los ochenta, entendió que los israelitas ya no eran el grupo anónimo de antes, sino que tenían Centros de Capacitación Bíblica prácticamente en todas las provincias del Perú y 5, 6, 7 colonias, algunas hasta con 8 mil o 9 mil personas. Los israelitas, crecieron haciendo campaña entre la población indígena y rural, entre la gente sencilla que encuentra en este movimiento una nueva familia con la seguridad y protección que no encuentran fuera de la secta.
Pero la mayor virtud de Ataucusi fue competir en las sierras con el grupo Sendero Luminoso, en los ochenta. Los seguidores de Ataucusi eran parte de un estrato social igual a la gente que se sumaba a Sendero Luminoso, de gente que buscaba verdades para mitigar la crisis en que vivían y esas respuestas mesiánicas era toda su esperanza.
Sendero Luminoso tenía un líder, Abimael Guzmán, el filósofo terrorista, que se autoproclamaba la Cuarta Espada del Marxismo, un iluminado que se proponía arrasar el Estado burgués a la que culpaba de todos los males y las injusticias para construir una sociedad sin oprimidos. Guzmán que se exhibía como el verdadero intérprete del socialismo, les ofrecía la posibilidad de adueñarse de la riqueza de los poderosos, de los ricos.
El creador de la primera iglesia mesiánica de los Andes convenció a miles de pobladores de soñar con un paraíso terrenal a semejanza del Tahuantinsuyo y regido por la Biblia, donde él era la encarnación del Espíritu Santo. Lo suyo era una alternativa a la utopía violenta de Abimael Guzmán.
Ataucusi, era el arquetipo, un hombre de los andes, un humilde campesino, criado en una población quechua hablante, que había vivido las migraciones internas. Trajo alivio a muchos pobres, a los marginales, les ofreció consuelo en la cohesión social del movimiento en las colonias. Su cosmovisión los llevó a conformar grandes comunidades en las zonas selváticas, alejándose del resto de la población.
Ataucusi brindó un servicio al Perú presentándose como una alternativa pacífica a Sendero Luminoso. Y en eso consiste su importancia en la historia política del Perú. Sin Ataucusi, los senderistas se hubiesen apropiado de mucha gente. En este sentido, luego de algunas investigaciones, se puede afirmar que los evangélicos fueron un freno para el marxismo en Iberoamérica.
El Partido evangélico Encuentro Social (PES)
El Partido Encuentro Social (PES), es (o fue) un partido político mexicano de centro derecha, una definición que dice poco o nada. Fue registrado como partido político nacional en 2014 y lo perdió en 2018. Fue fundado por Hugo Eric Flores Cervantes como asociación civil en 2003, fue miembro de la coalición «Juntos Haremos Historia», con el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), para las elecciones federales de 2018.
Con López Obrador a la cabeza, obtuvo 56 diputados federales y 8 senadores de la república. Tras no conseguir los votos mínimos emitidos por el INE en 2018, perdió su registro como partido político nacional. Cuando era una agrupación nacional en Baja California usó un icthus estilizado en su logo, pero luego cambió a un juego de imágenes de círculos y líneas que apelan a tres siluetas reunidas.
El 1 de septiembre de 2016, el PES convocó a una marcha, con la participación de la Iglesia evangélica y padres de familia, con el fin de oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo. Juntaron 400.000 firmas, que se llevó a la Cámara de Diputados. También fueron apoyados por diputados del Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
El partido se presentaba como el «Partido de la Familia». En 2008 se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo en Baja California. Sin embargo, al formar parte de la coalición de López Obrador, los cinco senadores del PES se sumaron en noviembre de 2018 para aprobar una reforma de la seguridad social que extiende el reconocimiento de derechos a las parejas del mismo sexo en cuanto a las prestaciones económicas, pensión de viudez o servicios médicos.
El partido fue criticado por su influencia cristiana. El jefe del partido Hugo Eric Flores, declaró que el PES es un partido liberal y que «no tiene ideología religiosa, ni defiende el estado laico y recibe a cualquier ciudadano sin importar credo». La alianza de la que fue parte recibió críticas por tratarse de una coalición entre partidos de izquierda (Morena y PT) y una relacionada con la «derecha» (PES).
«No somos un partido católico ni religioso; en el partido no hay ministros de culto, somos plurales, donde caben todas las creencias, todos los credos. Sí, estamos a favor de la vida, de la familia, contra del aborto, y hemos apoyado al PAN en algunos estados –como Baja California– y muchos nos arrepentimos por sus malos resultados».
Hugo Eric Flores Cervantes.
Muchas veces se cuestionó el hecho de no unirse al PAN, considerando que llevaban una postura similar sobre valores cristianos en general. Eric Flores, respondió que, «La única posibilidad de un cambio real en nuestro país es la que está encabezando Andrés Manuel López Obrador» y que su partido había decidido ponerse «del lado correcto de la historia».
El PES también fue criticado por las personas que nominó para ocupar alguna candidatura, algunas de ellas pertenecientes al mundo del espectáculo y deportivo mexicano sin experiencia política. Por ejemplo, del comediante Héctor Suárez que se unió a las filas del PES en el 2015, y del actor Alejandro Camacho. Ernesto D’Alessio, hijo de la cantante Lupita D’Alessio, compitió en las elecciones del 2018 por una diputación federal bajo la bandera de Encuentro Social y la ganó.
El 1 de julio de 2018 el Partido perdió su registro de manera preliminar al no haber alcanzado el umbral mínimo del 3 % de votación requerida para la continuidad de su registro como formación política. El 16 de agosto del 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el aviso mediante el cual se da a conocer la liquidación del otrora Partido Encuentro Social. Actualmente se mantiene como partido político estatal en Morelos, San Luis Potosí, Sonora y Yucatán.
Eric Flores, dirigente e ideólogo del PES, tuvo una trayectoria marcada por el pragmatismo político. Se desempeñó como funcionario público del PRI, PAN y PRD. Pero el surgimiento de un partido con raíces evangélicas en la vida política mexicana plantea serios retos al sistema político. Se está dando muy lentamente un reacomodamiento socio-religioso en la política, se puede decir, que los creyentes evangélicos están encontrando su propio nicho en el mercado.
Pero el PES y Eric Flores, lo que buscaban era satisfacer sus apetencias personales y de ahí ese pragmatismo, que los aleja del movimiento evangélico del resto del continente. Su presencia también transgrede los principios de laicidad expresados en la Constitución. La falsedad, la hipocresía y los discursos dobles, no auguran nada bueno para este tipo de partidos.
La Sagrada Familia de la 4T (la Cuarta transformación) de López Obrador.
No recuerdo donde haber leído, que la primera vez que el presidente López Obrador, el pastor Arturo Farela y su hijo Josué Farela Pacheco, a quien el pastor Arturo llama «su amado hijo», posaron para una fotografía, formaron un triángulo semejante al de la Santísima Trinidad. López Obrador quedó en medio del padre y el hijo, como si fuese el Espíritu Santo que los une.
Ese encuentro fue importantísimo por dos temas fundacionales para el gobierno: la distribución de la Cartilla Moral y cómo llevar los programas del bienestar a los lugares más inaccesibles del país con la ayuda de la estructura de las iglesias evangélicas. Aquel 21 de febrero del 2019, nació la idea de consolidar un grupo de 20 pastores que Arturo Farela bautizó como Los Siervos de Dios.
Los Servidores de la Nación se consolidaron entre septiembre-octubre del 2019, en tareas como levantar encuestas para alimentar el Censo del Bienestar, información útil al gobierno para identificar a las personas que se beneficiarían con los programas sociales, que en su mayoría recaen en dos secretarías, la de Trabajo y la del Bienestar.
La estructura de los Servidores de la Nación está bajo la dirección de Gabriel García Hernández, coordinador general de Programas Integrales de Desarrollo, quien despacha directamente desde la Presidencia de la República. García Hernández fue designado por López Obrador, al mando de los Delegados Estatales de Programas para el Desarrollo (DEPD). Gabriel García es el contacto directo entre los Servidores de la Nación y la congregación de Arturo Farela.
El PRD acusa que toda esta estructura (incluidos los Servidores de la Nación) es violatoria de la normatividad electoral federal. Se dice que los Servidores de la Nación son una estructura vertical y paralela al Gobierno Federal y a los gobiernos de los estados y municipios, formada y dirigida por la Presidencia de la República, para llevar a cabo una estrategia electoral que recurre al clientelismo para formar una base de millones de electores fieles a López Obrador, con vistas a las elecciones locales y federales de los próximos años.
De los al menos 266 coordinadores. Uno de ellos, es precisamente Josué Farela Pacheco. Cada coordinador regional tiene bajo su mando unos 65 brigadistas que son los responsables, entre otras cosas, de coordinar el ejército de cuando menos 17.500 personas.
Algunos miembros de Confraternice forman parte ya de las nóminas del Gobierno Federal. Josué Farela Pacheco, hijo del presidente de la confraternidad, y dos pastores operan y cobran a través de la nómina de la Secretaría del Bienestar, como coordinador y miembros del ejército denominado Servidores de la Nación. Los casi 18.000 Servidores de la Nación cobran a través de la Secretaría del Bienestar.
El presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, dice que los cientos de miles de afiliados a su organización forman parte del «ejército de la Cuarta Transformación», de ahí su decisión de distribuir en sus templos la Cartilla moral, ante el enojo de las demás iglesias que tomaron distancia del presidente López Obrador. A través de Confraternice, Farela empezó a difundir la Cartilla moral no sólo en los siete mil templos que maneja en el país, sino también en templos evangélicos de Estados Unidos, Guatemala y Venezuela.
«Todas las críticas son bienvenidas. En México hay libertad de expresión. Yo me la jugué y me la seguiré jugando por mi amigo López Obrador porque creo en su proyecto moral por el bien de México. Soy un soldado de la Cuarta Transformación.», dice Farela, el capellán del gobierno. El «ejército de la Cuarta Transformación» participa en varios programas sociales del gobierno federal, poniéndose en la práctica un «corporativismo» evangélico al servicio de la política moralizante de López Obrador.
El asunto es delicado, ya que, con recursos y programas del Estado, las iglesias están desplegando acciones de proselitismo religioso sancionado por la ley, transgrediendo flagrantemente la laicidad del Estado. Asimismo, diversas diócesis católicas denunciaron que la 4T debía respetar el Estado Laico. Pero la cosa no termina ahí, Farela también habla del Banco del Bienestar.
El mismo Farela dice: «Respecto a nuestra participación en el Banco del Bienestar, Andrés Manuel me acaba de pedir 5 mil espacios físicos en los puntos más apartados del país, donde no haya instituciones bancarias, para que nuestra gente instale ahí módulos y reparta tarjetas del bienestar.» y agrega, «tenemos gente y espacios en los lugares más apartados: en la sierra, en las zonas rurales más marginadas y de difícil acceso. En eso no tenemos ningún problema. Nuestro ejército evangélico de la Cuarta Transformación está en todas partes».
Farela va por más pide reformar el Artículo 130 de la Constitución, a fin de que los ministros de culto puedan acceder a cargos por elección popular. Lo mismo impulsa –con el apoyo del presidente– cambios legislativos para que las iglesias puedan poseer medios masivos de radio y televisión. Iniciativa que ya había empezado con Enrique Peña Nieto.
López Obrador aceptó la petición del pastor y dio instrucciones a la Secretaría de Gobernación para preparar una iniciativa de ley que será entregada al Ejecutivo, para que éste la presente como suya ante el Congreso de la Unión, y así se aprueben las concesiones de medios masivos, una reforma que la Iglesia católica lleva años pidiendo y no ha podido conseguir.
El 9 de junio de 2019, el Instituto de Telecomunicaciones (IFT) otorgó la primera concesión al grupo evangélico La visión de Dios A.C. La secretaria del Bienestar, María Luisa Albores, el año pasado, firmó un acuerdo con los miembros de las iglesias de la asociación para que albergaran en sus casas a migrantes centroamericanos con destino a Estados Unidos. El director del Instituto Nacional de Migración (Inami), Francisco Garduño, lo confirmó.
Las organizaciones evangélicas colocaron a Jorge Lee Galindo como director adjunto de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación. Galindo ayudó a crear más de 1.000 organizaciones cristianas y protestantes en México durante los últimos 20 años. Anteriormente Lee Galindo se desempeñaba como representante de al menos 80 agrupaciones cristianas, principalmente bautistas.
Dicen que para el pastor Farela, después de la Biblia, hay un libro que guarda con especial afecto. Se trata de un ejemplar del texto 2018. La Salida. Decadencia y renacimiento de México, de Andrés Manuel López Obrador, que tiene la siguiente dedicatoria: «Para Arturo Farela, mi amigo de siempre. Cristiano auténtico y demócrata sincero».
Arturo Farela Gutiérrez, nació en 1953 en Ciudad Frontera, Coahuila, él mismo se dice que fue un «pecador católico» durante toda su juventud, hasta que conoció a Genoveva Pacheco, la mujer que lo llevó hacia el cristianismo y, posteriormente, se convirtió en su esposa. Tras abandonar el catolicismo fue a la Iglesia Bautista, luego a la Iglesia Cristiana Interdenominacional (ICIAR), cuyo templo principal se encuentra en la colonia Portales de la Ciudad de México.
Arturo Farela se dio a conocer entre los cristianos gracias a Alberto Montalvo, entonces pastor de las Asambleas de Dios y fundador del Foro Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Fonice), creado a principios de los años 90, luego de que el presidente Carlos Salinas de Gortari invitara a todos los grupos religiosos a organizarse y presentar propuestas para reformar la Constitución y redactar la primera Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público.
El Fonice fue el primero en conectar a las diversas organizaciones cristianas evangélicas, el segmento religioso más grande de México después del católico y que desde los años setenta ha experimentado un crecimiento constante. Actualmente tiene unos doce millones de fieles, con una fuerte presencia en Chiapas y Tabasco, donde más del 40% de la población profesa dicha religión.
Según Farela, el voto evangélico fue crucial para la victoria de López Obrador, según datos de distintas encuestas más del 70% de cristianos evangélicos votaron a favor de López Obrador. Farela no ve contradictorio que los evangélicos voten a un líder izquierdista, «el Lic. Andrés Manuel López Obrador es un cristiano bíblico que ha sido muy respetuoso de las creencias religiosas y de la fe en Dios».
López Obrador se declara juarista, pero no tiene problemas en acudir a las Iglesias para que le ayuden en tareas del gobierno, López Obrador es un político de izquierda, pero se guía por principios religiosos (con el opio de los pueblos), se dice progresista, pero hizo alianza con el Partido Encuentro Social, que tiene una agenda conservadora. Lo que importa es la ambición de poder y el dinero.
Centro y sur del continente
En Iberoamérica, el número de evangélicos aumentó de manera espectacular y de manera inversamente proporcional al retroceso católico. Según un informe del Latinobarómetro, entre 1995 y 2014 el número de católicos bajó un 30% en Nicaragua, un 29% en Honduras y un 19% en Costa Rica. La agenda política de los evangélicos pasa por el «No al aborto», la lucha contra la comunidad LGBTI y el control de una parte de los medios de comunicación.
El año pasado, se inauguró una franquicia de la cadena estadounidense CNN, la CNN Brasil. El administrador delegado de este proyecto es Douglas Tavolaro, nieto del magnate brasileño y pastor evangélico Edir Macedo, fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Un proyecto importante para la consolidación del proyecto evangélico.
El 12 de noviembre de 2019, Jeanine Áñez, la presidenta interina de la Asamblea Legislativa de Bolivia, se proclamó presidenta del país andino con una Biblia bajo el brazo y declaró ante los periodistas que «Dios permitió que la Biblia volviese al Palacio». También lo había hecho el dirigente social, Camacho, clave en la caída de Evo Morales. En Bolivia hay un 21% de evangélicos.
El pastor presbiteriano Chi Yun Chung, surcoreano de nacimiento, pero naturalizado boliviano, es considerado como el Bolsonaro de Bolivia. Hijo de misioneros asiáticos que se instalaron en Bolivia en la década de 1980, ha fundado cerca de 70 iglesias presbiterianas en el país. Chung dijo que Evo Morales tiene que pedir perdón «al Dios de la Biblia».
En Colombia los evangélicos son el 20% de la población. Tienen una gran capacidad de maniobrabilidad política. En 2016 los evangélicos mostraron su peso en las urnas, cuando se movilizaron detrás del expresidente Álvaro Uribe y de su partido Centro Democrático, para oponerse al acuerdo de paz negociada por el presidente Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En las listas para el congreso figuraban pastores pertenecientes a la Iglesia del Avivamiento, Ríos de Vida, la Adventista y otras. Los más de diez millones de feligreses de 266 iglesias neo pentecostales fueron convocados a votar por el NO, finalmente ganaron en el plebiscito. El partido Movimiento MIRA, es evangélico y los evangélicos en general colaboran con otros partidos como el Centro Democrático, el Partido de la U y Cambio Radical.
En Argentina, hay un 9% de evangélicos. En Ecuador, los evangélicos son el 13%, y tienen un partido llamado Fuerza Ecuador. En Costa Rica, constituyen el 22% de la población y hay dos partidos evangélicos, Restauración Nacional y Renovación Costarricense, y colaboran con otros partidos como el Partido de Liberación Nacional, existe un bloque evangélico en el Congreso. En Panamá, son un 18% y su partido es el Movimiento de Acción Reformada.
En Perú el 17% y con el partido Restauración Nacional y el partido del pescadito. En Venezuela se calcula que un 15% de la población se identifica con esta corriente religiosa, el desconocido candidato evangélico, Javier Bertucci, del Movimiento Esperanza por el Cambio, consiguió captar el 10,8% de los sufragios en las presidenciales de mayo de 2018. Los otros partidos son: Nueva Visión para mi País y Organización Renovadora Autentica.
En Paraguay son un 11% y apoyan al Partido Colorado. El ex presidente Nicanor Duarte Frutos, mantenía una ambigüedad respecto a su creencia, en la práctica daba preferencia a la religión de su esposa, la menonita. En Uruguay representan un 15% y apoyan al Partido Nacional. En Chile entre 20 y 25% y el partido evangélico al que votan es Evangélicos en Acción.
En Guatemala un 43%, en Honduras un 42% y el partido es el Partido Democracia Cristiana de Honduras. En El Salvador alrededor del 35%. En Nicaragua, un 37%, este país constituye un caso aislado. Daniel Ortega, consiguió ganar las elecciones presidenciales apoyándose en este sector religioso. La Coordinadora Evangélica Iglesia y Sociedad (CEPRES) llamó, en una proclama de octubre de 2011, a votar por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Ortega obtuvo el apoyo de los evangélicos porque éste les otorgó un estatus oficial idéntico al del catolicismo, históricamente dominante, desde su llegada a la Presidencia en octubre de 1979, tras la Revolución Sandinista. Digamos que fue un quid pro quo, beneficioso entonces para ambas partes. Posteriormente llegarían los desacuerdos. Estos datos en iberoamérica pueden cambiar rápidamente, por tanto, son simples referencias.
La participación política de los grupos evangélicos en Centroamérica se da desde la Guerra Fría, que se da con diversas tendencias, pero el evangelismo político actual constituye un giro mayoritario a la derecha. Los pentecostales votan por la derecha mayoritariamente. Los acuerdos entre estos grupos y las izquierdas en el pasado se debían a intereses meramente coyunturales.
Eso pasó, por ejemplo, cuando Dilma Rousseff, en búsqueda de apoyo, participó de la inauguración de la réplica del Templo de Salomón de Jerusalén construido en San Pablo por la Iglesia Universal del Reino de Dios. Eduardo Cuhna lideró la bancada evangelista para oponerse a los derechos reproductivos de las mujeres y fue el líder del impeachment que expulsó a la presidenta Dilma Rousseff de su cargo.
El alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, del Partido Republicano Brasileño y pastor de la Iglesia Universal del Reino de Dios, acompañó al PT siendo Lula presidente y él senador, pero fiel a su causa se puso en contra de Dilma Rousseff. Existen algunos grupos evangélicos que apoyan a gobiernos de izquierda como en Nicaragua, pero lo hacen apelando a un discurso pragmático de funcionalidad con el gobierno.
Desde 1947 se organizaron partidos políticos afiliados a la doctrina europea de la Democracia Cristiana, con posturas adecuadas a las diversas políticas nacionales, ganaron la presidencia en algunos países como Chile, República Dominicana, Colombia, Venezuela, y tuvieron ministros, senadores y diputados en todo el continente. En la actualidad prácticamente están extintos.
En cambio, el fenómeno evangélico está en pleno auge y su participación política está marcada por posturas sumamente conservadoras en cuanto a la familia, defensores de la sociedad de consumo, poseen una gran capacidad económica debido al aporte de sus miembros o feligreses, un gran despliegue mediático por medio de sus propias radios, canales de televisión, revistas, periódicos y redes sociales.
La política hacia Israel
Los evangélicos operan, en cierta medida, en la política internacional, de manera especial con Israel y en la denuncia de las organizaciones terroristas islámicas. Estos grupos mantienen una fuerte solidaridad religiosa y política con Israel, trazan una analogía entre el Israel bíblico y el Israel actual. No es una cuestión estética que la Iglesia Universal brasileña adopte para sus templos una arquitectura inspirada en las sinagogas.
Esa presión religiosa hizo que países como Guatemala, Honduras, Paraguay, Brasil, discutieran sobre el traslado de sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén. La posición de Bolsonaro refleja el pensamiento de la bancada parlamentaria evangélica, expresada por el diputado Jony Marcos, del Partido Republicano Brasileño: «Jerusalén siempre fue la ciudad santa de los judíos y de los cristianos». Bolsonaro, tuvo como invitado estrella en su investidura al primer ministro israelí Netanyahu, reafirmando el lugar que ocupa Israel en el mundo evangélico.
Esta cuestión va en sintonía con la política de Donald Trump. Durante su visita a Washington del entonces presidente Hernández, en junio del 2018, se reunió con cinco líderes evangélicos muy influyente en Estados Unidos que forman parte de la Oficina de la Fe y la Oportunidad de la Casa Blanca (OFCB). Bramnick y los cuatro líderes evangélicos son miembros de la Oficina de la Fe de la Casa Blanca, un despacho creado por Trump mediante un decreto ejecutivo.
El propósito de esa reunión fue para persuadir al presidente hondureño de que trasladara la embajada de su país a Jerusalén y reconocerla como el centro del gobierno de Israel. Esto fue confirmado por el organizador de la reunión Mario Bramnick. Bramnick es un pastor estadounidense de origen cubano y fundador de Latino Coalition for Israel (LCI), la organización cristiana con sede en Miami.
La reubicación de la embajada estadounidense en Jerusalén fue una promesa que Trump les hizo a los líderes evangélicos en su campaña presidencial de 2016, según dijo Bramnick, «El presidente Trump nos lo prometió y lo cumplió». Bramnick, durante la campaña trabajó con el enviado de la Casa Blanca para el Medio Oriente, Jason Greenblatt, y el actual embajador de este país ante Israel, David Freedman.
Bramnick, dice, «Lidiamos con gobiernos al punto de que el mundo lo ve como si estamos controlando la política, pero para nosotros es espiritual, no político. La Biblia dice que el que bendiga a Israel será bendecido y el que maldiga a Israel será maldecido, y nosotros leemos la Biblia literalmente. La Biblia dice que Jerusalén es la capital eterna de Israel y que Dios le dio esa tierra a Abraham, Isaac y Jacob».
Finalmente, el presidente Hernández anunció el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y el traslado de su oficina comercial a esa ciudad. La Confraternidad Evangélica de Honduras señaló: «Aplaudimos la decisión del Estado de Honduras (…) de reconocer Jerusalén como capital de Israel (…) Admitimos que la historia bíblica y la universal registran que Dios bendice a toda aquella nación que bendice a la nación de Israel (…) Pedid por la paz de Jerusalén (Salmo 122:6)».
El pastor Bramnick, dice que los líderes de la fe también se reúnen con empresarios e inversionistas para promover el proyecto de Kushner, se refiere al plan Paz y Prosperidad que promueve el asesor presidencial y yerno de Trump, Jared Kushner, en Medio Oriente y que presentó en Bahréin el 25 de junio pasado.
«Nosotros les presentamos lo que está sucediendo ahora a los presidentes y les decimos que no es solamente bendecir a Israel y a los judíos, como dice la Biblia, pero también a los árabes y a los hijos de Israel con los proyectos que ya se están trabajando ahora», afirmó Bramnick.
También discute asuntos relativos a Medio Oriente con el príncipe de Abu Dhabi, Mohammed Bin Zayed Al Nahyan y con el rey de Jordania, Abdullah II. El primer ministro Netanyahu, se reúne a menudo con los evangélicos para coordinar a «cuáles países evangélicos» influenciar para que apoyen el traslado de sus embajadas a Jerusalén.
Según el diario israelí Haaretz, Netanyahu le dijo a uno de sus asesores: «Ya no necesitamos a AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Americano Israelí). En Estados Unidos tenemos suficiente apoyo con los evangélicos». AIPAC es una poderosa organización que invierte millones de dólares en cabildeo a favor de Israel en Estados Unidos. Los votantes judíos en Estados Unidos, mayoritariamente demócratas, son izquierdistas o progres.
La nueva política angular estadounidense
Con la elección papal de Karol Wojtyla como Juan Pablo II, un hombre de ideas conservadoras y anticomunista. Estados Unidos suspendió la ofensiva contra la Teología de la Liberación. La Congregación para la Doctrina de la Fe, en sus instrucciones de 1984 y 1986, criticó el uso «de herramientas marxistas» por parte de los curas de la Teología de la Liberación.
Pero con el regreso de la Teología de la Liberación, ahora, como Teología de los pobres, de mano del cardenal Mario Bergoglio, Papa Francisco. Washington ve con recelos esta nueva política de la Iglesia Católica en lo que se refiere a la llamada cuestión social (socialista), alejada de la Doctrina Social de León XIII.
Las iglesias tradicionales o históricas, ya sean luteranas, calvinistas, han perdido fuerza en el nuevo mapa religioso, tanto en Estados Unidos como en Iberoamérica. A los fieles evangélicos del continente muy poco les importa la predestinación, el libre examen, etc. Tampoco se puede lograr cambios políticos traduciendo biblias en lenguas precolombinas, cuando la gran mayoría habla español o portugués.
Tiene importancia la lectura de la Biblia, y eso es una herencia luterana, pero las cosas cambian. La intervención estadounidense en la cuestión de las iglesias es una política de Estado como lo haría cualquiera otro. Pero no acuden al protestantismo tradicional que llegó a Iberoamérica con el imperio británico y luego con el norteamericano. La labor de pioneros como Luis Palau, a largo plazo, ha dado fruto, el evangelismo crece en Estados Unidos y tiene mucho peso político.
Los Evangélicos en la Casa Blanca
El pastor cristiano Ralph Drollinger dirige el grupo de estudios bíblicos de la Casa Blanca, al que con frecuencia acuden miembros del gabinete de Trump. Su objetivo, es influir a los líderes políticos para que gobiernen según lo que dicta la Biblia. Esta estrategia se pretende aplicar en México, y ya se establecieron alianzas con predicadores y con legisladores mexicanos. El pastor Ricardo Arizmendi es el responsable de Capitol Ministries en México.
Ralph Drollinger tiene en México una sede de su organización Capitol Ministries. El día de la inauguración estuvieron presentes 49 legisladores mexicanos. Dice Drollinger «La visión de nuestro ministerio es poder llevar el evangelio a los líderes políticos de todo el mundo. Y nuestra estrategia, nuestra manera de hacerlo, es tener en cada una de las legislaturas a una persona que sea confiable en hacer discípulos y en desarrollar a otros».
Capitol Ministries ya abrió sedes en Honduras, Brasil, Perú, Uruguay, Ecuador, Paraguay y Costa Rica, y otros como Panamá y Nicaragua. Enrique Dussell, un hombre de la Teología de la Liberación, dice que la ideología evangelista es la punta de lanza de la política norteamericana que está dispuesta a recuperar Latinoamérica mediante métodos suaves, pero también mediante golpes de Estado.
En Capitol Ministries, a veces participan en reuniones el vicepresidente Mike Pence con el secretario de Estado, Mike Pompeo. Pence y Pompeo -ambos cristianos evangélicos- aprovecharon la visita oficial del presidente Hernández para instaurar, en Honduras, los estudios bíblicos liderados por Capitol Ministries, una organización religiosa patrocinada desde la Casa Blanca y dedicada a evangelizar a líderes políticos con el fin de que legislen según sus principios bíblicos.
Ralph Kim Drollinger, inauguró los estudios bíblicos en el Congreso de Honduras junto con Hernández, cinco meses después de la visita del hondureño a Washington. Drollinger, mentor espiritual de Pence y Pompeo, lidera los estudios bíblicos en la Casa Blanca desde que el vicepresidente lo invitó a instalarse allí, a inicios de la administración de Donald Trump.
Capitol Ministries en el 2009 era una organización en total decadencia, cinco de los miembros de su junta directiva habían renunciado a sus puestos. Los ex miembros acusaron a Capitol Ministries ante la Corte, lo acusaban de uso ilegal de la marca, el caso se resolvió en un acuerdo privado en el 2014. Drollinger había sido expulsado de su propia iglesia en 2009, la Grace Community Church, en Sun Valley California.
Drollinger viajó a Argentina en noviembre del 2009 para abrir su primer ministerio en el exterior, desde allí reclutó a líderes de ocho países iberoamericanos. La suerte de Drollinger cambió en el 2016 con las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Jeff Sessions, quien luego sería nombrado fiscal general de Estados Unidos, había sido su pupilo espiritual en el Senado, conectó por correo a Drollinger con el entonces candidato republicano Donald Trump.
Luego del triunfo de Trump en la elección primaria del partido republicano, en julio del 2016, Drollinger llamó a los evangélicos a votar por Trump en un programa de radio en California. «Creo que Dios debe de estar respondiendo a nuestras oraciones y levantando a un gran líder en Donald Trump. Lo estamos eligiendo a él para que sea el líder del Estado, no de la iglesia».
Drollinger y su esposa Danielle, fueron invitados de Trump a su inauguración como presidente. Muy pronto Drollinger se puso a la tarea de poner en marcha la oficina de los estudios bíblicos en la Casa Blanca. «Capitol Ministries estableció los estudios bíblicos semanales justo después de que la actual administración empezó a hacer sus primeros nombramientos, a inicios del 2017. Eso volcó el foco de la atención mundial al trabajo y a la misión de Capitol Ministries», así lo explico Drollinger.
Los estudios que él mismo escribe se traducen a seis idiomas, muy pronto llegaría la expansión internacional. «De acuerdo con sus designios, esa oportunidad le ha garantizado una enorme credibilidad a Capitol Ministries y le ha abierto puertas en el mundo entero y en un periodo muy corto. Yo no tenía idea, hace dos años, de qué tan rápida iba a ser nuestra expansión internacional como resultado de todo esto», dijo Drollinger.
En mayo del 2017, tres meses después de asumir como pastor de los estudios bíblicos de la Casa Blanca, Drollinger nombró al peruano Óscar Zamora como director de Capitol Ministries para Iberoamérica y creó una versión en español de sus estudios bíblicos en su página web.
Drollinger estuvo en Nicaragua luego que fuera invitado por el sandinista Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, para inaugurar un ministerio en su gobierno en Managua. Ortega invitó a Drollinger a compartir escenario con ellos en la celebración del 40 aniversario de la Revolución Sandinista.
Capitol Ministries, en un comunicado de prensa, explicó que fue Ortega quien envió una carta a Drollinger invitándolo a abrir un ministerio en su gobierno. En la carta publicada por Capitol Ministries, Ortega declaró: «Sabemos que, si las personas a quienes Dios ha confiado el destino de una nación nacen de nuevo, nuestros diputados legislarán de acuerdo con la biblia». ¿Otro born again?
Usando a la Casa Blanca en sus intervenciones públicas, Capitol Ministries ha alcanzado un nivel político alto ampliando su influencia. Capitol Ministries está presente en siete parlamentos iberoamericanos. Ya inauguró su primer ministerio dentro del gabinete presidencial en Honduras. Lo mismo sucedió en Nicaragua.
Cuando fue inaugurada la embajada norteamericana en Jerusalén, a Ivanka Trump y Jared Kushner, los acompañaban el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, líderes de la Oficina de la Fe y de la Oportunidad de la Casa Blanca y sus esposas. A pesar del hermetismo que guardan sobre la Oficina de la Fe, su presupuesto y nombramientos, se cree que al menos 18 miembros evangélicos de la Oficina, participaron en eventos públicos en distintos lugares del mundo.
El evangelismo norteamericano, con características iberoamericanas, aun es una minoría y está compuesta por distintas corrientes de la comunidad evangélica, pero tienen un importante peso político. Unos predican la teología de la prosperidad y ven en el crecimiento económico una bendición de Dios, otros son evangélicos sionistas que creen en las profecías apocalípticas del retorno de Jesús a la Tierra en Israel. Y también la Convención Bautista del Sur, que reúne a más de 50.000 iglesias bautistas. Ellos se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Los líderes evangélicos comprometieron su apoyo político a Trump desde el inicio de la campaña presidencial del 2016, a cambio de promesas políticas como el nombramiento de jueces conservadores en la Corte Suprema de Justicia, políticas públicas contra el aborto y los derechos LGBTIQ y el pleno respaldo de la política exterior norteamericana con respecto a Israel.
Michele Bachmann, ex congresista y fundadora del Tea Party en la Cámara de Representantes, es una de las más activas en la Oficina de Fe de la Casa Blanca y una de las dos únicas mujeres que forman parte del grupo. Integra la junta directiva de Capitol Ministries y dirige personalmente un ministerio en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en New York, desde donde promueve una visión de Israel según el Antiguo Testamento.
«Por 3.500 años Dios ha designado a Jerusalén como la capital de Israel, es un hecho (…) Queremos que Brasil sea bendecida, queremos que prospere, así que asegúrese de votar por un candidato que mueva la embajada de Brasil a Jerusalén», dijo Bachmann en Brasil antes de las elecciones presidenciales.
En año pasado, Bramnick se reunió con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, antes de que asumiera el poder.
«La semana del 22 de julio vamos de nuevo para El Salvador para reunirnos otra vez con el presidente Bukele y lanzar una reunión de pastores de la nación y de ahí viajaremos a Honduras para honrar al presidente Hernández por su decisión de mover la oficina diplomática».
Sobre el discurso que presentan ante los líderes, Bramnick explicó: «Si son cristianos, y entienden el ámbito espiritual, les hablamos de una forma y, si no, les hablamos de uno de los puntos más importantes para nosotros. Ahora hay un proyecto, desde Israel y Estados Unidos y los países árabes, para ayudarles financieramente a los palestinos, trayendo dinero y negocios, pero fuera de la Autoridad Palestina, que es corrupta».
Teología de la Liberación
La Teología de la Liberación es una corriente teológica cristiana formada por diversas vertientes católicas y protestantes. Nace en Iberoamérica luego de la aparición de las Comunidades Eclesiales de Base, el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, en 1968, y sostiene que el Evangelio exige la opción preferencial por los pobres y recurren al análisis marxista para lograr esa opción.
Curiosamente la aportación del protestantismo proviene de los remanentes de las iglesias protestantes históricas o tradicionales, que en número son insignificantes y estaban implicados en la cuestión social socialista. En mayo de 1968 el pastor presbiteriano brasileño Rubem Alves defendió en el Seminario Teológico de Princeton (Estados Unidos), donde se hallaba exiliado, su disertación doctoral titulada, Hacia una teología de la liberación humana: una exploración del encuentro entre los lenguajes del Humanismo Mesiánico y del Mesianismo Humanista.
En junio de 1969 el sacerdote católico peruano Gustavo Gutiérrez Merino, publica un folleto con reflexiones teológicas que había formulado en una conferencia dada en Chimbote en 1964 y lo titula Hacia una teología de la liberación. Así empezó esta corriente teológica bajo el signo de la liberación marxista que tendría gran difusión en Iberoamérica, Estados Unidos y Canadá.
Esta corriente filomarxista sostiene que la salvación cristiana no puede darse sin la liberación económica, política, social e ideológica, como signos visibles de la dignidad del hombre. La toma de conciencia ante la realidad socioeconómica y la eliminación de la explotación burguesa. La espiritualidad de la liberación exige hombres nuevos y mujeres nuevas en el Hombre Nuevo Jesús.
El teólogo protestante José Míguez Bonino, argentino, citando a K. Barth dice: «Dios se coloca siempre incondicional y apasionadamente de un lado y sólo de uno: contra los encumbrados y a favor de los humillados». Esta visión de Barth, dice Míguez Bonino, repercutió en la formación del quehacer teológico latinoamericano y en especial en las teologías de la liberación.
Desde el lado católico la teología de la liberación encontró inspiración en prácticas pastorales y textos teológicos aparecidos en Francia desde la década de 1930 que constituyeron los movimientos conocidos como Nouvelle Théologie (Nueva Teología) y de los sacerdotes o curas obreros. Al respecto dice el escritor argentino Juan José Sebreli, en su libro: Dios en el laberinto: Crítica de las religiones.
«Los curas obreros en las fábricas parisinas y la nueva teología surgida de Lovaina fueron antecedentes de una izquierda católica latinoamericana y tercermundista que, a su vez, originó los movimientos guerrilleros de inspiración más cristina que comunista, y cuyos mentores intelectuales fueron sacerdotes y teólogos, principalmente jesuitas.»
Para Gerhard Ludwig Müller, hoy, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Teología de la Liberación comenzó en el Concilio Vaticano II, con la constitución pastoral Gaudium et Spes (1965), «que contiene una nueva definición de las relaciones entre la Iglesia y el mundo. La Teología de la Liberación era una gran aplicación de este documento de la Iglesia a la situación de América Latina».
Gustavo Gutiérrez Merino se refería a Gaudium et Spes y a la encíclica Populorum Progressio como inspiradoras de sus ideas teológicas. A principios de la década de los sesenta surge el movimiento de Comunidades Eclesiales de Base (CEBS), en las iglesias católicas, pero también en la metodista, la luterana y la presbiterana.
La Teología de la Liberación encuentra sus raíces en Argentina en 1955, relacionado con los sacerdotes y creyentes católicos peronistas ante el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Juan D. Perón. En 1955 se crea la revista Notas de Pastoral Jocista, en la que colaboraban teólogos como Lucio Gera y Héctor Mandrioni, vinculados al peronismo y al movimiento obrero. Luego vendría el cura Arturo Paoli, uno de los padres de la Teología de la liberación, autor de Diálogo de la liberación (1969) y uno de los referentes teológicos del Papa Francisco.
En 1966 apareció el primer número de la revista Cristianismo y Revolución, editada hasta 1971, dirigida por Juan García Elorrio, ex seminarista. A partir de 1967 la revista se vinculó con el Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo y con las organizaciones guerrilleras Montoneros, Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), el (ERP) Ejército Revolucionario del Pueblo. La revista se inspiraba en Camilo Torres el sacerdote guerrillero colombiano.
Los colaboradores principales de la revista fueron Eduardo Galeano, John William Cooke, Miguel Grinberg, Raimundo Ongaro, Pepe Eliaschev, Emilio Jáuregui, Rubén Dri, Miguel Ramondetti, entre otros. El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) fue fundado en 1967, al adherir al Manifiesto de los dieciocho Obispos del Tercer Mundo, liderado por el obispo brasileño Helder Cámara.
Más de cuatrocientos sacerdotes integraron el (MSTM), entre ellos el famoso padre Carlos Mugica asesinado en 1974, y considerado como mártir por el movimiento. Del seno del (MSTM) surgió en 1968 el movimiento de curas villeros, formado principalmente por sacerdotes activos en villas miseria y barrios obreros, en muchos casos cercanos al peronismo y en ocasiones al marxismo.
En la década de 1980 el papa Juan Pablo II solicitó a la Congregación para la Doctrina de la Fe que se pronunciara sobre la Teología de la Liberación. La misma emitió dos instrucciones sobre el tema: Libertatis nuntius en 1984 y Libertatis conscientia en 1986. La primera de ellas dedicada expresamente a analizar la teología de la liberación como tal, y la segunda a analizar más profundamente el tema de la libertad cristiana y la liberación. En ambas avisaba del «peligro de un uso de elementos de tipo no compatibles con el Evangelio».
La Teología de la Liberación tiene diversas ramas que focalizan de manera diferente aspectos de las praxis sociales, como sucede con la adopción de la categoría de «lucha de clases», o con la noción de «pueblo» que dio lugar a la rama conocida como la Teología del pueblo, el feminismo y las cuestiones de género que dio lugar a la teología feminista, el indigenismo, etc. Todas ellas presentes en el Papa Francisco, ver «El ideario político y religioso del papa Francisco», en El Catoblepas.
En mayo de 2007 se realizó en Aparecida (Brasil) la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. En Aparecida desempeñó un papel muy importante el cardenal Jorge Bergoglio, que en ese momento era arzobispo de Buenos Aires y que presidió la comisión redactora del documento final. Bergoglio ya había sorprendido por el apoyo obtenido en el Cónclave de 2005 que terminó eligiendo a Ratzinger como Papa.
Bergoglio como Papa, promovió la Iglesia de los Pobres y para los pobres, se reconcilió con los teólogos de la liberación. Ya Ratzinger había hecho algunas concesiones, en 2012 había designado como titular de la Congregación de la Doctrina de la Fe a Gerhard Müller, ante la crítica de miembros del Vaticano. Müller pasaba sus vacaciones entre campesinos latinoamericanos y había publicado ocho años antes con Gustavo Gutiérrez, Del lado de los pobres, en alemán.
L’Osservatore Romano publicó un artículo del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Müller, en el que se elogia a Gustavo Gutiérrez. Este libro pasó relativamente desapercibido, en 2014, pero una vez elegido Francisco como Papa, Müller y Gutiérrez volvieron a publicar el libro, pero en Roma, en italiano y con prólogo de Francisco. Francisco junto a Gutiérrez y Müller concelebraron misa. Lo mismo sucedería con Leonardo Boff.
El 18 de enero de 2014, el Papa Francisco se reunió con Arturo Paoli, sacerdote italiano que el Papa conoció en Argentina. Paoli es conocido como uno de los exponentes de la Teología de la Liberación. El sacerdote nicaragüense Miguel d’Escoto, había sido sancionado con una suspensión a divinis de sus funciones públicas por el Papa Juan Pablo II en 1984, por su actividad política izquierdista en el gobierno sandinista de Nicaragua. El Papa Francisco levantó la suspensión en agosto de 2014, en respuesta a la petición formulada por d’Escoto.
La Compañía de Jesús, más conocida como los jesuitas, desde su origen fue más política que religiosa y su acción en Iberoamérica fue nefasta. A mediados del siglo XX y alentados por el responsable de la Compañía, el padre Pedro Arrupe, fueron impulsados desde un compromiso teológico al social y de este al político. El actual responsable de los jesuitas es un venezolano seguidor de Hugo Chávez.
El jesuita Alberto Carbone, fue un mentor del grupo guerrillero Montoneros y asesor de la Juventud Estudiantil Católica, y director del semanario Enlace, que nucleaba a los Sacerdotes del Tercer Mundo. La declaración sobre el secuestro y asesinato del ex presidente Aramburu, fueron escritas en su máquina de escribir.
Esa lucha en torno a la fe entre la Teología de la Liberación, hoy devenida en Teología del pueblo y el protestantismo evangélico no ha terminado. Los evangélicos hoy se enfrentan contra los restos de lo que queda de las izquierdas, con las llamadas izquierdas indefinidas, pero que ahora están definidas respecto al Estado. Pero en esta lucha los evangélicos, convertidos en el azote del izquierdismo, llevan las de ganar.
En cambio, la Iglesia Católica, vía Teología de la Liberación, fue el conducto para la penetración del marxismo. Fueron los responsables de tantas muertes y de la violencia política y social. Un ejemplo de lo que digo, es la actuación de los jesuitas en el continente. Timothy Kaine, senador estadounidense y ex candidato a la vicepresidencia con Hillary Clinton, y favorable al aborto y a la agenda LGTB.
Kaine, es católico, y de joven sirvió durante 1980 y 1981 en las misiones jesuitas en Honduras. En ese tiempo el servicio misionero estuvo marcado por el activismo político de los jesuitas. La labor de Kaine y otros voluntarios norteamericanos se realizó bajo la influencia del jesuita norteamericano más importante de la región, el P. James Francis Carney, más tarde conocido como el «Hermano Lupe» o el guerrillero «Mario».
Carney, nacido en 1924 en Chicago y miembro de la provincia de Missouri de la Compañía de Jesús, llegó a Honduras en 1961. Abrazó el marxismo y la lucha de clases. Carney, en su libro autobiográfico «Sólo díganme Lupe», recuerda que su estudio del libro «Una teología para la liberación», del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, le ayudó a profundizar su convicción de que esta corriente de pensamiento marxista «es la línea teológica del Evangelio de Cristo».
En la época en que Tim Kaine visitó Honduras diversos países en la región vivían el enfrentamiento entre los ejércitos locales apoyados por Estados Unidos y las guerrillas marxistas, que tenían la esperanza de repetir el éxito de la revolución cubana con la ayuda de la Unión Soviética. En 1979 triunfó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua y un año después en El Salvador, se levantó en armas el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
En 1983, con el nombre de «Mario», Carney regresó como capellán de una columna guerrillera que ingresó a Honduras desde Nicaragua. Ese mismo año, con el fracaso de la guerrilla hondureña, Carney desapareció. Según sus seguidores, fue detenido y ejecutado por un equipo de militares hondureños y estadounidenses.
El «Hermano Lupe» en sus memorias, dice que no todos los jesuitas compartían su decisión de involucrarse directamente en la revolución, pero la simpatía por los revolucionarios financiados por Moscú era compartida por la gran mayoría durante los años en que Kaine sirvió con los Jesuitas. El 13 de julio de 1981, después que Kaine regresara a Estados Unidos tras su año de misiones, el diario local La Prensa, anunció la detención de cinco seminaristas jesuitas en el Aeropuerto Toncontín de la capital de Honduras, Tegucigalpa.
Conclusión
En el siglo XVI se produjo el cisma en la Iglesia Católica llevada a cabo por el monje agustino Martín Lutero. La Iglesia Católica reunida en el Concilio de Trento reaccionó a la Reforma con la Contrarreforma. En el siglo XX el Papa Pablo VI habló del humo de satán que había penetrado en el templo de Dios, con el resultado puesto, se pude afirmar que los pirómanos fueron ellos mismos. Su afán por acomodarse al «mundo», a agiornarse, a ponerse al día como se decía, los llevó al Concilio Vaticano II, a Medellín, a Puebla y finalmente a Aparecida.
Digamos que provocaron, lo que considero, una Contra-Contrarreforma. Mientras en Iberoamérica los evangélicos se alejaban de los protestantes históricos, cuyos pastores colaboraban con la Teología de la Liberación, los evangélicos se oponían al marxismo y hacían suyos valores conservadores. Por eso el deschavetado Hugo Chávez, le gritó al representante del Foro Evangélico de Venezuela:
«Yo te condenó a los infiernos, líder farsante. Vete con satanás, porque aquí está la propuesta divina de Cristo, el redentor de los pobres, viva Cristo, padre, líder revolucionario.»
Antes de la caída del Muro de Berlín, muchos guerrilleros se habían exiliado a distintos países del mundo, y muchos partidos comunistas fueron dejando la hoz y el martillo, la lucha de clases, etc. Luego del hundimiento de la patria del socialismo realmente existente, los restos de las izquierdas se refugiaron en diversas organizaciones, en la prensa, en ONGs, otros se llamaron a silencio.
Esas izquierdas no estaban definidas en torno a una idea de Estado, constituían las que Gustavo Bueno llamó «izquierdas indefinidas». Pero con el ascenso al poder de dirigentes que eran «propia tropa», cobraron valor y se lanzaron a la conquista de los cielos, ahora están definidos. Pero los valores que defienden estas nuevas izquierdas, son combatidos por Rusia y China. Y concretamente en Iberoamérica por los evangélicos.
Estas nuevas izquierdas, son dañinas y perniciosas para la salud de las sociedades políticas, no tienen el respaldo de ninguna de los tres imperios realmente existentes, no tienen futuro político, no sirven para la eutaxia de los estados, son un verdadero onanismo político, hueco y estéril. Quienes no quieren aceptar que estas nuevas izquierdas están definidas, es porque esperaban el regreso de una izquierda en gloria y majestad.
Pero hay lo que hay, y la Iglesia Católica sigue sin rumbo e insiste en el error. Esta Teología de los pobres de Francisco lo único que va a conseguir (sumado a los abusos y a los pederastas) es que los pobres se unan a los evangélicos. En pocas décadas serán mayoría, por eso, hablar de la Hispanidad en estos tiempos es no saber de qué se habla. La Hispanidad fue Imperio Español + Iglesia Católica.
Eso es historia, no hay un imperio español y la Iglesia Católica en décadas será sólo un 50 %, y si vemos desde el punto de vista etic, con el diario del lunes en la mano, la acción del evangelismo fue eutáxico para las naciones políticas. No compartirán esta opinión quienes vivieron montados en esa burra, o se mantuvieron a la espera del retorno triunfal del comunismo.
Dicen que, en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, en referencia al rearme de Alemania, exclamó: «Menos mal que tenemos al Ejército francés». Al final, como todos saben, el ejército francés no opuso ni resistencia, los alemanes le dieron un repaso. Al constatar el avance en todo el continente americano de las nuevas izquierdas, también podemos exclamar como Churchill, y decir: «Al menos nos quedan los cristianos Evangélicos».
Ricardo Veisaga
Estados Unidos.
Año 2021.