EL SOCIALISTA PUSILANIME GUSTAVO PETRO
LA COBARDIA: FASE SUPERIOR DEL PETRISMO
Antes de que la desesperada Cancillería de Colombia encontrara una salida diplomática a la crisis generada por el impresentable Gustavo Petro. El presidente Donald J. Trump se dirigió por última vez a Petro en su red social Truth, con la publicación de un meme generado por Inteligencia Artificial. En él se ve al republicano vestido como gánster, y un letrero con las siglas FAFO que hace referencia al dicho estadounidense: «Fuck Around and Find Out».
Estas siglas se pueden traducir como: «Sigue jodiendo y verás», también dicen «y me descubrirás», en mexicano de La Villita sería: «No hagas mamadas que te voy a chingar». ¿Y qué pasó? Bueno, pasó lo que tenía que pasar, Donald Trump se lo chingó al pendejo de Gustavo Petro. Parece que los izquierdistas que lo rodean o asesoran no le dijeron, si tomas, no manejes. El senador Republicano por Ohio, Bernie Moreno, nacido en Colombia, dijo: «Se dobló como un vestido barato», es decir, como un vestido de mala calidad. Mis amigos de la infancia decían: «arrugó como gusano en frenada».
Dicen que los zoólogos o los etólogos descubrieron que los chimpancés no mean u orinan solos, les gusta hacerlo acompañados y si es en grupo, mucho mejor. Eso me hace recordar tiempos cuando era un muchachito y junto a un grupo amigos, luego de salir del cine, nos juntábamos en un descampado para ver quien orinaba más lejos o hacíamos dibujos o solíamos escribir (intentábamos) nombres con la meada por las calles desiertas. Y como somos medio chimpancés, lo que dijeron los etólogos debe ser cierto.
Pero, como decía Gustavo Bueno, sobre cierta gente bien que decían, si es cierto que descendemos de los monos al menos que no se entere la servidumbre. Pero con simios como Petro se enteró todo el mundo. Gustavo Petro, el guerrillero criminal izquierdista colombiano buscaba anotarse un tanto ante la progresía internacional que en estos momentos de trumpismo la están viendo negras.
También tienen por costumbre estos homínidos izquierdistas, no solo mear juntos, sino atacar juntos y de paso, se miran quien la tiene más larga. Aunque, como estos zurdos son bastantes mariposones la longitud mucho no les importa sino otras cosas. Ante la llegada de Donald Trump al poder político estadounidense estos mariposones, digo, estos izquierdistas, siguen hablando y escribiendo sobre el tío Donald, en especial estupideces.
El que no lo hace en público, sangra por la herida en privado, allí se arroja al piso y se retuerce y repta como víbora, y el pusilánime de Gustavo Petro, y digo pusilánime tanto en su sentido etimológico y en su significado, del latín pusillanimis, de pusillus, «pequeño», de alguien que no tiene ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas. Petro no quiso ser menos pero no pudo orinar lejos, se le escapó el líquido entre la mano y se mojó los calzones. Porque como dijo alguna vez Javier Milei, es de esos que tienen el pito corto.
«Cada pueblo o nación tiene el gobierno que se merece», es una frase que se atribuye a Joseph de Maistre (1753-1821), lo que es un acierto y el francés André Malraux (1901-1976), la modificó y dijo que: «…no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen». Al fin y al cabo, que importa si se merecen o se parecen. Cada Estado elige libremente y si el elegido, lo es por una mínima cantidad de votos o no, poco importa, ellos lo eligen y se lo merecen.
Gustavo Petro, agarrando una botella de whisky, se puso a escribir un largo, pero muy largo poema tolkieniano, insoportable, soporífero, digamos que puras mamadas. Los padres deberían enseñar este poema del guerrillero Gustavo Petro a sus hijos, como prueba irrefutable de lo que hace el alcohol y el izquierdismo. Petro… si tomas, no escribas.
«Trump a mí no me gusta mucho viajar a los EEUU, es un poco aburridor. Pero considero que hay cosas meritorias, me gusta ir a los barrios negros de Washington, allí vi una lucha entera en la capital de EEUU entre negros y latinos con barricadas, que me pareció una pendejada, porque deberían unirse».
«Confieso que me gusta Walt Withman y Paul Simon y Noam Chomsky y Miller. Confieso que Sacco y Vanzetti, que tienen mi sangre, en la historia de los EEUU, son memorables y les sigo. Les asesinaron por lideres obreros con la silla eléctrica, los fascistas que están dentro de EEUU como dentro de mi país. No me gusta su petróleo. Trump, va acabar con la especie humana por la codicia. Quizás algún día, junto a un trago de whisky que acepto, a pesar de mi gastritis, podamos hablar francamente de esto, pero es difícil porque usted me considera una raza inferior y no lo soy, ni ningún colombiano».
Así que, si conoce alguien terco, ese soy yo, punto. Puede con su fuerza económica y su soberbia intentar un golpe de estado como hicieron con Allende. Pero yo muero en mi ley, resistí la tortura y lo resisto a usted y lo resisto a usted. No quiero esclavistas al lado de Colombia, ya tuvimos muchos y nos liberamos, son amantes de libertad. Si usted no puede acompañarme yo voy a otros lados. Colombia es el corazón del mundo y usted no lo comprendió, esta es la tierra de las mariposas, de la belleza de Remedios, pero también de los coroneles Aurelianos Buendía, de los cuales soy uno de ellos, quizá el último.
Me mataras, pero sobreviviré a mi pueblo que es antes del tuyo, en las Américas. Somos pueblos del viento, del viento, del mar Caribe y de la libertad. A usted no le gusta la libertad, vale. Yo no estrecho mi mano con los esclavistas blancos. Estrecho la mano de los libertarios herederos de Lincoln y de los muchos campesinos negros y blancos de los EEUU, ante cuyas tumbas lloré y en un campo de batalla, al que llegué, después de caminar montañas de la toscana italiana y después de salvarme del covid. Ellos son EEUU y ante ellos me arrodillo, ante más nadie.
Túmbeme presidente y le responderán las Américas y la humanidad. Ahora Colombia deja de mirar al norte, mira al mundo, nuestra sangre viene de la sangre del califato de Córdoba, la civilización en ese entonces, de los latinos romanos del mediterráneo, la civilización de ese entonces, que fundaron la república, la democracia en Atenas; nuestra sangre tiene los resistentes negros convertidos en esclavos por ustedes. En Colombia está el primer territorio libre de América, antes de Washington, de toda la América, allí me condujo los cantos africanos. Mi tierra es de orfebrería existente en época de los faraones egipcios, y de los primeros artistas del mundo en Chiribiquete.
No nos dominarás nunca. Se opone el guerrero que cabalga nuestras tierras, gritando libertad y que se llama Bolívar. Nuestros pueblos son algo temerosos, algo tímidos, son ingenuos y amables, amante, pero sabrán ganar el canal de Panamá, que ustedes nos quitaron con violencia. Doscientos héroes de toda latinoamérica yacen en Boca del Toro, actual Panamá antes Colombia, que ustedes asesinaron. Yo levanto una bandera como dijera Gaitán, seguirá enarbolada con la dignidad latinoamericana que es la dignidad de América, que su bisabuelo no conoció y el mío, sí señor presidente inmigrante en los EEUU. Su bloqueo no me asusta; porque Colombia además de ser el país de la belleza, es el corazón del mundo. Se que ama la belleza como yo, no la irrespete y le brindara su dulzura. COLOMBIA A PARTIR DE HOY SE ABRE A TODO EL MUNDO, CON LOS BRAZOS ABIERTOS, SOMOS CONSTRUCTORES DE LIBERTAD, VIDA Y HUMANIDAD.
Gustavo Petro, habló muchas veces de los negros, y creo que se debe no a una solidaridad de clase, ideología, delincuencia, vagancia y cultura, sino a una malsana desviación o fijación que tiene por los negros, más que ver con la lucha en las barricadas (no estaría mal que diga donde fue y cuando, para constatarlo) va a extasiarse.
Digamos que, como es lógico, a Petro, además de los negros, le gustan sus pares los izquierdistas. Como dice un principio «lo semejante busca lo semejante». Los jóvenes no saben quiénes fueron Sacco y Vanzetti, digamos que estos fueron unos agitadores anarquistas, pero anarquistas de aquellos de: «Ni Dios, ni Estado», de aquellos que para probarlo ponían bombas en las iglesias y mataban clérigos, príncipes, policías y a cualquiera que se pusiera en el camino de la revolución mundial. Son los mismos que provocaron a las fuerzas del orden en Chicago, eran aquellos que no lo hacían por un aumento de salarios.
El 1 de mayo, el día del trabajo, es originariamente la recordación de esos anarquistas que querían terminar con el Estado y sus instituciones. Digamos también que no tienen poco que ver con los anarcocapitalistas actuales, son mundos muy opuestos, ya que los anarquistas querían eliminar el Estado y los actuales quieren eliminar el Gobierno, que es distinto. Personalmente, el 1 de mayo, me la suda, yo no respeto una fiesta revolucionaria izquierdista. Los medios y esa militancia izquierdista que están permanentemente romantizando a los revolucionarios y perdonándoles todo, asesinatos, crímenes, robo, han llenado páginas de elogios y declarándolos inocentes.
Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, inmigrantes italianos, fueron acusados por los asesinatos de Frederick Parmenter, un encargado de la nómina gubernamental y Alessandro Berardelli, un vigilante de seguridad, y del robo de 15.776,51 dólares de la Slater-Morrill Show Company, en Pearl Street en South Braintree, Massachusetts, esto fue realizado durante la tarde del 15 de abril de 1920. Los dos hombres fueron arrestados en Buffalo, estado de New York, el 5 de mayo de 1920. Fueron ejecutados en la silla eléctrica el 23 de agosto de 1927.
Estos dos anarquistas italianos eran seguidores de Luigi Galleani, un anarquista italiano, que abogaba por la violencia revolucionaria, incluyendo la detonación de bombas y el asesinato. Galleani publicó Cronaca Sovversiva (Crónica Subversiva), un periódico que promovía la revolución violenta, así como un manual explícito para la fabricación de bombas (¡La Salute è in voi!) que era distribuido entre sus seguidores.
En ese entonces, los anarquistas italianos estaban a la cabeza en la lista de los enemigos peligrosos del gobierno, y habían sido identificados como sospechosos en varias explosiones violentas e intentos de homicidio (incluso uno de envenenamiento masivo), que iban desde el intento de asesinato por parte de Alexander Berkman en 1892 de Henry Clay Frick en medio de la huelga de Homestead, Pittsburgh, cuando este contrató pistoleros para asesinar y amedrentar a los huelguistas (de hecho, Alexander Berkman era un inmigrante ruso, había cumplido una sentencia de 13 años por el intento de asesinato y después deportado a su país). Cronaca Sovversiva fue suprimido en julio de 1918, y Galleani con ocho de sus asociados más cercanos fueron deportados el 24 de junio de 1919.
«PETRO que ladra no muerde».
¿La verdad petrito, la tortura? Conocí gente a la que con dos minutos le basta, es más, tendrían que pegarte para que no sigas hablando, para que no sigas enviando presos a tus camaradas. Si será pendejo. No hables de tu LEY, no hace falta, todo el mundo ya lo sabe, lo tuyo es la ley del marica, del cobarde, porque a la hora de la verdad, como dicen en España cuando están frente al toro, te das vuelta como un calcetín. Le llevó mas tiempo escribiendo esa huevada que rendirse.
Petro, a Lincoln le chupaba un huevo la esclavitud. Si tomó esa bandera fue para alcanzar el triunfo ya que la veía jodida, pero tratar de ensenarle historia al alcohólico de Petro es tiempo perdido. Se salvó del Covid, y que quiere que le diga, a veces la naturaleza o el artificio chino no es perfecto.
Claro, nadie es adivino, pero en este caso era lógico que Donald Trump le iba a dar una tumbadita. Ni las Américas ni esa señora llamada Humanidad a la que invoca le respondieron, y como le van a responder si no existen, el miedo no es zonzo. Gente de por acá cerca, en su filosofía, dicen: «detrás de cada cabrón hay un pendejo», Petro, ¿y ya sabes quién es el pendejo? Usted siga escribiendo sobre ese babel de moritos, de Hamas, del estado islámico, de la sangre, de los egipcios y todos esos chirimbolos de Chiribiquete, de los negros y sus cantos africanos, que llegan a Europa día a día en cayucos repletos.
Simón Bolívar fue un mantuano, de familia burguesa y esclavista, que pretendió comprar un título de nobleza y les fue negada, gente resentida. Bolívar odiaba a los negros y mestizos, terrateniente esclavista. Como dijo el escritor Roncero: «Bolívar fue un hijo e’puta». Se le olvida a Petro que fueron los colombianos que dominaban la vida social y política en Panamá, quienes le ofrecieron el plan secesionista a Estados Unidos. Habla de bloqueo como todo izquierdista estúpido, la misma mentira que Cuba, habla de la dignidad mientras expulsan a su gente al odiado imperio estadounidense. No meta a Colombia en sus delirios, el único que se abrió, pero de patas, fue usted.
https://revistaeutaxia.com/panama-made-in-usa/
«Los Estados Unidos no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. EEUU debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros», Gustavo Petro. Veinte minutos antes del desgraciado «trino», como lo llaman en Colombia, Petro había escrito un mensaje totalmente distinto. Les daba la bienvenida a sus connacionales, ofreciéndoles ramos florales y pidiendo que los viajeros fueran recubiertos con el pabellón nacional.
Las referencias al alcohol en Gustavo Petro no es una calumnia, y manejar borracho es muy malo, pero estar bajo los efectos de sustancias psicoactivas en el organismo, es mucho más grave y tampoco es una calumnia. Durante la investidura del nuevo presidente de Panamá, todos vieron a Petro desfilar por el casco señorial del Panamá viejo del brazo de un transexual de manera libidinosa, que no se sabía quién era quien.
El 29 de enero en la asunción de tres funcionarios nuevos, Gustavo Petro se presentó borracho. «No he hecho la primera fiesta desde que me posicioné en este nuevo Gobierno, que ustedes sepan, ¿O sí? Ni vallenatos ni, ni Silvestre Dangond (de hecho, pronuncio su apellido como: Darangon) como la pasada por aquí, ni nada. Aquí nadie toma un trago siquiera».
En las redes sociales es conocido como «petroborracho» o simplemente «borracho», en medio de círculos diplomáticos es vox populi que Petro hizo apariciones con signos evidentes de ingesta de alcohol. Eso de defender su parentesco con el Califato de Córdoba: «Colombia ahora deja de mirar al norte, mira al mundo, nuestra sangre viene de la sangre del Califato de Córdoba, la civilización en ese entonces». Lo mismo hace cuando insiste con los negros, o se jacta de su sangre italiana.
Tener un apellido italiano no necesariamente significa que sus antepasados sean italianos, es sabido que hay miles de personas que tienen apellidos de sus antiguos amos, otros lo elegían al momento de obtener un documento. En Petro lo que hay es odio a su verdadera identidad y trata de camuflarse vergonzosamente, si miramos con detenimiento a Gustavo Petro, lo que vemos, además de lo pendejo, es alguien con pasado precolombino, no precolombiano, y con esos labios gruesos, por no decir «negro jetón», no hay nada de italiano en él, salvo sus deseos.
En otro momento hablaremos de la traición de Gustavo Petro a Colombia, al revelar datos a las organizaciones guerrilleras. Desde el triunfo de Donald Trump, Gustavo Petro estuvo buscando broncas, pero Trump no le daba lugar al bananero tercermundista, y esta vez se equivocó feo.
Antes del gobierno de Donald Trump en el gobierno de Joe Biden ya había vuelos normales de repatriación de migrantes colombianos, vuelos que también habían provocado, alegando abusos de sus derechos humanos. El 10 de mayo de 2023, la prensa informaba: La defensoría del Pueblo de Colombia ha anunciado que acompaña el retorno de 209 migrantes colombianos provenientes en vuelo humanitario de Estados Unidos que llegaron al aeropuerto de El Dorado, en Bogotá. Petro no habla de los colombianos que son deportados a la frontera sur de México. Desde que Petro está en el poder, dos millones de colombianos salieron del país.
Si Petro quería asumir el liderazgo del izquierdismo, lo único que logró fue ponerle Colombia en bandeja de plata a Trump para que le diera una demostración de lo que puede hacer en la región. Donald Trump celebra haber doblegado a un mandatario que pretendió obstaculizar su política migratoria, y a la vez pone la mira en otros líderes izquierdistas como Claudia Sheinbaum de México o Xiomara Castro en Honduras, claves para garantizar el retorno de los indocumentados deportados.
«Me acaban de informar que dos vuelos de repatriación de Estados Unidos, con un gran número de delincuentes ilegales, no se les permitió aterrizar en Colombia. Esta orden fue dada por el presidente socialista de Colombia, Gustavo Petro, quien ya es muy impopular entre su pueblo. La negación de Petro de estos vuelos ha puesto en peligro la seguridad nacional y pública de Estados Unidos, por lo que he ordenado a mi administración que tome de inmediato las siguientes medidas de represalia urgentes y decisivas», empezó diciendo Trump en un comunicado.
Menos de 24 horas duró la soberbia de Gustavo Petro, quien terminó aceptando los términos de Trump, según informó la Casa Blanca en un comunicado. «El Gobierno de Colombia ha aceptado todos los términos del presidente Trump, incluyendo el irrestricto recibimiento de todos los colombianos ilegales devueltos de Estados Unidos, incluso en aviones militares estadounidenses, sin limitaciones ni retrasos».
El gobierno estadounidense agregó que las sanciones y aranceles que se habían anunciado a los productos colombianos «se mantienen en reserva y no se firmarán, a menos que Colombia incumpla el acuerdo». Y en lo que respecta a las visas revocadas, controles migratorios más estrictos y trámites restringidos por el Departamento de Estado, la Casa Blanca precisa que se mantendrán vigentes hasta que se reciba el primer vuelo con colombianos deportados. «Los eventos de hoy han dejado claro al mundo que Estados Unidos se ha hecho respetar nuevamente».
«Seguiremos recibiendo a los colombianos y colombianas que retornen en condición de deportados, garantizándoles condiciones dignas, como ciudadanos sujetos de derecho», publicó la Cancillería del Gobierno de Petro en un comunicado en el que se agrega que el canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador Daniel García-Peña viajarían a Washington para «sostener reuniones de alto nivel que den seguimiento a los acuerdos». De esta manera el Gobierno colombiano anunció que se ha «superado el impase» con el Gobierno de Estados Unidos.
El primero en sufrir las consecuencias de la visa fue el aun Canciller colombiano Luis Gilberto Murillo, ya que tuvo que esperar horas por carecer de visa, el gobierno de Estados Unidos le bloqueó por una hora su ingreso mientras verificaban su documentación. A Murillo le gusta mucho Maduro, Venezuela, bien podría irse a ese país. Muchos funcionarios de Petro tienen a sus familiares viviendo en Estados Unidos, y a todos estos nacionalistas de izquierda les gusta viajar a Disneylandia, a Miami, a New York, donde, además, tienen propiedades.
El secretario de Estado Marco Rubio dejó en evidencia que Petro es un mentiroso. «El presidente Trump ha dejado en claro que, bajo su Administración, ya no permitirá que mientan ni que se aprovechen de Estados Unidos», declaró en un comunicado. Marco Rubio, afirmó que el presidente colombiano, Gustavo Petro, había autorizado la recepción de dos vuelos de deportación de migrantes, pero luego se retractó cuando ya estaban en el aire.
En represalia, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la imposición de aranceles del 25% a todos los productos colombianos importados y la revocación de visas a los altos cargos del Gobierno de Colombia. «El presidente Trump ha dejado en claro que, bajo su Administración, ya no permitirá que mientan ni que se aprovechen de Estados Unidos», declaró Rubio en un comunicado, y subrayó que «es responsabilidad de cada nación recibir de manera seria y expedita a sus ciudadanos que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos».
«Como lo demuestran las acciones de hoy, somos inquebrantables en nuestro compromiso de poner fin a la inmigración ilegal y reforzar la seguridad fronteriza de Estados Unidos». Trump anunció en la red Truth Social la imposición de aranceles del 25% sobre todos los productos colombianos, una tarifa que se elevará al 50% dentro de una semana, y la revocación de visas para los altos cargos del Gobierno colombiano y sus familias.
Además, el mandatario ordenó inspecciones reforzadas en las aduanas y los controles fronterizos para todos los ciudadanos y mercancías colombianas, y la «imposición total» de sanciones fiscales, bancarias y financieras a Colombia. Mientras los ministros y consejeros se empleaban a fondo para remediar el problema, con el diario del lunes, nos enteramos que fue el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien le salvo los muebles.
La solución fue muy sencilla, Gustavo Petro, acepta todas las condiciones impuestas por el gobierno de Donald Trump, las deportaciones continuarán a través de todos los canales de transporte posibles, incluidos aviones militares. Gustavo Petro no podrá volver a entrometerse en la política migratoria estadounidense y deberá respetar obedientemente las decisiones que la Casa Blanca adopte sobre el particular. Y creo que también la prohibición de la ingesta de alcohol y sustancias prohibidas.
«Se espera que en el curso de los próximos meses ingresen al país cerca de 14.000 colombianos más retornados de los EEUU. Reiteramos el llamado al gobierno para buscar los mecanismos que puedan garantizar y proteger los derechos de los colombianos que están en Estados Unidos a la espera de ser retornado», concluyó el Defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo. La amenaza de Petro de poner aranceles a productos estadounidenses es un desvarío total.
Las exportaciones de Colombia a Estados Unidos son de 13.106 millones de dólares, Estados Unidos es su primer destino exportador, el 30% de todas las exportaciones de Colombia son a Estados Unidos, las cuales representan alrededor del 4% del PIB de Colombia. En cambio, las exportaciones de Estados Unidos a Colombia son del 1% de sus exportaciones mundiales. Las exportaciones de Colombia al resto del mundo no llegan a los 50 mil millones de dólares.
El boludo de Petro estaba amenazando a la economía de Estados Unidos con un 0,06%. Cualquier persona medianamente racional, digamos, que hubiese cursado la escuela primaria sabía que en una guerra comercial Gustavo Petro iba a perder por paliza. Mientras Trump seguía jugando tranquilamente al golf, en Colombia le cayeron a Petro duramente y no le quedó otra que aceptar lo que su nuevo amo le ordenaba.
Un colombiano deportado que responde al nombre de Alexander, en una entrevista con BlueRadio, el periodista le preguntó: Durante esos diez o doce días que estuvo preso ¿Cómo es, como los tratan? No pues, la verdad que a uno lo tratan bien. —Pero que quiere decir que lo tratan bien. Te dan la comida, donde dormir, donde descansar, te dan ropa para que te cambies, te dan útiles para el aseo, todo ese tipo de cosas, te tratan diferente, los niños, todo.
Sabe porque me sorprende que usted diga que lo tratan bien. ¿Por qué? —Porque aquí hubo toda una película y una pelea política durísima, porque el presidente se la jugó y está peleando con Donald Trump le quitó la visa mientras usted estaba detenido, aplicaron sanciones contra Colombia, y esa es la razón porque hay tantos periodistas recibiéndoles a ustedes, porque el presidente Gustavo Petro dice que las condiciones en que ustedes estaban allí, y en las que los trajeron eran condiciones indignas.
Pues, en las condiciones en que nos mueven si son indignas, eso es verdad, pero las condicionan como nos tratan ellos allá es aceptable, es una cárcel. Vea una cárcel colombiana como lo tratan a uno, es peor.
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Durante los últimos cuatro años los gobiernos izquierdistas de México, Colombia y Honduras utilizaron la migración como arma política. Eso se acabó. En tan solo una semana Trump logró dejar claro que en Washington las cosas han cambiado. Se acaba ese discursillo de: «La patria se respeta», «no somos colonia de nadie», «con la soberanía no se juega». En menos de 24 horas, cuatro vuelos repletos de migrantes aterrizaron en México. Una cifra récord, nunca antes vista, dijo Karoline Leawitt, vocera de la Casa Blanca.
La sirvidenta (sirvienta-presidenta) Claudia Sheinbaum hizo virales y muchos videos patrioteros contra Estados Unidos. Lejos de ayudar a sus migrantes con más recursos en los consulados y campañas educativas, ha usado el tema migratorio como palanca política. Aunque Claudia Sheinbaum insiste en ser una feroz defensora de los migrantes, en la práctica, hace rato que dobló sus rodillas ante Trump. Están listos para acoger a migrantes mexicanos y de otras nacionalidades.
El 21 de enero pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) restableció los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), conocido como «Quédate en México». El programa obliga a que los solicitantes de asilo hagan sus trámites en ese país y no en Estados Unidos.
El exguerrillero del M-19 Gustavo Petro, inició una batalla de trinos contra Estados Unidos. Prohibió el ingreso de aeronaves con migrantes, anunció una guerra económica, amenazó a residentes estadounidenses, pero al final se rindió. Se tumbó y se la comió, bien comido. Petro se quiso hacer el grande y Trump respondió con una lluvia de sanciones pocas veces vista y menos con uno de sus principales aliados y socios en materia de comercio y seguridad. Luego de una fuerte presión de todos los sectores de la sociedad colombiana, Petro tuvo que tragarse sus palabras y aceptar a los migrantes deportados. Sin condiciones y en los términos establecidos por la administración Trump.
La narcopresidenta de Honduras, Xiomara Castro, luego del triunfo de Donald Trump pronunció discursos antiimperialistas, dijo que pondría fin a la cooperación antidrogas con Estados Unidos, cerrarían bases militares y no aceptaría deportados. La amenaza duró poco. Ahora están listos para recibir a sus connacionales. Honduras puso fin a sus bravuconadas contra Trump y han anunciado un programa para recibir a sus migrantes deportados, Hermano, vuelve a casa, apoyarlos y guiarlos en su retorno a la patria. Castro tuvo que dar un giro dramático y vergonzoso.
El nuevo gobierno de Estados Unidos ha retomado la visión de Ronald Reagan y quieren recuperar el respeto perdido hacia la potencia mundial. Ha quedado claro: No hay amigos, únicamente socios. Y esos gobiernos regionales que se llenan la boca con el diálogo, en la gran política el diálogo es entre iguales no con desiguales, así que a cerrar la boca y portarse bien.
Como estos gobernantes son ignorantes, voy a mencionar lo que significa: Roma locuta, causa finita, que no es otra cosa que: Cuando Roma habla, la causa está terminada. El mensaje final para Colombia y los social-comunistas de iberoamérica que han sido debida e inequívocamente notificados, es en los siguientes términos:
Donald Trump locuta, causa finita. Petro o Petrus.
26 de enero de 2025.