¿EL TOPO ORESTES LORENZO? – PAROLE, PAROLE, PAROLE.
MILITARES CUBANOS CON APOYO DEMÓCRATA
El Raúl Castro, en el centro, y el militar cubano Luis Raúl Gonzalez-Pardo Rodríguez.
El actor francés, Alain Delon, recientemente fallecido, también se le dio por la música y grabó algunas canciones, una faceta desconocida, entre ellas el clásico: Parole Parole, popularizada por la cantante Mina Mazzini y Alberto Lupo. Como todos saben «Parole» viene del latín tardío y significa, palabra. Y en estos días, el ex piloto, devenido en héroe, el cubano Orestes Lorenzo Pérez, en una entrevista televisiva, no cantó Parole, pero si nos vendió mucho Parole y pescado podrido. Demócrata
Cuando uno conoce y está acostumbrado a personajes como Orestes Lorenzo Pérez, no tengo duda que este ex piloto es un topo del régimen cubano. Pero antes de ocuparnos de Lorenzo Pérez, vamos a explicar como sucedieron los hechos. El influencer cubano, Darwin Santana, contó con detalles, en una entrevista otorgada al medio: Periódico Cubano, cómo descubrió la presencia del piloto de combate castrista, Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, vinculado al derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, en Estados Unidos.
-¿Cómo descubriste que el piloto Luis Raúl González-Pardo Rodríguez llegó a EEUU bajo un parole humanitario y qué te motivó a exponer esta información?
El martes 17 de septiembre, mientras preparaba el programa, recibí información desde Cuba que indicaba que Luis Raúl González-Pardo estaba en los EEUU. Este hombre fue uno de los responsables en la conspiración que resultó en el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. Dada la gravedad de la acusación, comencé a pedir pruebas. Tras investigar, encontramos su perfil de Facebook bajo el nombre de “Luis Pardo”. Luego, al verificar su participación en los MIG-29 y MIG-23, pudimos confirmar que era la misma persona. Una segunda fuente corroboró que estuvo presente cuando derribaron las avionetas.
Después de identificar su actividad en redes sociales, notamos que había dado like a una página de bienes raíces en Jacksonville. Esto nos permitió seguir rastreándolo. El miércoles, compartimos parte de la información y pedimos más colaboración para confirmar lo que ya sabíamos. Esa misma noche, una fuente cercana a Luis Raúl González Pardo nos contactó y dio detalles claves, incluyendo que había sido recibido en EEUU por Orestes Lorenzo. Al analizar más, encontramos fotos de ellos juntos en varios sitios de EEUU, lo cual terminó de desenmascarar la historia.
-¿Qué opinas sobre el hecho de que algunas personas sabían desde hace meses que Luis Pardo ya estaba en EEUU, pero no lo dijeron públicamente?
Me parece increíble y muy preocupante que personas sabían que este asesino, implicado en el derribo de las avionetas, estaba en EEUU y no lo expusieron. Esto es un insulto a las víctimas, a sus familiares y a la comunidad exiliada. Callar este tipo de información o no presionar a las autoridades es, en mi opinión, una falta de respeto. Entiendo que algunos puedan haber querido obtener más información antes de actuar, pero creo que la justicia debe ser lo primero.
Para mí, el deber de todo patriota es denunciar a individuos como Luis Pardo, especialmente cuando están en territorio estadounidense, respirando la misma libertad que le negaron a sus víctimas. Si las agencias de inteligencia no actúan, el exilio cubano debe presionar. No me importa si hay teorías de que podría ser un informante; mi responsabilidad es con las víctimas, no con esos juegos de espionaje.
-Recientemente, entrevistaste a Orestes González, otro piloto cubano que huyó de Cuba. Él cree que la única manera de derribar la dictadura es con la colaboración de las Fuerzas Armadas dentro de Cuba. ¿Qué te parece esa estrategia?
Me sorprendió encontrar una foto de Orestes Lorenzo con Luis Pardo. Al denunciar lo que estaba ocurriendo, algunos colegas me sugirieron que quizás había una confusión, ya que Orestes es un reconocido anticomunista. Sin embargo, poco después, él mismo confirmó en redes sociales su relación con Pardo, defendiendo que no lo culparía hasta que se presentaran pruebas definitivas. Es increíble que alguien como Lorenzo, que ha sufrido los abusos del régimen, apoye a un personaje de este calibre.
En cuanto a su estrategia de traer a militares cubanos a EEUU para que vean la libertad y luego regresen a Cuba para provocar un cambio, me parece absurda. Estos militares son cómplices del régimen y saben que, si la dictadura cae, serán enjuiciados. No veo cómo traerlos aquí, gastar recursos en ellos y mostrarles el estilo de vida en EEUU pueda llevar a un cambio en Cuba. Es como decirle a una víctima de los nazis que traiga a los generales de los campos de concentración a disfrutar de la libertad para que cambien de opinión. Es una falta de respeto total para el exilio cubano y para las víctimas del régimen.
-A raíz de esta situación, ha surgido un debate en la comunidad cubana. Algunos creen que Luis Pardo podría ser un agente secreto o colaborador del gobierno de EEUU ¿Qué piensas de esa teoría?
No creo que Luis Pardo esté colaborando con el gobierno de EEUU, aunque no descarto que pueda haber sido infiltrado para obtener información. También existe la posibilidad de que esté huyendo de la dictadura cubana, temeroso de que lo liquiden por ser testigo clave en el caso del derribo de las avionetas. Sabemos que este hombre estuvo involucrado no solo en ese incidente, sino también en Angola y otras operaciones en América Latina, lo que lo convierte en una pieza valiosa.
Es posible que el gobierno de EEUU quiera vigilarlo, pero para mí lo importante es que no se puede permitir que este tipo de criminal viva libremente en este país. Sea cual sea la razón por la que está aquí, ya sea como parte de un acuerdo o por su propia protección, el hecho es que sus crímenes no deben quedar impunes.
-¿Crees que los esfuerzos de algunos abogados para enjuiciar a Luis Pardo pueden tener éxito? ¿Existe el riesgo de que abandone los EEUU si no actúa el gobierno federal?
La razón por la que expuse este caso es para que la comunidad cubana tome acción. Luis Pardo debería estar preso ya. Es incomprensible que las autoridades, incluyendo el FBI y la CIA, no hayan intervenido aún. Este hombre tiene un historial criminal y puede escapar en cualquier momento. Es crucial que los congresistas, senadores y otras figuras públicas presionen para que se haga justicia.
Los crímenes de lesa humanidad no prescriben, y Luis Pardo debe rendir cuentas por lo que hizo. Existe la posibilidad de que intente escapar de EEUU, no solo de Florida, y busque refugio en lugares donde pueda evadir la justicia, como Cuba. Debemos actuar ahora, no solo por Pardo, sino para sentar un precedente y evitar que otros represores encuentren refugio en EEUU. La complicidad, incluso por parte de sus familiares, debe ser investigada y castigada si es necesario.
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El piloto cubano, el Tcnl. Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, integrante del equipo que llevó a cabo la operación que terminó con el derribo de dos avionetas de «Hermanos al Rescate» en 1996 y quien fue director de la Terminal 2 y, de la T4, en el aeropuerto José Martí de La Habana, lugar por donde recibían a los visitantes importantes, llegó a Estados Unidos con Parole Humanitario. No es la primera vez que visita este país.
Su ingreso a Estados Unidos luego de obtener el parole humanitario, fue el 19 de abril de 2024, con un permiso de viaje emitido por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza como parte del programa. Pero no sería la primera vez que visita Estados Unidos, según una fuente del gobierno.
Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, fue miembro de la Defensa Antiaérea y Fuerza Aérea Revolucionaria (DAAFAR), está vinculado con el ataque a las avionetas civiles de Hermanos al Rescate. El 24 de febrero de 1996, dos avionetas de Hermanos al Rescate, una organización de ayuda humanitaria con sede en Miami, fueron derribadas por misiles disparados desde aviones de combate Mig de la Fuerza Aérea de Cuba. En el ataque fallecieron cuatro pilotos: Carlos Costa, de 29 años, Mario Manuel de la Peña, de 24, Armando Alejandre Jr., de 45, y Pablo Morales, de 29.
Una tercera avioneta logró escapar de la persecución aérea que se extendió por más de una hora. Arnaldo Iglesias, quien acompañaba a Basulto y sobrevivió a la persecución, que fue perseguida por Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, sostuvo que se sentía «desilusionado» luego de la llegada del ex piloto cubano a Estados Unidos. «Me molesta la impunidad con la que están viniendo a este país. Es muy triste. Desde julio sé que está aquí y no pasa nada. Si es la persona que nos persiguió, es inaceptable. ¿Pero a quién acudimos? ¿Quién nos podría ayudar? ¿La misma administración que lo dejó entrar?», se lamentó.
Silvia Iriondo, quien también iba en ese mismo avión, pidió explicaciones al secretario de Estado Antony Blinken y a su homólogo de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre la llegada del piloto a Estados Unidos. «Él [González-Pardo Rodríguez] volaba uno de los dos Mig que despacharon [el Gobierno cubano] tras el derribo de las avionetas. A los cinco meses del derribo, las autoridades de Estados Unidos nos citaron para que escucháramos las grabaciones de la persecución y la cacería en nuestra contra. Nos salvamos porque estaban tan cerca de Cayo Hueso que la torre de La Habana les pidió que abortaran», dijo Iriondo.
Tras el ataque contra las avionetas de Hermanos al Rescate, el Gobierno de Cuba aseguró que las aeronaves habían entrado en espacio aéreo cubano, pero una exhaustiva investigación de la Organización de Aviación Civil Internacional determinó que fueron derribadas en aguas internacionales. Unas semanas después del hecho, Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos, firmó la llamada Ley Helms-Burton, que codificó el embargo comercial y financiero al régimen castrista, en represalia por el ataque.
En 1998, dos años después de los hechos, los servicios de inteligencia de Estados Unidos descubrieron la llamada «Red Avispa» y arrestaron a cinco espías cubanos. El jefe de la banda, Gerardo Hernández, fue condenado por conspirar para el asesinato de los Hermanos al Rescate. Hoy vive como dirigente en Cuba. Rubén Martínez Puente, el general que dio la orden para derribar las avionetas, y Luis Francisco Pérez Pérez, con una orden de captura y proceso judicial en Estados Unidos, fallecieron sin ser juzgados. La esposa de Luis Raúl González-Pardo Rodríguez está esperando un visado para emigrar a Estados Unidos.
Documentos internos del Departamento de Estado obtenidos en exclusiva por «Martí Noticias», indican que no es la primera vez que Luis Raúl González-Pardo Rodríguez visita Estados Unidos. Tras múltiples intentos fallidos de obtener un visado para visitar el país, de acuerdo con fuentes del gobierno, en 2016 el Departamento de Estado recibió una petición para agilizar una visa de turismo B2 a nombre de Luis Raúl González-Pardo Rodríguez.
«El aplicante es el director de la Terminal 2 del Aeropuerto de La Habana y un contacto clave de la Embajada de Estados Unidos para coordinar asuntos relacionados con la aviación y la seguridad además de apoyar las delegaciones VIP que vienen desde Estados Unidos», dice el documento fechado el 7 de noviembre de 2016. El Departamento de Estado remitió preguntas de Martí Noticias al Departamento de Seguridad Nacional, que hasta el momento no ha contestado.
«Los registros de visas son confidenciales, según la ley de Estados Unidos, por lo tanto, no podemos discutir los detalles de casos de visas individuales», dijo una vocera del Departamento de Estado. En el 2017, Orestes Lorenzo Pérez solicitó que le extendieran el visado a González-Pardo Rodríguez para que asistiera a una reunión de ex cadetes cubanos en la semana del 4 de julio, cadetes que no se graduaron de pilotos, ya que debieron huir de Cuba, según comentó Orestes Lorenzo.
El supuesto deseo de Lorenzo era que Pardo tuviera una reunión en su casa de Miami, quería invitarle a este país para que sepa lo que es el estado de derecho, un razonamiento estúpido, es decir, progre, en el mejor de los casos, pero creo que son justificaciones para ocultar otra cosa. El viaje incluía una visita a los parques de Disney, Universal Studios y el Kennedy Space Center Museum.
Lorenzo dijo que Luis Raúl Pardo era un problema para Cuba, ya que había estado de visita en Estados Unidos, que tenía capacidad para organizar. ¿Para organizar qué? Si tenía ese don de organizar ¿por qué no lo había hecho antes? Ya no le pedimos que se levante en armas, pero al menos un miserable cacerolazo. Pregunto, señor topo, Orestes Lorenzo: ¿Gonzalez-Pardo se levantó o protestó alguna vez contra el régimen marxista cubano?
Pero el ex piloto, devenido en héroe, Orestes Lorenzo, dice que Pardo «tenía capacidad de organizar tropas y luchar por la libertad de Cuba», hay que ser idiota para sostener eso o un hombre del régimen para decir tal cosa, o que intenta justificar a otro marxista.
«Todos llevamos vidas diferentes desde entonces, pero siempre mantuvimos el contacto porque nos habíamos convertido en una familia durante esos años de entrenamiento en un país extranjero y una cultura distinta», dice la carta de Orestes Lorenzo Pérez a la Embajada de Estados Unidos en Cuba, que menciona a otros seis asistentes. Orestes Lorenzo, en una entrevista, supuestamente concedida desde Buenos Aires, Argentina, comentó que conoce a Pardo desde 1977, ya que viajaron a estudiar a la Unión Soviética.
Entonces Orestes tenía 22 años y era el mas veterano del grupo, Luis Pardo tenía entre 17 y 18 años y era el más joven del grupo. Hay personas contemporáneas a Orestes Lorenzo, según mis fuentes, que hablan de algo mas entre ambos, surgida entre el frio moscovita. Un ex militar, mecánico de motor y fuselaje del Mig 23 BM N° 722 en el que escapó Lorenzo, de la base de Santa Clara, dijo que cuando Orestes Lorenzo fungía de segundo jefe de la base era un verdadero HdeP.
González-Pardo Rodríguez también habría viajado a Estados Unidos en el 2019, de acuerdo con Orestes Lorenzo, con una visa de turismo para visitar a sus hermanas que viven en Jacksonville, Florida. El medio Martí Noticias no pudo confirmar de manera independiente esa visita. Luis Raúl González-Pardo Rodríguez fue miembro del Partido Comunista y ya se había retirado de su servicio frente al Aeropuerto José Martí cuando el 20 de febrero de 2023, cuando un familiar le sirvió como patrocinador para participar en el programa de Parole Humanitario que permite a cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses residir por dos años en Estados Unidos y trabajar legalmente.
El 4 de abril del 2024 recibió la aprobación de su patrocinador y el 19 viajó a Estados Unidos. En estos momentos vive en Jacksonville y trabaja en una panadería en el turno de la madrugada. Luego del escándalo desatado, en una breve comunicación con Martí Noticias, dijo que negaba «la mayoría» de «las cosas que se han dicho» sobre él, pero que todavía no ha decidido explicar ante la opinión pública los hechos debido a «algunas situaciones que pueden verse afectadas».
Luis Raúl González-Pardo Rodríguez desconectó su número de teléfono y borró su información en WhatsApp. Quien está ahora en el ojo de la tormenta es el ex oficial cubano, Mayor, Orestes Lorenzo Pérez, antiguo piloto de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) que escapó a Miami, Florida en 1991, tras robarse un avión del régimen, y luego voló de regreso a buscar a su familia a Cuba.
En entrevista con Juan Manuel Cao, ofreció declaraciones sobre la presencia en Estados Unidos del ex piloto Luis Raúl González-Pardo Rodríguez (teniente coronel), involucrado en el derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate. Orestes Lorenzo dijo que conoce a González- Pardo desde que estudiaron aviación en la antigua Unión Soviética, en la década de 1970. «Es absolutamente cierto que él participó en el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. No hay duda alguna. Él era el piloto con el indicativo 22 y fue quien persiguió a José Basulto».
Orestes Lorenzo, confirmó que sabía estos datos desde 2017. Y agregó «innegable» que González-Pardo Rodríguez «participó en la interceptación [de las avionetas de Hermanos al Rescate]». «Fue el Mig 29 que persiguió a [José] Basulto hasta al norte del paralelo 24. Lo sé porque me lo confirmó él recientemente». José Basulto, fue una figura prominente del exilio cubano, fue el fundador de Hermanos al Rescate.
El periodista Mario J. Pentón, en estas semanas mostró en los medios el fragmento de un documento interno del Departamento de Estado donde pedían adelantar la entrevista consular al piloto militar cubano Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, para conseguir una segunda visa de turismo a Estados Unidos donde luego logró establecerse con un Parole Humanitario. «Gonzalez-Pardo Rodríguez era un hombre clave para Estados Unidos debido a su posición como jefe de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de La Habana (el destinado a la comunidad cubana en el exterior)», dijo Pentón.
En qué era clave Luis Raúl Gonzalez-Pardo, ¿señor Pentón? ¿Qué triunfo obtuvo Estados Unidos frente al régimen marxista, gracias a su supuesto hombre clave? Que manera de decir estupideces. Orestes Lorenzo, quien estudió en la década de los 70 en la Unión Soviética con González-Pardo Rodríguez y con quien tiene una amistad de esos años, aseguró que no conocía «hasta hace poco tiempo» de la participación de Luis Raúl González-Pardo Rodríguez en la operación contra Hermanos al Rescate y aseguró que le daba «el beneficio de la duda» por no ser quien disparó contra las avionetas.
Luis Raúl González-Pardo le había contado a Orestes Lorenzo, durante su primera visita, que el derribo de las avionetas estaba justificado y que ellos solo «cumplían órdenes». Orestes Lorenzo sabe que el argumento de la obediencia debida no es válido, a los nazis no les sirvió de nada. Esa confesión hubiese bastado par que Orestes Lorenzo, o cualquier hijo de buena madre no hubiese accedido por un criminal como Gonzalez-Pardo.
«Tú ves un objetivo que no está armado, que no representa un peligro para Cuba, y te dan la orden de disparar contra ese objetivo, si tú aprietas el gatillo, eres un asesino», dice Lorenzo. ¿En qué quedamos Orestes Lorenzo? Iriondo, por su parte, aseguró que esa justificación no exonera a los pilotos. «Si vuela un avión de guerra con misiles y ataca a avionetas civiles, [el piloto] también es responsable».
Orestes Lorenzo no puede alegar desconocimiento, las conversaciones existen y las transcripciones, de ella se puede saber que no había objetivo ciego, se escucha como los pilotos le están rogando a las autoridades cubanas para disparar, y luego de derribarlos festejar, los derribaron sin ninguna advertencia. Él mismo reconoció en la televisión de Miami, que él tuvo acceso a las grabaciones.
A esta altura de los acontecimientos, es lógico pensar y dudar, de que Orestes Lorenzo hubiese rescatado a su mujer e hijos de Cuba sin la anuencia del régimen. Luego de que Lorenzo se apropió de un avión y escapó de Cuba, el régimen hubiese detenido a su familia y puesto a recaudo, que se lo cuente a otro. El topo Orestes Lorenzo dijo que González-Pardo Rodríguez puede ser útil para esclarecer los hechos, porque «el asesinato de los Hermanos al Rescate es una investigación que no se ha cerrado aún, porque no todo se sabe».
No hay nada que investigar, se sabe todo, no hay voluntad política para seguir con el caso. Lorenzo dijo que, en caso de ser cierto, le serviría el dato para tomar una decisión sobre si González-Pardo Rodríguez es, o no, un agente de la Seguridad del Estado cubano, y que él le quitaría todo el patrocinio a su caso, le quitaría el crédito o posibilidad de que sea inocente de lo que se lo acusa, porque le habría mentido a él y eso sería suficiente.
¿Por qué Lorenzo invitó a González-Pardo a Estados Unidos? «En Cuba hay que hacer justicia por el crimen del asesinato a los pilotos de las avionetas de Hermanos al Rescate, pero esa justicia no llegará hasta que el régimen esté fuera del poder. Sabemos que no saldrá si no es por la fuerza y el pueblo, aunque se tire a la calle no tiene las armas. El futuro de Cuba dependerá de la participación de las Fuerzas Armadas. Tengo la esperanza de que se posicionen a favor del pueblo cuando el momento venga. Ese es mi propósito».
En las redes sociales Orestes Lorenzo Pérez, pidió que el gobierno de Estados Unidos presente una animación, segundo por segundo, de lo ocurrido en el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. Aseguró que las grabaciones de voz existen, están en manos de ambos gobiernos, pero solo con un análisis pormenorizado se podrá confirmar si González-Pardo mintió para no matar a Basulto, o si no lo hizo porque no recibió la orden.
Esto decía el topo Orestes Lorenzo, pero luego en su entrevista con Juan Manuel Cau, dijo que la gente tenía razón de estar molestos con él, pero que él también fue una víctima, «yo no sabía estas cosas». Pero antes, Lorenzo, se creía un vivo frente a las maniobras de Juan Pablo Roque, que supuestamente lo quería llevar a Cuba con engaños. Orestes Lorenzo, tuvo las grabaciones desde el primer momento ¿y no sabía lo de Pardo? Los hermanos militares cubanos, Pérez, reclutaron a Gonzalez-Pardo porque era uno de ellos. Lorenzo se estuvo codeando con lo mas selecto del exilio cubano y, ¿no sabía quién era Pardo?
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El sábado 12 de septiembre de 1998, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) pudo desarticular la red de espías cubanos más grande hasta entonces descubierta en los Estados Unidos. Diez cubanos, integrantes de la llamada «Red Avispa» fueron instruidos de cargos de espiar para el régimen cubano. Según el Defense Human Resources Activity del Departamento de Defensa de Estados Unidos, fueron diez los miembros de la Red Avispa capturados.
Gerardo Hernández, de 31 años (alias Manuel Viramontes), jefe de espionaje, Fernando González, de 33 años (alias Rubén Campa) y Ramón Labañino, de 30 años (alias Luis Medina), oficiales de la inteligencia cubana. Los otros siete eran agentes de rango intermedio que se reportaban a los tres agentes de alto rango, ellos fueron Antonio Guerrero, de 39 años, que desde su trabajo en el departamento de metalurgia vigilaba los aterrizajes de aviones de la Estación Aérea Naval de Boca Chica, Alejandro Alonso, de 39 años, piloto de barco, y René González, de 42 años, experto piloto aéreo y el único ciudadano cubano de los siete.
Ellos se unieron a la organización de exiliados Movimiento Democracia para informar sobre sus actividades contra el régimen castrista. También eran parte de la red dos matrimonios, estadounidenses: Nilo y Linda Hernández, de 44 y 41 años, y Joseph y Amarylis Santos, ambos de 39 años. Un onceno espía, Juan Pablo Roque, también fue instruido de cargos y vinculado al derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate en 1996. Juan Pablo Roque había huido a Cuba el día anterior al ataque de los MiGs cubanos que causaron la muerte de los cuatro pilotos. Tres espías más, identificados solo como «John Does», fueron instruidos de cargos.
En realidad, los miembros de la Red Avispa fueron, al menos, 27. El gobierno de Cuba solo reconoció públicamente a Fernando González, René González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, a los que el Parlamento nombró «Héroes» en vida durante su detención. El FBI, identificó a otros 22 miembros que también cumplían funciones dentro del anillo de inteligencia, y no descartaron la posibilidad de que hubieran sido más.
Algunos de los espías, como Juan Pablo Roque regresaron a Cuba poco antes del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate. Miembros de la Misión Diplomática de Cuba en Washington también fueron acusados de haber servido a la red y fueron deportados. Algunos de los capturados decidieron colaborar con el FBI y llegaron a acuerdos con los fiscales para evitar sentencias severas, y tuvieron que testificar contra sus antiguos compañeros.
Para el FBI, las esposas de dos de «los cinco», Olga Salanueva, y Adriana Pérez (esposa de Gerardo Hernández) también fueron parte de la Red. René González fue liberado en octubre de 2011, Fernando González en febrero de 2014 y los otros tres a finales de ese año a merced de un intercambio de prisioneros con el gobierno de Barack Obama que incluyó al contratista estadounidense Alan Gross, que estaba preso en Cuba. En un artículo de mi autoría de enero de 2015, publicado en esta revista con el título de: «Pescado podrido. Una de espías», decía lo siguiente:
«Desde que la Casa Blanca anunció que canjearía tres agentes de inteligencia cubanos encarcelados –entre ellos uno hallado culpable de conspiración para asesinar– por un súper espía preso en una cárcel de La Habana a quien el presidente Barack Obama llamó «uno de los más importantes agentes de inteligencia que Estados Unidos ha tenido jamás en Cuba». Luego de las liberaciones no se reveló la identidad de este agente, solo hubo silencio, nada se informó acerca de sus logros, salvo algunas especulaciones que atribuyen a su trabajo la detención de algunos espías que trabajaban para Cuba.
Los tres espías cubanos fueron calificados de patriotas y los recibieron en el parlamento cubano, y el subcontratista de la Agencia de Desarrollo Internacional Alan Gross apareció en televisión para hablar de forma exultante sobre su liberación. Pero el extraordinario y secreto espía de Washington ha permanecido anónimo e incomunicado. El hombre que se menciona de manera abierta es Rolando Sarraff Trujillo, ex teniente del Ministerio del Interior de Cuba, encarcelado desde su arresto en 1995, desapareció de la prisión donde estaba, y sus familiares no han escuchado nada de él ni se les ha dicho cuál es su paradero.
El gobierno americano no ha confirmado el nombre de Sarraff Trujillo, y las personas interesadas o que conocen a Sarraff Trujillo han dado algunas declaraciones que lo único que logran es crear más confusión, lo único que queda claro es que Obama nos quiso o quiere vender pescado podrido por pescado fresco (para decirlo de otra manera, gato por liebre). Rápidamente entró en escena un compatriota mío, Bill Gaede quien asegura existe una poderosa razón para la desaparición de Sarraff: puesto que Sarraff era un falso espía, que le dio a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) información falsa o de poca importancia como parte de un plan de Cuba para perturbar a la inteligencia norteamericana.
«Actuaba por órdenes de Fidel Castro», afirma Bill Gaede, ingeniero argentino, que dice haberle dado información a la CIA de Sarraff y otros agentes cubanos de inteligencia. «No eran genuinos. Estaban llenos de caca». Es más, la CIA y el Buró Federal de Información (FBI) sospecharon que Sarraff era un espía falso –un «colgado», en la jerga de la inteligencia– desde el principio, y nunca creyeron nada de lo que informó el grupo de espías. Funcionarios norteamericanos lo llaman un valioso agente ahora solamente para que el canje entre Gross y los espías cubanos sea más apetitoso y digerible para los conservadores».
Cinco de los acusados, Alejandro Alonso, Nilo y Linda Hernández, Joseph y Amarylis Santos, aceptaron negociar la condena y cooperar con la fiscalía. Estos espías dieron información sobre los otros cinco. Cuando fueron llevados a juicio, se reveló que la red de espías estaba involucrada en actos de espionaje y terrorismo. La Red se infiltró en dos grupos pacíficos de exiliados. Dio información que condujo al asesinato de Armando Alejandre, Carlos Costa, Mario de la Peña y Pablo Morales el 24 de febrero de 1996, espiaron instalaciones militares estadounidenses, planificaron envío de armas y explosivos hacia Estados Unidos, y acciones para dividir y moldear la opinión pública e interferir en las elecciones del país.
Según la investigación que realizaron fiscales federales de Estados Unidos, desde inicios de la década de 1990, el gobierno de Cuba comenzó a crear un anillo de espionaje en el estado de Florida para introducirse en organismos federales, grupos de exiliados anticastristas y diversas instalaciones militares. El FBI dijo que Gerardo Hernández, un excombatiente de las tropas cubanas en la guerra de Angola, era el jefe de la red de agentes ilegales. Estos seguían las instrucciones de la Dirección de Inteligencia de Cuba, la principal agencia de inteligencia del país, conocida como G2.
Según los documentos desclasificados y que fueron parte de la evidencia en el juicio, la mayoría de ellos recurrieron a identidades falsas y utilizaron el nombre, número de seguro social y direcciones de personas fallecidas. Estuvieron al menos siete años activos, los agentes vivieron en varias localidades de Florida y Carolina del Sur, de acuerdo a los objetivos que vigilaban. La Red Avispa reunió información personal sobre oficiales del sector militar estadounidense, «recopilando nombres, direcciones y récords médicos de oficiales de alto rango del Comando Sur de Estados Unidos al igual que de cientos de oficiales destacados en la Estación Naval de Boca Chica, en Cayo Hueso».
Los espías tenían órdenes de Cuba de prenderle fuego al hangar de un aeropuerto, cometer actos de sabotaje contra aviones, y de aterrorizar a un operativo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) identificado como Jesús Cruza Flor, primero le advirtieron que su «ejecución estaba cercana» y luego enviándole por correo una bomba a su residencia en Ball Harbour, Florida. El 8 de junio de 2001, los cinco acusados que no habían negociado su posible condena fueron hallados culpables de todos los cargos.
En diciembre de 2001, tres de los espías fueron sentenciados a cadena perpetua por conspirar para cometer actos de espionaje. Gerardo Hernández, el líder de la Red Avispa, fue hallado culpable de conspiración para cometer asesinato y espionaje, y fue condenado a dos cadenas perpetuas y Ramón Labanino a perpetua, ambos ciudadanos cubanos, y Antonio Guerrero, ciudadano estadounidense, sentenciado a cadena perpetua. Fernando González y René González, ambos ciudadanos cubanos, fueron sentenciados respectivamente a 19 y a 10 años de prisión, por conspiración y operar como agentes no-registrados de una potencia extranjera.
Los cinco que se declararon culpables de operar como agentes no-registrados de una potencia extranjera recibieron sentencias menos severas: Alejandro Alonso y Nilo y Linda Hernández fueron condenados a siete años de prisión, Joseph Santos a cuatro años, y Amarylis Santos a tres años y medio. Entre los cargos que más sonó en el juicio fue la acusación contra Hernández de que brindó información a Cuba que contribuyó al derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate.
En septiembre de 1998 la red fue desintegrada, pero solo cinco agentes fueron sentenciados, dado que el resto huyó a Cuba o colaboraron con las autoridades de Estados Unidos. El juicio llevado a cabo en un tribunal federal de Miami, que tardó casi siete meses y contó con más de 100 audiencias, «los cinco» recibieron condenas que fueron desde los 15 años hasta la doble cadena perpetua, aunque algunas fueron rebajadas por cortes de apelaciones.
Organizaciones internacionales izquierdistas, como Amnistía Internacional y el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU, consideraron que el gobierno estadounidense no les había garantizado un juicio con las debidas garantías. Amnistía Internacional, consideró que «durante el juicio no se presentó ninguna prueba que demostrase que los acusados hubieran manejado o transmitido realmente información clasificada». El entonces presidente Barack Husein Obama conmutó las dos cadenas perpetuas de Hernández, el 17 de diciembre de 2014, como parte de las concesiones hechas al régimen cubano para tratar de normalizar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Al regresar a Cuba, Gerardo Hernández fue ascendido en abril de 2020 a vice coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), tarea destinada a controlar cómo los comités de barrio espiaban al pobre pueblo en la Isla. También, el 17 de diciembre de 2020, fue ascendido por la dictadura castrista al Consejo de Estado. El 21 de mayo de 2023, Gerardo Hernández visitó Moscú y colocó un arreglo floral ante el monumento de Fidel Castro.
En el libro: «Traición: Clinton, Castro y los cinco cubanos» (2010), de Matt Lawrence y Thomas Van Hare, brindaron las evidencias. En ella se expone los hechos sobre lo que sucedió y revela quién sabía previo al derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate y el asesinato de los cuatro pilotos. Tres de los pilotos eran ciudadanos estadounidenses y uno residente, y servían como voluntarios salvando vidas de balseros en el medio del océano.
El derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996, y el operativo de influencia que Ana Belén Montes llevaría a cabo exonerando al régimen cubano y culpando a sus víctimas, llamó la atención de los investigadores, y en septiembre de 2001, Montes fue arrestada por espiar para Cuba desde su cargo en la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) del Pentágono. Esta historia también se encuentra en esta revista: «Ana Belén Montes. La verdadera creyente del marxismo cubano», de enero de 2023.
No se sabe, o no se quiere informar sobre cómo fue descubierta la red, una de las versiones que las autoridades cubanas manejaron a lo largo de los años es que los espías fueron descubiertos luego de que Fidel Castro enviara un mensaje secreto con el hijo de puta comunista, Gabriel García Márquez, al entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. En el mensaje, Fidel Castro advertía a Bill Clinton de «actividades terroristas» que los grupos de exiliados estaban organizando en Miami y el FBI, no se metieron con los grupos del exilio, y capturaron a los espías que habían informado.
Edgerton Ivor Levy e Ivette Bermello, dos profesores de Historia de la Universidad de La Habana, aseguran haber sido enviados a Estados Unidos como miembros de la red y que colaboraron con el FBI. Según el testimonio de Levy, él y su esposa notificaron al FBI la existencia de la red desde 1993 y que las autoridades de Estados Unidos estuvieron siguiendo a los espías desde entonces, pero los dejaron operar porque era preferible saber cómo y dónde actuaban que capturarlos.
Los grupos de cubanos en el exilio están tratando de que las autoridades de Florida detengan y enjuicien a Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, ya que el departamento de Estado, por razones políticas no van a proceder. Los oficiales y los fiscales trabajaron duramente en el caso, pero Washington por motivos políticos no harán nada. La policía puede investigar este caso, pero como se trata de un crimen internacional es necesario un fiscal, ya que quien lleva adelante este tipo de investigaciones es un fiscal y es quien coordina las acciones con la policía. Los cargos criminales podrían investigar la policía, pero en este caso la fiscalía ya conoce el caso.
El Departamento de Justicia es parte del Ejecutivo, es diferente a otros países, y la fiscalía es una rama mas equivalente al Departamento de Estado. En Estados Unidos, el Estado es quien encausa y el Departamento de Justicia son dos ministerios, el ministro de Justicia y el de relaciones exteriores. En un caso como este, hay unos protocolos y hay que consultarlos con Washington, y cuando un caso llega a ese nivel para encausar a un funcionario extranjero, no se puede llevar a cabo sin consultar al gobierno federal.
Cuando se llega a ese nivel, se van a encontrar con personas que trabajan para los intereses de Cuba, desde la mínima adhesión ideológica u otros dedicados a trabajar para el gobierno extranjero, como es el caso del ex embajador Rocha, o el caso de Ana Belén Montes, estos personajes se dedican a desinformar al gobierno para favorecer a los gobiernos extranjeros para los que trabajan, son unos verdaderos caballos de Troya que tiene el gobierno castrista.
También están los trasnochados ideológicos que buscan el acercamiento con el régimen cubano, por simpatías ideológicas, esos abundan en el Partido Demócrata, y una acusación de ese tipo contra gente del régimen cubano no les conviene. Existe una agenda política eso es indudable. La responsabilidad del homosexual Raúl Castro ya está probada hace décadas, su participación política, en ese caso hubo una conspiración y Raúl Castro fue el jefe de esa conspiración.
En ese momento Raúl Castro no era Jefe de Estado, y ahora tampoco. Lo de homosexual también, lo fue antes y lo sigue siendo ahora, «burro viejo no agarra trote», cualquier persona medianamente informada en Cuba lo sabe. La decisión política de Washington siempre fue de no encausar a Raúl castro, se ponían por arriba de la ley, y con Luis Raúl González-Pardo Rodríguez, también. Pero pongamos nombre a «Washington», son los demócratas. Los mismos que permitieron o le otorgaron el «parole humanitario» a este canalla.
Las víctimas cubanas del hambre y la represión socialista, los perseguidos, no gozan privilegios del gobierno estadounidense, como gozan sus carceleros, sus torturadores, los verdugos. Lo que hace la afinidad ideológica, si hay que joderse.
Octubre de 2024.