El Bloguero del Kremlin
Maxim Fomin – Vladlen Tatarsky
Ricardo Veisaga
Una noticia originada en Rusia, indicaba que se produjo un atentado explosivo en un conocido restaurante el Street FoodBar Café No. 1, ubicado en el centro de la ciudad de San Petersburgo, cuyo propietario es el empresario de la restauración y jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, según reconoció él mismo en Telegram. Sin embargo, se dice que el restaurante fue propiedad de Prigozhin hasta 2020, cuando transfirió el negocio a una emprendedora.
A pesar de que ya no está detrás de la gestión del restaurante, el local sigue siendo sede de eventos patrióticos relacionados con el líder del grupo Wagner. El día 2 de abril de 2023, Vladlen Tatarsky murió como consecuencia de una explosión mientras se encontraba en el lugar. Vladlen Tatarsky era uno de los oradores invitados al evento organizado por el Frente Cibernético Z, un grupo que actúa como paraguas de blogueros nacionalistas rusos, que en Telegram se autodenominan «ciberejército proKremlin».
El jefe del Grupo Wagner cedía la cafetería los fines de semana al mencionado Frente Cibernético Z, un grupo que la inteligencia británica ha tildado de «fábrica de trolls», para que celebrase allí sus eventos nacionalistas sobre la campaña militar rusa en Ucrania, tal y como fue el caso del día domingo cuando el orador estrella fue Tatarsky, cuyo nombre real es Maxim Fomin.
Los miembros del Cyber Front Z, un grupo de ultra nacionalistas rusos cuyos miembros se autodenominan «soldados de la información rusa» habían reservado el Street Food Bar de San Petersburgo, la tarde del 2 de abril para escuchar a uno de ellos, Vladlen Tatarsky, al bloguero militar ruso-ucraniano quien iba a desarrollar sus amenazantes teorías sobre la Guerra de Ucrania.
También otras 32 personas fueron heridas, seis de ellos de gravedad, según las autoridades rusas. El asesinato del bloguero ocurrió en la propiedad de Prigozhin en un momento de gran tensión del jefe del grupo Wagner con los altos mandos del Kremlin. La muerte de Vladlen Tatarsky podría ser el argumento de una película de espías de la época de la Guerra Fría. Sin embargo, no se trata de una película, sino que es parte de la nueva Guerra Fría.
Tatarsky se encontraba en un bar en San Petersburgo cuando la explosión acabó con su vida, minutos antes una mujer le había regalado una estatuilla, adentro estaba escondido un artefacto explosivo. La sospechosa, antes del evento ingresó en el local portando una caja y se lo entregó al organizador del evento y desapareció del lugar antes que explotara.
Una versión de MASH, canal de Telegram vinculado a las agencias de seguridad rusas, dice que fue una niña quien se acercó al orador para hacerle entrega de una estatuilla. Minutos después, se produce una explosión, que mata en el acto a Tatarsky, además de herir a unas decenas de personas. Darya Trepova, fue considerada sospechosa por el Comité de Investigación de Rusia, según el Comité, ella había traído al café una caja con un busto de Tatarsky, en el que se escondía un artefacto explosivo.
El 3 de abril, Trepova de 26 años, una residente de San Petersburgo fue arrestada por estar implicada en la muerte del bloguero, una de las voces más famosas del ultranacionalismo ruso. Los medios rusos dijeron que la detenida había sido arrestada previamente por participar en protestas contra la guerra de Ucrania.
Una cámara de seguridad muestra a una mujer, presuntamente Trepova, entrando al café minutos antes del atentado. Los investigadores creen que la bomba estaba oculta en el busto del bloguero que la sospechosa le había regalado justo antes de la explosión. Otras imágenes la muestran haciendo bromas junto al artefacto y poniéndolo sobre la mesa a su lado justo antes de la explosión. Una testigo afirmó que la seguridad intentó frenar a la mujer en la puerta por sospechas sobre el paquete, pero la mujer esquivó el filtro con bromas y continuó hasta entregárselo a Tatarsky.
Según medios rusos, Trepova declaró a los investigadores que la habían utilizado como portadora para entregar el artefacto explosivo, pero que no sabía que estaba oculto en el busto. «Bajo sospecha de participación en la explosión en un café en San Petersburgo, los empleados del Comité de Investigación de Rusia, junto con los servicios operativos, detuvieron a Darya Trepova», indicó el Comité de Investigación en Telegram.
Medios rusos dijeron que Trepova había estado previamente involucrada en acciones no autorizadas contra la invasión militar rusa en Ucrania. Darya llevó a la cafetería la estatuilla que contenía al menos 200 gramos de TNT (trinitrotolueno). Las autoridades rusas tardaron menos de 24 horas en detener a la mujer, que hizo poco o nada por ocultarse. Fue captada por las cámaras tanto dentro como fuera del café donde ocurrió el atentado y no se han informado de intentos de escape de la ciudad.
Darya Trepova, de 26 años, reconoció que participó del atentado. En un corto video difundido por las autoridades rusas tras su detención, dijo entender el motivo de su detención: «Yo diría que por encontrarme en el lugar del asesinato de Vladlen Tatarsky». A la pregunta de un policía sobre quién le había entregado esta bomba, ella responde que lo explicaría «más tarde».
La policía localizó a Trepova horas después de la explosión gracias a las cámaras de vigilancia, aunque al parecer se cortó su larga melena rubia para cambiar de aspecto y no volvió a su departamento, las fuerzas de seguridad registraron el domicilio de Trepova en San Petersburgo el domingo por la noche, donde también fueron interrogadas su hermana y su madre.
Trepova ya contaba con un antecedente policial que no deja dudas sobre su oposición a la invasión ordenada por Putin. Según informó la agencia Tass, fue detenida diez días hace un año por manifestarse contra la guerra, en una protesta no autorizada que enfrentó la represión del líder ruso. Inicialmente, el Comité Antiterrorista Nacional vinculó el ataque con los servicios especiales de Ucrania y el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) del líder opositor ruso, Alexéi Navalny, blanco frecuente de las autoridades rusas.
«Se estableció que el atentado terrorista cometido el 2 de abril (…) fue planificado por los servicios de inteligencia de Ucrania con la participación de agentes que colaboran con el FBK de Navalny», afirmó el ente ruso en un comunicado. Desde el 10 de junio de 2021 que el FBK, junto al Fondo para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos (FZPG) fue declarada «extremista» por la Justicia de Rusia.
Según el Comité, Trepova era una «activa partidaria» del FBK, aunque no presentó pruebas al respecto. Una portavoz de la fundación de Navalny rechazó la acusación. «Alexei pronto será juzgado por extremismo. Se enfrenta a 35 años. El Kremlin pensó: ‘Es estupendo poder añadir el cargo de terrorismo’», dijo Kira Yarmysh.
El director del grupo FBK, Ivan Zhdánov, rechazó estar implicado en el ataque que terminó en la muerte de Vladlen Tatarsky y apuntó contra el Servicio Federal de Seguridad (FSB). «Refutar el hecho de que lo hicimos es una idiotez, naturalmente no hacemos esto», escribió en un mensaje de Telegram.
«Todo lo que está sucediendo sugiere que en realidad fueron los agentes del FSB quienes simplemente eliminaron a este propagandista. Llevan haciendo esto desde 2014: envenenándose y matándose unos a otros», agregó. Zhdánov calificó como «conveniente» para Rusia achacarle la responsabilidad al FBK, algo que han intentado hacer «durante mucho tiempo». En tanto que también se refirió a la situación del opositor Navalny.
Trepova tiene una conexión con el Partido Libertario de Rusia, está casada con Dmitry Rylov, quien era miembro de ese partido. Sin embargo, el partido informó que la mujer nunca fue integrante del movimiento. «No tenemos ninguna información que sugiera que alguna vez haya apoyado al Partido Libertario», señalaron en un comunicado. Además, aclararon que Rylov ha estado residiendo en el extranjero y afirma no estar implicado en el incidente.
Vladlen Tatarsky era un conocido bloguero, aunque su verdadero nombre era en realidad Maxim Fomin. Tenía 40 años y doble nacionalidad: ucraniana y rusa. Antes de ser informador, fue minero y tuvo un negocio de muebles. Maxim Fomin, nació en 1982 en Makiivka, Óblast de Donetsk. En 2011, fue encarcelado en Ucrania por robo a un banco.
Mientras estalló la guerra en Donbáss, escapó de prisión y se unió al ejército de la República Popular de Donetsk respaldada por Rusia. Más tarde, fue capturado y eventualmente encarcelado nuevamente. Fomin fue indultado por el jefe de la República Popular de Donetsk, Alexander Zakharchenko, y le dio la oportunidad de luchar contra el ejército ucraniano junto al Batallón Vostok durante la guerra del Donbáss en 2014.
Su nombre de guerra era «Profesor». Después de servir en el ejército, alrededor de 2017, comenzó a bloguear bajo el seudónimo de Vladlen Tatarsky. El nombre es una alusión tanto a Lenin (Vlad [imir] Len) como a la primera novela de 1999 del satírico ruso Viktor Pelevin, Generación «П» (P), donde el nombre del protagonista es Vavilen Tatarsky (Babylen Tatarsky en la traducción al inglés). Este Tatarsky es un redactor publicitario que se alista para escribir textos en una agencia de publicidad, donde adapta la publicidad occidental a la «mentalidad rusa».
Reflexionando sobre la Guerra de Donbáss, Fomin escribió que «miles de oficiales rusos» habían servido en la región desde octubre de 2014, contradiciendo así la posición oficial rusa de que la Federación Rusa no estaba involucrada militarmente en Ucrania continental antes de 2022. Tatarsky vivía en Moscú desde 2019 hasta su muerte en 2023.
Fomin, de 40 años y nacido en el Donbáss, presenció de niño el derrumbe de la Unión Soviética, y apoyaba el movimiento secesionista prorruso en esa región ucraniana. Tatarsky era una figura destacada entre los blogueros militares rusos, un grupo conocido por su apoyo incondicional a la guerra ruso-ucraniana. En 2021, cuando obtuvo la ciudadanía rusa, ya se había hecho un nombre como bloguero a favor de las tesis del Kremlin en Telegram.
Su popularidad aumentó significativamente después de la invasión rusa en febrero de 2022. En esa app para móviles tenía más de 560.000 seguidores. Vladlen Tatarsky desde su canal de Telegram informaba de la guerra. Era un bloguero militar que desde Ucrania consideraban un propagandista del Kremlin. Este hombre había forjado su papel de experto en milicias primero luchando en el Donbáss en 2014 y después como corresponsal de guerra, aunque esto último fue desmentido.
Como bloguero, Vladlen Tatarsky pedía más ataques a la infraestructura ucraniana, lo que resultaría en más víctimas ucranianas. Se refirió regularmente a Ucrania como un «estado terrorista» y abogó por su derrota. En un video se le grabó diciendo: «Venceremos a todos, mataremos a todos, robaremos a todos los que necesitemos. Todo será como nos gusta». El video fue grabado en el Kremlin, al que Tatarsky había sido invitado para asistir al anuncio de «movilización parcial» de Putin el 30 de septiembre de 2022.
Toda una declaración de intenciones que empezó a poner en práctica con asombrosa eficacia y con una hostilidad hacia Occidente más que pronunciada. Su odio a Ucrania «podemos causar más muertes con una mayor destrucción de infraestructuras» bordeaba la obsesión de tipo psiquiátrico. Esa fue la actitud de Tatarsky hasta el fatídico 2 de abril.
Tatarsky también produjo propaganda yihadista, probablemente también para la causa pro-guerra. Debido a sus puntos de vista y participación en el conflicto, Tatarsky fue sancionado por Ucrania. Se le prohibió ingresar al país durante diez años, y se confiscaron todos los bienes que le pertenecían y que se encontraron en Ucrania.
A pesar de estas sanciones, Tatarsky continuó promoviendo sus puntos de vista y creencias a través de su blog y canales de redes sociales. También fue invitado a programas políticos en la televisión estatal. A diferencia de otros blogueros militares y de periodistas de medios oficiales rusos en Ucrania, él había participado en operaciones de combate en el frente de batalla. Así, viajó camuflado con las fuerzas rusas en Ucrania en más de una ocasión.
Maxim Fomin formaba parte de los blogueros con contactos en las fuerzas rusas, pero que habitualmente critican a la cúpula del ejército. A lo mandos, no a Putin. El propio presidente Putin ha elogiado el trabajo de estos propagandistas, una mezcla de comentaristas y corresponsales militares con experiencia en el ejército. De hecho, el Kremlin tiene una oficina dedicada a coordinar su trabajo con las orientaciones del Gobierno. El año pasado, Putin llegó a nombrar a uno de ellos miembro de su consejo de derechos humanos el año pasado.
Tatarsky estuvo en los puntos más calientes de la operación militar especial y siempre salió vivo. Era conocido por sus puntos de vista de línea dura, criticando a los comandantes militares rusos. Nada que se aparte de los cánones de la propaganda rusa más agresiva salvo, tal vez, la referencia crítica a Putin, ya que se animó a llamar «blando» al mismísimo Vladímir Putin, según su enfoque. Extremo que casi nadie se permite, a diferencia, por ejemplo, de los reproches a la cúpula militar.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, lo caracterizó como un bloguero militar «destacado», pero no excepcionalmente. Mientras mantuvo vínculos con el Grupo Wagner y su fundador Yevgeny Prigozhin, tampoco alienó a los partidarios de Putin. En Telegram, donde compartía información sobre los avances de las tropas de Rusia, la propaganda rusa y sus opiniones sobre la estrategia en el frente.
En algunas ocasiones llegó a ser muy crítico con la actuación de las fuerzas rusas y después de la retirada de las tropas en Jersón, afirmó que el plan de Rusia en Ucrania era «idiota». En un vídeo reciente, dijo que nada cambiaría si se reemplazaba «al ministro de Defensa o al jefe del Estado Mayor», refiriéndose a la estrategia utilizada en la invasión. Tatarsky rara vez aparecía en público o concedía entrevistas y prefería comunicarse en Internet.
El bloguero, al contrario de las creencias de algunos de sus seguidores, no es periodista y no formó como parte de las unidades rusas en la ocupación de Donetsk en 2014. Respecto a las críticas, Tatarsky argumentó que no criticaba la «operación especial», sino algunos capítulos aislados en el frente. «Personalmente, haré todo lo posible para lograrlo (la victoria rusa en Ucrania)», dijo a CNN.
Desde que empezó la invasión, Tatarsky abogó por librar una guerra total con Ucrania y contra su población. Pidió incluso la eliminación del estado ucraniano.«Queremos matar a todas las personas vestidas con el uniforme del ejército enemigo», escribió en una publicación de Telegram en enero de este año. Al día siguiente de su muerte, Putin condecoró póstumamente a Tatarsky este lunes a Tatarsky con la Orden Rusa del Valor, «por el coraje y la valentía mostrados durante el ejercicio de su profesión», según el decreto emitido por el Kremlin.
El caso Tatarsky, no es un caso cualquiera, las autoridades ya la han calificado como un asesinato de alto perfil, y ha provocado un gran impactado en una parte de la sociedad rusa porque recuerda a la explosión que provocó la muerte de Darya Dugina, la hija del ideólogo del euroasianismo Alexandr Dugin, el pasado agosto.
En un momento se habían barajado diferentes hipótesis, y no se descartaba que el ataque tuviera una relación con el enfrentamiento entre Yevgueni Prigozhin, el líder del Grupo Wagner, y el Ministerio de Defensa ruso. Las teorías de la conspiración fueron parte de un discurso que ponía su atención al ser el segundo atentado contra un ultranacionalista ruso.
Dugina y Tatarsky se conocían y habían publicado varias fotografías juntos, además de compartir perfiles entre los más radicales a favor de la guerra de Ucrania. De hecho, Fomin-Tatarsky, es la segunda personalidad favorable a la guerra asesinada en territorio ruso. En agosto del pasado año, Darya Dugina fue muerta en un atentado con bomba. La periodista rusa murió al estallar una bomba en los bajos de su vehículo cuando circulaba por una carretera en las afueras de Moscú.
Objetivo cumplido para los promotores del atentado, más allá de si están o no vinculados a los servicios de inteligencia de Ucrania, el jefe del grupo mercenario Wagner, Prigozhin niega que sea la contrainteligencia ucraniana. Podemos decir que el tipo de muerte que tuvo Tatarsky, seguramente que en vida no hubiera renegado.
El enfrentamiento entre el Ministerio de Defensa y el jefe de Wagner fue en aumento en los últimos meses. El nombramiento de Valeri Gerásimov como nuevo jefe del Estado Mayor ruso se interpretó como una estrategia de Vladímir Putin para debilitar a Prigozhin, después de apropiarse el éxito de victorias como la del frente de Soledar.
Posteriormente, el Grupo Wagner afirmó que el Kremlin no le estaba proporcionando la munición que necesitan en el frente y que estaban restringiendo los anuncios de reclutamiento de la unidad de «mercenarios» en la televisión. El propio Yevgueni Prigozhin aseguró que «hay un trabajo directo para destruir a Wagner». El Bar café en el que tuvo lugar el ataque, se encuentra a 150 metros del Centro PMC de Wagner, es decir, el cuartel general de Prigozhin en San Petersburgo.
Tampoco faltan quienes comentan que la explosión puede haber sido una advertencia o amenaza para el líder de Wagner, un tiro por elevación. Vladlen Tatarsky, también en su momento hizo mención de la falta de munición en las unidades de Wagner y acompañó a Prigozhin en un viaje al frente. De hecho, horas antes de morir, el bloguero ruso publicó en Telegram comentarios sobre el anuncio de reclutamiento de Wagner. «Es bueno ver que está publicada».
Horas después de la explosión, el propio Prigozhin publicó un vídeo, presuntamente desde Bajmut, en el que izó la bandera rusa en honor de Tatarsky. A pesar de que apuntó que Ucrania podría estar detrás del ataque, no lo vinculó con Volodímir Zelenski, el presidente ucraniano. «Creo que está actuando un grupo de radicales que es poco probable que tengan alguna conexión con el Gobierno».
Más allá de los vínculos del asesinato del bloguero con el Grupo Wagner, funcionarios ucranianos sugirieron que el ataque era una señal de las fracturas internas dentro de la sociedad rusa. Mykhailo Podolyak, asesor del presidente Zelenski, escribió en Twitter que las «arañas se están comiendo las unas a las otras en el frasco». «Cuándo el terrorismo doméstico se convertiría en un instrumento de lucha política interna era cuestión de tiempo», y atribuyó la explosión al «terrorismo interno como instrumento de lucha política» en Rusia.
El propio Alexandr Dugin escribió en su red social VKontakte, el Facebook ruso, que «(…) matan a los que verdaderamente están del lado de Dios, del Espíritu, de Rusia. Saben lo que es más valioso para nosotros y vienen a destruirlo en el acto». Es cierto que Dugin no indicó a quienes se refería, la portavoz de Exteriores, María Zajárova, apuntó directamente a Ucrania como responsable del atentado. «Los periodistas rusos experimentan constantemente amenazas de represalias por parte del régimen de Kiev y sus inspiradores, que se están implementando cada vez más», escribió.