ROBERT F. KENEDY JR.
DESIGNACIÓN POLÉMICA PARA EL DHH
Fernando Thomas López
Tras la decisión del presidente electo Donald Trump de nombrar a Robert F. Kennedy Jr. Como el nuevo jefe del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), las acciones de numerosas compañías fabricantes de vacunas cayeron durante el período de negociación. Las acciones de Pfizer bajaron un 4%, mientras que las de Moderna cayeron alrededor de un 7%. Ambas empresas farmacéuticas fabrican vacunas de uso común, incluidas las inyecciones basadas en ARNm para COVID-19.
Las acciones de Novavax cayeron alrededor de un 1.6% en el mismo periodo. En Europa, las acciones de Bavarian Nordic, que fabrica una vacuna contra el mpox, cayeron más de un 15%, mientras que las de las farmacéuticas GSK y AstraZeneca bajaron un 2% o más. AstraZeneca también fabrica una vacuna COVID-19 que se utiliza en Europa y otros países, aunque nunca se aprobó su uso en Estados Unidos.
Robert Kennedy Jr., de 70 años, es el tercer hijo del ex fiscal general de Estados Unidos Robert F. Kennedy y sobrino del ex presidente John F. Kennedy, también es sobrino del senador de Massachusetts Ted Kennedy. Todos ellos eran miembros del Partido Demócrata. Además, RFK Jr. es nieto de Joe Kennedy, que ocupó múltiples cargos en la administración del presidente Franklin Delano Roosevelt, entre ellos el de presidente de la Comisión de Valores de Estados Unidos de 1934 a 1935.
Dos de sus familiares, Joe Kennedy III, ex congresista por Massachusetts, y Caroline Kennedy, ocupan actualmente cargos diplomáticos. Joe Kennedy III es el enviado de Estados Unidos a Irlanda del Norte, mientras que Caroline Kennedy es la embajadora de Estados Unidos en Australia. RFK Jr., abogado de profesión, es fundador, presidente de la junta directiva y asesor jurídico jefe de Children’s Health Defense (CHD). Esta es una organización sin fines de lucro 501(c)(3) que dice dedicarse a «acabar con las epidemias de salud infantil eliminando la exposición tóxica».
Además, lleva a cabo una iniciativa llamada «Reform Pharma», que pretende «identificar y eliminar sistemáticamente los mecanismos corruptos que la industria farmacéutica ha tejido en lo más profundo de nuestro gobierno, los medios de comunicación y el sistema sanitario». Según se lee en el sitio web del grupo, CHD cuestiona el papel de las vacunas, los contaminantes y la tecnología de «radiación electromagnética e inalámbrica» en la salud de los niños.
RFK Jr. escribió varios libros, entre ellos algunos que cuestionan la necesidad de vacunar a los niños, un título en el que critica a Anthony Fauci, ex asesor médico jefe de varios presidentes, y un libro sobre los orígenes del COVID-19. Es cofundador de la Waterkeeper Alliance. Waterkeeper es una organización sin fines de lucro 501(c)(3) dedicada al «agua limpia, saludable y abundante para todas las personas y el planeta». En noviembre de 2020, Robert Kennedy dimitió de su cargo de presidente de la organización. Había ocupado ese cargo durante más de 20 años.
En un mensaje de despedida, dijo que Waterkeeper era el «trabajo de su vida» y el «logro del que estaba más orgulloso». En la actualidad, Waterkeeper está presente en 47 países y apoya a más de 300 grupos locales diferentes de Waterkeeper que trabajan para proteger un total acumulado de 5.9 millones de millas cuadradas de vías fluviales. Robert Kennedy, se comprometió a hacer cambios radicales en el HHS, especialmente en la forma en que se regulan los alimentos y los medicamentos.
También respaldó amplios cambios en cómo realizar la investigación científica y cómo la financia el gobierno federal. Tras la victoria de Donald Trump, Kennedy advirtió, en la plataforma social X, a los empleados de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) que hicieran las maletas, y también dijo que quiere despedir a 600 empleados de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que supervisan la investigación sobre vacunas, y sustituirlos por 600 nuevos empleados.
Esto no es nada nuevo en Kennedy quien lleva años oponiéndose frontalmente a determinadas vacunas infantiles, a las que en ocasiones relacionó con el aumento de las tasas de autismo y los trastornos autoinmunes. Sin embargo, en una entrevista reciente con NBC News, Robert Kennedy afirmó que no «quitará las vacunas a nadie» si entra en el gobierno federal.
«Si las vacunas funcionan para alguien, no voy a quitárselas. La gente debe poder elegir, y esa elección debe basarse en la mejor información», dijo el 6 de noviembre, luego de la victoria de Donald Trump. «Así que voy a asegurarme de que los estudios científicos de seguridad y eficacia estén ahí, y la gente pueda hacer evaluaciones individuales sobre si ese producto va a ser bueno para ellos». También ha sido crítico con la forma en que la FDA regula los alimentos, sobre todo en los productos que se comercializan para niños. Cuando apoyó a Donald Trump a principios de este año, ideó el eslogan alineado con Trump, «Make America Healthy Again» (Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable), o MAHA.
Robert Kennedy acusó a la FDA, al HHS y a otras agencias sanitarias federales de ser corruptas y de estar en connivencia con las industrias farmacéuticas y con entidades corporativas como Monsanto, la antigua empresa productora de Roundup, el herbicida a base de glifosato que fue relacionado con un elevado riesgo de cáncer. Kennedy se hizo un nombre como abogado medioambientalista que se enfrentó con éxito a grandes empresas como Monsanto y DuPont. Las acciones de Bayer, que compró Monsanto, bajaron un 1%. DuPont también bajó alrededor de un 1%.
Tras el anuncio de Donald Trump a la jefatura de la HHS, dijo Kennedy en un comunicado: «Tenemos una oportunidad generacional de reunir a las mentes más brillantes de la ciencia, la medicina, la industria y el gobierno para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas». Algunos grupos médicos y científicos indicaron que se oponen firmemente a la elección de Kennedy por parte de Trump para dirigir el HHS, una agencia en expansión que no solo supervisa la FDA, sino también los CDC, los NIH, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, y muchos más.
«Robert F. Kennedy, Jr. no está ni remotamente cualificado para el cargo y no debería estar cerca de las agencias científicas que protegen nuestra nutrición, seguridad alimentaria y salud», dijo el Dr. Peter Lurie, presidente del Center for Science in the Public Interest, un grupo de vigilancia de la salud pública. Según trascendidos el plan de Kennedy Jr. para la salud pública, se basa en cinco puntos. Robert F. Kennedy Jr. destacó la epidemia de enfermedades crónicas en Estados Unidos, así como lo que él llama corrupción corporativa de las agencias gubernamentales.
El puesto de Robert Kennedy Jr. requiere la confirmación del Senado, un trámite que podría resultar más sencillo cuando los republicanos asuman la mayoría en la cámara en enero. En respuesta al anuncio de Donald Trump, Robert Kennedy escribió en X que «juntos eliminaremos la corrupción, detendremos la puerta giratoria entre la industria y el gobierno, y devolveremos a nuestras agencias sanitarias su rica tradición de estándares de oro, ciencia basada en la evidencia. Proporcionaré a los estadounidenses transparencia y acceso a todos los datos para que puedan tomar decisiones informadas para ellos y sus familias».
«Estados Unidos puede volver a estar sano. Para ello tenemos que hacer tres cosas. En primer lugar, acabar con la corrupción en nuestras agencias sanitarias. Segundo, cambiar los incentivos del sistema sanitario, y tercero, inspirar a los estadounidenses para que vuelvan a estar sanos», dijo Kennedy en un discurso en Arizona. Robert Kennedy habló de otras ideas para poner en marcha, algunas que requerirían la acción presidencial o del Congreso, y otras que pueden autorizarse mediante poderes de emergencia.
«Yo voy a instar al presidente Trump el primer día a hacer lo mismo que hicieron en COVID, que es declarar una emergencia nacional, pero no para enfermedades infecciosas, sino para enfermedades crónicas», dijo Kennedy en un foro ciudadano en Michigan el 26 de septiembre. El (HHS) creado en el año 1979, gestiona 13 agencias distintas, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
Estos serían los cinco planes que Kennedy dijo que le gustaría hacer realidad.
1)- Cambios en el personal. Robert Kennedy cree que poco cambiará hasta que las corporaciones gigantes o privadas dejen de controlar la (FDA), los (CDC) y el Departamento de Agricultura. «Su función ya no es mejorar y proteger la salud de los americanos», dijo el 23 de septiembre. «Su función es promover los intereses mercantiles y comerciales de la industria farmacéutica que los ha transformado y de la industria alimentaria que los ha convertido en títeres de calcetín».
Robert Kennedy prometió destituir a los funcionarios que dirigen esas agencias y nombrar reemplazos que las «vuelvan a convertir en agencias de curación y salud pública». «La guerra de la FDA contra la salud pública está a punto de terminar, incluyendo su agresiva supresión de los psicodélicos, los péptidos, las células madre, la leche cruda, las terapias hiperbáricas, los compuestos quelantes, la ivermectina, la hidroxicloroquina, las vitaminas, los alimentos limpios, el sol, el ejercicio, los nutracéuticos y cualquier otra cosa que mejore la salud humana y no pueda ser patentada por Pharma», escribió Kennedy en X el 25 de octubre.
«Si trabajas para la FDA y formas parte de este sistema corrupto, tengo dos mensajes para ti: 1. Preserva tus archivos, y 2. Haz las maletas». También dijo Kennedy que la FDA debería ser recortada. «Hay departamentos enteros, como el departamento de nutrición de la FDA… que tienen que desaparecer, que no están haciendo su trabajo. No están protegiendo a nuestros hijos». Kennedy quiere despedir a 600 empleados de los NIH, que supervisan la investigación sobre vacunas, y sustituirlos por 600 nuevos empleados.
«Tenemos que actuar con rapidez, y queremos tener a esas personas en sus puestos el 20 de enero, para que el 21 de enero, 600 personas que entren en las oficinas de los NIH y 600 se marchen», dijo Kennedy en el Evento Anual de la Red Genius en Scottsdale, Arizona. En septiembre había declarado que renovaría los NIH para que se centraran en las causas del autismo, las enfermedades autoinmunes y las enfermedades del neurodesarrollo, en lugar de desarrollar fármacos y servir de incubadora de productos farmacéuticos.
2)- Productos químicos y alimentos ultra procesados. Kennedy un firme defensor de la regulación de los productos químicos en los alimentos, sugirió recientemente que los estadounidenses deberían volver a utilizar grasa de sebo en lugar de aceites de semillas. Ha reprendido a los fabricantes de alimentos por utilizar ingredientes como colorantes artificiales. Asimismo, señaló cómo la versión estadounidense del cereal Froot Loops contiene más colorantes y aditivos artificiales que las versiones vendidas en otros países.
El 23 de agosto, Kennedy señaló que dos tercios de los estadounidenses sufren hoy problemas crónicos de salud. Respecto a hace cincuenta años, dijo que la cifra correspondiente a los niños era inferior al 1%. «En Estados Unidos, el 74% de los adultos tienen ahora sobrepeso o son obesos, incluido el 50% de nuestros niños. Hace 120 años, cuando alguien era obeso, lo mandaban al circo. En Japón, la tasa de obesidad infantil es del 3%», añadió.
Kennedy también describió el espectacular aumento de la diabetes adulta y juvenil, la «explosión de enfermedades neurológicas que nunca vi de niño», y los casos de hígado graso y cáncer van en aumento. «Entonces, ¿qué está causando todo este sufrimiento? Nombraré dos culpables. El primero y peor son los alimentos ultraprocesados (…) El segundo culpable son los productos químicos tóxicos de nuestros alimentos, nuestros medicamentos y nuestro medio ambiente».
Según Kennedy, estos alimentos ultraprocesados contienen sustancias químicas que no existían hace un siglo, y que son en parte responsables del aumento de las enfermedades. Aunque muchas de estas sustancias químicas están prohibidas en Europa, son omnipresentes en los alimentos estadounidenses. «Estamos literalmente envenenando a nuestros hijos de forma sistemática con fines lucrativos», afirmó en la mesa redonda del 23 de septiembre. «Pesticidas, aditivos alimentarios, fármacos y residuos tóxicos impregnan cada célula de nuestro cuerpo».
Robert Kennedy prometió abordar la cuestión de los productos químicos en los alimentos ultraprocesados. Él declaró a Fox News que «eliminaría inmediatamente los alimentos procesados de los almuerzos escolares», y dijo que las ayudas federales a la alimentación, como los cupones de alimentos, no deberían destinarse a la comida basura.
3)- Captura corporativa de las agencias. «El ochenta por ciento de las subvenciones de los NIH van a parar a personas que tienen conflictos de intereses», dijo Kennedy el 23 de agosto. «Estas agencias, la FDA, el USDA, el CDC, todas ellas, están controladas por grandes corporaciones con ánimo de lucro. El 75% de la financiación de la FDA no proviene de los contribuyentes. Esto proviene de las farmacéuticas, y los ejecutivos y consultores de las farmacéuticas y los grupos de presión entran y salen cíclicamente de estas agencias».
«Con el respaldo del presidente Trump, voy a cambiar eso. Vamos a dotar de personal a estas agencias con científicos y médicos honestos libres de la financiación de la industria. Nos aseguraremos de que las decisiones de los consumidores, médicos y pacientes estén informadas por una ciencia imparcial». Kennedy pidió una «revisión» de las normas de publicidad de las empresas farmacéuticas y también ha instado a Donald Trump a prohibir la publicidad farmacéutica en televisión. También cree en la eliminación de las protecciones de responsabilidad para las compañías farmacéuticas.
Robert Kennedy es partidario de reformar la Prescription Drug User Fee Act, que autoriza a la FDA a recaudar tasas por tramitar solicitudes para aprobar nuevos fármacos. «Tenemos que acabar con la corrupción. El cincuenta por ciento del presupuesto de la FDA no proviene del contribuyente, sino de la industria farmacéutica».
4)- Vacunas. Robert Kennedy, tachado de «antivacunas» por sus detractores, siempre ha dicho que no está en contra de las vacunas, pero que cree en la seguridad de las mismas y en el consentimiento informado. En una entrevista con The Epoch Times el año pasado, explicó su postura. «Yo nunca he estado en contra de las vacunas. La gente debe poder elegir, y esa elección debe basarse en la mejor información posible». «Voy a garantizar que haya estudios de seguridad con base científica y que la gente pueda hacer sus propias evaluaciones sobre si una vacuna es buena para ellos».
En un foro organizado por Tucker Carlson, Kennedy dijo que quiere «restaurar la transparencia» en torno a las vacunas, no prohibirlas. «[Trump] no quiere que le quite las vacunas a la gente. Si quieres vacunarte, debes poder hacerlo. En este país creemos en la libre elección. Debes conocer los riesgos y beneficios de todo lo que tomas», sostuvo Kennedy.
5)- Flúor. El 2 de noviembre, Kennedy escribió en un posteo en X que uno de los primeros actos de Trump en el cargo sería aconsejar a los sistemas de abastecimiento de agua de Estados Unidos que eliminaran el flúor del agua pública. El anuncio de Kennedy se produjo mientras la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) se encuentra bajo una orden judicial federal para tomar medidas sobre posibles problemas de salud, incluyendo que el flúor podría disminuir el coeficiente intelectual de los niños «en dosis que están demasiado cerca de los niveles de flúor en el agua potable de los Estados Unidos», derivado en gran parte de un informe publicado por los Institutos Nacionales de Salud.
Los CDC declararon en mayo que la fluoración del agua es uno de los mayores «logros de salud pública del siglo XX». En un ayuntamiento celebrado el 30 de septiembre en Filadelfia, Kennedy calificó el flúor de «veneno». «La respuesta sencilla es que no me gusta».
En agosto, RFK Jr. suspendió su campaña presidencial y apoyó a Trump, y poco después, empezó a hacer campaña con el candidato republicano. Como aliado de Donald Trump, asumió la plataforma de campaña del candidato Make America Healthy Again (Hagamos que Estados Unidos vuelva a ser saludable).
Durante la campaña, prometió reformar los organismos que supervisan la salud pública, con especial atención a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Creada en 1906, la FDA se encarga de supervisar la seguridad de los alimentos y los medicamentos de venta libre y farmacéuticos.
Los alimentos que dan a los niños los padres en este país de manera cotidiana, incluidos los cereales, las papas fritas, las pastas, las mezclas para pudding y las sopas, contienen un colorante amarillo sintético. Este colorante puede estar presente, aunque los alimentos no sean de color amarillo brillante. La tartrazina, o amarillo 5, es un colorante que se suele añadir para que los alimentos tengan un aspecto más atractivo. La tartrazina existe desde hace mucho tiempo.
La tartrazina está fabricada con productos derivados del petróleo, también se encuentra en numerosos productos no alimentarios, como medicamentos, material artístico, productos de belleza y fragancias. La tartrazina en un pequeño porcentaje de personas, puede provocar reacciones alérgicas, especialmente en quienes padecen asma o son sensibles a la aspirina. Otros motivos de preocupación son la hiperactividad infantil, el cáncer y otros efectos tóxicos en grandes dosis.
En los últimos tiempos, el amarillo 5 estuvo en el punto de mira, primero como uno de los seis colorantes prohibidos en septiembre en los alimentos escolares de California. Robert F. Kennedy, Jr. apuntó contra la tartrazina en un video que compartió a mediados de octubre. Ahora electo como Secretario de Salud y Servicios Humanos, que supervisa las agencias federales de salud dentro de la administración del presidente Donald Trump, Yellow 5 podría ser historia.
Los amarillos 5 y 6 y el rojo 40 son todos colorantes azoicos, colorantes sintéticos sin beneficios nutricionales, para la salud o para la conservación de los alimentos. «También resultan ser los tres colorantes más utilizados en los alimentos en Estados Unidos, representando más del 90% de los colorantes certificados para su uso en alimentos», dijo Lisa Lefferts, consultora de salud ambiental. Los tres colorantes están químicamente relacionados y fueron estudiado a fondo. Sin embargo, el amarillo 5 es el único colorante azoico que se ha sometido a pruebas independientes en un estudio doble ciego, según Lefferts.
El estudio, doble ciego significa que ni los sujetos ni los participantes sabían quién tomaba el colorante y quién un placebo.
En un estudio publicado en el Journal of Pediatrics en 1994, 34 niños de entre 2 y 14 años recibieron al azar seis dosis diferentes de tartrazina cada mañana durante seis semanas, mientras que 20 sujetos de control recibieron un placebo. Los padres registraron su comportamiento y 24 de los niños resultaron ser «reactores claros», con síntomas como irritabilidad, inquietud y trastornos del sueño en todos los niveles de dosis. Las dosis superiores a 10 miligramos se asociaron a un efecto prolongado.
«Este tipo de relación ‘dosis-respuesta’ se considera una prueba sólida de un efecto verdadero, en contraposición a un hallazgo aleatorio/espurio. La mayoría de los ensayos clínicos con colorantes solo probaban una dosis, y ahora sabemos que muchos de ellos utilizaban dosis bastante bajas en comparación con lo que consumen algunos niños», afirma Lefferts. «Así que, aunque me gustaría que se prohibieran todos los colorantes alimentarios sintéticos, los argumentos a favor de prohibir el amarillo 5 son especialmente sólidos».
Kennedy, en su vídeo, no afirma explícitamente que él o Donald Trump prohibirían la tartrazina. Robert Kennedy señaló que, si bien destacaba la tartrazina, podría fácilmente haber hecho el vídeo sobre el Rojo 40, el bromuro de potasio o hasta 100 aditivos químicos alimentarios. «Si una sola sustancia química puede causar todos estos problemas, imagínese lo que hacen combinadas», dijo Kennedy. «Eso nunca se ha estudiado».
El «nivel aceptable» de Amarillo 5 de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) tiene en cuenta el peso del niño o adulto expuesto por la dieta, según el informe de la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental (OEHHA) de California, que condujo a la prohibición legislativa de varios tintes sintéticos. Sin embargo, este nivel aceptable no tiene en cuenta las investigaciones más recientes. Aunque no recomendaba un nivel seguro de colorantes, el informe de la OEHHA incluía su propio examen de los niveles de exposición de los niños en comparación con los problemas de comportamiento.
Señalaba que debería reducirse la exposición de los niños a los tintes sintéticos. Afirmaba que algunos de los efectos de los tintes en los niños, según los estudios que había revisado, eran los siguientes: Hiperactividad, falta de atención, inquietud, insomnio, irritabilidad, agresividad. «Si elimináramos todas estas sustancias químicas, nuestra nación sería más saludable. Tendríamos menos días de baja por enfermedad, nos concentraríamos mejor, tendríamos menos ansiedad, nuestros hijos aprenderían con más facilidad, perderíamos peso y tendríamos más energía, menos tumores y una vida más larga», afirmó Kennedy.
Aunque la FDA aprobó anteriormente los colorantes azoicos, la agencia tiene autoridad para retirarlos de su lista de aditivos alimentarios. Puede ser el resultado de peticiones públicas o de una revisión interna. El Centro para la Ciencia en el Interés Público presentó una petición en 2008, para prohibir el amarillo 5 y otros colorantes alimentarios. «Los aditivos de color son seguros cuando se utilizan correctamente», dijo la Dra. Linda Katz, directora de la oficina de la FDA de cosméticos y colores, en un comunicado de prensa en 2023.
«No existe la seguridad absoluta de ninguna sustancia. En el caso de un nuevo aditivo de color, la FDA determina si hay ‘una certeza razonable de que no hay daño’ bajo las condiciones de uso propuestas del aditivo de color». En 2018, la FDA prohibió siete aromatizantes y potenciadores alimentarios sintéticos como resultado de una petición. Seis de ellos causaron cáncer en estudios con animales, y según una cláusula añadida a la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos en 1958, cualquier aditivo alimentario que cause cáncer en humanos o animales en cualquier dosis no puede ser aprobado.
Sin embargo, la FDA alegó que los aditivos -cuando se utilizan según lo previsto- no suponen ningún riesgo. La agencia afirmó que los estudios utilizados para hacer esta afirmación incluían dosis mucho más altas que el bajo nivel de exposición que se suele utilizar en los alimentos estadounidenses. La prohibición de los colorantes azoicos es una de las principales peticiones en materia de política alimentaria, con más de 15.000 votos en el sitio web Policies for the People (Políticas para el pueblo), que según Fox News fue creado por aliados de Kennedy.
Sarah Gallo, vicepresidenta senior de política de productos de la Consumer Brands Association, dijo que la organización apoya el «proceso probado, científico y basado en el riesgo establecido por la FDA para revisar la seguridad de los aditivos alimentarios». La Consumer Brands Association representa a la industria de productos envasados. Entre sus miembros se encuentran General Mills, Inc, Coca-Cola y WK Kellogg Co, que recientemente fue objeto de una petición para eliminar los colorantes alimentarios de sus cereales y otros productos.
«Prohibir rotundamente ingredientes cuya inocuidad ha sido demostrada sobrepasaría la revisión científica de estos aditivos por parte de la FDA y crearía una incertidumbre normativa significativa y una confusión innecesaria para los consumidores. Consumer Brands seguirá abogando por la supervisión de expertos cualificados, científicos y reguladores para apoyar la salud pública, fomentar la confianza de los consumidores y promover la elección de los consumidores», dijo Sarah Gallo.
Lefferts dijo que es cierto que algunos estudios no han encontrado una asociación entre los colorantes y los síntomas conductuales. Un examen de la cuestión, sin embargo, debe incluir una evaluación de todos los estudios pertinentes. «Eso es justo lo que hizo la OEHHA de California. Examinaron todas las pruebas. Y, como se desprende del informe de la OEHHA, la mayoría de los estudios realizados en niños revelan que los colorantes afectan al comportamiento neurológico. La OEHHA descubrió que los estudios de mayor calidad en niños tenían más probabilidades de encontrar efectos», dijo Lefferts.
Robert Kennedy es acusado de conspiracionista, cuando sostiene que algún tipo de vacunas tienen relación con casos de autismo. Según el doctor Luis Felipe Felipe, sostiene que Kennedy tiene razón en un 100% pero que los médicos que han hablado de esto han sido muy perseguidos, y las madres en todo los Estados Unidos que tienen las historias clínicas, dicen que después de haber vacunado a sus hijos con la vacuna de la rubiola, comenzaron los signos del autismo.
Las historias clínicas son muy importantes en la medicina no solo en las investigaciones. Hay millones de madres en el país que dan testimonio de ello. Cuando una mujer embarazada adquiere rubiola, sale el niño con síntomas parecidos al autismo, las farmacéuticas lo niegan, pero lo que Robert Kennedy está diciendo es que hay una mafia detrás de todo eso. Para proteger la vacuna se usa mercurio o puede ser el mismo virus de la rubiola. Sin embargo, no quieren vacunar a los menores en una edad más avanzada, son radicales en eso.
En una comunidad judía de Long Island, en New York, decidieron no vacunar a sus hijos por el riesgo al autismo, y fueron perseguidos y recibieron abultadas multas. Las vacunas son obligatorias, no pueden ir a las escuelas si no están vacunados, a menos que sean públicas, en especial en las escuelas católicas, no admiten si no están vacunados, les niega la educación. En las escuelas públicas tienen que presentar una carta en la que especifique que por razones religiosas no quieren vacunarlos.
Estados Unidos fue creado para ser un país libre y lo que están haciendo es ponerle cepos. Otra cuestión es que estas vacunas son trivalentes, vienen de a tres en uno, no se puede elegir una vacuna y dejar las otras. En Europa las personas pueden elegir una vacuna y quitar otras. Las vacunas en Estados Unidos no se venden sola, es el negocio perfecto. Lo que hace Robert Kennedy es poner todo esto en la mesa, está revolucionando todo lo que dice la FDA. Robert Kennedy puede ser el nuevo personaje del clan asesinado por enfrentarse a semejantes poderes económicos.
Estados Unidos es el número uno del mundo en obesidad, la duración de la vida fue disminuyendo en comparación a años anteriores, a pesar de estar vacunados y con una medicina supuestamente avanzada. Existe un nivel de obesidad que no se puede ocultar y eso trae problemas cardiovasculares, de coronaria, colesterol alto, del hígado graso. Se espera que para el 2025 más de cien mil personas van a tener el hígado graso, como consecuencia de los colorantes artificiales, de los aditivos de la comida, que son más peligrosos que beberse una botella de whisky.
Los colorantes artificiales son dados a los niños en las bebidas, una bebida cero calorías produce más aumento de peso porque el cuerpo no lo reconoce, porque es algo artificial. Comerse una hamburguesa de estos fast Food inflama el estómago. Desde la década de los cincuenta no hubo cambios en la FDA, para controlar estos alimentos, sin embargo, han salido al mercado miles y miles de nuevos productos alimenticios elaborados, incluso se ha intentado poner en los alimentos petróleo que se utilizan para pavimentar las calles, resina en los restaurantes, y eso perjudica enormemente la salud.
El floruro que le están poniendo al agua puede causar osteoporosis, daños cardiacos, cardiopatía, etc. Robert Kennedy es acusado por la FDA como conspiranoico, algo que habla la mayor parte de la población de Estados Unidos, em Robert Kennedy no hay ninguna conspiración, lo único que hay son negocios de corporaciones médicas que están haciendo negocio con las personas. El floruro dicen que es para prevenir las caries y le suministran al agua que toma la población, a algún pillo se le ocurrió, cuyo nombre del pillo no se conoce, y no dicen que el floruro causa osteoporosis, cardiopatía, problemas renales.
Negar esto es negar a las empresas que hacen sus grandes negocios fabricando filtros, también la pasta dental tiene floruro y muchas cosas más. Deberían reforzar la seguridad de Robert Kennedy, es candidato a ser eliminado por grupos económicos sin escrúpulos y que solo le importa el dinero y no la salud de las personas.
15 de noviembre de 2024
San Diego, California.